14: Backseat Serenade.
Salado como un día de verano.
- Pues quería que charlaramos, ¿Te parece si salimos un segundo?
Había dos opciones muy claras, podía negarse y recostarse a seguir fantaseando con el pasado, recordando sucesos dolorosos que le impediría dormir en paz, o salir por el frente de su casa y tener una charla que 90/10 podía terminar en una discusión campal que podría arruinar la pequeña amistad que les permitía verse algunas horas al día que alimentaba su imaginación.
No le contestó verbalmente pero optó por ponerse sus zapatillas y un abrigo haciéndose camino al exterior, sentándose en la escalinata de la entrada. Kuroo no tardó mucho en sentarse a su lado, manteniendo el silencio unos minutos.
- ¿Hablarás o es un plan para que me resfríe?
- No he conocido a nadie Kenma, era para que Bokuto dejase de preocuparse por mi. No planeaba que estuvieras ahí.
- ¿No te suena como una excusa de adolescente en celo? - le reprochó tajante. - A veces puedes ser muy patético Kuroo.
- Y tu demasiado salado.
- ¿Era sólo eso? No encuentro el porque deberías aclararme algo a mí, no somos nada.
- ¿Vez? Como verano en la playa. - Se rió entre palabras. - Me dices lo mismo que hace 5 años y sigues sin entenderlo.
¿Hace cinco años? Estaba intentando encontrar el sus recuerdos cuando había dicho algo por el estilo y... El campamento de concentración. Pero, ¿Qué era la que no entendía?
- El que no entiende las cosas aquí eres tú, no somos más nada y no necesito explicaciones de porque le mentiste a Bokuto.
- ¿No te das cuenta? Nunca no fuimos nada Kenma, desde el día que cruzaste la puerta de la tienda hasta el día que te despediste, no importa cuántos años pasarán siempre lo fuiste todo.
- ¿Qué mierda dices?
- No importa con quién esté, siempre pensaré en ti, y a dónde vaya te recuerdo, no importa que haga desde el día que te conocí te convertiste en mi vida entera, no puedo aceptar que digas que no somos nada, sea destinados, novios o amigos, no quiero seguir por la vida pensando que tú no estás en ella.
No sabía que contestar, hace una semana estaba listo para escuchar una explicación y desde ahí ver hacia donde partía todo pero no estaba preparado de ninguna manera para recibir una confesión de ese calibre, el no había tenido la oportunidad de acomodar sus pensamientos en ningún sentido y tampoco quería dar una respuesta que no fuera cierta, estaba harto de las mentiras y esconder sus emociones.
- Kuroo yo... - las palabras que pensaba decir se borraban muy rápido y las lagrimas comenzaban a asomar.
El pelinegro notaba lo dificultoso que se le estaba haciendo al menor hablar y comenzó a idear alguna forma de calmarlo, sabía que tocarlo no sería buena idea sin saber que era la respuesta que quería dar.
- Espera aquí un segundo. - se metió unos segundos a la casa donde Kenma hizo su mejor esfuerzo en recomponerse, viendo como salía con el felino en manos. - Te daré la espalda ¿si?, tómalo.
Le costó entender lo que proponía, pero con su espalda reposada en la del mayor, su respiración normalizada y el gato negro entre sus manos un recuerdo de una agria despedida arrebatandose en su memoria pudo comprender.
- Sabes KuroNeko, esto ya no duele demasiado, cada día te perdono un poco más, pero duele. Así que solo quería decirte que te mentí, somos demasiado para mí dificultad en aprender del amor. - No entendía bien de dónde salían las palabras, pero ya no podía parar. - Aún te amo, y te has convertido en un gran gato, espero yo sea alguien de quién estés orgulloso, aunque yo no lo esté mucho. No sé que quiero contigo, aún tengo miedo, podríamos ser amigos, lo único que tengo es claro es que no quiero que Kuro deje de verte, realmente te extrañaba, anoche fue la primera vez en años que no durmió a mi lado.
Todo quedó en silencio, como si sus respiraciones y el ronroneo pararan por un segundo y el ambiente fuese ahogado por el ruido de los grillos y los autos en la lejana autopista, Kenma no sabía que más decir, sentía que tampoco era necesario, no era el momento de pedir dolorosas explicaciones ni intentaré resolver si situación sin discutirlo con la almohada.
