8.
Decir que había "dormido mal" sería mentir y decir poco, pues ni siquiera pudo descansar correctamente.
Luzu solía levantarse en la mañana, casi junto al sol, mientras sonreía y decía "¡Qué gran día es!"
Pero realmente deseaba solo quedarse en su cama sin levantarse, solo sintiéndose basura.
Decidió levantarse, después de todo tenía que alimentar a sus animales, y también los de Auron, los cuales terminó cuidando.
Abrió las cortinas de su habitación, dejando pasar los rayos del sol.
-Joder, Luzu... ¿Porqué te tienes que levantar tan temprano?...-Decía quejándose Auron mientras se revolvía entre las sabanas de la cama del castaño.
Una vista demasiado adorable a los ojos de Luzu. Quizás, solo quizás, por su dulce Auron, no se levantaría tan temprano como suele hacerlo... Después de todo, verlo en su cama era una vista que no quería dejar de tener.
-Despierta, Luzu... Él ya no esta.- Se dijo a sí mismo mientras traía su mente a la realidad.
Parecía que su mente solo quería verlo sufrir justo ahora, sabiendo que lo que temía se hizo real. Dándose cuenta que a quien buscaba, no estaba desaparecido, sino muerto, y no pudo hacer nada para salvarle.
Salió de su casa para ir a la parte de atrás, tenía que revisar que todo esté bien.
-¡Ostia! ¿Tú hiciste esa estatua de Manolo? ¡Está genial! Sí que aprecias mucho a ese cerdo, ¿Eh? Me harás ponerme celoso.- Su sonrisa, su tono de voz. Aquel que podía cambiar tanto, desde ser uno tosco hasta ser uno suave y dulce de oír en la cama.
-Olvídalo, olvídalo, ¡Olvídalo todo!- Gritó lo último mientras sostenía su cabeza y lagrimas se deslizaban por sus mejillas.
No odiaba esos recuerdos, ninguno. Solamente no quería recordar, no ahora. El dolor era tan fuerte, las ganas de verlo otra vez... Pero era imposible.
-¡Lusuuu! ¿Es cierto que tienes una guarida secreta? ¿Algún día me la vas a mostrar?- Sonreía burlón. No podía mostrársela, por algo era "secreta". Pero... sí era por Auron...
-Algún día.-
Extrañaba tanto oírlo. Sus abrazos, su risa, las bromas que hacia. Amaba todo de ese maldito cerdo.
Luzu volvió a entrar a su casa, quizás darse un baño ayudaría, solo quería despejar su cabeza, no quería pensar, no quería recordarlo, no a él...
-¿Y si tomamos un baño juntos?~ Ya sabes, para ahorrar el agua. ¡Eh! ¿Justo ahora acabas de imaginarte algo no sano, verdad? ¡En esta casa hay que tener presentes a Jesucristo!-
Sí, lo extrañaba mucho. Pero era imposible no pensar en él. Porque, él era su todo.
Por fin había llegado al cementerio.
Realmente no estaba emocionado por llegar, pero sentía que era necesario y no debía retrasar más el tiempo.
Luzu había decidido que necesitaba afrontarlo, ya que probablemente a su querido Auron no le gustaría para nada verle así, incluso si pudiera le daría un golpe.
En sus manos apretaba el ramo de flores que trajo, quizás a Auron no le gustaran las flores, pero sentía que si no traía eso, no sabría de que apoyarse.
Estando frente a la tumba del difunto héroe, se dio cuenta lo doloroso que era tan solo leer su nombre allí.
¿Porqué?
¿Porqué tenía que pasarle eso?
Sabía que era un gillipollas a veces, pero...
Lo amaba demasiado.
-Haré un túnel desde mi casa hasta la tuya para ir a besarte, guapo.-
Cierto, ni siquiera pudo hacer el túnel. Tampoco pudieron casarse, tendría que deshacerse del anillo que planeaba regalarle.
Pero...
No.
No podía estar muerto.
No podía...
No debía.
Luzu lanzó a un lado el ramo de flores y comenzó a cavar con sus manos, lanzando la tierra hacia un lado sin cuidado, necesitaba verlo, comprobarlo, no podía aceptarlo.
-Luzu, por favor, ya suéltalo, no despertará. Te estás haciendo más daño...- Dijo Samuel.
-¡No! El... El me necesita... El va a despertar y... me necesita ver para... calmarse...- Luzu no paraba de llorar mientras sostenía el cuerpo de Auron en brazos.
-No hay tiempo, necesitan destruir los meteoritos.-Dijo Harry.
-Lolito, respira... todo esta bien, solo...-Trató de calmarlo Willy.
Lolito lo empujó lejos, mientras seguía respirando agitadamente y abrazándose a sí mismo. No paraba de sentirse miserable, con una voz que no paraba de repetir lo culpable que era.
-Por favor, Auron...-Lloraba Luzu mientras seguía desenterrando el ataúd. El cual ya podía comenzar a ver tras quitar la tierra.
-...¿Luzu? ¿¡Pero qué coño haces!?- Alexby que estaba de paso logró verlo, rápidamente fue donde él.
-¡Necesito verlo!-
-¡Luzu, cálmate!¡Déjalo ir!-
Luzu forcejeaba mientras Alexby lo retenía con ambas manos, pero el castaño logró liberarse y siguió, hasta abrir el ataúd.
-¡Por dios, Luzu, solo te estás haciendo daño! ¡El está muerto!-
Luzu no respondió, mientras que Alexby hizo lo mismo. Los dos vieron lo mismo.
El ataúd estaba vacío.
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