Frente a frente junto a la puerta, avanzo unos pequeños pasos a esta, coloco sus manos en la manija pero al momento de querer girarla no podía, está cerrada. En ese momento todas sus esperanzas se esfumaron por completo, solamente susurraba "No, no no..." mientras aún trataba de abrir la puerta, su desesperación aumento como iban pasando los segundos hasta el punto de gritar, azotar y golpear la puerta.

Golpeando la puerta gritaba el nombre de su capitán, sus ojos estaban llenos de lágrimas por la desesperación y angustia que sentía en ese momento. La fuerza de sus golpes fue bajando soltandose en llanto dejándose caer en el suelo, simplemente el hecho de una puerta cerrada le impedía escapar, además de que si esta puerta estaba cerrada las demás por ende lo estarían junto con las ventanas.

Escucho unos pasos que provenían a lo lejos escuchandose más cerca cada vez, Tim justo al voltear vio como venía un soldado tankmen a el deteniéndose este am estar pocos metros de el.

– ¿Se puede hacer que haces aquí?. — el tankmen se le quedó viendo por unos segundos logrando reconocerlo — Eres el... Soldado que el capitán nos notificó. Je je caray, que tonto soy. — soltó una pequeña risa recargando la escopeta que llevaba a la mano apuntándole —.

— Al ver el arma se quedó congelo por completo, no hizo nada, no se levantó o algo solo se le quedó viendo como si tuviera la mirada perdida con lágrimas en estos y temblando —.

– ¿Oye? Cómo sea, para mí mejor no necesito escuchar lloriqueos de que quieres seguir viviendo. — dijo el tankmen sin importarle mucho el tema —.

El tankmen justo al presionar el gatillo, Tim despertó de ese pequeño transe lanzándose contra el esquivando el disparo haciendo que esté cayera al suelo estando encima suyo cayendo la arma también pero lejos de ellos. Se quitó rápidamente de encima suyo y fue agarrar la escopeta levantándose para luego apuntarle mientras temblaba del miedo.

— sobándose la cabeza levantó la mirada estando frente a frente de la escopeta, no se veía asustado ni nada, solo soltó una pequeña risa burlona — Si que tienes agallas, adelante. Mátame.

– ... No... N-no puedo. — contesto temeroso retrocediendo sin quitarle la mira de encima —.

– Vamos pequeño idiota, dispara!. — grito levantándose del suelo acercándose a él —.

— Tim, en un ataque de pánico grito que no se le acercara disparandole en la cara —.

El tankmen cayó muerto al suelo con la cara totalmente desfigurada y casi destrozada por completo. Tim sin poder creer lo que había hecho se acercó un poco a el temblando saliendole más lágrimas, el no quería matarlo, solo quería que lo dejara en paz, aunque claro, estuviera en la guerra y ya le era costumbre matar gente a él no le quería hacer nada. Se quedó ahí solamente viendo el cadáver hasta que escucho unos pasos de lo que parecía ser varios soldados venían en dirección a donde estaba, era obvio que el disparo de una escopeta será al menos escuchado por alguien.

Los pasos se escuchaban cada vez más cerca de el, el miedo lo tenía dominado por completó, miraba a todos lados tratando de encontrar una salida. Al ver no había otro opción y se acercó a la puerta que estaba cerrada con candado disparandole a este para que se abriera. Un disparo más o menos ya no importaba, ya había sido detectado de todas formas.

Salió corriendo dejando caer la escopeta al suelo, se dirigió rápidamente a la gran cerca de metal, lo único que faltaba era atravesar esa alta cerca, no sonaba tarea difícil pero está tenía púas en la cima. No lo pensó más y empezó a escalar la alta cerca.

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El sonido de la escopeta alertó algunos tankmen, entre ellos John y Steve que se encontraban no tan lejos del origen del disparo y Ted que solo vagaba por la base y escucho el disparo de pura suerte. La pareja se reunió con Ted mientras se dirigían al lugar del disparó. Al llegar solo se encontraron con la escena de un soldado muerto teniendo la cara destrozada, una escopeta tirada en el suelo y la puerta de la salida abierta teniendo el candado abierto.

— Steve, se acercó al cadaver agachándose solo mirándolo sin ninguna expresión en su rostro —.

– Y me dicen a mi enfermo y monstruo sin corazón y este mato al pobre desfigurandole la cara. Nisiquiera distingo si es Tom... O acaso era Jack?.

– Dejate de juegos Ted, tenemos que encontrar el responsable de esto. — contesto un tanto molesto el soldado de lentes volteando a ver a Ted —.