Mientras que Kuroo hacía lo mejor por no parecer una adolescente conociendo a su ídolo y comenzar a llorar a los gritos, la pequeña luz de esperanza iluminando toda su mente y mostrándole un viejo juego de mesa en el que se había rendido, pero de la nada le encontraba forma a algunas fichas.
- Bokuto-san has silencio, creo que se están besando.
Se escuchó a través de la puerta la voz apausada de Akaashi murmurando, y en menos de un segundo el pelinegro y el rubio intercambiaron miradas como si nada hubiese ocurrido y abrieron, dejando que la pareja cayera de rostro al suelo.
- Nosotros... Yo vine por el chupete de Hika a la sala y...
- ¡Y yo debía preparar los biberones! Juro que no hemos escuchado nada solamente estábamos besándonos junto a la puerta y nos era imposible escuchar la confesión de Kenma ya que Akaashi estaba haciéndome un...
- Ya Bokuto-san. - dijo su novio frenandolo por el hombro, sabía que este no era bueno mintiendo y quedarían en vergüenza. - aceptemos que nos descubrieron.
- ¿Tienes cerveza? - preguntó Kuroo viendo al rubio, no sabía si debía marcharse, asesinar a su mejor amigo o simplemente romper la tensión, y eligió la tercera.
- Y una botella de vino, vamos dentro antes que alguno se enferme.
Y como si nada hubiese pasado en los últimos años, los cuatro estaban en el sofá, Bokuto y Akaashi abrazados eligiendo la película con latas de cerveza en sus manos y Kuroo y Kenma uno al lado del otro sin tocarse más que las rodillas con copas de vino a la espera. Dos estaban demasiado avergonzados de su intromisión y los otros de la verborragía romántica que habían librado. Decidiendo en un pacto no dicho que harían una noche de olvido y volverían a su vieja costumbre de ver películas tristes viendo quien era el primero en soltar una lágrima, y como siempre perdía Bokuto. En las tres películas. En los primeros diez minutos ya que eso era lo que le tomaba recordar lo triste que era.
- Bueno, ahora sí, iremos a descansar. - dijo Akaashi codeando Bokuto.
- Prometemos no volver a espiarlos. Estamos muy arrepentidos. - dió una reverencia junto a su novio. Para luego susurrarle. - ¿Así está bien?
- Lo está bro, descansen, mañana los llevaré al parque, ¿Si? Vendré para el almuerzo.
Todos se despidieron, dejando en la sala la situación que ninguno de los dos quería atravesar, Kuroo pensaba marcharse antes que sus amigos pero se dejó ganar por la comodidad de tener a su lado a Kenma, quien pensaba excusarse por el sueño antes que sus amigos.
- Entonces yo... Me iré yendo. Descansa Ken. - dijo amagando a la puerta, pero una mano lo frenó.
- Has bebido más de tres copas, no puedo permitir que conduzcas, puedes tomar el cuarto libre, hay algunas cajas pero servirá mejor que el sofá.
- No quiero importunar, está bien.
- Insisto, no veo porque no puedo invitar a un amigo a pasar la noche en mi casa.
Los ojos de Kuroo brillaron con esperanza, amigo, le bastaba y de sobra, con un simple movimiento de cabeza dió la positiva y Kenma en unos minutos le entrego las ropa de cama necesaria para que pasara la noche, despidiéndose de puerta a puerta con un saludo verbal.
Claro esta que poco durmieron, la cercanía que compartían permitía que cada uno en su pecho albergará sentimientos ajenos de duda y uno que otro de amor haciéndoles pensar toda la madrugada si había sido correcto lo que habían dicho, y lo que se proponían realizar.
Kuroo era el más feliz de los dos, sabía muy bien que mientras no volviera a permitir que sus celos sobrellevaran la situación y aceptará los términos que pautara el joven no volvería a perderlo de su lado.
Mientras que Kenma no paraba de recordar todos sus miedos de todo lo que podía llegar a ocurrir dejándolo entrar a su vida, claro está que anhelaba la idea de poder volver a llenar el hueco de amargura y tristeza que se había formado desde que el pelinegro se había equivocado.
