La tarde era fría y una espesa lluvia bañaba casi todo el país, los medios estaban alertando a la gente que debían volver temprano a sus casas antes que se pusiera peor.

En definitiva el clima no era nada parecido al que se había presentado por la mañana cuando llegó a tomar su desayuno.

Recordaba haber llegado a la cafetería comentandole a un extraño el buen día que hacía en esos momentos y lo bien que se sentía porque el frío se había opacado un poco, mientras bebía alegremente su café y leía el periódico.

Pero a medida que el día transcurrió, las temperaturas bajaron y unas enormes nubes grises opacaban la poca luz diurna que había aparecido.

Más tarde estaban escuchando las noticias de la tormenta eléctrica y todos en la empresa tuvieron que apresurarse, incluyendolo.

Despues de unas horas, él finalmente había terminado todo su trabajo, a pesar de ser uno de los que más trabajo tenía por hacer en la empresa.

Al salir de la empresa, corrió por el estacionamiento maldiciendose internamente por no hacer caso a su instinto que le decía a gritos que llevara su paraguas al trabajo.

Entró a su auto y repasó su lista mental de las cosas que tenía que hacer en el día, debía asegurarse de haber cumplido con todo.

- Llegar temprano al trabajo, listo.
Cumplir con el papeleo, listo.
Beber café junto a un extraño, listo.
Dejar la ropa en la tintorería, listo.
Comprar macarrones para la cena, listo.
Beber la medicina para la gripe... eso no... mierda ¿Cómo voy a curarme si nunca bebo lo necesario?

Puso el auto en marcha y avanzó al edificio de su apartamento muy despacio debido a la torrencial lluvia.

Había muy poca visibilidad y estaba tomando las precauciones necesarias para no perder el control del auto.

Estaba oscureciendo muy rápido y empezaban a caer unos cegadores rayos y unos fuertes truenos.

Se apresuró como pudo para llegar a su apartamento sano y salvo.

Aparcó en el estacionamiento y subió rápidamente para poder quitarse la ropa mojada antes de que su gripe se pusiera peor.

Abrió la puerta y dejó el abrigo y sus zapatos por allí, se fue a su habitación, se cambió de ropa y salió hacia la cocina en su pijama favorita.

Tenía mucha hambre porque no había podido almorzar gracias a la presión que tuvieron por lo de la tormenta.

Tomó las cosas que había traído para la cena y comenzó a prepararla.

Encendió el televisor del salón para poder escuchar las noticias desde allí, luego sacó una manzana del refrigerador y comenzó a cortarla en trozos, necesitaba comer algo entre que estaban listos los macarrones

Siguió cortando en silencio mientras escuchaba el noticiero.

De pronto escuchó algo que lo dejó muy sorprendido y alerta.

Sus movimientos se detuvieron y levantó la mirada aún sorprendido al escuchar la noticia que estaban relatando en esos momentos.

Dejó la manzana allí y se encaminó con el cuchillo en la mano hacia la sala para ver de cerca las desgarradoras imágenes que estaban mostrando.

Se quedó escuchando atentamente a la periodista.

- Este fatal accidente automovilístico que ha ocurrido hace unos minutos, ha cobrado la vida de las dos personas que se conducían a bordo de esta camioneta color gris, afortunadamente ningún otro auto se vio envuelto en este aparatoso accidente, la policía ya está en el lugar de los hechos para evitar que otro auto colapse, se cree que el motivo por el cual ocurrió se debió a una falla del motor o a que el conductor perdiera el control del volante debido a la intensa lluvia que se presenta en todo el país en estos momentos... es lamentable y le pedimos a nuestros televidentes que por favor tengan precaución y si es posible, no salgan de sus casas hasta que la tormenta eléctrica halla cesado...

Wonho se quedó estupefacto, ese terrible accidente pasó a unas cuantas calles de donde él residía.

Pero por fortuna, él había llegado sano y salvo a su hogar.

Suspiró aliviado y un poco triste por la reciente información.

Comenzó a caminar hacia la mesa de la cocina y siguió cortando la manzana en pequeños trozos.

