Una tonalidad cálida real

     ¿Jamás han sentido la sensación de despertar de un sueño y no estar seguro si realmente lo hiciste? Una sensación que dura todo ese día, como si hubiese sido no más que una ilusión, un sueño. Que en cualquier momento abrirás los ojos y estarás de nuevo en tu cama.

     Siempre siento aquello, como si todo a mi alrededor fuese falso. Un producto de mi cabeza. Una invención.

     Quizá sólo sea gracias a mi trabajo, ya que éste amerita ver el mundo a través de una pantalla y controlar la calidez de los días.

     Así es, la tecnología llegó hasta ese punto, y no es algo que me enorgullezca.

     Hemos llegado al punto en que hay personas con monitores detrás de una pantalla haciendo crecer el césped de tu patio, o regulando el clima de tu habitación.

     Mi trabajo consiste en traer los colores cálidos a tu alrededor. Hacer que los rayos del sol se reflejen en las nubes al igual que en el resto de la ciudad y tornarla en colores cálidos; escarlata, rojo, naranja, amarillo, verde limón.

     Éstos son los colores del fuego, de la pasión, del atardecer, de las hojas en otoño... Generalmente mi trabajo es demasiado durante primavera, verano y otoño, pero durante invierno tengo mis descansos y puedo salir a la calle un rato. Esto tampoco es algo que me agrade.

     Pues éste tipo de tonos, además de la sensación térmica, transmiten cercanía, intimidad, energía, unión y calidez, son cosas que sólo pueden ser provocadas gracias a los colores cálidos.

     Eso es lo que yo me pierdo estando tras una pantalla.

     No puedo recordar algún momento de mi vida en que haya disfrutado del calor del sol sobre mi piel o ver iluminada mi casa con mi familia; Mis padres y mi pequeña hermana.

     Solo puedo disfrutar las tonalidades frías de mi compañera de trabajo y ella solamente puede disfrutar mis tonalidades cálidas. Siento demasiada envidia por ella, pero no quiere cambiar el puesto, es inteligente.

     —Osaka, tomaré un descanso, dame lo mejor que tengas allá fuera —tomé mi chaqueta y salí de la oficina, ella solamente me guiñó el ojo y extendió su taza con café hacia mí. Solté una risilla ante su acción, ella siempre era tan animada, alegre, con iniciativa y llena de energía, emocional y explosiva, era la sensación de calidez representada en una mujer. Yo era más serio y reservado, sereno, tranquilo, sentimental, la sensación de frío representada en un hombre.

     A través de ella es la única manera en que puedo disfrutar de mi trabajo y a través de mí es la única manera en que ella puede disfrutar del suyo.

     Como justo ahora, caminando durante mi descanso por las calles, éstas evocan la lejanía, la cautela, y en gran cantidad producen efecto de amplitud, agrandan los espacios.

     Para mí, esto se siente vacío, tantos colores turquesa, cian, índigo, azul y violeta oscuro me resultan colores muertos.

     Especialmente al saber que son provocados por una persona detrás de una pantalla.

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     Ésta es la regla número uno de la empresa "Vida Digna"

     Jamás podremos hablar sobre el trabajo que emplea la empresa con nadie que no esté relacionado con ella.

     Ellos no deben saber que la flor que recogieron del suelo esta mañana no fue más que un reflejo tecnológico, una corriente de energía. Ellos jamás deben saber que todo a su alrededor es falso.

     Que su realidad no es más que una ilusión...

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     Cuando era pequeño, yo sabía que, si giraba rápidamente, iría a una dimensión diferente, que era idéntica pero falsa.

     Sabía que, si giraba de nuevo, volvería a casa.

     Pero perdí la cuenta de cuántas veces lo hice.

     Aquél día, estaba aterrado girando sin parar, porque tenía miedo de quedar atrapado en la dimensión falsa.

     Estaba aterrado de que todo a mi alrededor estuviese hecho de papel, de sentir a las personas lejos de mí.

     Era un miedo ridículo, como si tus padres te dijeran que dentro de tu nariz hay una oruga furiosa que te morderá el dedo si la picas. No es real.

     Sin embargo, ahora sé que tenía algo de razón en aquél entonces.

     Pero no me quejo, la tecnología se encarga de saciar todas mis necesidades, especialmente porque mi trabajo paga bien.

     Pero no está mal buscar algo de realidad ¿No?

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     Un copo de nieve se resbaló por mi cabello y cayó frente mío, junto a él vinieron más lentamente, cayendo sin prisa, con delicadeza y gracia sobre mi chaqueta, metiéndose entre el cuello de mi camisa y volviéndose agua dentro de mi ropa.

     —Se ve lindo, Osaka. Bien hecho —la felicité, aunque no recibiría respuesta de su parte, sabía que ella me estaría escuchando. Ella había provocado esta nieve para mí, lo más seguro es que sólo en ésta calle esté nevando.

     Rápidamente el frío se volvió más intenso y todo a mi alrededor se tornó en blanco, entonces me invadió la sensación de vacío.

     Comencé a girar para no llorar, con mis brazos extendidos hacia los lados y la cara hacia el cielo, girando en busca de volver a casa, a la dimensión en que todo era real.

     Era una acción que se había vuelto costumbre. Era la única manera en que podía sentir alivio, un ridículo alivio.

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     Llegué a mi casa finalmente, mi hermanita corrió y se colgó de mi cuello con alegría al verme.

