NARRA HIKARI

Siempre habíamos navegado cerca de la superfecie, pero ahora, yendo hacia el fondo, podía contemplar las diferentes clases de peces pequeños y enormes que habitan en el mar.

Estoy sentada junto a Sachi, Penguin y Jean Bart en la cubierta, observando a los grandes monstruos marinos pasar a nuestro alrededor sin mirarnos.

El coating del submarino estaba listo desde hacía días, porque las ventanas podrían ceder ante la presión del agua al sumergirnos tanto.

Hay peces pequeños y otros más grandes, que se acercan curiosos al submarino.

-¡Hikari-san! ¿¡Eso es un barco!?- Sachi se abraza a mí cuando pasamos cerca de un barco atravesado por una roca, destrozado.

-No te preocupes Sachi, Bepo no dejará que nada le pase al Polar Tang ni a nosotros- le tranquilizo con una sonrisa.

-¡Mirad! ¡Ballenas!- grita Koji, haciendo que todos levantemos nuestras cabezas.

Sincronizados, todos soltamos una exclamación de asombro.

-¡Son enormes!- exclama Mao.

Me recuerdan a la ballena que estaba frente a la Reverse Mountain, Laboon.

Me hice amiga de Crocus, el anciano doctor, del que conseguí información sobre Luffy, al que le debía mucho por haber salvado la vida de Laboon, que llevaba pintada en la cabeza una calavera parecida a la de los Mugiwara obra de mi hermano.

Él se alegró mucho al saber que yo era su hermana, y por eso me ayudó.

Cuando el grupo de ballenas pasa, me levanto diciendo que voy a llevarle algo de comer y beber a Bepo y a Kyo, que llevan desde que salimos del Calm Belt metidos en la sala de control, y de paso le llevaré un té a Law, no ha salido de su habitación desde que salimos del Cuartel General.

Preparo cuatro onigiris y dos tazas de té, que llevo a la sala de control en una bandeja.

-¿Cómo estáis chicos?- pregunto haciendo que noten mi presencia.

-Hola Hikari-chan- Bepo me saluda alegremente y a Kyo le brillan los ojos al ver la comida.

Ambos me dan las gracias y salgo de la sala de control.

Voy a la cocina de nuevo para preparar otra taza de té para Law.

Avanzo por el pasillo con la bandeja en una mano, y al llegar a la puerta de su habitación llamo suavemente.

No hay respuesta al otro lado, espero unos minutos y sigue sin haber respuesta, por lo que abro la puerta.

Law está durmiendo sobre un gran libro, con su cabeza apoyada en sus brazos.

Sonrío al verle, en esa posición se ve muy lindo.

Dejo la bandeja en el escritorio y le quito el sombrero, acariciando sus oscuros cabellos como la noche.

Dejo el sombrero a un lado de su cama, sentándome en esta para ver por la ventana el mar.

Apoyo mi cabeza en mi mano buscando más comodidad, y así pasan los segundos, los minutos, o incluso las horas, mirando el exterior.

Cuando me voy a levantar para marcharme a la cubierta y seguir divirtiéndome con los demás, Law se mueve levemente.

Gira su cabeza abriendo los ojos pero sin notar que estoy allí, y la levanta, ya despierto.

Se estira y bosteza.

Espero sentada en el borde de su cama hasta que se gira hacia mí y me mira.

-¿Cuánto tiempo llevas aquí?- pregunta con voz somnolienta.

-Un par de horas, te traje un té y me quedé mirando por la ventana, pero ya iba a volver a cubierta, iré a traerte otro té, ese se ha enfriado- agarro la bandeja y voy a salir de allí, pero él me lo impide, me ha agarrado la muñeca.

Me mira con una extraña expresión, como si intentara averiguar algo.

-No hace falta que hagas más té, solo quédate, me gusta tu compañía.

Por alguna extraña razón esas palabras hacen que sienta un calor en las mejillas, señal de que estoy sonrojada.

Sigue un poco adormilado, seguro tiene que ser eso, de otro modo no me habría dicho esas palabras.

Suelto otra vez la bandeja y vuelvo sobre mis pasos para sentarme en la cama, mirando por la ventana y cubriendo mis mejillas sonrojadas con mi pelo.

-¿Viste el grupo de ballenas?- me pregunta.

