Epílogo
Sus ojos se abrieron levemente al momento de escuchar un despertador, miró a su alrededor y al momento de bajar a su abdomen, notó el antebrazo de otra persona rodeando su cintura. Sonrió levemente al sentir cómo era más atraído al cuerpo contrario y soltó un suspiro al saber que ya debía levantarse.
—Bubu —habló con suavidad—, ya son las ocho de la mañana.
—Una hora más —pidió y afianzó el agarre en su cintura.
—Debes ir al trabajo —le recordó y una queja salió de la boca del alfa—. ¿Debo levantarme justo cuando estoy soñando algo cool?
—¿Qué estabas soñando? —Preguntó con curiosidad y volteó su cuerpo para poder mirarlo a los ojos.
—Sólo recuerdo que era contigo y… —Frunció su ceño. —Mierda, se me olvidó.
Taehyung empezó a reír, negó con su cabeza y se dio a la tarea de darle un pequeño beso en su nariz.
—Arriba, grandulón.
—Con eso no convences a nadie —aseguró y subió la sábana hasta su cabeza.
—Entonces ya no te daré más nada —intentó decirlo con enojo, se colocó de pie y se dirigió al baño.
—Ya esos trucos no sirven, crecí.
—Para tener veintiséis años, eres una persona un poco inmadura —empezó a burlarse, mientras se miraba en el espejo y mantenía la puerta abierta.
—Hyung, ¿en el día de hoy estás intentando discutir conmigo?
—Amo discutir contigo, no entiendo qué se te hace extraño —mencionó y sacó su camisa.
—Eso sólo lo dices cuando es en broma —dijo el menor y de igual forma entró, para después mirarse en el espejo y cerciorarse de su imagen muy desaliñada. Sin mencionar su rostro hinchado por el sueño profundo.
Sonrío levemente al negar con su cabeza y terminar de revolver su cabello con una de sus manos. Después, dirigió su mirada al castaño y notó cómo éste se mantuvo en silencio, mientras miraba con demasiado interés su cepillo de dientes.
—Todo saldrá bien —habló con tranquilidad Jungkook.
Taehyung soltó un suspiro desde lo más profundo de su cuerpo, dejó su cepillo de dientes a un lado y talló su rostro con sus manos. Como si lo dicho por Jungkook hubiese sido el detonante de todas sus preocupaciones.
—¿Y si nadie va? —Murmuró tal pregunta y bajó su cabeza.
El menor lo hizo apartar sus manos de su rostro y le mostró una pequeña sonrisa.
—Te has estado dedicando toda tu vida a esto. Entiendo que te sientas ansioso, pero estoy seguro que lo último que pasará es que nadie llegue. Aman lo que haces. Y más que eso, aman el sentido que tienes. También estoy seguro que esta exposición será un éxito.
Y es que Jungkook tenía razón. Durante toda su vida el castaño ha demostrado lo mucho que ama el crear y pintar. Fue nada más una publicación por parte de Jimin en Instagram, para que muchos internautas empezaran a preguntar por tal pintura y por la persona quien se había encargado de crearla. Obviamente el castaño se molestó y sintió vergüenza, mas ese pequeño incidente le abrió muchas puertas. Tanto, que el pseudónimo de "Vante", era uno de los más destacados en esa área.
—Sólo dices lo que quiero escuchar —dijo, mirándolo a los ojos y respirando de forma profunda.
—Sabes a la perfección que siempre digo lo que verdaderamente es. Por ejemplo: que vamos a llegar tarde —le recordó—. ¿A qué hora verás a mi suegra?
—A las diez —informó y volvió a tomar su cepillo. Jungkook se dio a la tarea de tomar el suyo y empezar a limpiar sus dientes. —Ya sabes, otra hora más en dónde me preguntará si la abeja ya puso el polen en la flor.
El pelinegro al escucharlo empezó a toser fuertemente, sacar su cepillo y empezar a respirar de forma profunda.
—Di-Dios, no esperaba esas palabras a esta hora.
—Está ansiosa por tener nietos —comentó entre risas—. Ya, relájate. No es para tanto —aseguró y empezó a cepillarse.
