38
Taehyung se encontraba sentado en el piso frente al espejo que dejaba apreciar toda su silueta. Llevaba días haciendo ese ejercicio justo después de levantarse de su cama al ver que no podía conciliar el sueño.
Ya habían pasado dos semanas desde que el castaño empezó a asistir a sus terapias y según lo que había dicho tal persona, apenas se encontraban en un proceso de esclarecimiento. Para Taehyung, responder a preguntas como: “¿Qué te trae por aquí?”, “¿Qué piensas sobre eso?”, “¿Cómo te sentiste?”, “¿Qué crees que ha cambiado?”, era tan difícil que en ocasiones prefería callar al no saber qué decir o cómo expresarlo.
Quería mejorar, por supuesto, pero le era muy difícil ser claro.
En su primera sesión estuvo muy nervioso. Al principio se encontraba retraído y creía que Seokjin lo atacaría con muchísimas preguntas a la vez y lo haría responderlas, mas se relajó al ver que éste lo último que quería era agobiarlo. Éste cuando veía que el castaño no respondía, cambiaba ligeramente el tema e incluso, le hablaba sobre cosas de su vida; no de forma profunda. Simplemente quería establecer un tipo de rapport con Taehyung. Y lo había logrado, ya que el castaño se sentía más cómodo y en ocasiones le sonreía y llegaba a responder cosas que se le hacían más sencillas de procesar. Sin dudar los nervios ya no se encontraban, pero, como lo había predicho una mente maestra, existía mucha confusión en su cabeza. Al final de esa primera sesión, Seokjin le pidió al castaño que respondiera en un escrito todo lo que no pudo en ese momento. Y en ese trance se encontraba.
Ahora todo en su cabeza era blanco. No podía pasar de la primera mancha que dejaba su bolígrafo a la hora de presionar en una hoja. Y joder que sí lo frustraba.
¿Qué escribir?, ¿cómo expresar en una hoja eso que no pudo mencionar?
En ese momento, de su celular se escuchó una notificación; Taehyung no dudó en colocarse de pie para tomar el objeto y verificar de quién era el mensaje. Y se trataba de Jungkook, quien al parecer tampoco podía dormir.
Leche de banana
tibia para el insomnio.
12:50 AM
JAJAJAJAJA
12:50 AM
¿Por qué no
puedes dormir?
12:50 AM
Porque mi alma
gemela tampoco puede.
12:51 AM
¿Hyung?
12:54 AM
Eres un tonto.
12:55 AM
JAJAJAJAJA
12:55 AM
Te sonrojaste.
A que sí.
12:55 AM
Next.
12:56 AM
JAJAJAJAJJA
12:56 AM
Por cierto, mañana
llegaré a tu apto.
12:56 AM
Noona me dijo que
asistirás a clase.
12:56 AM
Ah, sí…
12:57 AM
¿Ya no quieres?
12:57 AM
¿Sucedió algo?
12:57 AM
¿Hyung?
01:00 AM
En ese momento, del celular del castaño se visualizó una llamada entrante y éste pensó por unos segundos antes de contestar.
—¿Jungkookie? —habló Taehyung y se sentó en el borde de su cama—. ¿Aún no tienes sueño?
—Puedes confiar en mí —dijo de inmediato y los labios del castaño se apretaron en finas líneas—. Puedo protegerte. Lo sabes.
El omega respiró profundamente, bajó su cabeza y se quedó en silencio por un rato, para finalmente mencionar—: Decir… "Estoy bien", no es una respuesta.
—Quiero que cuando lo digas, sea de forma seria. Y te juro que voy a creerlo —aseguró el azabache—. Dime, Hyung, qué está pasando por tu cabeza.
—¿Y si… todos… lo saben? —Murmuró con su voz algo temblorosa—. ¿Y-Y si me miran raro? No-no quiero que me miren raro, Jungkookie...