Ya más calmada, le miro y asiento sonriente.

-¡Eran enormes! ¡Como Laboon!- exclamo entusiasmada como una niña.

-¿La ballena de la Reverse Mountain?

Asiento de nuevo y sigo mirando por la ventana.

-Mira Law, ¿qué es eso? Parece un pozo sin fondo- me hago a un lado para que se acerque y mire lo que hay fuera.

-Es la "Pluma de bajada", Waterfall, es una corriente marina, y es exactamente eso, un pozo sin fondo, o al menos nadie se ha atrevido a entrar para encontrarlo.

-Qué oscuro...- susurro pegándome más al cristal en un intento de ver algo en ese agujero.

-Según las leyendas, ahí habita el Kraken, pero nadie lo ha visto.

-¿Un Kraken?- solo con pensarlo mis ojos se iluminan, siempre he querido ver a uno.

-Pero es solo una leyenda.

-Oye Law, ¿en la Isla Gyojin hay muchas sirenas?- pregunto.

-Sí, pero nosotros no pararemos en la isla- hago una mueca de desilusión.

-¿Por qué? Yo quería ver a Jinbe-san.

-Porque he escuchado que últimamente los piratas no son bien recibidos allí, y ahora menos que Shirohige ha muerto, él era el que protegía la isla. Por eso no nos acercaremos a ella.

-¿Algún día podremos visitarla?- pido poniendo mi mejor cara de cachorrito abandonado.

-Claro que sí, cuando encontremos el One Piece podremos navegar a donde queramos. ¿Pero estás dispuesta a competir con tus hermanos por el One Piece?

Mi cara muestra una gran sonrisa de entusiasmo.

-Déjame a mis hermanos a mí, será como en los viejos tiempo- río recordando nuestros combates para ver quién era más fuerte de los cuatro- Vamos a la cubierta, tienes que relajarte un rato y allí están todos- me levanto y agarro su mano para sacarlo de la habitación.

-¡Hikari-chan! De lejos podemos ver la Isla Gyojin- me dice Penguin cuando llegamos.

Es cierto, lejos se puede apreciar una gran burbuja con una pequeña isla dentro, realmente quería ir con Jinbe y agradecerle por ayudarnos tanto en la guerra.

Pronto comenzamos a ascender, pero el frío que hacía en las profundidades sigue calándome los huesos.

Y al parecer al resto también, pero están tan amocionados que no les importa.

-¿Qué es aquella cosa?- pregunto cuando pasamos cerca de una especie de remolino con forma de serpiente gigante.

-Es un Whitestrom, un remolino gigante- me explica Law- Sería peligroso caer dentro de ese remolino.

-¡Mirad, más ballenas!- grita Sachi señalando hacia arriba.

-¿Ves la luz de la superficie?- me pregunta Law.

Si miro hacia arriba puedo ver a las ballenas, y mucho más arriba, luz, la luz de la superficie, débil.

-Tenemos que estar preparados para cualquier clima, en el Nuevo Mundo es muy diferente- informa.

Yo solo miro hacia arriba hasta que noto el aire del nuevo mundo, un fuerte viento, unas nubes oscuras que expulsan grandes rayos y frías gotas de agua.

El coating del submarino ha explotado al chocar con la superficie.

-¡Wow! ¡Quiero ir a esa isla donde el volván acaba de entrar en erupción!- exclamo.

Law ríe a mi derecha.

-Ese es exactamente el destino de los dos, Hikari, la isla en la que estaremos un tiempo, Punk Hazard.

*****

Esto es una cosa que me acabo de dar cuenta ahora, y realmente nunca pensé que pasaría en una de mis historias.

¡HEMOS LLEGADO A LOS 1000 LECTORES!

No me lo creo, de verdad cuando lo vi estaba gritando tanto que mi madre me envió una chancla voladora.

Muchísimas gracias a todxs por esto

Voy a seguir emocionándome viendo los capítulos atrasados que tengo de One piece. ¿Sabéis lo que estoy sufriendo con este arco? DEMASIADO, y no quiero ni meterme en Youtube porque lo único que encuentro son teorías sobre posibles muertes y ya estoy llorando antes de tiempo, Dios, la tensión me puede, y demasiado estoy llorando con el último capítulo del manga, Oda-sama es un monstruo

Nos leemos pronto