Stream familiar.
El domingo paso sin impedimentos, el día en el parque se prolongó más de lo esperado ya que habían tomado todas las tarde los cuatro para interactuar con los pequeños bebés en prácticas de caminar, y como si fuera poco Kenma lo había disfrutado, hasta había subido a su perfíl profesional una foto con ambos pequeños sacada por Akaashi donde ponía "Se podría decir que soy ¿Tío?" Haciendo que los medios del ámbito explotarán con la noticia de que al menos se alguna forma Kodzuken tenía familia de por sí.
Lo que no había notado, ya que solo subió la foto con la idea de mostrar que sus vacaciones iban bien a su público y no reviso los mensajes que llegaban, fue al llegar a su casa ya con la espera de que Bokuto y Akaashi quisieran pasar tiempo con Kuroo para el poder escabullirse a jugar, era que su manager lo esperaba en la escalinata con una un tanto consternada.
- ¿Richi, qué ocurré? - preguntó cerrando el auto, Kuroo había bajado junto a él y la pareja había hecho una parada unas cuadras antes ya que necesitaban pañales.
- ¿Cómo que qué ocurré? Las redes están que revientan porque te han visto con él. - su dedo apuntando a Kuroo y su voz demostraban la molestia de esto, Richard sabía lo ocurrido entre ambos. - Luego de que subieras la foto algunos fans de la zona subieron otras donde se ven a los cuatro comiendo y con los niños, no paran de surgir teorías de que han vuelto.
Desde el fondo Kuroo admiraba toda la situación extrañado, no había imaginado que el salir los cuatro un día sin taparse como agentes secretos desencadenará todo esto, él sabía que los fans de Kenma lo conocían, el había estado en la mayoría de videos y vivos de sus inicios, la gente sabía que eran pareja y luego de su separación algunos fanáticos empedernidos lo habían increpado en la calle por lastimar a su querido Kodzuken, se imaginaba que con el tiempo su presencia se hubiese erradicado de sus memorias pero al parecer no.
Mientras que Kenma no reaccionó a otra cosa que abrir su teléfono y con una simple vista a sus notificaciones notó el desastre que había hecho. Una tras otra, sin importar la red social eran la misma preguntas, algunas con emoción y otras repudió, de si había vuelto a su relación amorosa con Kuroo, hasta habían stalkeado las cuentas privadas de este publicando en las cuentas fandom de que trabajabas hoy en día y que tal vez la relación venía de antes ya que el pelinegro estaba relacionado con Bokuto, quien todos sabían que era pareja de su amigo que de vez en vez y la vergüenza no le ganaba aparecía en sus videos.
Maldita ansiedad.
- Yo... Richi... Haré un vivo y explicaré que eh... Somos amigos y nuestros amigos de visita, ya sabes.
- ¿Tú crees que se la tragaran? Comenzarán las teorías y puede llegar a poner en riesgo tus sponsors y contratos, sabes lo inestable que es el negocio para un omega emparejado.
- Lo sé pero yo... Lo resolveré si, solo, dame esta noche, mañana tengo el casamiento que te he dicho.
- Sabes bien que ahí también se filtraran fotografías, ¿Este irá?
- Lo haré, y me llamó Ku-ro, por si no sabías. - tomó lugar en la conversación el mayor, ya le estaba molestando como se dirigía a el. - Y tranquilo, somos ex compañeros de escuela, no meteré en problemas a Ken.
- No te metas Kuroo, yo lo resolveré. - gruñó Kenma mientras veía llegar el segundo auto. - Ve dentro con Akaashi y Bokuto. Entraré en cinco minutos.
Algo dentro suyo seguía gritándole que debía defenderse, como así también quedarse al lado de Kenma y protejerlo de cualquier problema que él pudo haber generado, pero la actitud segura del rubio le permitió irse sin tanto acto, ayudando a bajar las bolsas de las compras con Yuki en uno de sus brazos.
No le tomó más que una explicación de dos segundos y esperar a que Kenma entrará por la puerta gruñendo para que Akaashi y Bokuto entendieran porque la presencia de una quinta persona en la entrada a la residencia.
