I
✠𝑃𝑎𝑟𝑎 𝐿𝑒𝑣𝑖 𝐴𝑐𝑘𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛 𝑝𝑜𝑟 𝑒𝑛𝑠𝑒ñ𝑎𝑟𝑚𝑒 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠 𝑢𝑛 ℎ𝑜𝑔𝑎𝑟✠
Se estaba quedando sin fuerzas. Copa por copa, camino tras camino, fue lo más rápido que pudo. Su corazón palpitaba con furia, su corazón notaba una angustia extrema y amenazaba con salirse del pecho. "No tenía que haberme ido".
Muralla Rose
Un muro menos. Él pensó que todo estaría calmado al fin. Estuvieron un largo tiempo sin guerras, sin cruzadas, expandiéndose y sobre todo, innovando.
Pero no. Habían arrasado la muralla Rose. "Parecemos humanos en un zoológico".
Con las últimas filas sobrevivientes de la Legión de Reconocimiento y con Erwin a la cabeza, lanzaron un ataque desesperado. Titanes.
- ¡Seremos el último aliento! ¡Entregad vuestros corazones!
Con este grito, Erwin emprendió una misión suicida hacia el propio centro de la horda de titanes.
"Irás por el flanco Levi mientras nosotros los distraemos. Lanza una bengala cuando lo localices y Hanji irá en tu ayuda con los demás. Acabad con el que esté controlando este maldito infierno".
En otra ubicación...
Estaba exhausta, pero pudo vislumbrar al fin una humareda incesante. "No". En ese momento, una bengala negra la sacó de su trance y se le erizó la piel. Notó una presencia bastante perturbadora, pero no lo suficiente como para poder con ella. Se ocultó, acercándose para ver quién era y qué hacía.
Sacó su nueva cuchilla, dispuesta a dar el salto y atacar, pero se le adelantaron.
Escuadrón de Levi...
Levi rebanó nucas incluso yendo por el flanco. En cuanto se posó en el primer árbol, cogió aire y continuó de forma sosegada. Su corazón latía con fuerza, sentía algo familiar cerca. No tuvo que caminar mucho, ya que a escasos 50 metros del lugar en el que se había posado, había un hombre en el suelo, de pie, dando órdenes, o eso parecía, en pequeños murmullos. De vez en cuando maldecía por lo bajo. Levi se alejó para dar el aviso y se ocultó para esperar la llegada de Hanji.
Esperó como mucho 10 minutos.
- Tardaste 4 ojos. - ella sonrió por lo bajo.
- Escuchadme bien los demás. -lanzó una mirada a Mikasa, Eren, Jean y Sasha.
- No sabemos qué clase de ser es, si es corriente, si tiene poder o si incluso...
La explicación fue detenida por los repentinos gritos familiares de cierto rubio. Corría con la respiración muy errática y con la cuchilla al frente. "Pero qué coño hace?"
- ¡No! Armin qué haces?! ¡Sal de ahí!
El hombre salió del trance y sonrió. " Visita"
- ¡Ha muerto! ¡El Comandante Erwin ha caído!
Levi desenfundó las cuchillas y se abalanzó al ver que el hombre alzaba las manos.
Astar...
"Venga ya, mira que es petardo". En cuanto vio al hombre levantar las manos y sonreír, no dudó en saltar hacia él con las cuchillas alzadas. Sabía perfectamente que ninguno de los que estaba ahí podía matar a esa clase de seres. Sabía que tenía que haber ido antes. Toda esa destrucción era culpa suya, por irse.
Las cuchillas de ella se clavaron en la espalda de aquel hombre, una a la altura del corazón y otra a la altura de sus pulmones. Se quedó estática detrás y vio los filos dos cuchillas, una sobresaliendo por la nuca y la otra por encima de su cuchilla en la parte del corazón.
Notó cómo la cabeza le dio un vuelco. Su corazón sintió con mucha más fuerza una enorme mezcla de sentimientos.
Se miraron unos segundos. Todo permaneció en absoluto silencio mientras ella transfería una leve carga desde su cuerpo a sus cuchillas. El hombre se evaporaba.
