11.

-Dr.Doofenshmirtz.-Llamó el joven científico a su superior.

-¿Qué sucede?- Preguntó al verle.

-Está listo.-

El mayor sonrió. Ya era hora de ver que tan eficaz era su trabajo.

Se encontraban en el laboratorio subterráneo, atentos a la cápsula de hibernación, que permanecía cerrada.

-¿Qué tal funciona?-Preguntó el mayor viendo a Harry.

-Superó las principales pruebas, ahora probaremos si sus recuerdos fueron anulados.-

-Bien, adelante.-

Harry se acercó a una computadora, la cual estaba conectada a la cápsula. Al estar en esta comenzó a escribir varias cosas.

-Toda situación descrita aquí, será narrada para que el sujeto de prueba lo escuche, incluyendo voces totalmente originales. Es simplemente increíble con solo pocos audios pudo generar esto...-Dijo Harry sin parar de escribir.

-Esto es un trabajo de años, Harry... Sí esto funciona, seré un éxito. Todos tendrán que implorar piedad... Pensaban que no podría hacer nada como esto... y ahora aquí estoy, a un paso del éxito.-

-Iniciando prueba uno, reacciones ante voces conocidas.-

Ambos científicos miraron a la cápsula, donde descansaba Auron, quien ahora, comenzaba a moverse levemente, desorientado.

-Segunda prueba, narración de recuerdos previos...-

Esta vez no dio reacción alguna ante lo escuchado. Aquello solo hizo que Doofenshmirtz sonriera.

-Es perfecto. No reacciona, no reconoce nada...-

-¿Cuál es el siguiente paso?-

-Despiértalo.-

-No sé si este listo para ese paso, señor...-

-¿Estás diciendo que MI GRAN OBRA MAESTRA no sirve?-

-No señor...-

-Entonces hazlo. Mañana todos verán de lo que soy capaz...-

-

Rubius... Vamos, come.-

-No quiero...-

-Rubius...-

-No quiero.-

-Doblas.-

La voz seria de Vegetta le tomó por sorpresa al sacerdote, pero se cubrió con sus sabanas y no contestó.

-No puedes quedarte allí para siempre.-

-¡Sí puedo! Solo... déjame solo...-

-¿Estás seguro?-

Rubius se quedó en silencio, Vegetta solo se acomodó a su lado en la cama.

-No quieres estar solo, eso lo se. Pero no te puedo ayudar si no te dejas ayudar... Estoy preocupado por ti.-

-...Auron era mi amigo...-

-Lo sé.-

-Me llenó la casa de arboles, parecía una maldita jungla...-

-Lo sé...-

-Disfrutaba gritarle calvo...-

-Lo sé...-

-...Lo extraño.-

-También lo sé.-

Rubius dejó de esconderse y abrazó al pelinegro, mientras lloraba en su pecho. Este solo correspondió al abrazo mientras acariciaba su espalda.

-Lo extraño...-

-También lo extraño, Rubius... Pero lo que haces no lo traerá de vuelta.-

-Lo sé, pero... No se que hacer...-

-A el no le gustaría verte así... se reiría como antes y te diría que pareces una nenita.-

"Como antes"
Aquellas palabras hicieron que recordaran un poco más que antes. ¿Cuándo lo notaron? ¿Porqué ahora?

-No llores, Luzu...-Decía Auron mientras acariciaba la cara del castaño.

-¿Cómo quieres que no llore?...-

-Calvo...- Dijo Rubius mientras veía la escena de pie, sin atreverse a acercarse.

Auron se giró como pudo para ver a Rubius.

-¿Y tú porqué lloras, Calvo?... Pareces una nenita llorona.-Dijo mientras daba una pequeña risa.

Sí, estaban seguros. Recordaban esa risa.

Recordaban esas palabras.

No pudo morir allí.


-¿Fargan? ¿Qué haces aquí?-Preguntó Alexby al ver a su compañero llegar a la comisaría.

-Yo... pensé que no podía saltarme mis deberes...-

-Fargan...-Alexby lo tomó del brazo y pudo ver como tenía ojeras, no descansó en absoluto. -No estás bien...-

-Ya ha pasado mucho tiempo...-

-No estás listo.-

-No puedo quedarme encerrado, Alesby, yo... Me siento tan inútil ahora mismo...-

El pequeño dio un suspiro y abrazó a Fargan. Realmente entendía su dolor, tenía una gran relación de amistad con el difunto héroe, y ahora que de repente estuviera muerto y sus recuerdos le hicieron una mala broma... No era lo mejor.

-Estoy aquí, Fargan. Siempre puedes contar conmigo.-

-Gracias, Alesby...-

-Ya sabes que Auron solo... quería que salváramos a todos. Seguir siendo héroes...-

Aquellas palabras...

Por alguna razón, ambos la recordaban.

-Joder, dejen ya de llorar tanto a mi alrededor... Me están pegando su tristeza, joder, que estoy bien...-

-No, no lo estás...-Dijo Luzu sin soltarle.

-Solo... váyanse Deben salvar Karmaland. Vamos, joder, ya déjenme aquí, sean héroes mientras los espero.- Dolía hablar y fingir que nada dolía, pero haría lo que sea para que Luzu deje de sentirse tan mal por él.



Luego de eso, salieron y fueron a destruir los meteoritos.

Auron estaba bien.

Era imposible que muriera.

Y de ser así...

¿Cuando?



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