➳ Extra: Sing

—Christopher Bang, ya estoy unido a ti, pero hoy me uno como tu eposo-

—Es-poso— dijo la señora Lee, corrigiendo a su hijo, que tanto se estaba esforzando para aprender a decir sus votos sin que nada sonara mal.

Y sabía que a su esposo, su Channie, no le importaría, que él lo amaba sin importar si podía pronunciar dos “S” en una palabra o no, pero él quería darle una sorpresa.

Es-po-so— deletreó Felix, mirando a su madre, quien asintió con una pequeña sonrisa—. Es-po-so, es-po-so...

—Sigue así, bebé— la señora Lee tomó sus mejillas y dejó un beso en su frente—. Practica el resto, Lixie, ya regreso.

El joven asintió, mientras repetía esa palabra una y otra vez, y juntaba las sílabas hasta que salieran bien, como él quería.

La mujer fue hacia la otra sala, saludando a quienes estaban haciendo los preparativos para la boda de su hermoso hijo y de su igual hermoso yerno.

La boda no era nada más que simbólica, esa misma mañana habían firmado los papeles legales en una horrible oficina, pero querían una ceremonia, un lindo evento donde de irían a vestir de trajes e iban a compartir anillos e iban a ser “casados” bajo la palabra de HyunJin, quien se había ofrecido especialmente para hacer de “cura” a lo que MinHo no había perdido la oportunidad para decir que la lujuria había poseído su culo entre muchas otras cosas como para ser Cura.

Al llegar a la otra sala, Chris miraba las páginas con los gestos que tenía dibujados para interpretar, frunciendo el ceño y moviendo sus manos con torpeza.

Porque sí, quería decir sus votos en señas especialmente para su bebé.

Aunque sabía que a su esposo no le importaría escucharlo con su hermosa voz y no con sus gestos de manos, pero él quería darle una sorpresa.

—¿Cómo vas, Chan?

—Mal, horrible, terrible, quiero huir en un avión hasta Calculta y cambiarme el nombre.

La señora Lee rió por sus ocurrencias.

—Omma Lee, ¿y si digo algo mal?

—¿Qué podrías decir mal?

—No sé... Confundir los gestos y en vez de decir “Te amo” digo “Te penetro el ano”.

La señora Lee golpeó su brazo para que se callara.

—Primero, no digas esas cosas. Segundo... son gestos muy diferentes, Chris.

El otro suspiró y asintió.

—Vamos, practica conmigo, que tengo que volver con Lixie— dijo la mujer, colocándose frente a él, mientras el otro comenzaba con sus gestos, aunque sus expresiones no ayudaba en nada porque dudaba a cada movimiento. El mensaje era hermoso y la mujer lloró con una sonrisa en su rostro cuando terminó.

—¿Listo, campeón?— preguntó HyunJin en cuanto Chan llegó al altar y tenía que esperar aún por Felix.

Chan se acomodaba su traje negro a cada segundo, mientras esperaba a quizá morirse ahí mismo.

—Aún puedes escapar conmigo, amor— dijo MinHo sobre su hombro, y Bang le cuestionó el porqué lo habían elegido como la “dama” de honor.

Chan ahogó las palabras para no insultar a ninguno de los dos y quedar mal en su propia boda, comenzó a contar para calmarse, y antes de lo que pudo creer, la canción comenzó a sonar.

Era especial, era la canción que algún día tocó en el piano para ver a Felix bailar.

Y sintiendo su estómago cosquillear, alzó la vista hasta el final de aquella alfombra roja, que contrastaba tanto con el pasto verde de aquel patio, tan bien iluminado por el sol, una ligera brisa recorrió la escena, y al ver al amor de su vida no podía haber sentido que estaban haciendo algo más correcto que aquello.

El traje de Felix era blanco, con un fino encaje en el cuello, se ajustaba a su cinturas, y acentuaba la figura de su escultural y delicado cuerpo, pero lo que en serio hacía a su corazón morir era la corona de rosas sobre su cabello, que sostenía un fino velo, detrás de éste, Felix le sonrió ampliamente.

