Capítulo 09.
Los días comenzaban a ser un poco más ágiles y mi cabeza no pedía información nueva cada minuto de cada hora, los miedos que me aterraban iban desvaneciendo gracias a la presencia y paciencia de Joe, realmente era un hombre ejemplar y un gran amigo, me sentía en casa cuando estaba cerca suyo, aunque todavía se me hacía raro su gran preocupación por mi bienestar y esa pelea que había tenido con su jefe por alguien tan insignificante en su vida, que era yo. Era gentil, raro e incluso me generaba curiosidad su amabilidad pero ¿por qué? ¿Qué era lo que me hacía dudar tanto? ¿Por qué no podía confiar en que simplemente quería brindarme ayuda? A una chica sin identidad, perdida en un mundo oscuro y repleto de maldad.
— ¿En qué piensas tanto, Daphne? — Preguntó con su voz suave y vibratoria. Tan solo lo miré y le sonreí a medias, podía notar en sus ojos brillosos pura honestidad y pureza. Tenía pensamientos tan pesimistas que no podía percibir la verdadera realidad de aquel hombre.
— Sólo... Pensaba.
Joe hizo una mueca de confusión y soltó una pequeña risa para luego frotar mi espalda, se dirigió hacia la cocina y tomó dos tazas que contenían café, junto con unos papeles, los cuales no podía descifrar que decían en su totalidad.
— Muy bien, entonces podemos comenzar a analizar varias cosas. — Dijo mientras dejaba los papeles esparcidos en las sábanas blancas de la cama, dejando que éstas imágenes y escrituras se vieran totalmente confusas para mi mente, aún viéndolas con claridad.
Primer imagen. Un nudo en mi garganta se formó de inmediato cuando noté el rostro de esa mujer y su cabello canoso, era la misma mujer que había visto en la cartelera del jefe de Joe. Esa foto alteraba todas las emociones encontradas en mi ser, estaba segura que era alguien muy importante en mi vida porque nadie había provocado todas esas emociones en mí. Comencé a temblar y lágrimas salían de mis ojos sin entender el porqué, tomé aquella foto y me quedé un momento observándola fijamente, como si tratara de que mi mente pudiera recordar quién era aquella persona en mi vida.
Sentí un roce contra mi piel y me sobresalté al segundo, Joe había pasado su mano por mi brazo mientras me miraba con cierta compasión. — Es claro que esta persona es alguien en tu vida y prometo que voy a hacer lo posible para que la encuentres pero necesito que veas todas las fotos, por favor.
Asentí con la cabeza mientras que él ponía las imágenes en una fila por orden de fecha, no entendía muy bien porqué.
— Este es Hucck, el hombre del cual escapamos, uno de nuestros agentes le tomó esta foto con aquel doctor psiquiatra que te analizaba. La teoría que tenemos en la oficina es que Hucck le pagaba al Doctor Packiston para que te mantenga encerrada en aquel hospital por algún motivo o para que te mantuviera sedada sin poder recordar nada.
Desvié mi mirada de la foto para visualizar el rostro de Joe con cierta ira dentro mío. ¿Quién mierda era Hucck y por qué carajos haría algo tan siniestro como eso? No tenía palabras para expresar lo que sentía en ese momento, sólo quería tirar todo por la borda y dejar que este misterio se resuelva solo sin que tener que intervenir ni investigar.
— Estas dos fotos son de dos mujeres que acompañan la mayor parte del tiempo a tu pareja, creemos que pueden ser sus damas de noche. Ya que las han visto mayormente llegar de noche a la mansión del señor Porshé. Sé que quizá esto puede llegar a lastimarte pero debemos hablar con esas mujeres y obtener información, ¿te gustaría estar presente?
— No es mi pareja ni me lastima. — Dije con cierto enojo, nunca habría elegido de compañero a un psicópata y patán como lo era Hucck. — Y sí, quiero estar ahí y descubrir de una vez por todas que significa todo esto.
Joe asintió con la cabeza y sonrió ampliamente para luego recoger las fotos, guardarlas en un portafolio y colocarlas en su biblioteca. Suspiré con cierto cansancio para luego hundir mi rostro en la almohada, eran demasiadas cosas las que me estaban ocurriendo y yo me sentía una pequeña mariposa con las alas cortadas, sin vuelo ni libertad, encerrada en un mundo al que no pertenecía. No podía comprender cómo es que el perder la memoria podía traer tantos escándalos y problemas, esto parecía un túnel sin fin, sin escapatoria.
Joe se sentó en la cama justo a mi lado y me tomó de la mano, tirando de esta para así poder levantarme. — Vámonos. Hoy no nos quedaremos aquí despues de esas fotos.
— ¿Qué? ¿A dónde quieres llevarme? — Pregunté un tanto confundida.
— A un lugar especial.
Después de tanto tiempo les dejo el noveno capítulo de LOST. Sé que estuve ausente por mucho tiempo pero el año anterior fue complicado para todos pero éste año quise comenzarlo con esta historia que me gusta mucho. Saben que votando, comentando y compartiéndolo con sus amigos y conocidos me ayudan muchísimo, mientras más gente vote y comente los capítulos, más rápido voy a ir subiendo. Muchas gracias y espero que lo hayan disfrutado!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top