Perfume

     Amor.

      Sabía que era la única razón de la existencia del ser humano, la existencia más allá de solo ocupar un lugar en el espacio.

      Y maldición que había regalado toda su vida al tiempo para probarlo, cada día de su vida había luchado y había realizado incontables sacrificios por lograr su sueño, su objetivo, y aquí estaba ahora, frente a los frutos de su esfuerzo.

      —¿Qué es la existencia, más allá de solo ocupar un lugar en el espacio? Mucho más allá de existir sin vivir. El amor y la capacidad de crear vínculos es la única razón del ser humano —alzaba sus brazos hacia su público. Las manos le sudaban, su corazón latía con fuerza, su estómago se revolvía y la determinación le abundaba— ¡Efecto Proustiano! —mostró un papel arrugado y manchado con dicho efecto escrito con lápiz— Cuando olemos una fragancia se desencadena en el cerebro un torrente de recuerdos que nos remiten a un tiempo y un lugar determinados. Es lo que se denomina “El Efecto Proustiano” cuya capacidad para describir olores y relacionarlos con sensaciones y experiencias ya vividas resulta asombrosa ¡De esto estoy hablando damas y caballeros! —repentinamente la corbata le apretaba demasiado, lo suficiente para no permitirle tragar o respirar y su mirada se perdía por segundos— Hablo de vínculos ¡La capacidad más hermosa del ser humano! Ser capas de realizarlos ya sea hacia una persona, animal, lugar, momento. Hablo de vínculos tan hermosos que jamás se romperían. El efecto Proustiano se encarga de evitar que nos olvidemos de ellos, aquellos recuerdos, sensaciones. Un simple aroma, un simple perfume puede hacer volver a tu memoria vínculos que habías olvidado pero jamás abandonaste, te hace volver a sentir a aquella persona a tu lado, aquella persona cuyo vínculo jamás quebrantarás —se tomó un momento para respirar y darle un trago a su vino mas fino para arreglar su garganta reseca. Suspiró perdiendo el equilibrio por un momento— la existencia del ser humano, su propósito es algo delicado pero simple. Y yo me encargaré de demostrarlo, así que... ¡He aquí...! ¡Mi más grande azaña!

      Fue entonces que dejó caer una sabana manchada, que expuso a la vista a un chico y una chica. Él tenía el cabello negro largo y ondulado, ojos cafeces y tez morena, delgado y alto. Ella poseía una inigualable cabellera rojiza al igual que sus labios, ojos grises y piel pálida, delgada igual que él. Ambos estaban vestidos con las mismas ropas blancas, encerrados en una jaula de tal manera en que no pudiesen verse el uno al otro, con paredes de vidrio traslúcido al frente y concreto a los lados.

      —Hemos pasado demasiado para lograr esto... —dijo bajando de la mesa del comedor y acercándose a su público; Una decena de cadáveres sentados al rededor de la mesa, con las mismas características que el chico y la chica en la jaula.

      Tiró uno de los cadáveres al suelo y tomó asiento, dándole un trago a su vino de nuevo.

      —Tantos experimentos fallidos para esto —una lágrima de orgullo recorrió su rostro— es tan perfecto. Ustedes chicos —dijo acercándose y colocando una mano en ambas jaulas— sé que les he hecho pasar por demasiado... Se qué tal vez jamás volverán a ser los mismos, pero lo que importa es el vínculo que fue creado entre ustedes a partir del dolor y el miedo.

     —Estas loco —leyó en los labios de la chica aquellas palabras con odio y miedo puro a través de la pared traslúcida.

      —¡No! —comenzó a temblar y a reír para sus adentros, después de calmarse se acercó a la cara de la chica—loco no, yo... Yo soy un genio que ve más allá de lo que tú puedes entender, conejillo de indias, así que me llamas loco por ponerme una etiqueta, por no tener que comprender lo que ocurre en mi cabeza. Pero ¡No! No estoy loco, no, no, yo... Yo solo tengo un objetivo, si, si, un objetivo y éste se reduce a ustedes chicos —tartamudeó observándolos con cautela— dejen de temblar, no hay razón de temerme, tranquilos, tranquilos —decía una y otra vez— deberían sentirse bendecidos por estar aquí. Yo lo hago. Me siento bendecido por tenerlos porque gracias a ustedes he logrado mi objetivo y les he dado uno a ustedes chicos.