La señora Lee iba a su lado, y fue quien escoltó a su hijo hasta llegar al final junto a su esposo, quien tomó sus manos en cuanto llegó frente a él, quiso llorar en cuando sus ojos de centraron con los de Felix.

Escuchó a HyunJin hablar pero sólo podía mirarlo y amarlo con todo su corazón, y sonreír como un tonto, así que quedó sorprendido cuando su mayor dijo que era hora de los anillos y comenzó a repasar nervioso en su cabeza todos los movimientos de sus manos.

JiSung llevó los anillos, MinHo iba a su lado, sosteniéndolo por su brazo, por cualquier cosa que pudiera ocurrirle.

JiSung le había advertido que se iba a poner sensible y que no sabía si podía mantenerse en pie con seguridad, y su novio no había tardado en decir que estaría allí para él.

—Eres un llorón— dijo MinHo en su oído, porque no había dejado de sorber su nariz y sus manos temblaban llevando ambos anillos en aquella cajita decorada de blanco y con un par de rosas acompañado.

JiSung quiso golpearlo pero estaba muy sensible.

Sus amigos tomaron el anillo y lo sostuvieron en sus manos, le agradecieron con gran sinceridad y MinHo lo acompañó hasta una silla junto a ellos, para que finalmente pudiera llorar tranquilo, para escuchar el momento importante.

—Y ahora, los novios dirán sus votos.

Ambos se miraron con una sonrisa.

—Lixie— Chan lo alentó a que él fuera primero, el más bajo asintió.

—Christopher Bang— comenzó, mirándolo a los ojos, sus manitas fueron a las del otro, acomodando el anillo en su anular—. Ya estoy unido a ti, pero hoy me uno como tu esposo y con todo mi corazón... Te digo que te amo, para toda esta vida, y las otras, por siempre.

Bang estaba al borde de las lágrimas.

—L-Lo dijiste todo...— Felix asintió con emoción, y una sonrisa gigante—. Estoy tan orgulloso de ti

—Guárdalo para los votos, tonto, para eso están— susurró MinHo en su oído, lo que le hizo volver a la realidad y asentir.

Chan tuvo que apartarse un paso, Felix lo miraba expectante, alzando su mano, lo primero que hizo fue señalarlo, la primera seña.

—Lee Felix— murmuró bajo, para guiarse a sí mismo, y quizá solo los que le acompañaban en el altar lo escucharon, continuó—, mi amor, es un honor haberte conocido, y es un orgullo estar a tu lado para siempre, para abrazarte fuerte, para amarte con mi vida, y ser tu mejor compañero...— ver las señas era hermoso y casi poético, aún sin entender del todo, se veía que era bonito, los movimientos eran fluidos, suaves y trazaban formas orgánicas en el aire, Chris había tocado su corazón, se había abrazado, lo había mirado con todo el sentimiento para finalizar todo con su costumbre—. Porque te amo— alzó su meñique, índice y pulgar, y el anillo en su anular brilló en un reflejo que atrapó la vista de Felix, quien estaba al borde de las lágrimas.

Sin palabras de todo lo hermoso que había sido, Felix sólo pudo volver a recurrir a las señas e hizo un montón de movimientos rápidos de todo lo que le amaba y de lo hermoso que era y lo bien que había salido todo, haciendo reír de ternura a su público.

Chan se acercó a él para tomarlo por los brazos para que se calmara, mirándolo con la misma sonrisa tonta que tenía sólo para él, vió el puchero de Felix detrás del velo y era hermoso.

Acomodó el anillo en el pequeño y algo gordito y completamente hermoso dedito anular de su compañero de vida.

—Ya, pueden besarse. Así puedo ir a llorar— dijo HyunJin, quien ya no podía mantener la compostura por todo aquello, con las risas de los presentes Chan volteó el velo, quitándolo del camino.