Nadie se animaba a decir una palabra, Kenma estaba con dos celulares al mismo tiempo haciendo quien sabe quien con el ceño demasiado serio.
- Kuroo, trae mi computadora a la sala, también la cámara que esta sobre el trípode y mi hoodie de la silla. Ahora.
El pelinegro desapareció regalando una última mirada de duda a sus dos amigos a la orden del rubio, si se tardaba cuando su última palabra fue "ahora", sería hombre muerto.
- Necesito que aparezcan en un vivo, y si no le parece mal con Yuki y Hika, así también ya cuento que soy padrino. - soltó relajando la postura frente a ellos. - Si no quieren lo entiendo pero...
- Lo haremos. - contestó de inmediato Keiji. - Danos una hora para que deacansen, ¿Te parece? Bokuto-san llevalos al cuarto.
El peligris, que sabía que no debía hablar mucho cuando Kenma estaba con la postura de odio-a-todo-el-mundo, tomó a ambos niños en brazos sin dificultad alguna y se dicho a encerrarse con los mismos a la espera de unos buenos 60 minutos de siesta.
- ¿Qué debemos decir? Sabes que debo explicarle a Bokuto para que no meta la pata.
- No lo sé, Richi me dió dos opciones y no es fácil tomar esa decisión.
- ¿Cuáles son Ken?
- Puedo decir la verdad, lo que desatará teorías y mala imagen por la confusión como también un dolor en el trasero de que se me pegué la prensa al culo o... Confirmar la relación, tener la mala imagen un tiempo pero me ahorraría la confusión molesta y un poco de persecusión. Pero...
- Estoy dentro, para lo que decidas. - La tercera voz asustó a los dos jovenes, haciendoles notar que la computadora ya se encontraba de centro de mesa en la ratona y Kuroo los observaba por la espalda. - Pero debo saber que decir a mi trabajo antes del vivo, esto me compromete a mi también.
No lo había pensado ni durante un minuto, el mayor también trabajaba en un ámbito público y todo esto le estaba repercutiendo, no se había percatado que su teléfono, cual seguía sobre la isla, no había parado de vibrar durante los cinco minutos dentro del hogar.
- ¿Que te es menos conflicto?
- Les da lo mismo si tengo pareja o no, lo que les interesa es que el voley debe dar una imagen familiar y no les gusta tener empleados que andan con rumores de cama en cama o encontrarse en el foco público por estas cuestiones. Si lo negamos o aceptamos me respaldarán, no puedo dejarlos sin respuesta.
- Entonces... ¿Qué haremos?
- Lo decides tú Kenma, no puedo decidir cuando y cómo volvemos a estar juntos, aunque sea una mentira, tu serás el que tendrá que aguantarme en público.
- Tiene razón Ken... Debes decidirlo tú mismo.
La charla siguió hasta resolverlo, Tersurō desapareció al patio interno teniendo que contestar las llamadas de su jefe y dar una explicación a las noticias de último momento que estaban surgiendo, Keiji tuvo que preparan dos biberones y un chocolate caliente para poder explicar paso a paso que decir a su confundido novio y Kenma preparó todo el set up con las manos temblorosas y sin terminar de confíar en lo que diría. No importa cuanto lo repitiera en su mente.
La hora llegó y Akaashi, con su perfecta camisa azul, decidió vestir a los niños con diminutas sudaderas con el nombre "artístico" de su amigo, Bokuto como hombre orgulloso se colocó una camiseta de los BJ, Kenma se colocó su distintivo hoodie y Kuroo pidió prestado uno totalmente negro, ya que no aparentaría bien ante las cámaras aparecer con una vieja remera de entrenamiento del Nekoma, ya sería demasiada atención dirigida a ambos.
Se dieron todos una última vista y Kenma activó todo, público los avisos simultáneamente en sus redes y probó el micrófono, dando la cuenta regresiva.
Tres,
dos,
uno.
- Estamos al aire un día más en los vivos de chat de Kodzuken. - habló monótono como siempre, el contador pasó de 0 a 10000 en segundos, sin parar de subir. - Y hoy nos acompañan una vez más Bokuto y Akaashi,
La pareja se encontraba sentada a la izquierda del sofá con ambos niños en brazos.