      Finalmente se alejó y dió unos pasos hacia atras mareado y vomitando en el suelo.

      —¡El objetivo...! —se enderezó para mirarlos y tomar una botella más de alcohol, dándole un gran trago— ¡El objetivo de darle amor al mundo! —les sonrió extendiendo sus brazos hacia ellos— ¡Esa...! Conejillos de india, es la razón de su existencia ahora —erupto— mi razón de existir se a cumplido con ustedes así que ésta noche será mi última, por favor dedíquenme una sonrisa, es lo único que les pido —les dijo encojiendose de hombros sin despegar su boca de la botella— es su graduación, chicos... ¡Sonrían maldición! —gritó lanzando la botella vacía hacia ellos, rompiéndose en la pared de concreto— bueno, siempre han sido así de amargados.... —dijo buscando una botella nueva— Chicos sólo sonrían, porque una vez que ustedes y yo muramos aquí, ustedes en su jaula y yo en mi silla, su travesía comenzará y la mía habrá terminado. Después de vincularlos a través del efecto Proustiano durante unas largas y muy dolorosas cesiones jugando con sus cabezas y sus recuerdos, después de darles un motivo de su existencia e invadirlos con la capacidad de llenar el mundo entero con amor ¡Finalmente lo logramos! A pesar de tantos fracasos... Ustedes siempre fueron mis favoritos —dijo haciendo alución a los cadáveres en el suelo llenos de moscas y gusanos— tal fue mi sorpresa que al brindarles el don de dar amor, ustedes se volvieron incapaces de sentirlo, justo como yo... Vaya, ahora somos iguales ¡Ja ja! Pero aprendieron bien. El siguiente paso ahora es hacer trascender el vínculo entre ustedes por generaciones y épocas como almas errantes esperando a la indicada, esperando a que el mundo esté listo para recibirlos, para finalmente lograr cumplir su objetivo ¿Saben? Todo lo que tuvo algún vínculo dentro de esta dimensión, lo seguirá teniendo por toda la eternidad.

      Él reencarnará con un maravilloso don para encontrarla a ella.
     Ella reencarnará con una belleza maravillosa para atraerlo a él.

      El efecto proustiano, el aroma del perfume de ella los destinará a encontrarse una y otra vez hasta lograr descubrir la fórmula para darle amor al mundo, una vez que lo logren sus almas podrán descansar tranquilas sabiendo que lograron su objetivo.

     —¿Saben? He entrado en crisis demasiadas veces. Según un tipo cuyo nombre he olvidado “El hecho de vivir es violento. No hay que vivir, ese es el secreto. Morir lo antes posible" eso dice él, y me lo creí durante demasiados años. Pensaba que habían personas que nacieron con la desgracia en sus sangres, que por el hecho de existir podrían ser capaces de arruinar la vida de alguien más. La existencia es algo complicado, chicos. Pero si es una artificial como la de ustedes, encerrados en esas jaulas, sin poder verse ni escucharse o tocarse el uno al otro, sin nada más que él reciba la fragancia de ella. Y después de mi más arduo trabajo de vida y fallos incontables. Su existencia artificial que trascenderá logrará hacer de una existencia más apreciada y valorada, capaz de revolucionar al mundo entero y traerles paz —finalmente con aquellas palabras el hombre falleció en el suelo sobre su vomito y los experimentos fallidos, observando lo único que había logrado en su vida. El chico y la chica frente suyo.

      Días después ambos perecieron en sus jaulas por desnutrición y las autoridades encontraron el laboratorio, enterrandolos finalmente en una tumba sin nombre.

      (...)

       Después de aquello, cada generación, las almas errantes del chico y la chica reencarnaban, en diferentes cuerpos, en diferente lugar, en diferente momento de la historia. Pero siempre destinados a estar juntos, con un propósito.

