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     “¿Que cómo me siento?, ¿que si estoy feliz o triste por lo que hice? Desde un principio la única persona que me ha importado en todo este asunto ha sido Taehyung, quien fue el principal afectado. Ponerme a pensar en todo lo que le tocó pasar estando solo, en todo lo que seguramente pensó, todas las lágrimas que derramó porque creía que no había salida alguna. ¿Tengo que responder de forma superficial?, ¿si estoy feliz por lo que hice? No, no lo estoy. Y me causa pesar hablar de ésto como si fuese mi ticket de salida o entrada hacia el mismísimo infierno. Aquí el problema principal es que seguramente muchas personas están pasando por la misma mierda y estamos aquí, creyendo malditamente que todo está bien. Mis acciones no fueron las correctas, seguramente, pero Taehyung ahora, de verdad, se encuentra mejor. Créame que no hay mayor satisfacción para mí, que saber eso”.

La inspectora seguía pensando en las palabras de ese chico, mientras observaba cómo Taehyung se mantenía incómodo y con su mirada postrada en sus zapatos. Él estaba colaborando en cada pregunta, pero se detuvo justo al momento de escuchar: "Debes decirme cómo fueron las cosas desde un principio".

Y es que al verlo, entendía el porqué Jungkook se había expresado de esa forma; estaba temeroso y casi podría jurar que su garganta evitaba a éste respirar con tranquilidad. Todo por ese tema que se notaba, estaba siendo complicado de expresar para él.

—Taehyung —habló nuevamente la mujer—, sé que… puede ser difícil, pero te aseguro que cada detalle es fundamental para el progreso de este caso.

—¿Qué tanto? —Optó por levantar su mirada y la inspectora se percató de los ojos brillosos, pero determinados del castaño.

—Es… uno de los temas centrales —recalcó la mujer—. Nada de ésto se divulgará y mucho menos se tomará como si fuese cualquier cosa. Es… serio —repitió—, tú has de saberlo muy bien.

El castaño volvió a bajar la cabeza, mordió su labio inferior con algo de fuerza y cerró sus ojos para intentar mantener la calma mientras ingresaba en aquellos pensamientos que antes evitaba como forma de protección.

La inspectora Choi, después de unos segundos, dedujo que el chico no tendría la capacidad de hablar.

—Está bien, está bien. Mañana es-

—Fu-fue hace un año —empezó y la mujer se sorprendió ante ello—. Kim Minwoo y mamá siempre habían sido demasiado protectores conmigo. Quizá me cuidaban de más. Yo nunca… lo había visto extraño, ¿sabe? Di-digo, se supone que ellos… —Sintió su voz quebrarse— que ellos estarían para mí. Por eso, cuando me presenté como omega, no objeté o dije algo al momento de que me retiraron de todas mis actividades extracurriculares. Al principio me molesté, claramente, pero la excusa era la misma: "No queremos que te pase algo malo. Hay alfas afuera que no tienen pudor o un mínimo de raciocinio".

—¿Cuándo… todo empezó a tonarse extraño?

—¿Que-que yo… lo sepa? —Preguntó y de forma inconsciente, una de sus manos viajó hasta su nuca, empezando a presionar allí, como si esa fuese la única forma de encontrar tranquilidad—. Bueno, siempre… siempre buscaba excusas para no dejarme salir, me regañaba mucho y-y… su voz… —Volvió a bajar la cabeza.

—¿"Su… voz"? —Indagó.

“Algún día vas a entenderme. Te amo".

Tal frase apareció en su cabeza y no pudo evitar sentir grandes náuseas ante ello. Siempre lo repetía, siempre lo decía justo después de utilizar su tono de mando para justificar sus acciones. Su estómago se contrajo y no pudo evitar tapar su boca con una de sus manos.

—¿Taehyung?

—¿Puedo… ir al baño, por-por favor? —Lo pidió casi que como una súplica y la mujer no tuvo más opción que permitirlo.

El castaño no esperó para colocarse de pie y salir del salón.

La inspectora Choi, antes de hablar con Taehyung, se había tomado el tiempo de tener una conversación con Kim Krista y en ella sólo se veían ojos repletos de furia cuando se tocaba el tema del occiso. Ya de por sí todo estaba bastante claro, pero necesitaba algo más para cerrar el caso.

