9. Final

Despertó con un leve dolor de cabeza y una blanca luz cegadora atormentando sus cansados ojos.

Sus párpados pesaban más de lo normal, pero aún así se obligó a abrirlos porque se sentía desorientado.

Lo primero que notó fue una aguja incrustada en su brazo, tenía un suero conectado a él.

Se removió difícilmente en la camilla intentando ver a su alrededor y se dio cuenta que estaba en el hospital.

No era una pesadilla, como él había pensado.

Se quedo en silencio un momento mientras recordaba lentamente todo lo que había pasado y su pecho comenzaba a doler de nuevo.

El aura que lo envolvía era triste.

En ese momento su único amigo y vecino entró por la puerta con una expresión preocupada que rápidamente se esfumó al verlo despierto.

Se acercó rápidamente.

- ¡Wonho!

Él sonrió.

- Hola...

- Te odio ¿me escuchaste? No vuelvas a asustarme así... casi me dio un infarto cuando me avisaron que estabas en el hospital.

Wonho soltó una pequeña risa triste.

- ¡No te rías! No es gracioso...

- Lo siento...

- ¿Qué demonios hiciste? Te comportas raro un día, me pides que te aloje en mi apartamento sin motivo alguno y dos días después estas en el hospital con un muchacho muy herido...

Wonho borró la sonrisa de su cara y sus ojos comenzaron a picar.

- ¿Sabes algo... de él?

El hombre negó rápidamente y soltó un suspiro.

- Lo único que sé es que estuviste alrededor de 30 horas insconciente y me preocupé mucho.

Wonho asintió lentamente aún procesando la información.

Giró su vista para mirar hacia la ventana dándose cuenta que un sol radiante se asomaba, ya no había lluvia.

Jamás había odiado el sol o la lluvia, pero en ese momento no sabía a cual maldecir, si a la lluvia por aparecer tan fuerte o al sol por llegar tan tarde.

Suspiró.

- Llama al doctor.

- ¿Para qué?

- Debo irme de aquí.

Se incorporó débilmente quitándose las cosas que tenía puestas.

El hombre, al ver sus acciones solo asintió un poco asustado por su repentina fortaleza y salió para llamar al doctor.

Se levantó de la camilla como pudo.

Cuando el doctor llegó, se sorprendió de ver a Wonho vestido con su ropa normal y preparado para irse.

Comenzó a interrogarlo para saber si se encontraba bien, a lo que Wonho respondió positivamente a todo, mintiendo en algunos casos.

...

Después de mandar a su amigo hacia el apartamento en contra de su voluntad, decidió echar un vistazo por el hospital, necesitaba saber si Hyungwon se encontraba allí.

No podía irse sin saber que había pasado con él, necesitaba verlo aunque sea una última vez.

Bajó al área de recepción y fingió ser una de las personas que venía por la hora de visita.

Se acercó a la persona a cargo y le habló intentando sonar calmado.

- Disculpe... necesito saber en qué habitación se encuentra Hyungwon.

- ¿Hyungwon?

Wonho asintió levemente.

La mujer comenzó a revisar en el computador durante varios minutos que estaban desesperando a Wonho.

Él tenía que estar allí.

Movía sus dedos inquietamente sobre el escritorio hasta que la mujer levantó su mirada de la pantalla.

- ¿Sabe su apellido?

Wonho negó avergonzado.

- Pues hay 3 personas con ese nombre en el hospital ahora mismo.

El corazón de Wonho comenzó a latir rápidamente ante las probabilidades de que uno de ellos fuera su Hyungwon.

O que ninguno lo fuera.

La mujer le dijo las habitaciones que debía visitar para enterarse de donde estaba y él se apresuró a buscarlo.

Al buscar en las primeras dos habitaciones, se dio cuenta que sólo tenía una oportunidad.

Tenía que ser él.

Se fue directo al tercer piso del hospital con su respiración entrecortada.

Observó los pasillos y leyó los rótulos, estaba en el pasillo de cuidados intensivos.

Se detuvo enfrente de la puerta que le habían indicado y la abrió con cuidado esperando ver a Hyungwon allí.

Pero su corazón se partió cuando vio que la cama estaba vacía.

Ya no estaba allí.