Jeon negó con su cabeza.
—¿Tres o cuatro? —Intentó sorprender al mayor.
—Shinco —respondió, mientras seguía cepillándose.
El menor, mucho más sorprendido, decidió dejar el tema a un lado y continuar preparándose para el emocionante día que les esperaba.
Sí, uno muy emocionante.
[…]
Mucho más tarde, alrededor de las diez de la mañana, el castaño se encontraba en el apartamento de su mamá, la cual lo había citado unos días antes porque quería felicitarlo y darle un pequeño regalo.
—¿Cómo está Jungkookie, hm? —Preguntó, mientras tomaba su taza de café y le miraba.
—Ya sabe, la mayoría del tiempo está ocupado, pero siempre saca momentos para estar conmigo. Creo que hoy sale más temprano del trabajo. Antes de las tres —respondió Taehyung, a la misma vez que agarraba una galleta y la mordía. Al hacerlo, soltó un pequeño gemido al ser tan deliciosa.
—Dulce de leche~ —canturrió el ingrediente secreto.
—Desde hace rato quería comerlas —expuso con una pequeña sonrisa.
—Ah, ¡sí! —Alegó la mujer, como si algo le hubiese venido a la cabeza.
—¿Qué sucede?
—Espera aquí, te tengo una sorpresa —habló emocionada y fue hasta una gaveta, la abrió y sacó una pequeña caja, quizá un poco más grande que sus manos—. El castaño mostró suma curiosidad y esperó a que ésta se la extendiera. —Ábrela. Estoy segura de que será de tu agrado.
Taehyung se mantuvo en silencio, la abrió con cuidado y pudo notar dos cosas: una, que había un pequeño portarretrato con, al parecer, un dibujo hecho por él. Y lo otro, una caja incluso más pequeña. De forma instintiva, optó por tomar el portarretrato y sonreír al recordar la pequeña anécdota tras el dibujo.
—"Mamá, hoy hice un nuevo amigo. Necesito un papel gigante para dibujar y planear las miles de cosas que haremos juntos. ¡No es suficiente! Mira, tiene una enorme cabeza y sus dientes son aún más grandes. Es como un conejito y yo soy un pequeño tigre. Lo protegeré por siempre" —Mencionó su madre, recordando lo dicho por un Taehyung de seis años.
—Vaya, ¿cómo es que recuerda cada palabra? —Preguntó, sintiendo un nudo enorme en su garganta ante la nostalgia.
—Quizá… recuerdo el ochenta por ciento de toda tu vida. Casi como fotografías —respondió Krista y se volvió a sentar.
—Muchas, muchas gracias, mamá —dijo Taehyung y se acercó para abrazarla fuertemente.
La mujer correspondió y respiró de forma profunda.
—Me alegra, me alegra mucho que estés bien. Me siento orgullosa de la gran persona en que te has convertido. Hoy, mi pequeño niño… será un gran día —mencionaba la mujer, mientras le abrazaba fuertemente.
—Aún debo abrir otro regalo.
—Oh, no, no, no. Esa caja la abres junto al pequeño Jungkookie.
Taehyung no tuvo más opción que reír y asentir con su cabeza.
[…]
La tarde se hacía presente, las personas caminaban alrededor y admiraban con sumo cuidado cada una de las piezas generales que en el evento se encontraban. Era un gran salón con pequeñas piezas al principio, pero que detrás de una cinta que indicaba el límite se encontraba lo que verdaderamente era importante o, en su momento, por lo que las personas estaban esperando.
—¿Cómo me veo? —Preguntó Jimin, muy nervioso en el momento.
—Excesivamente hermoso —respondió Milly, mientras le entregaba un sobre—. ¿Lo practicaste?
—Dios, como si se tratase de mi vida —aseguró el chico—. Bien, esto empieza a llenarse y no veo a Taehyung. ¿Te ha llamado?
Milly negó.
—Debe estar en camino.
—E-Este chico va a matarme —comentaba Jimin, mientras respiraba profundo.
En ese momento, el castaño estaba entrado al lugar, mientras tomaba del brazo a Jungkook y cerraba sus ojos por el evidente miedo.
