✧ Cincuenta y ocho ✧
MinHo arrojó el celular hacia JiSung, quién se sobresaltó por el repentino gesto pero atrapó el móvil.
—Tampoco contesta tus llamadas— dijo el mayor, con frustración.
JiSung miró un momento su celular, en fondo de la pantalla de bloqueo, una foto de los cuatro que se habían tomado en el patio de la escuela.
¿Donde estaban sus amigos?
—No les hicimos nada malo, ¿por qué ninguno contesta?— murmuró, su tono era más que triste.
MinHo miró a su novio un momento y al ligero mohín en sus labios, tenía el ceño un poco fruncido.
—Ni se te ocurra llorar, Han— dijo, los redondos ojitos del peliazul lo miraron—. Tú lo dijiste, no les hicimos nada, si no nos contestan es problema de ellos.
—Ya lo sé, Min, pero puedes calmarte un momento, no es necesario que me hables así— se defendió, sintiéndose atacado por el tono tan brusco del peli-naranja.
Nadie le daba órdenes así como así.
MinHo estaba ofendido, él no había hecho nada y consideraba que había sido un buen amigo en todo momento, y de un día para otro ni Chan ni Felix respondían sus mensajes ni sus llamadas.
Recordaba el último día que habían ido a la escuela, repasando todos los hechos, y no había nada anormal, nada mal, y al día siguiente, ajenas habían respondido que estaban en el hospital y que no irían a la escuela.
Les había mandando mensajes a ambos, también con la ayuda de JiSung, desde el celular de él, pero ninguno de los dos había tenido resultado.
En la noche había tenido un mensaje de Chan.
“No iremos a la escuela por unos días” era todo lo que decía.
Y ese había sido la última información que tenían, después sus amigos se encargaron de ignorarlos olímpicamente.
—¿Y si les pasó algo?— preguntó JiSung, su vos había soñado sutil, se ganó una mirada por parte de MinHo—. Estaban en el hospital, y luego de que no irían a la escuela... Suena que pasó algo.
MinHo lo pensó un momento, finalmente negó.
—Si hubiera pasado algo nos hubieran dicho— dijo—. Digo, somos amigos hace años, piensa en algo que podría haber pasado.
JiSung permaneció unos segundos en silenció, mirando su regazo, pensativo.
—¿Qué podría ser lo peor?— preguntó MinHo, de forma retórica—. Como por ejemplo, que la señora Lee haya tenido algo y esté en el hospital internada, o se haya muerto, pero un mensaje de “Mamá murió” no cuesta nada.
»Ambos saben que los iríamos a consolar a que se sientan mejor, saben que estaremos allí.
—Pero eso no pasó— murmuró JiSung.
—Exactamente— dijo el peli-naranja—. Están dignados a no hablarnos y no les hicimos nada. Que se pudran.
MinHo se tiró sin ganas a la cama de su novio, mirando el techo con el ceño fruncido.
—Podemos intentar una última cosa— dijo JiSung, y la atención de Min recayó sobre él, sonrió ligeramente.
me siento feliz porque pude actualizar, aunque fueron sólo tres, les dí algo.
cuéntenme, ¿cómo estuvo su semana?
la mía ha estado cansada, pero lo bueno es que ya casi es fin de semana, y podré descansar. c:
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