III.

Pequeña

y miedosa 

muñeca,

maltratada 

por sus padres

era.

Insultos

y golpes

recibía.

Aún si culpa

no tenía.

Cada día,

cada mes,

cada año,

más rota 

estaba.

Y pronto,

fue desechada.

Vagaba

por las calles

vendiendo

su alma

a cambio de

comida.

Quería morirse

pero no podía.

Ella esperanza

aún tenía,

creía

que alguien

iría y

la salvaría. 

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