—Lindo, deberías abrirlos —mencionó el menor.
—No-no lo haré.
—Es para que te tengas mucha más confianza.
Taehyung decidió resignarse, con mucho miedo abrió sus ojos y sí, se sorprendió con inmediatez ante la cantidad de personas que se encontraban en el lugar. Sí, eso lo hizo sentirse abrumado, pero esta vez por emociones muy fuertes y positivas.
¿Estaban ahí… por él? ¿Por sus pinturas?
—Me tenias preocupado —habló Jimin, mientras se acercaba y negaba con su cabeza—. Sr. Vante, sé que su anonimato es de los más interesante, pero ya estaba listo para odiarte si faltabas a tu propio evento.
—Jiminie, ya estoy aquí. —Sonrió levemente.
—Bien, ¿te parece si empezamos?
—Por supuesto… —Asintió.
Jimin respiró profundo, se alejó de ellos y optó por acercarse a la cinta roja que dividía las secciones. Después, recibió un micrófono entregado por alguien del staff y se dignó a darle un pequeño golpecito para recibir la atención de todos.
—Buenas tardes. Sin duda es… un honor tener a todos reunidos en este importante día. Más aquí, en el Museo de Artes Visuales de nuestro Centro de Expresión y Cultura. Primeramente, estoy aquí como vocero y representante de la persona que sé, los ha cautivado con cada una de sus piezas. Él también se encuentra muy agradecido, por lo tanto, me pidió que les explicara de qué trataba esta exposición y el por qué de su nombre. Como amigo cercano, he estado cerca y he tenido el lujo de ver a esa persona pintando, sus expresiones al hacerlo y la emoción que plasma en cada trazo que da en un lienzo. Se puede notar, que en cada una de ellas hay una evolución como pintor y también, como persona. Por esa razón, más de ser una exposición simple de arte y pintura, es la exposición de una persona que supo desarrollarse en medio de dificultades y encontrar, por fin, ese "yo" anhelado que en un punto de su vida, perdió. Agradezco y siento el honor de darles la bienvenida a la exposición "Lost In Your Purple" por Vante —En ese momento, Jimin cortó la cinta roja que dividía las secciones. —Una historia de vida tan profundamente negra, que alcanza el color en medio del obligatorio sentido que, como personas, debemos darle.
Muchos aplausos empezaron a escucharse, además de que las personas se acercaron a cada pieza, intentando procesarla, intentando descifrar qué había ahí; quizá agonía, desespero. Mas había algo curioso, por cada pieza expuesta en orden, se iba desde la más oscura, hasta la más clara. Era nada más comparar la primera con la última, para hallar una diferencia exponencial entre ambas.
Era evolución, desarrollo y superación. Algo que antes de plasmarlo en un lienzo, se debía plasmar en su persona.
Taehyung se encontraba ensimismado, era como su forma abstracta de desnudarse ante todos. De terminar de hacerlo. De por fin darse cuenta de lo que había sucedido con su persona.
El castaño respiró profundamente, mordió su labio inferior y pudo sentir cómo una de sus manos fue tomada por la de su alfa.
—Eres, sin duda, la persona más talentosa y capaz que he visto en mi vida —aseguró Jungkook y sintió cómo su mano fue afianza por la contraria.
—Lo estoy haciendo —murmuraba Taehyung, mientras seguía mirando al frente.
—Sí, lo estás haciendo.
Sin embargo, aún faltaba algo más para culminar, por completo, lo que tanto estaba anhelando.
[…]
Las horas pasaron muy rápido. Justo después de que el primer día de la exposición terminara, el castaño junto a su familia y amigos se quedaron celebrando con una copa. Además de felicitarlo y hacerle ver lo muy importante que es para ellos. Sí, había sido un día muy largo, pero a su vez muy emocional y positivo.
—Estoy algo cansado —dijo Taehyung.
—Ah, quedaría muy bien relajarse en la tina y… darnos mimos, ¿te parece? —Preguntó Jungkook, con un aire coqueto en sus palabras. Después de ello, abrazó al castaño por detrás, importándole poco si caminaban con torpeza.