       La primera vez, el chico jamás fue capaz de encontrarla a ella. Ella se marchitó y finalmente murió sin cumplir su objetivo. El chico falleció en completo aislamiento después de darse cuenta que en el mundo, en el mundo sin hombres, la vida era soportable.

      La segunda vez, se encontraron en las calles, el chico reconoció la inconfundible fragancia de ella, él la seguía todo el tiempo, se sabía su rutina de memoria pero jamás se dignó a acercarse por timidez. Ella aterrada de su acosador y atormentada día y noche finalmente se quitó la vida. Ambos se marchitaron sin más.

       La tercera vez, ambas almas reencarnaron en cuerpos de chico, ambos se encontraron y reconocieron el vínculo inquebrantable que existía entre ellos, pero la sociedad no lo hizo.

     Ellos intentaron demostrar su amor pero jamás fueron capaces de comprenderlos. Lo único que sí hicieron fue destruirlos por completo, lanzarles piedras, acusarlos de herejes, sentenciarlos.

      Ambos fueron acostados sobre cruces, doce golpes destrozaron sus miembros, gritaban hasta que la gente se cansó y fueron a sus casas.

      Ellos sin mediar palabra, gota a gota, poco a poco, dejaron caer su asco sobre la sociedad, como ha sido quemante, hasta que por fin murieron sin cumplir su objetivo.

     Como el capullo de una rosa que fue vilmente arrancado de la tierra únicamente para marchitarse.

       (...)

     Cuenta la leyenda que se encontró un adora en la tumba de un faraón, y cuando fue abierta, se liberó un perfume después de tantos miles de años.

      Un perfume de tan sutil belleza y de tanto poder que por un solo momento cada persona en la Tierra pensaba que estaba en el paraíso.

      Se pudieron identificar doce escéncias, pero la decimotercera, la escencia vital, no se identificó jamás.

      (...)

       Después de aquella leyenda, y de tantas generaciones fallidas, ambas almas se dieron cuenta que el mundo jamás estaría preparado para ellos, así que únicamente, para poder descansar en paz, ellos se adaptaron al mundo y no el mundo a ellos.

      Así que ésta, la cuarta reencarnación, fue diferente.

      El chico nació entre la sangre y mugre de una carnicería y una madre desobligada, todo lo orillaría a morir de alguna infección entre las tripas de los pescados y cerdos, pero en cuanto el primer aroma que el mundo le pudo brindar llegó a su nariz, el chico se aferró a la vida con tantas fuerzas que en un llanto a todo pulmón gritó por vivir.

       Nació con un increíble don del olfato, para inevitablemente encontrar a la chica.

       Pero el alma de ella, en esta cuarta reencarnación, se dividió en catorce cuerpos.

      Al igual que una cuerda músical, la cuerda del perfume de ella contenía cuatro ecensias o notas, seleccionadas con cuidado por su afinidad armónica. Su perfume contenía tres cuerdas; La cabeza, el corazón y la base, estos eran doce cuerpos en total.

       La cuerda de la cabeza contenía la primera impresión de su perfume que dura unos minutos antes de abrir paso a la cuerda del corazón, el tema del perfume, del alma de la chica que dura varias horas. Por último estaba la cuerda base, el rastro del perfume que dura varios días.

    Pero había una última cuerda, de una sola nota extra, una ecencia final que destacaba y dominaba a las otras. Ahí estaba el perfume del alma de la chica. En aquellas trece fragmentaciones.

       Pero hubo una decimocuarta reencarnación, una que era exactamente igual a la original, una que no se había adaptado al mundo y que mantenía su belleza natural. Ella sería la inspiración del chico, la invitación por las otras doce reencarnaciones. Su musa.

       Y ésta vez, serían capaces de unir al mundo con el poder del amor, con la fragancia de la chica. Ambas almas descansarían en paz cumpliendo su objetivo finalmente.

++++++

     Éste One-shot fue inspirado en el film "Perfume: Historia de un asesino" que a su vez era la temática de esta primera fase.

       Más que nada es una invitación a ver la película, aunque no tienen nada que ver entre sí pues me inventé la mayoría, claro.

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