10.
-Luzu por favor, escúchame-Pedía Lana.
-No, Lana, por favor, escúchame tú.- Respondió Luzu.
-Mira, Luzu. Nunca tuve nada en contra de ti, pero, ¿Puedes solo escucharla y luego lloras o lo que sea que quieras?-Dijo Mónica desde el sofá.
-¡Moni! No era necesario hablarle así... está pasando por algo muy difícil y...-
-Lana... se que... suena loco. Y lamento si llegaste a sentirte mal por mi culpa. Pero... esta vez te digo la verdad. Está vivo.-
-Sí, Luzu. Estará siempre en nuestros corazones, vivo...-
-No, no, no es eso, es la verdad...-
-Luzu. Escucha ¿Porqué no te das cuenta que Lana se preocupa por ti? Haz el trabajo más fácil...- Dijo Mónica.
-Estoy agradecido, pero...-
Luzu lo pensó un momento. Quizás lo mejor no era explicarlo, no era lo que debía hacer. Solo debía de aliviar la preocupación de su querida amiga y así no le ocasionaría problemas.
-Tienes razón... Necesito descansar.- Respondió Luzu.
-Gracias por comprender...-Dijo Lana.
-Me iré a casa, pero antes hablaré con Alexby.-
-Entiendo, si necesitas algo...-
-Sí, gracias, Lana. Adiós, Mónica.-
El castaño se retiró de aquella casa dejando sola a la pareja, quienes se miraron.
-¿Crees que le vaya bien?...-Preguntó Lana.
-Lanita, acaba de irse, respira un poco, siento que la que está más preocupada eres tú. Ven.-
-¿Qué Lolito hizo qué?...-Preguntó Luzu sin creérselo.
-Casi le prendía fuego a su casa entera... Dijo que no merecía nada de eso. Está perdiendo la cordura, Luzu.- Explicó Alexby.
-¿Crees que... deba decirle?-
-¿Sobre la tumba? No lo sé... ¿Crees que lo pondrá mejor eso?-
Luzu se quedó en silencio. No tenía ni idea de que hacer con Lolito, quien aún ahora seguía culpándose.
-Hablaré con él.-Decidió el de mayor altura.
-¿Estás seguro?-
-Sí.-
-Suerte...-
-¿Lolito?...-Llamo Luzu, mientras tocaba la puerta de la casa de este.
No escuchaba ni un solo ruido, y aquello solo le preocupaba más. Quizás ya estaba...
-¿Luzu?...-
El castaño dejó de ver a la puerta y se giró a ver detrás de él, donde se encontraba el de cabello naranjo, recién había llegado y sus brazos estaban cubiertos por vendas.
-Lolito... estás bien, eso es bueno.- Sonrió Luzu al verle.
El alcalde desvió la mirada, no sentía la capacidad de poder verle a la cara luego de lo que hizo.
-¿Qué te trae por aquí?...-
-Vine a verte.-
-¿Para?...-
-Quería hablarte.-
-No hay nada que hablar...-
-Quería decirte que no estoy molesto contigo, tampoco creo que deberías culparte de todo.-
Aquellas palabras que escuchaba, no se las creía ni un poco. Incluso se fijó para ver si era realmente Luzu quien hablaba.
-¿Pero qué dices...?-
-Lo que escuchaste. Así que.. no te culpes otra vez, Lolito. Se que no siempre nos llevamos bien, pero... aún así, no planeo odiarte por algo que no es tu culpa.-
-...¡Sí es mi culpa! Sí tan solo yo no...-
-Lolito. Deja de buscar culparte... No hiciste nada.-
Dolía recordar. Demasiado.
-¡Auron, por favor, despierta!¡Por favor!- Luzu hablaba entre sollozos sin dejar de tener a Auron en brazos, no quería soltarlo, tenía miedo de que así lo perdería más rápido.
-¿¡Lolito, qué hiciste?!-Dijo Fargan al verle.
Lolito no se había levantado de su asiento tras llegar, no se atrevía y todo su cuerpo temblaba. Ver el cuerpo de Auron sin vida, recordar que hace nada todo era risas y por una tontería lo perdiera... Por su culpa... Su culpa...
-Lolito.-Llamó otra vez Luzu.
-...¿De verdad... estoy perdonado?... ¿Puedo... descansar sin tener pesadillas?...- Preguntó Lolito mientras sin poder evitarlo comenzaba a llorar mientras se abrazaba a sí mismo. No se creía capaz de ser perdonado, debía ser un sueño, una broma...
-De verdad.- Respondió Luzu. -En cambio, solo recuerda que Auron se divirtió mucho contigo hasta el final... No hiciste nada malo, incluso sonreía.-
Ambos recordaron otra vez, pero había algo diferente. Incluso Luzu que lo había dicho por puro impulso, no se dio cuenta que aquello era verdad.
-Auron... Auron...-Llamaba Luzu entre sollozos mientras lo mantenía en brazos.
-No llores así...-Una voz débil, pero la reconocía a la perfección. Con poca fuerza levantó su mano hacia el rostro de su querido Luzu y trató de limpiar sus lagrimas.
Aún en tal estado, Auron sonreía.
No estaba muerto... ¿O murió en sus brazos?...
-Yo... tengo que hacer unas cosas ahora mismo, sí... necesitas algo, aquí estoy.-Dijo Luzu.
-...Sí, gracias, Luzu.- Rápidamente se limpio sus lagrimas, no quería verse tan lamentable cuando era el alcalde.
Ambos se despidieron allí. Pero el recuerdo alterado les dio más que pensar.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top