✧ Noventa y ocho ✧

—Esa mujer está loca— dijo Chany, la pelinegra estaba furiosa.

Ahora estaban en la casa de los Lee, sentados en el sofá, con Chan y Felix acomodados con el menor sobre el regazo del rubio.

La chica caminaba con nerviosismo y sus mejillas estaban rojas de la furia.

—Creo que va a explotar— dijo SeungMin.

—Cuando encerró a Chan, me pidió que la perdonara y no haga ninguna denuncia— murmuró Christhen—. Y lo hice sólo porque es mi madre, pero sigue igual de desquiciada— la chica se frotó el rostro con fastidio.

La puerta de la casa se abrió y una furiosa señora Lee arrojó su bolso en el perchero, la mirada de los cuatro presentes se enfocaron en ella, la mujer se acercó a su hijo y tomó sus mejillas para dejar un beso en su frente de forma maternal, hizo lo mismo con Chris, y pareció más calmada luego de ese gesto.

—Ya está la orden de alejamiento en pie, amores— dijo, acariciando sus cabellos—. No podrá acercarse a quinientos metros de ustedes.

»Vivan en paz, queridos.

Felix asintió, estiró sus brazos hacia su madre y la abrazo dándole gracias al oído.

—Chris— llamó la chica—. Si se llega a acercar, me llamas. Llevo mi porra y SeungMin el taser.

—¡Chany!— SeungMin estaba sorprendido, e indignado de que lo involucrara en eso—. Es tú madre-

—Y también una psicópata, SeungMin— la pelinegra abrió sus brazos, como si fuera obvio.

—Querida— la señora Lee tomó a la joven por los hombros, le dedicó una sonrisa tranquila—. No te estreses, afectas al niño, ven siéntate...— la llevó hasta un espacio en el sofá—. Te haré un té, ¿quieres?

—Café por favor.

—No puedes tomar café estando embarazada, tonta— dijo SeungMin.

Chany suspiró.

—No me deja comer nada— se quejó, mirando su vientre—. Y tampoco puedo golpear a nadie.

Sintió una mano en su hombro, se volteó para ver a Felix.

Está bien— dijo, frotando un poco su hombro, intentando calmarla sonrió mínimamente.

La pelinegra lo miró un segundo y sonrió cuando el peligris lo hizo.

Felix estaba bien, como si nada hubiera ocurrido.

Chany suspiró, sintió a SeungMin acercarse, su novio se sentó sobre sus piernas haciendo que la chica tuviera una mueca en su rostro de molestia por tanto peso encima, pero terminó cediendo cuando el muchacho comenzó a dejar mimos en su cabello y sonreía de forma espléndida, haciéndola sentir mejor.

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