Y es que las acciones de Jeon Jungkook, a pesar de verse como legítima defensa, aún tenían aspectos que no podía pasar por alto; nuevamente, sus nudillos lastimados aparecían en primer plano en su cabeza.

Soltó un suspiro y negó varias veces, antes de tomar su abrigo y salir por algo de aire. En ese momento, una chica rubia se acercó a ella, abrazaba con mucha fuerza un libro y la miraba con algo de necesidad.

Necesidad de hablar.

—¿Hola? —Mencionó la inspectora.

—Bu-Buenas tardes —igual saludó y bajó su torso en sentido de respeto—. Mucho gusto, mi nombre es Milly Parker y-y yo también quiero declarar. Bueno, si puedo ser de ayuda.

—Claramente toda información sobre este hecho lo es. Sin embargo, en este momento me encuentro hablando con Kim Taehyung.

—Este libro —extendió el nombrado y la inspectora bajó su mirada hasta él—, este libro tiene todo lo que, seguramente, no ha logrado responder. Si-siento ser precipitada, pero-

—Continúa —pidió la mayor.

Milly sintió cómo sus ojos brillaron ante el pedido de la mujer y asintió.

—El segundo género también es muy importante. Es autónomo hasta cierto punto y puede ser de gran influencia para el contenedor. Me estoy refieren a Jungkook.

—Él es un alfa —mencionó la inspectora.

—Un alfa puro —aclaró la rubia—. Y esa condición logró que la hipótesis que tuve hace tiempo en mi cabeza, lamentablemente, terminara siendo totalmente cierta.

—¿Qué… hipótesis? —Preguntó la mayor, mientras guiaba a la chica hasta el salón y la hacía sentarse.

—Los alfas y los omegas tienden a ser esa parte primitiva que muchas personas, en este mundo, poseen. Tal parte se refleja en emociones y pequeñas conductas cuando se habla de lobos promedio. E… inspectora, usted ha de saber que Jeon Jungkook no es un alfa promedio.

La mujer mayor frunció su seño al comprender para donde iba la conversación y se dignó a seguir escuchando.

—Al… principio, Jeon Jungkook se acercó a mí y expuso sobre los problemas que estaba teniendo con su segundo género. Resulta que éste tiende a imponerse cuando hay un desacuerdo entre el contenedor y su lobo; aparecen pensamientos y malestares fuertes. Me decía que era muy constante… y eso sólo pasaba cuando se trataba de Taehyung —continuó hablando Milly, mientras miraba el libro y mostraba cada uno de los casos que aparecían en él—. Estoy segura, inspectora, que el comportamiento de Jeon Jungkook se debió a un tiempo fuera impuesto por su alfa. Su segundo género se apropió de él.

—Vale, esto es… —Choi se quedó en silencio por unos segundos. Y es que sabía que, en muchos casos, el segundo género no era tomado en cuenta para resolver tales problemáticas. Aunque en esta vez había mucho sentido en ello.

—Y… otra cosa más —dijo la rubia y la inspectora la miró—, en las página ciento sesenta y ocho, aparecen casos de omegas muertos por entrar en depresión ante el descuido de su alfa. Eso… eso estaba pasando con la mamá de Kim Taehyung, estoy segura. También… en el último párrafo de esa página, aparece en negrilla algo y lo citaré: “Es posible que el Licántropo Omega se revele ante su pareja si éste determina que su compañero ha lastimado a sus crías. Se vuelven más fuertes y tienen la capacidad de suprimir a un Licántropo Alfa. Rompen el lazo y dependiendo de las condiciones, puede ser crucial para éste”.

La inspectora frunció su ceño y dijo—: ¿Cuál… sería tu conclusión?

—Le pregunté a Taehyung sobre… el día de la muerte de ese hombre y dijo que… fue casi al instante de que su mamá abriera los ojos —mencionó la chica, mientras analizaba todo y notaba cómo la mujer frente a ella se mantenía seria y muy interesada—. A partir de todo lo dicho, inspectora Choi, puedo deducir que Jeon Jungkook no asesinó a Kim Minwoo.

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Personitas~, estoy muy
feliz por el apoyo
a esta historia. ¡Gracias!

Nos estamos
leyendo. ^^

-Gaby

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