El mayor ante la propuesta de Jungkook, sólo supo reír y asentir.
—Me parece perfecto. Sin embargo, debo hacer algo antes —avisó, se volteó para quedar frente a él y plantó un corto beso en sus labios—. Puedes ir preparándola. Mamá me dio un regalo y debemos abrirlo juntos.
Jungkook sonrió, devolvió el beso y se fue hasta su habitación, estando muy emocionado. Taehyung en cambio, caminó hasta un pasillo y se detuvo en la puerta de su taller. Relamió sus labios, respiró profundo y decidió abrirlo, con inmediatez se dirigió hasta un pequeño estante de libros y tomó uno que distinguía a la perfección. Uno que jamás tocó por más de diez años.
Era como palpar tus viejos pecados y angustias.
Pudo admitir que sus manos temblaron, pero decidió abrirlo justo en la página en donde una pequeña carta era exhibida. Una que escribió en medio de lamentos. Una que tanto miedo le causó y que tanto ignoró. Una que sí, en muchas ocasiones quiso tirar, mas una promesa había sido hecha y debía cumplirla.
Taehyung con la mayor fuerza del mundo, tomó esa carta entre sus manos y cerró sus ojos mientras intentaba procesar lo que estaba por hacer. Al abrirlos, esas primeras palabras que leyó lo dejaron sin habla.
"De una persona extraña, para Kim Taehyung".
Sus ojos se sintieron cristalizados, pero ya no había vuelta atrás. Por tal motivo, la abrió y empezó a comer con sus ojos cada una de las palabras que se encontraban escritas por una mano temblorosa. Sin lugar a dudas podía sentir la desesperación correr en ese escrito.
Sí, se trataba de él, de lo que vivió, de lo que tuvo que pasar siendo sólo un niño de diecisiete años.
—Joder, Taehyung… —Murmuró para él— Estabas bien jodido. —Sintió cómo una lágrima corrió por su mejilla y de inmediato la limpió. —Pero… —Mordió fuertemente su labio inferior— Sí, maldición, lo lograste. Te tar-tardaste mucho, pero… mierda, a-aquí estamos… —Hablaba para él, mientras empuñaba sus manos en la carta y sin intención, la arrugaba.
—¿Taehyung? —Habló preocupado Jungkook. Al asomarse, se sorprendió al verlo en llanto corrido y se acercó para abrazarlo fuertemente— Cariño, cariño, ¿qué sucede? Háblame…
—E-estoy… jodidamente… bien… —Asentía con su cabeza, sintiendo cómo era abrazado por su contrario— Jung-Jungkookie…
El nombrado, aún muy preocupado, se alejó levemente y le miró con atención.
—Háblame… —Pidió el alfa.
—Estoy… bien —informó, mirándolo con ojos brillantes—, ¿lo comprendes? Es-estoy bien.
"Quiero que cuando lo digas, sea de forma seria. Y te juro que voy a creerlo".
Al entenderlo, Jungkook sintió sus ojos cristalizados, volvió a abrazarlo, quizá aún más fuerte y prefirió quedarse en silencio. Así, como siempre, apoyando a Taehyung, siguiendo cada uno de sus avances y estando orgulloso de él.
Joder, que las marcas nunca dejarán de estar en tu persona, mas no quiere decir que éstas deban llevarse lo que verdaderamente eres y mucho menos, volverse el punto central de tu vida. Aunque tu cabeza te diga algo distinto, nunca vas a estar solo y siempre habrá alguien para ti, independientemente de quien sea, capaz de "arrancarle la garganta a alguien de una mordida".
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Lost In Your Purple
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Sí, yo tampoco me
esperé publicarlo
a esta hora.
Pero, ¿saben? YOLO.
Espero que el Epílogo
haya sido lo
suficientemente bueno.
Gracias por todo.
Aprecio en sobremanera
el apoyo a esta historia.
A ésta en específico.
Por cierto, ¿qué creen que
hay en la pequeña caja que
JK y TH deben abrir juntos? xD
¡Nos leemos!
Pasen linda
noche/madrugada. ♡
-Gaby
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