Salió de la habitación cerrando la puerta tras él y se apoyó en la pared sintiéndose desfallecer por la tristeza que le provocaba saber que Hyungwon ya no estaba.

Su cuerpo comenzaba a fallarle.

Alguien que pasaba por allí vio su condición y tocó su hombro.

- Señor... ¿Se encuentra bien?

Wonho giró lentamente para ver a la enfermera.

- Eh... y-yo... sólo venía a...

Señaló la habitación y no pudo seguir hablando por el nudo que tenía en la garganta en ese mismo momento.

- ¿A ver al joven Hyungwon?

Wonho asintió cabizbajo.

- ¡Oh! Él ya no se encuentra aquí...

Wonho asintió cabizbajo.

- Recién lo trasladamos a otra sala, ya no es necesario que esté en cuidados intensivos, se está recuperando muy bien.

En ese momento Wonho sintió que pudo volver a respirar con normalidad dejando de lado el mini infarto que le provocó la noticia.

La mujer comenzó a caminar y él la siguió en silencio con el corazón latiendo frenéticamente.

Ni siquiera él sabía si estaba listo para ver a Hyungwon nuevamente.

La mujer se detuvo frente a otra puerta y la señaló con una sonrisa para finalmente salir de allí.

Wonho suspiró frente a la puerta y la abrió lentamente soltando una diminuta sonrisa cuando al abrir la puerta pudo ver a Hyungwon descansando tranquilamente, con un par de aparatos conectados a él.

Y justo cuando iba a tocarlo de repente fue detenido bruscamente por una mano, se giró para mirar y se dio cuenta que se trataba de un hombre que aparentaba tener su misma edad.

Aún así Wonho lo miró confundido.

- ¿A dónde crees que vas?

- A donde Hyungwon...

- ¿Y tú quien eres?

Wonho frunció el seño, molesto.

- ¿Quién eres tú para tratarme de esta manera solo por querer ver a Hyungwon?

- Soy el que va a partirle la cara a cualquiera que quiera lastimarlo.

- Pues ¿adivina que? Llegaste muy tarde.

- ¡No juegues con eso!

Ambos estaban muy cerca discutiendo no muy silenciosamente, hasta que una cansada voz los sacó de su lío.

- ¿Por qué... gritan?

Ambos se giraron para mirar a Hyungwon con sus ojos apenas abiertos y su voz más ronca de lo normal.

El hombre corrió a su lado.

- Hyungwon... Lo lamento, es que entró este sujeto sin previo aviso y no se quien es.

Hyungwon lo observó un momento y cerró sus ojos con una media sonrisa.

- Ya se que eres mi hermano... Pero no le grites a él...

- ¿Por qué no? No lo conozco, además estaba siendo muy im-

- Yo si...

Wonho sonrió grandemente ¿lo recordaba? ¿recordaba todo lo que habían pasado?

Se acercó a él también.

- ¿De verdad me reconoces?

Hyungwon asintió levemente con sus ojos cerrados.

- Nos encontramos seguido en la cafetería ¿no es así?

Wonho sólo asintió ya que no sabía cómo reaccionar a eso.

- Por cierto... ¿Cómo te llamas?

En ese momento la sonrisa de Wonho se borró de su cara, él no recordaba nada de lo que había pasado.

Suspiró pesadamente.

- Soy Hoseok...

Hyungwon abrió los ojos lentamente y le regaló una media sonrisa.

- Bonito nombre Hoseok...

Wonho no pudo responder nada, una parte de él estaba feliz, pero otra parte estaba destrozada.

Él seguía teniendo la esperanza de que al verse, todo fuera mejor, que podrían comenzar una bonita amistad y quizá luego algo más.

Pero no había sucedido y probablemente jamás pasaría.

Hyungwon volvió a dejar caer sus párpados y rápidamente volvió a quedarse dormido.

El nudo en su garganta había aparecido de nuevo, él solo quería salir de la sala para irse a casa, no quería estar allí con el corazón roto.

Al salir, se encontró con un señor que iba a entrar a la habitación, se quedaron viendo unos segundos, Wonho iba a esquivarlo pero él lo detuvo del brazo en el pasillo.

- ¿Tú eres Hoseok?

Wonho asintió lentamente y el señor sacó un papel de su bolsillo y se lo extendió a Wonho.

Wonho lo agarró confuso y se dispuso a leerlo.

