✠𝐿𝑒𝑣𝑖, ¿𝑒𝑠 𝑝𝑜𝑠𝑖𝑏𝑙𝑒 𝑚𝑜𝑟𝑖𝑟 𝑑𝑒 𝑎𝑚𝑜𝑟? 𝐶𝑎𝑑𝑎 𝑣𝑒𝑧 𝑞𝑢𝑒 𝑣𝑒𝑜 𝑎𝑙 𝑛𝑖ñ𝑜 𝑢𝑛𝑎 𝑠𝑒𝑛𝑠𝑎𝑐𝑖ó𝑛 𝑚𝑒 𝑟𝑒𝑐𝑜𝑟𝑟𝑒 𝑒𝑙 𝑐𝑢𝑒𝑟𝑝𝑜. 𝑂𝑠 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜✠

Mikasa recordó esa conversación y miraba a Armin por si al rubio se le ocurría alguna brillante idea como de costumbre. Estaban todos demasiado alterados, el Comandante Levi no dejaba de gritar como un energúmeno queriendo golpear a aquel hombre y Hanji intentando frenarlo. Realmente era de locos.

- Tiene que haber otra alternativa. - dijo finalmente Armin.- el pergamino servía para reunirlos a todos pero al parecer usted sintió que habían sido destruidos. Descartamos esa idea, pero no por ello vamos a sumirnos en el peor de los desenlaces. Antes de la creación de los pergaminos, ¿qué pasaba? Tiene que haber otro método.

Se quedó un momento pensando y, con brillo en los ojos, levantó el puño "Creo que tengo una idea"

El interior de Astar era una tempestad de sentimientos. Desde que se había encontrado nuevamente con Lilith, habían vagado por varios poblados y ambas habían saciado su sed y sus apetitos de la manera menos ortodoxa posible. Astar sentía por primera vez que eso es lo que ella era realmente, pero su corazón dolía y no entendía el motivo. Cada vez que dormía se despertaba con angustia y unos ojos afilados preguntándole porque había hecho eso.

Lilith entró en su mente sí, pero Astar había destruido la mitad de ese infame monstruo que resultó ser, años atrás, con lo que la suplantación que Lilith pretendió hacer no fue del todo bien. Realmente Astar tenía recuerdos solapados y estaba en un punto en el que no sabía qué era verdad y qué no.

Estaba resultando una tortura, es como cuando olvidaba realmente quién era. Todo lo estaba olvidando y sentía que se olvidaba de algo importante.

- ¿Qué pasa pequeña? ¿Necesitas alimento?

- N...no, sólo estoy algo cansada.

-Ah...-Lilith observó con detenimiento el vientre de Astar y sonrió de forma siniestra y tétrica.- nos ocuparemos de ese problema más tarde.

Ella guio a Astar hasta el lugar sagrado en el que se congregaban aquellas personas que la habían traído del abismo, pero al llegar, encolerizó y gritó al cielo emitiendo energía de su cuerpo.

- ¿Quién ha osado...?

Por supuesto. El plan de Armin estaba funcionando a la perfección. De un momento a otro unas redes salieron disparadas desde el suelo haciendo palanca en cuanto Astar y Lilith se posaron encima. Al mismo tiempo, una serie de cuerdas fueron lanzadas desde los laterales, cuerdas que se amoldaron perfectamente a las figuras de ambas mujeres y, antes de que pudieran reaccionar, dos soldados saltaron rápidamente sobre los cuerpos para taparles los ojos.

Un mes y medio antes en el cuartel

- No nos hagas esperar más Armin, ¡habla!.- dijo Levi furioso.

- Señor.- dijo mirando al primer Ackerman.- los recuerdos traspasados al Comandante indican que los antideluvianos no existen y, con los manuscritos destruidos es imposible recuperarlos, pero...¿y si se reúne al descendiente directo de cada antideluviano? ¿A un descendiente de cada clan? Es lo más cercano al máximo poder y no tenemos más alternativas.

- Eres un chico realmente prodigioso. No había reparado en ello, pero podría funcionar, no hay alternativa.

- ¿Y cómo mierda vamos a encontrarlos? ¿Y a ellas? Veo muchas lagunas en esa fabulosa idea.- dijo Levi con ironía.

- Levi Ackerman, no me subestime.- dijo el hombre apoyando con cierta rabia su cayado.- yo puedo encargarme de reunir a un descendiente directo de cada, excepto de Astar. Deberá ocuparse usted de que regrese a la normalidad, o será condenada como su madre.

Levi se encogió en su asiento frunciendo el ceño.

- ¡Debemos contactar con el hombre que habló con Astar fuera de la muralla en aquel ataque! ¡Él puede ayudarnos a localizar a los que trajeron a Lilith de vuelta!.- dijo Hel emocionada por aportar la idea.

- ¡Claro!.-dijo esta vez Armin.- ¡ese será el señuelo! Cuando hayamos reunido a cada descendiente podremos acabar con esa secta y ahí establecer la trampa. Ellas serán capturadas bajo redes y lanzadores del mineral azul. Astar nos dijo en un entrenamiento que eso la hace muy vulnerable.

- Se necesita un daño masivo para acabar con esa bestia...eso o el Cardinal.

- Demasiada información...- Hanji se sentó limpiando sus gafas y resoplando.

Astar sentía fuertes punzadas en su corazón.

Levi tenía la mente siempre con ella, quería saber qué estaba haciendo.

Ella veía siempre una mirada afilada.

Él estaba ansioso por ella. La necesitaba cerca. Necesitaba ver que seguía con la mirada viva.

Duele.

Duele como nunca.

Habían sido reunidos 12 descendientes directos de cada clan. El hombre de la secta que aparentemente ayudó a Astar en el pasado, acudió sin reparos al llamado del Ackerman y les dijo el punto exacto en el que realizaban sus cultos.

Los 12 hombres estaban sentados alrededor de una mesa, con Levi, Armin, Hanji y los dos viejos hombres. La constatación de que estaban al corriente de lo que ocurría fue segura ya que todos confirmaron el aumento de muertes por la mayor parte de sus zonas de influencia y vieron perturbados muchos de sus dominios y, estaban furiosos.

- Hay que acabar con ambas. Los antideluvianos han sido aniquilados por esto mismo, sólo traen caos y destrucción.- dijo uno de los hombres.

- Tienes la boca demasiado afilada.- sentenció Levi con las manos entrelazadas.

- Vamos a evitar las disputas...- intentó mediar Armin.- veamos. Lilith...Lilith no deja de ser como vosotros...es decir...un...

- ¿Vampiro? Vamos, no tengas miedo a decirlo.- afirmó otro hombre con una sonrisa de medio lado.

- Es un vampiro.- aclaró su garganta.- y como tal, morirá como uno de ellos pese a ese poder. Tenemos que buscar la forma más fácil de hacer que ella muera.

WENO

Os acordais en la primera historia...que Lilith estaba enamorada de un Ackerman? Que aparentemente había muerto?

Pos no. Ese señor no puede morir porque su trabajo encomendado es protegerlas, para bien o para mal. Pero no siempre puede interferir.