– Oye calma, solo estás molesto porque les arruinó su momento el disparo. Tranquilo, encontraremos al responsable y seguirás gritando el nombre de tu capitán. — dijo Ted en forma de burla, sin darle mucha importancia —.

— El soldado de lentes se puso todo rojo de la vergüenza aún estando molesto — ¡N-no te importa lo que hagamos con nuestra vida sexual!.

– ¿Entonces si lo estaban haciendo? Ja ja yo nomás lo decía para molestarte, pero ya veo que son muy activos. — menciono Ted en tono de burla para molestar al soldado —.

Mientras estos dos discutían, John miraba a todos lados con los brazos cruzados y sin ninguna expresión especial en su rostro, vio cerca de la puerta un pequeño peluche, llamándole la atención se acercó a este agachándose para agarrarlo, era el peluche de su hijo, como era posible que ese animal de felpa llegara hasta ahí y que hacía. Se preguntaba solo eso una y otra vez.

Perdido en sus propios pensamientos, teniendo de fondo a su pareja y amigo Ted discutiendo escucharon la alarma de la torre de vigilancia, esa alarma solo era activada cuando se detectaba algo sospechoso. Tim fue detectado por el soldado que vigilaba mientras trataba de trepar la gran cerca de metal, lo treparia más rápido o ya hubiera escapado si no fuera que está tuviera un alambre de púas, esto lo paro quedando ahí trepado en esa cerca.

John, Steve y Ted al escuchar la alarma salieron inmediatamente viendo a lo lejos al pequeño Tim, Steve grito el nombre de este volteando Tim a verlos, le dio un ataque de pánico al ver al capitán observándolo con miedo y temblando todavía más. Mientras John lo veía con un gran odió.

Steve fue corriendo rápidamente con el mientras gritaba su nombre, este solo empezó a subir la cerca más rápido atravesando el alambre por fin lograndolo pasar aunque se allá lastimado por el alambre dejando un poco de su sangre en este.

– ¡Tim!. —grito el soldado de gafas llegando por a la cerca — ¿Que haces? Por dios, estás sangrando de casi todo tu cuerpo. — dijo con preocupación hacia el chico que se encontraba en el suelo —.

— El soldado herido con la respiración agitada, sangrando de sus manos y piernas se levantó con las pocas fuerzas que tenía dándole la espalda a Steve temblando por completo —.

– ¡Tim! ¡Tim!. — gritaba aún siendo ignorando —.

— Sin nisiquiera voltearlo a ver se hecho a correr con las pocas fuerzas que tenía alejándose de la base perdiendose entre los escombros y edificios —.

— Ted se acercó a su compañero que gritaba aún el nombre de Tim — Ese chico... Tenía el casco del capitán del otro ejército, no?.

— El capitán se acercó igual a ellos mostrándose en su mirada una gran irá y furiosa mirando a dirección a donde había escapado — Ted, ve por la vehículo... Ese no pudo ir muy lejos, además ya tengo una idea de ha donde fue...

– ¿En verdad? — pregunto Steve volteando a ver mostrándose triste —.

– Si... No te preocupes por eso. — contesto el capitan revolviendole el pelo dándose la vuelta retirándose de ahí —.

Ted y Steve solo se le quedaron viendo al capitán, pensaban el porque se pondría así solo por qué escapó, no creían que fuera la gran cosa. Ted no conocía del todo al chico pero a lo poco que sabía era que tenía traumas por todo lo de la guerra además que sabe que murió su pareja, creía que su escapé solo se debía a un pequeño ataque de pánico.

El capitán entrando a la base, de nuevo al lugar donde todavía estaba el cadáver del soldado, agarro de nuevo el conejo de peluche apachurrandolo con gran fuerza, desatando en este pequeño acto una gran irá que tenía dentro.

– Pequeño y estupido... Juro que te encontraré, no me importa si muero en el intento... Con tal de verte sufrir haré lo que sea necesario... Eres como el... Un asqueroso idiota ... 

Dijo esto furioso estrujando el peluche, todo el odio que sentía hacia ese soldado lo dejo mientras maltrataba el animal de felpa. Sabia que su pequeña venganza se cumpliría ya que no pudo haber ido muy lejos, además de saber perfectamente dónde se encontraría. Dejo de apachurrar el peluche aventandolos contra la pared soltando una pequeña risa, agarro la escopeta y se retiró de ahí susurrando maldiciones.

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Ya tenía bien muerta está historia por hacer los libros especiales para octubre y por la historia de Madness Combat xd aunque lo compensó con que fue larga está parte uwu

Gracias por haber leído y por todo el apoyo que le dan a mis historias! 💕