Era un cheque.

- ¿Por qué me da esto?

- Soy el padre de Hyungwon y sé que tu lo trajiste, aunque él aún no lo sabe... yo no sabía que ya estabas consciente, quería darte las gracias personalmente y la recompensa que estábamos ofreciendo a quien lo encontrase cuando estaba desaparecido.

Wonho miró el papel y se lo devolvió al señor.

- Gracias, pero no quiero esa cantidad de dinero, todo lo que hice fue por mi voluntad y lo único que me alegra es que esté a salvo... por favor cuidelo.

Wonho le dio la espalda y salió del hospital con las lágrimas en sus ojos.

Condujo hacia su apartamento mientras se desahogaba.

Al llegar, se dio cuenta que las cosas de Hyungwon aún estaban en la guantera.

Agarró todo e ingresó a su apartamento en silencio, notando como todo estaba justo como lo dejó.

Como siempre.

Esta vez no habría alguien sentado en el sofá esperándolo, nadie dormiria con él esa noche.

Suspiró muy triste y se sentó en el sofá.

Miró el brazalete que Hyungwon le dio y lo puso en su mano izquierda, quería acordarse de él siempre.

Tomó el pequeño llavero de tortuga y lo puso en sus llaves.

Sonrió triste al ver como quedaba perfectamente a juego con su llavero de conejito.

Y por último tomó la pequeña libreta, comenzó a verla con delicadeza.

Las primeras páginas estaban llenas de la hermosa caligrafía de Hyungwon, eran apuntes de su día a día.

Sonrió triste notando como él apuntaba cosas como "Por amor de Dios, Hyungwon está vez no olvides la mantequilla ¡la necesitas!"

Pero a medida que iba avanzando, los apuntes iban desapareciendo y sólo habían garabatos.

Wonho no entendía como de algo ordenado pasó a algo tan desordenado.

Páginas enteras de garabatos.

Pero en un par de páginas, esos garabatos comenzaron a formar pequeñas figuras.

Como sonrisas, estrellas y corazones.

Hasta que llegó a una página en específico, casi a la mitad de la libreta, había un dibujo.

Y no cualquier dibujo, Hyungwon lo había dibujado a él viendo la laptop.

Se quedó impresionado por la calidad de su dibujo, estaba perfectamente hecho y justo arriba tenía un pequeño corazón.

A partir de allí, cada una de las páginas parecía tener un dibujo de él.

Con diferente ropa, en diferentes ángulos, con diferentes figuras y palabras como "He🖤", haciendo diferentes acciones, pero nunca de frente, porque nunca lo miraba.

Wonho sonrió triste por eso, jamás se dio cuenta que Hyungwon lo dibujaba en la cafetería mientras él se encargaba solo de trabajar e ignorarlo.

Se notó a si mismo abrazando la pequeña libreta con los ojos humedecidos, pues jamás se imaginó que algo así pudiera sucederle a él.

Se sentía afortunado de haber tenido por un tiempo, el corazón de Hyungwon.

Había tenido la semana más loca de su vida entera, pero jamás se arrepentiria de haber pasado por todo eso, porque pese a que Hyungwon no recordaba nada de su travesía juntos, ahora Wonho sabía que si había podido salvar la vida de alguien.

Y que aunque quizá pudo ser demasiado tarde para corresponder el amor de Hyungwon, jamás sería tarde para sentirse feliz de que estuviera bien.

Y por siempre atesoraría el hecho de que Hyungwon lo halla hecho ver que a su alrededor estaban ocurriendo mil cosas aparte del trabajo y se las estaba perdiendo todas.

Y sobretodo agradecía que le demostrara que aún podía amar y sentirse amado, que aún era posible abrir su corazón y dejar que una sonrisa llenara el vacío del pasado.

Y que la soledad no es del todo buena, es bueno estar acompañado aunque sea de un ser paranormal...

Sonrió por su pensamiento, había sido un poco macabro...  suspiró y acarició su brazalete con una sonrisa triste en los labios y susurró.

- Gracias Hyungwon... por enseñarme el camino cuando estaba perdido...

Fin

-----🖤-----

Y bueno, ya se que la historia fue corta pero no quería añadir cosas innecesarias...

Lamento decepcionar con el final v:

Gracias por el apoyo 🖤

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