Con sus manos unidas, ahora unieron sus labios, hundiéndose en un beso de todo su amor y cariño, Chris sonrió cuando sintió el ligero labial que recién en ese momento se dió cuenta que Felix llevaba, de suaves fresas, y su sonrisa contagió al otro también.

No podía decir que se separaron realmente, luego de largos segundos de aquel beso, se abrazaron sin alejarse ni un poco, y rieron con toda la dicha de sus almas.

—¿Quieren conocer a JungWon?

Ambos asintieron, la mujer de aquel orfanato asintió y los llevó por un largo pasillo hasta la sala de maternidad donde los niños más pequeños estaban, y entre ellos, el pequeño JungWon.

—JungWon— la mujer colocó una mano sobre su hombro, el niño se volteó hacia ella y el aparatito sobre su oído se movió un poco, la mujer lo acomodó por él, quien apenas tenía tres años—. Tienes amigos nuevos que quieren conocerte.

La joven pareja se sentó frente a él, el niño los miró con ojos grandes y brillantes que Felix notó iguales a los de Chan y se enamoró aún más del pequeño.

Ambos movieron sus manos frente a él, el pequeño respondió de la misma manera.

Se presentaron ante él, jugaron con él, tenían que hablarle claro y cerca de su aparatito para que pudiera escucharlos bien, puesto que éste no andaba bien, y ambos se sorprendieron de ver que el pequeño niño sabía algo de señas básicas.

Y fue cuestión de pocas visitas para que decidieran dar un gran paso, donde le llevaron unos audífonos nuevos para él, Felix se atrevió a decirle de quién eran.

“De papá y papi” dijo, en señas y el pequeño los miró, preguntándose si era en serio.

Chris entendió que había dicho porque eran señas básicas, y rió cuando su niño fue a abrazarlos como agradecimiento.

Cómo no podrían amarlo, era lo que necesitaban para sentirse una familia completa, para tener su pequeño mundo como más deseaban.

Y el pequeño JungWon hizo una seña que nunca lo habían visto hacer hasta entonces, en cuanto se colocó sus audífonos nuevos y escuchó mejor que nunca, miró a ambos y alzó su meñique, índice y pulgar hacia sus padres.

Felix lloró un poco, Chan sonrió por lo lindo que se sentía, tomó la mano de su esposo y ambos devolvieron el gesto a su niño.

Sin duda era de ellos, era su hijito, y lo que deseaban hacía mucho, querían adoptar y que habían encontrado para la mejor de sus suertes.

Y ya en casa, con Felix acurrucado en su pecho, y ambos risueños y sonrientes por tan bonito día con su hijito, el más bajo volvió a agradecerle.

—Chan... gracias, por todo.

El pequeño Felix ya no era tan pequeño, contra lo que le había dicho el doctor una vez, había mejorado su habla muchísimo, y apenas eran un par de palabras que a veces, no pronunciaba tan bien o se confundía un poco las letras.

—Lixie, gracias a ti— dijo el otro, besó su frente con amor—. Eres lo mejor que podría existir, bebé.

—Te amo.

—Yo te amo más.

Ño, yo más.

—Que yo más.

—Yo amo más.

—Felix, yo amo más.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

Y esta historia no tiene fin, porque
ellos estarán juntos por siempre

⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

oigan, yo no me quiero despedir, nOooOOooO

pero bueno, todo lo que empieza acaba. verga, odio las despedidas :')

en fin, muchas, muchas gracias por todo el apoyo que ustedes me brindaron durante todo el transcurso de este libro y el primero, de verdad, muchas gracias, y en serio espero que les haya gustado tanto como a mí, de nuevo, gracias ♡︎

saben que en mi perfil hay más historias, así que si quieren seguir en contacto conmigo, ya saben dónde encontrarme

los quiero mucho, en serio gracias ♡︎

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top