Pero justo recordó que aún no se tomaba su medicina.

Se fue a la habitación directo a su mesita de noche y agarró las pastillas que el doctor le había recetado.

Sacó la dosis necesaria del empaque y se dispuso a salir de su habitación con rumbo hacia la cocina para buscar agua, pero cuando iba a abrir la puerta para volver, una voz lo alteró.

- Yo lo provoqué.

Wonho se giró rápidamente con los músculos tensos dándose cuenta de que un delgado hombre estaba sentado en su cama mirándolo fijamente.

¿Y ese quien demonios era?

Wonho tomó el cuchillo que andaba en sus manos y apuntó hacia el hombre intentando amenazarlo.

- ¡¿Qué dijiste?!

- Qué yo provoqué ese accidente...

Wonho estaba mas molesto que asutado.

- ¡¿Y quién te crees para irrumpir en mi casa?! ¡Vete de aquí! ¡Voy a llamar a la policía!

Wonho seguía moviendo el cuchillo amenazante.

- Yo solo...

- ¡No quiero tener a asesinos en mi casa!

El hombre estiró sus brazos en señal de rendición para que Wonho se calmara un poco, pero no fue suficiente su señal ni su rostro preocupado, Wonho estaba muy alterado.

- ¡Espera! Tengo una explic-

- ¡Vete de aquí, ahora!

Entonces Wonho arrojó el cuchillo con fuerza directo hacia la cara del delgado hombre.

Él hombre estaba muy asustado.

No le dio tiempo de nada, así que lo único que su instinto le gritó, fue cruzar sus brazos frente a su cara en forma de "X" para evitar que el cuchillo aterrizara sobre alguna zona sensible de su rostro y en cambio, que mejor aterrizara en sus delgados brazos.

El cuchillo viajaba con una fuerza descomunal cruzando la habitación con rumbo hacia esos delgados brazos pálidos.

Pero para sorpresa de ambos el cuchillo emitió el típico sonido del metal mientras caía sobre el reluciente piso de madera.

Ninguno entendía nada.

¿Qué demonios había pasado?

Wonho abrió su boca en sorpresa, sus manos comenzaron a temblar y su corazón latía tan frenéticamente que parecía que iba a romper su caja torácica en cualquier momento por lo que sus ojos habían apreciado momentos atrás.

El cuchillo no se había detenido en ningún sitio, literalmente había atravesado al delgado hombre que estaba en su cama, sin herirlo.

Ambos se quedaron viendo la pieza de metal que estaba sobre el piso de madera y luego sus miradas se unieron delatando el terror que ambos sentían.

Wonho intentó hablar pero sus labios temblaban, el delgado hombre estaba igual de asustado que él.

Pero se puso de pie y Wonho inmediatamente retrocedió dos pasos.

El delgado hombre se miró las manos como si intentara descifrar lo que estaba ocurriendo.

Luego levantó su vista de nuevo hacia los ojos de Wonho, estaba asustado, tanto como él, pero la diferencia es que Wonho seguía sin poder hablar.

Él delgado hombre abrió su boca con lentitud, se estaba preparando psicológicamente para poder modular las palabras que quería decir, necesitaba hacer esa pregunta aunque sabía que quizá nadie podía darle una respuesta.

- ¿Estoy... yo... estoy muerto?

Wonho no podía creerlo.

¿Qué clase de pregunta era esa?

¿Era un sueño?

¿Estaba delirando?

En ese momento sintió ganas de vomitar, mareo, dolor de estómago y un montón de cosas al mismo tiempo.

No sabía si era el efecto de no comer, de no dormir, de los nervios o su enfermedad, pero claramente sintió como si la habitación estaba dando vueltas y segundos después sintió su cuerpo debilitarse a tal punto de caer al suelo inconsciente.

Se había desmayado.

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¡Hola!

Bienvenidos a esta nueva historia 2won, es un poco diferente a mis demás historias y será un poco más corta.

Les agradecería su apoyo que me anima a seguir escribiendo muchas más historias de este hermosa pareja ^_^

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