IX
✠𝑃𝑎𝑟𝑎 𝐿𝑒𝑣𝑖. 𝑁𝑜 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜 𝑝𝑒𝑟𝑑𝑒𝑟 𝑚á𝑠 𝑟𝑒𝑐𝑢𝑒𝑟𝑑𝑜𝑠. 𝑇𝑒 𝑎𝑚𝑜✠
Astar despertó con dolores bastante agónicos para ella después del día que abrió los ojos y Levi y Hanji estaban allí. Nunca experimentó tal dolor ya que su regeneración antes de perder todas sus disciplinas, eran prácticamente momentáneas. Era el dolor humano. Se quitó la manta y vio su cuerpo cubierto de vendas y con magulladuras. Con muecas de bastante disgusto, se vistió el uniforme y se levantó de la cama. Un mareo le vino al momento, teniendo que volver a sentarse en el borde de la cama. Cogió aire y lo exhaló despacio. Se volvió a poner de pie y caminó despacio hacia la puerta.
Caminó por los pasillos en dirección a la oficina de Levi. En cuanto estuvo en la puerta, iba a tocar, pero escuchó voces desde dentro.
- Apartarla de todo no es la solución. Ella es muy insistente y se está esforzando mucho para poder acabar pronto con todo esto. - decía Hanji con cierta madurez. Astar se sintió ciertamente pequeña. Sabía que hablaban de ella.- ella sólo está frustrada y tú ni siquiera te dignas a darle ni cinco minutos para hablar con ella.
Levi suspiró. Odiaba cuando Hanji tenía razón, pero era así. Desde que asumió los galones de Comandante no vio a Astar ni compartió ni un solo minuto con ella.
Astar estaba tan ensimismada en la puerta que ni se enteró de la presencia de un chico a su lado. En cuanto lo vio pegó un salto y se chocó con la puerta.
- ¡EREN!.- dijo sorprendida, para llevarse las manos a la boca. "Mierda"
- ¡Pensé que me habías visto!.- dijo este disculpándose.
- Te voy a arrancar la cabeza mocoso.- dijo amenazante Astar, justo en el momento en el que la puerta se abrió.
Levi abrió los ojos al ver a Astar amenazando a Eren con cierta gracia. Su pelo estaba suelto y ligeramente despeinado.
- ¿Qué mierda haces aquí?.- fue lo primero que dijo.
- Vaya, yo también me alegro de verle Comandante.- dijo ella haciendo el saludo militar.
- Comandante Levi.- dijo Eren atrayendo su atención.- he acabado los reportes de hoy.
Levi los cogió con desgana y le mandó marcharse. Miró a Astar y la invitó a entrar.
- ¡¡Astar!! ¿Y tus heridas?. - preguntó Hanji poniéndose de pie y yendo hacia ella.
- Duelen, y mucho. Es horrible el dolor humano, no sé cómo mierda sobrevivís tantos años. - dijo Astar riéndose con cierta dificultad.
- Lárgate de aquí 4 ojos.- Levi le abrió la puerta, pero antes de abandonar la sala, Astar le habló.
- Hanji, si puedes, déjame tus avances en la investigación y los de los demás.
- Eh? ¿Y esas ganas de cooperar?.- ataque bajo. Hanji lo dijo sin mala intención, pero Astar se sintió ligeramente ofendida. Le contestó encogiéndose de hombros y salió de ahí cerrando la puerta.
Levi se apoyó en el escritorio mirando por la ventana. Era jodidamente difícil que ese cristal de hielo mostrará algún tipo de sentimiento desde su garganta y ella lo sabía.
Se giró para mirarla y le hizo un gesto para que ella se acercase a él. Finalmente cuando estuvo cerca, la agarró de la mano y pegó su cuerpo a su pecho, estrechándola en un abrazo. Se sentía jodidamente bien, cálido. Ella le correspondió al instante, con dificultad por sus magulladuras.
- Siento no dedicarte tiempo.- le dijo en un susurro. Astar sonrió. Sabía que era un logro que él dijera eso.- escuchaste la conversación con Hanji, ¿cierto?.
- Sólo la parte de apartarme.
- Escucha Astar...- ella le interrumpió con un beso en sus labios.
- Está bien, no importa. No estropees el momento, que ya bastante complicado es verte.
- Tenemos que hablar.
Ella suspiró y se separó un poco de él.
- Los cadetes están muy contentos contigo. Enhorabuena. Además, su desempeño aumentó considerablemente. - dijo echando algunas ojeadas a los últimos reportes. - sin embargo, Hanji me dijo que sigues actuando de forma individual en sus investigaciones. No te lo quiere decir porque te nota frustrada. No dejas ni que vean tus avances ni tú te paraste a ver los de ellos.
Las palabras de Abigor cayeron nuevamente sobre su mente. Se apoyó en el marco de la ventana mirando hacia la ciudad.
- Deja de cargar con todo. ¿No te podrás quitar nunca esa manía?.- Levi se paró detrás de ella mirando su pelo. Lo acarició despacio apartándolo hacia un lado. Ella sólo rio amargamente.
- Esto me consume. Literalmente. Estoy sintiendo muchísimas emociones que anteriormente no sentía y es abrumador.
Él besaba su cuello con lentitud, agarrándola de la cintura pegándola más a él.
- Levi...- susurró ella. Él se quedó quieto esperando alguna respuesta. – no me voy a volver a ir, no quiero irme de aquí.
Le dio la vuelta quedándose enfrentados. Aquellos ojos fríos mostraban un brillo increíble. Astar se perdía en ellos. Sus bocas estaban muy cerca, jugando el uno con el otro, sonriéndose mutuamente.
- No iba a permitir que te fueras otra vez. - y se fundieron en un beso bastante desesperado y cargado de deseo.
Los besos seguían. Astar sentía calor en todo su cuerpo. Su tez pálida tenía un ligero toque rosado que a Levi le fascinaba. La cargó hasta encima de su escritorio, colocándose entre las piernas de ella. Sus manos recorrían todo su cuerpo, desde sus labios, rozándolos lento, bajando por su mandíbula, su clavícula, dibujando el contorno de su pecho...
La puerta sonó en ese instante. Levi bufó.
- ¡Largo!.- dijo con la cabeza apoyada en el hombro de Astar.
- ¡Comandante tenemos la reunión de escuadrones!
Miró a Astar con enfado y ella se rio a carcajadas. Desde su llegada no la vio reír de esa manera. Se quedó prendado mirándola. Agarró su cara para ponerla frente a él nuevamente y puso su boca muy cerca de la suya.
- Te quiero.- le dijo.
Y a ella se le encogió el corazón.
- Pero esta noche te quiero en mi habitación.
- ¿Cuestiones logísticas Comandante?.- dijo ella abandonando la habitación. Él sonrió mirándola marchar.
Son peores que los conejos, os lo garantizo yo que soy la autora...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top