     —Mamá, mamá, ¡Mi hermano está aquí! —gritaba emocionada mientras la levantaba del suelo y la cargaba entre mis brazos.

     Rápidamente mi madre apareció en la habitación, con un delantal de cocina, las manos mojadas y una cara de sorpresa y emoción. Bajé a mi hermana y le di un abrazo a mi madre.

     La casa se sentía cálida ya que la chimenea estaba prendida. Sin embargo, las llamas no tenían color ni emitían resplandor alguno.

     —Takeshi, vol-volviste. —su voz temblaba mientras se sostenía con fuerza de mí—. Estás tan grande. Siento que no te veo hace años —se separó de mí unos centímetros y me apretó las mejillas con ambas manos— ¡Tan guapo, mi niño! —dijo mientras mis mejillas se sonrojaban.

     —Madre... —susurré avergonzado.

     —Hermano, lo que tienes encima es... ¡¿Nieve?! —preguntó mi hermana emocionada— ¡Salgamos! ¡Hay que ir a jugar con ella! ¡Vamos! ¡Vamos! ¡¿Si?! —daba pequeños brinquitos jalando el delantal de mi madre. Ella me regaló una mirada.

     —Creo que tú hermano te llevará. Está bien si vas con él —dijo sonriéndome, asentí con serenidad y le extendí la mano a mi hermana. Ella no dudó en tomarla y sacarme de la casa de nuevo.

      Jugamos durante horas, hicimos ángeles, muñecos y jugamos guerra de nieve. Mi madre sólo nos observaba desde la entrada de la casa con una enorme sonrisa y los ojos llorosos.

     La verdad es que las extrañaba, durante las temporadas de otoño, verano y primavera no puedo estar con ellas, eso es la mayor parte del año.

     La peor parte es no poder explicarles por qué nunca estoy, ni yo ni mi padre, él es el fundador de la empresa, así que ver su sombra sería digno de foto familiar.

     La verdad es que la única razón por la que mi padre se casó fue para conseguir un heredero de su empresa. Yo soy el mayor así que tendré que serlo.

     Incontables veces pensé sobre renunciar a mi empleo, disfrutar de los colores cálidos con mi familia cuando consigan mi reemplazo.

     Pero sé que, si hago eso, mi padre me consideraría una decepción y se llevaría a mi hermana en mi lugar. Le enseñaría la falsedad de las cosas y la sentaría frente a una pantalla durante la mitad de su vida.

     Jamás sería capaz de hacerle algo como eso a ella.

     Así que me conformo con pasar solamente éste tiempo con ellas, es más del que mi padre tiene así que debería estar agradecido.

     A demás, con todo el dinero que tiene la familia entre el dueño y un trabajador de una gran empresa, basta para que mi madre y mi hermana tengan cualquier capricho que deseen, incluso basta para varias generaciones más después de ellas. Así que está bien. Está mejor que perfecto.

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     Generalmente invierno es mi temporada favorita, porque puedo ver a mi familia, incluso puedo pasar el rato con mi padre.

     Ya había explicado que la tecnología avanzó demasiado, ¿no? Pues lo hizo, y no solamente convirtiendo todo nuestro alrededor en descargas de electricidad y aislándome de los colores cálidos, no, más allá de eso.

     Logró alcanzar a las personas, el corazón de ellas.

     Así que ésta es la verdadera razón por la que adoro el invierno...

     Porque la tecnología ha creado ésta extraña sensación de tener a alguien junto a ti, incluso si esa persona está muerta o desaparecida...

     En la escuela o en algún documental de la empresa escuché que el ser humano no es más que una acumulación de datos, una complejidad de códigos. Pues es esa información la cual "Vida Digna" almacena en su memoria.

     Es como almacenar a una persona.

     Sus deseos más cercanos al corazón, almacena todos sus recuerdos, sus pensamientos, toda su vida y su calidez. Para que, enviando una solicitud a la empresa, puedas sentirla junto a ti y puedas verla de nuevo con la simple acción de presionar un botón.

     Así que por eso me encanta el invierno, porque lo utilizo para ver a mi padre, lo veo con mi hermana y mi madre en la cocina preparando un estofado, en la sala leyendo el periódico, durmiendo en su habitación o leyendo un cuento para dormir a mi hermana. Puedo estar con él, puedo estar con mi familia y sentirlos cerca.

     Ellos son toda la realidad que necesito.

     Hasta que el invierno termina y tengo que volver a trabajar para primavera. Pegado a una pantalla sin un solo segundo de tiempo libre.

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     Durante la transición de invierno a primavera puedo hablar con Osaka, ella es toda la calidez que puedo pedir, ella es mi representación de colores cálidos. Ella es real, ella no es provocada por un imbécil detrás de una pantalla, por eso la amo.

     Fue inevitable enamorarme de ella, es completamente lo que deseo, una tonalidad cálida real.

       Así que cuando ella murió, hace 10 año, aún puedo verla, sentada junto a mí en el trabajo extendiéndome su taza de café con una sonrisa guiñándome un ojo o provocando un poco de nieve para que pueda salir a jugar con mi hermana.

      Porque a través de ella puedo sentir estos colores cálidos, porque ella es extrovertida, explosiva. Ella es la única con la que me puedo escapar de las tonalidades frías y de las personas que intentan hacer que me deshaga de su memoria, de las personas que me dicen que no es sano verla o sentirla.

      Porque ella es todo lo que necesito, y sé que es real, lo es para mí y con eso basta.

      Porque ella es una tonalidad cálida real en un mundo falso.

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