❈ 𝑃𝑎𝑟𝑎 𝑙𝑎 𝑒𝑠𝑡ú𝑝𝑖𝑑𝑎 𝑚𝑜𝑐𝑜𝑠𝑎 𝑐𝑜𝑛 𝑜𝑗𝑜𝑠 𝑏𝑙𝑎𝑛𝑐𝑜𝑠 𝑦 𝑣𝑒𝑟𝑑𝑒𝑠. 𝑃𝑎𝑟𝑎 𝑒𝑙𝑙𝑎 𝑦 𝑒𝑠𝑒 𝑏𝑎𝑠𝑡𝑎𝑟𝑑𝑜 𝑞𝑢𝑒 ℎ𝑎 𝑡𝑟𝑎í𝑑𝑜 ❈

- Quién eres?

- Solo tienes que saber que no soy tu enemigo.

Se volvió a tapar y desapareció. Todos se miraron, sin preocupación. Ya debían estar familiarizados con aquella persona. Astar se llevó las manos al pelo, algo agobiada. Suspiró.

- Mirad, me gustaría explicaros todo, pero ni yo misma sé qué es lo que está pasando. En todos estos años vagando nunca había habido una cruzada abierta entre seres de mi umbral, y esto para mí es algo extraordinario. Pertenezco a un clan, pero nunca me involucré, no quería ser parte de guerras internas. Yo no era más que una especie de mediadora entre vosotros, en vuestras guerras.

- Encontraremos una respuesta a todo esto, Astar. Lo importante es que estás aquí.- Pixis se puso en pie y la saludó cordialmente.

Poco a poco, sus antiguos compañeros, retomaron las charlas con ella, la volvieron a integrar. Ella aprovechó los momentos que tenía sola para ver cómo entrenaban los nuevos. Se apoyó en la pared y vio algunas parejas realizando movimientos poco precisos.

- Si bloqueas tus brazos con fuerza en el primer golpe, en el siguiente te podrás agachar sin problema, porque no vas a retroceder del impacto. En cuanto empieces a levantarte juntas el dedo pulgar y el anular y lo clavas en el punto entre el estómago y el esternón. - Astar sonrió conciliadora a los chicos. - venga, pruébalo.

El chico incluso vomitó del dolor que supuso aquello.

- Todos, panda de inútiles, ya podéis grabar ese movimiento en vuestra cabeza.

Levi siguió dando instrucciones pero Astar, desde atrás, hacía movimientos para que ellos la imitasen. Se sentía bien.

- Os veo muy entretenidos con ella detrás de mí, idiotas. ¿Os parecen más interesantes sus movimientos?.

- Ella... ella parece que sabe lo que hace señor.

"Ay dios, pobre recluta caído en acto de batalla". Levi se giró con una mirada envenenada hacia ella.

- Te he escuchado.

Ella sonrió burlona.

- No le castigues. Yo creo que lo mejor es un combate cuerpo a cuerpo, tu y yo, y el que gane, entrenará el físico de estos reclutas, ¿trato?

Los ojos de los chicos brillaron de emoción. Astar sabía que a Levi no le gustaba perder, aunque, por otro lado, sabía perfectamente que él la estuvo evitando de todas las formas posibles, pero esta vez, la provocación era pública.

Vio cómo se sacó la chaqueta y se posicionó en el lugar de entrenamiento.

El contacto visual era inquebrantable. Ella fue la primera en atacar. Se acercó a él y giró sobre sí misma con el codo apuntando a su pómulo, pero Levi agarró su brazo y le dio un golpe detrás de sus rodillas haciendo que ella cayera.

- Porque has vuelto, ¿Astar?

De rodillas y con aquella inesperada pregunta, bajó su cadera al suelo pudiendo maniobrar con sus piernas y así hacerle caer al suelo y poder zafarse de su agarre. Él se levantó rápido y se adelantó con innumerables golpes hacia ella, que paraba con sus antebrazos. Retrocedía poco. Se mantuvo firme.

- Respóndeme, maldita sea.- le dio una patada en el costado con bastante fuerza, pero ella aguantó de pie. Hizo fuerza hacia delante descruzando sus brazos y elevó su pierna, dándole una patada al frente en su estómago.

- ¡Porque tengo que proteger esto!- gritando y con furia, se abalanzó sobre él y ambos cayeron al suelo.

Realmente el combate aquel no tenía golpes estratégicos, se trataba de una pelea de egos encubierta en la frustración de ambos. Los cadetes empezaron a ver la escena con algo de preocupación.

Levi esquivaba con habilidad los golpes de ella y aprovechó para enganchar su cadera con sus piernas y tirarla de encima suya. Se puso de pie y le propinó una patada nuevamente en el costado, haciendo que ella retrocediese un metro. Tosió por el golpe.

- Aquí no tienes nada que proteger. Nos abandonaste. 

"Me abandonaste"

Astar se puso de rodillas para levantarse pero Levi le agarró del cuello y la lanzó al suelo otra vez.

- Te encomendé a ti el resto, no sabía que esto pasaría.

"Conmigo corrías peligro".

Astar agarró la muñeca que tenía sobre su cuello, y miró a Levi.

- No te puedo creer. Otra vez no.

Ella solamente asintió. 

"Me haces daño".

La soltó con desprecio.

- Puedes encargarte del entrenamiento de combate de ellos. Tengo mejores cosas de las que ocuparme.

-Levi...- en un sollozo apenas inaudible llamó al azabache que como era de esperar, siguió su camino sin echar la vista atrás.

La población había sido trasladada a la zona subterránea. Era deprimente ver que estaba todo completamente vacío. No había bullicio, niños riendo, era aterrador. Solamente se oían los pájaros y el sonido de la brisa.

- Más vale prevenir, que curar, ¿no?.- otra vez aquella voz.

- Acaso escuchas mi mente o qué viejo loco.

- Ya me avisaron de que eras muy ocurrente y de chiste fácil.

- Descúbrete.

El hombre se adelantó un poco. Era una persona de mediana estatura con una barba inmensa.

- ¿Quién eres, Melchor el Rey Mago?

- Mi nombre es Abigor, Astar, y estoy aquí para guiarte, pues eres la única capaz de detener todo. La última batalla contra tu ella. Todo apuntó al final, pero parece ser que alguien busca más. Los religiosos han encontrado unos pergaminos que contienen todo Astar.

- ¿Y porque no los coges y ya está?

- El poder de esos miserables es inmenso, ni yo fui capaz de dar con el lugar en el que los han escondido.

- Perfecto.

Astar se dio la vuelta y se dirigió a su cuarto. Abigor sonrió y desapareció.

Una vez se aseó y se vistió, caminó con la cara tapada hasta la puerta principal, pero una cuchilla le cortó el paso.

- Dónde crees que vas mocosa

- A recuperar una puta mierda milenaria. Deja de joderme. ¿Vienes para hacer de niñera como siempre, me vas a recluir o te vas a tus aposentos de marqués?

- Oye mocosa, voy a golpear a Astar como siga con esa lengua filosa.

-Ya está el señor lejía dando por saco...¿esa lengua filosa? Yo ya te hubiera dado una paliza gitana por idiota egocéntrico y orgulloso.

- Yo soy team garurumon9.

-Cállate 4 ojos nadie te invitó a esta charla mental con la autora.