01

    La llegada a la preparatoria fue muy caótica, puesto que había perdido contra el ágil castaño y no sabía lo que pediría a cambio.

—¡Eres un lento, Jungkookie! —Se burlaba Taehyung mientras intentaba estabilizar su respiración.

—No, no es así. Debiste contar "tres, dos y uno", pero al parecer eres un tramposo, Hyung —se excusaba Jungkook, mientras caminaba a su lado.

—¡Jungkook! —Alegó una tercera persona y se abalanzó hasta él—. ¡Déjame ver!

¿Déjà vu?

—¡A mí no me ha mostrado! —Comentó Taehyung y cruzó sus brazos.

—¡Déjenme en paz! —Le pidió a los dos chicos y entre vergüenzas se alejó.

—¡Aún no me has pagado la apuesta que perdiste!

—¿De qué hablamos? —Preguntó Jimin y miró con curiosidad al más alto.

—Me llevará a la feria de arte que se realizará en el centro de convenciones, pero aún no lo sabe. —Sonrió en grande.

—¿Y lo has sentido diferente? Digo, hablo de Jungkookie.

—¿Eso importa? —Preguntó el castaño, mientras empezaba a caminar hacia las instalaciones de la preparatoria.

—¿Y lo preguntas, niño tonto? —Hablo con obviedad Jimin y negó con su cabeza—. Amigo, eres un lindo omega y tu "bubu" es un guapo alfa. ¿Qué más necesitas que te aclare?

Taehyung se quedó en silencio y optó por mirar en la dirección en que caminaba Jungkook, el cual ahora estaba rodeado de otras personas que también reconocía como amigos de su menor. Él no lo pensaba, realmente intentaba no pensarlo porque sabía que las respuestas eran incómodas, muy incómodas para estas dos personas que sólo han sabido vivir como buenos amigos desde pequeños.

Ahora un muro muy grande amenazaba con separarlos para evitar problemas futuros. Y Taehyung no estaba preparado para aceptarlo.

—¡Te quedaste callado porque tengo razón! —Alegó entre risas Jimin y sonrió.

—No es así —negó el castaño.

—Tengo razón.

—Que no es así.

—Claro, claro. Como digas.

—¿Ya me dirás qué pasó y por qué no quieres volver a la academia?

—No me cambies el tema.

El castaño no hizo más que rodar sus ojos y aguantar el palabrerío de su amigo.

[...]


    La noche se presentó en la casa de los Kim, la familia se mantenía en la mesa mientras cenaban y hablaban de temas que podrían ser triviales para un chico de diecisiete años, como lo era el castaño. Aunque esta vez debía mostrarse interesado porque estaba a punto de pedir un importante permiso.

—¿Sucede algo, Tae? —Preguntó su madre y éste la miró con atención.

—No realmente.

—Por cierto, hoy en la mañana vi a Jungkookie. ¿Se encuentra bien?

El castaño sólo asintió.

—Escuché por parte de tu madre que… ya se presentó —entró a la conversación Minwoo, quien era padre del castaño—. Y es un alfa.

—Nada ha cambiado en Jungkookie —aseguró Taehyung—. Sigue siendo el mismo.

—No quita el hecho de que puede ser riesgoso para ti —mencionó el hombre y eso provocó que el ceño del menor se frunciera.

¿Qué estaba tratando de insinuarle?

—Jungkookie es mi amigo, padre.

Minwoo lo miró con ojos mucho más profundos y prefirió quedarse en silencio. Debido a eso, el castaño sintió un leve escalofrío y sólo supo bajar su cabeza.

—No he dicho lo contrario, sólo que las cosas esta vez son diferentes. Tú más que nadie lo sabe —dijo el hombre, intentando no perder los estribos debido a cómo Taehyung defendía a ese otro alfa.

—Cariño, ten en cuenta que son amigos desde muy pequeños. Es cuestión de… ser un poco más precavidos —intentó dar una solución, pero al parecer eso no borrada el malestar de su esposo.

Porque al parecer Jeon Jungkook estaba significando algo más que un simple malestar para Minwoo.

—Mañana iré junto a él y otros amigos a la feria de arte —informó Taehyung.

—¿Y quién te concedió ese permiso? —Enarcó una de sus cejas el hombre.

—Minwoo, por favor, es normal que quiera salir junto a sus amigos. No te está diciendo que se va a alguna fiesta a llenarse de alcohol y drogas —defendió su madre.

—¿Eso es un sí? —Sonrió en grande el castaño y tomó las manos de su mamá.

—Claro que sí. Me traes un recuerdo.

—¡Gracias! —Dijo muy emocionado, se colocó de pie y subió con rapidez.

—¿Estás consciente de que sólo irá con él, verdad?

—Sigo sin saber qué hay de malo en eso —enfrentó la mujer y cruzó sus brazos—. Es mejor un pequeño alfa conocido, que un rufián alfa por conocer. Jungkookie me cae muy bien.

El hombre no hizo más que soltar un suspiro frustrado y negar con su cabeza.

Después de unas horas, en su habitación, el castaño tomaba su celular y marcaba el número de su buen amigo. No se escuchó más de dos tonos y la llamada fue atendida.

—Vaya, tomaba café y recordé cuando hiciste un escándalo porque te quemaste la lengua con ello, ¿es el destino?

Taehyung rió ante lo escuchado y después dijo—: Te llamo para cobrar mi victoria de la mañana.

—Sigue siendo una victoria injusta, pero bien, te escucho.

—Mañana se inaugurará la feria de arte en el centro de convenciones y tú, Jungkookie, serás mi acompañante.

—¿Y si me niego?

—Me harás llorar y tu palabra valdrá lo mismo que la de los presidentes suramericanos.

—Oye, es un golpe muy bajo —habló entre bromas.

—Te espero en la estación a las ocho de la noche, ¿sí?

—No hay más remedio.

Taehyung volvió a sonreír, se sentó en su cama y abrazó una almohada.

—No te queda mostrarte desinteresado, ¿lo sabes?

—Dicen que es cool. —Rió.

—Na', es mucho más cool el Jungkookie tonto y llorón —se burló.

—¡O-oye, eso no es gracioso!

Taehyung volvió a reír y escuchó el pomo de su puerta ser abierto. De inmediato volteó a mirar y lo que mayor lamento pudo darle, fue no haber puesto el pestillo de su puerta.

Y en esa clase de situaciones, era cuando recordaba quién verdaderamente era.

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Toda esta historia
está dedicada
a SophieTellie^^

¡Muchas gracias
por la edición, piciosa!

Nos leemos
mañana. ♡

-Gaby

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