Todo seguía sumido en el silencio. El simple hecho de verla, desbloqueaba los recuerdos de los demás.
Los titanes que quedaban empezaron a caer, como hacía años, cuando ella estaba. Mikasa estaba nerviosa, conteniendo la respiración y apretando los puños. Dio un paso adelante.
- Esto, esto es todo culpa tuya. El Capitán Levi debió dejarte morir o haberte rebano el cuello. No eres más que un monstruo más.
- Entiendo tu frustración, pero no es conmigo con quien lo debes pagar. Hace demasiado tiempo que escogí el camino de la humanidad y nunca he cambiado ni cambiaré mi parecer.
Le dio la espalda.
- Y guarda la cuchilla Mikasa, que, si quiero, te podría matar con un soplido. Deja de jugar a las heroínas.
Esta vez no se vistió con el uniforme, iba con su propio uniforme. Se mantuvo recelosa incluso en aquel contundente funeral del Comandante Erwin. Vagaba de un lado al otro y se mantenía totalmente al margen de cualquier contacto.
- Era inevitable su vuelta, camaradas. Los titanes han vuelto. Los religiosos ya informaron de todo esto. No es coincidencia, está escrito en sus pergaminos.
Levi respiró hondo.
- ¿Qué pergaminos, Comandante Pixis? Esto se tuvo que acabar aquella maldita vez.
Dio un golpe bastante fuerte en la mesa.
- ¿Porque mierda no paran de ocultar cosas?
Hanji observaba desde su postura.
- No creo que ella supiera nada de eso. Es más, me atrevo a decir que ella no sabe qué pasa. Supuestamente emprendió el camino para alcanzar su estado de clímax.
- ¿Pero cómo es posible que no sepa nada? ¡Es un maldito vampiro antideluviano! ¡Es la más poderosa de su jodida especie!
Se levantó con furia y salió de la sala. No, no era propio de él perder los papeles, pero cuando las cosas parecían normales se vuelve a desmoronar con cosas sin sentido.
En alguna parte del cuartel.
Llamó a la puerta. Abrieron y le hicieron despojarse de sus armas y su capa.
- Toma asiento Astar, por favor.
La mirada compasiva de Hanji cayó sobre ella y Astar le sonrió de vuelta.
- ¿No has alcanzado la Golconda?
- Veo que está informado. ¿Han sido los religiosos? - Pixis asintió.
- ¿Sabe cómo se llega a ese estado, Comandante?
Silencio. La puerta se abrió. Levi entró y se quedó de pie en el marco de la misma.
- Es algo entre efímero e incluso utópico. Muchos clanes no creen que se pueda llegar a este estado. He conservado a la humanidad, no solo con estos muros, los he conservado durante milenios Comandante, dominé por completo a mi bestia, a Némesis, y sobre todo, no me alimento de sangre. Además no me he involucrado en combates entre clanes, mi único propósito habéis sido vosotros, los humanos.
- ¿Qué hay de tu poder, Astarté?.- aquella voz carrasposa le pilló sorprendida. No notó su presencia.- estás más débil que antes, verdad?.- notó que sonreía por debajo. Qué curioso, las escrituras ponen que un antideluviano consiguió alcanzar la Golconda, pero se le perdió la pista. Sabes que el camino a la mortalidad es una segunda vía, ¿pequeña? Veo que tienes los puntos a tu favor. Quizás no hayas sido consciente del tránsito.
Estoy aquí bitchessss para dejar aclaraciones jijijuuuuuuuuuuu.
Levi me está mirando raro. Ok perdona chico, menuda cara de zapatilla tienes...
-Mocosa de mierda...
-Mido igual que tú, pringado.
Ok. Se ha ido enfadado. Hasta luego maricarmen...en fin, a lo que venía...
Voy a aclarar ciertas palabras y cosas.
Golconda es efectivamente algo así, fácil de explicar, como el estado de máximo apogeo de un vampiro(dentro del rol) es casi imposible de conseguir y es un estado que les libera de vagar por la eternidad.
Levi y Astar tienen una relación diferente a cualquier tipo de amor, ellos pueden comunicarse telepáticamente en situaciones de máxima tensión.
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