—Sólo lo saben Jimin, Milly y parcialmente la profesora Park; y eso que sólo está al tanto de que es un problema familiar. Nadie más. Y créeme, si alguien se atreve a mirarte mal o a tratarte despectivamente por x o y motivo, yo me encargaré de que esa persona se disculpe.
—¿De verdad? —Empuñó su mano desocupada en una de sus rodillas.
—Por supuesto. Y si no quiere, lo hago tragarse todos sus dientes y muelo su encía a golpes hasta que desaparezca —declaró el menor y eso sorprendió a Taehyung.
—Cielos, ¿de cuándo acá eres tan salvaje, hm? —Preguntó, soltando una pequeña risa.
—No fui yo. Kooksito a veces se exalta.
Tales palabras hicieron que el castaño riése a carcajadas y negara con su cabeza.
—¡De-deja de llamarlo así! —Alegó, haciendo referencia al nombre que Jungkook le había dado a su ‘ello’—. ¡No es para nada sofisticado!
—Él tampoco lo es. Que sea gracioso en un ámbito, para que por lo menos valga de alguna forma la pena meterme en líos por él; sólo imagina que estoy en alguna riña y tú andes gritando: “¡No, Kooksito, no! ¡Jungkookie, haz algo con Kooksito!" —Decía el azabache y a la misma vez imitaba la voz del castaño, lo cual provocaba mucha más risa en su cuerpo.
—E-eres un tonto… —Mencionaba Taehyung, aún pensando en la ocurrencia del azabache.
—Sí, bueno… Creo que prefiero eso a temerle —dijo—. Me he dado cuenta que… la mejor forma de pasar por algo que me está hostigando no es dejarlo a un lado, Hyung, necesito procesarlo y finalmente entenderlo. Mi lobo es… muy feroz, tanto que temo todas las noches a que me vuelva a tragar y me convierta… en ese algo que no puedo manejar.
Taehyung se mantuvo en silencio, relamió sus labios y soltó un suspiro justo al entender que de la misma magnitud o no, toda persona puede estar viviendo un duelo. Jungkook estaba teniendo problemas parecidos a los suyos; no podía dormir por miedo.
Miedos diferentes, pero muy profundos. Y al parecer, él también estaba buscando la forma de enfrentarlo.
—¿Cómo te has llevado últimamente con Kooksito? —Preguntó.
—Él no me molesta cuando sabe que estoy cuidando de ti —respondió de forma directa.
—¿Y tú cómo te sientes con respecto a eso, hm? –Indagó y sus ojos viajaron hacia su escritorio, el cual tenía a la vista un cuaderno abierto con un bolígrafo encima.
—De maravilla, puesto que es algo que también quiero hacer —aseguró Jungkook—. Quiero que estés bien. Realmente bien. Quiero que sepas que hay personas que te quieren y están para ti. Taehyung —al escuchar su nombre, el castaño prestó mucha más atención—, no estás solo. Nunca lo has estado.
Las manos del castaño se apretaron y éste respiró profundamente.
—Jungkookie…
—¿Dime?
—Yo… necesito hacer algo. Y sí, mañana esperaré por ti; iré a clases —informó.
—¡Genial! —Dijo, mostrando algo de efusividad.
—Hasta mañana, Jungkookie. Te quiero.
—Yo también te quiero mucho, Hyung. Intenta descansar, de no, llámame nuevamente, ¿lo prometes?
—Prometido —respondió el castaño, se sentó frente a su escritorio y tomó el bolígrafo después de que la llamada fue cortada por su menor.
No sabía qué estaba haciendo, sólo sentía la necesidad de hacer algo por él. Taehyung quería de alguna u otra forma sanar y darle fin a todo. Por esa razón, justo cuando su bolígrafo tocó el papel, se dio el inicio de unas palabras que empezaron a darle forma a su progreso:
“Por todas las veces en donde me culpé”.
///
Falta el final y un
posible epílogo.
Hasta aquí, me gustaría
saber qué les ha parecido
y si es posible, saber qué
es lo que les atrae del fic.
Muchas gracias
por todo.
Los quiero
muchísimo. ♡
-Gaby
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