- ¡Hey, hey, hey! Buenas tardes a todos. - Rió Bokuto, el amaba aparecer en cámara, era irresistible.
- Buenas. - Murmuró Keiji, como siempre, ganándose en amor de las visitas.
- Y como invitados especiales, primero los presentaré a ellos dos. - Bokuto pasó a Hika a los brazos del rubio, quien la recibió juntandola a su pecho. - Aquí esta la pequeña Hika. - La niña pasó rápidamente a los brazos de Kuroo, y Kenma recibió al niño. - Y el es Yuki, y yo seré su padrino, así que más vale que sus primeras palabras sean Kodzuken.
Los comentarios que ya llovían comenzaron a diluviar, aclamando por los dos pequeños entre muchos otros cumplidos, también haciendo preguntas a los 4 presentes frente a las cámaras.
- Y por último un viejo invitado que vuelve a mi pantalla, así que tranquilos que al final de la transmisión aclararemos todas las dudas que comentan, Kuroo.
El pelinegro se inclinó en el lugar con la pequeña en brazos, quien rapidamente tomó con sus manitas el mechón de flequillo que se soltaba de la coleta de Kenma, ganando una pequeña pelea frente a cámaras de si había sido a proposito o no.
La próxima hora se dicharon a los cuatro hablar de los niños, más que nada sus dos padres que ya tenían preparado el monólogo de la primer entrevista que tuvieron junto a ellos, mientras que Kuroo agregaba comentarios de típico tío orgulloso y Kenma más amargados, que terminaban teñidos de chiste por el humor que corría entre sus seguidores.
Las preguntas era variadas, el porqué de sus vacaciones, que se sentía ser tío, que competencias asistiría a futuro, si haría colaboraciones con artistas en específico, recomendación de equipos, y muchas más, pero la única que era preguntada casi cinco veces por segundo era la misma, y ya no podían evitarla, la situación era imposible prolongar.
- Y para ir cerrando les traeremos un poco de paz, - habló Kuroo con la misma soltura y costumbre que años atras. - ¿No Ken-chan?
- La verdad que si, y más que nada es para pedirles un gran favor, saben que no lo hago muy seguido pero... Esta vez me tomaré el atrevimiento. - De un momento a otro el chat explotó de corazones y exclamaciones de las "fanáticas" en su mayoría de la pareja. - Como todos imaginaron, estamos juntos de nuevo.
Debía seguir hablando pero las palabras le supieron algo amargas, y más todavía la mano que se apoyo en su hombro izquierdo atravesando su espalda, lo que rápidamente hizo que su costado chocara con unas costillas.
- Y... Nada, luego de mis vacaciones haremos un especial juntos, solo si me prometen respetar nuestro espacio esta última semana.
Los fans no tardaron de dar la positiva, como también los teléfonos explotar de notificaciones, tanto amigos que se encontraban visualizando el video en tiempo real como sus propias reses sociales de mensajes de apoyo y repudió. Kenma se quedó unos momentos perdido en el propio hasta que una mano en su rodilla lo hizo mirar al frente totalmente sonrojado.
-Así es como nos despedimos por ahora, recuerden, en siete días podrán verme en la colaboración especial con el nuevo jugador de los Black Jackals, Hinata Shōyo para el sorteo de pases de temporada, ¡Hasta la próxima!
La cámara de apagó y por arte de magia el llanto de Yuki rompió en ese instante, generando que Akaashi saliera directo a por un pañal nuevo, y que Bokuto controlara a la niña para que no copiara la acción de su pequeño hermano, haciendo desaparecer a la pequeña familia de la sala, dejando a un aturdido Kenma mirando al suelo aún con dos manos ajenas sobre su cuerpo.
- Yo me iré, ¿Si? Mañana pasaré por ti cuando me digas.
Las manos que no quería de perder el tacto se separaron, haciendo que reaccionará mirando al frente e intentando pensar que le había dicho minutos atrás.
- ¿No crees que podrías quedarte?
- Supongo que si, pero debo ir por mis cosas para mañana. - Kuroo lo miro extrañado, Kenma tenía su vista clavada en él de una manera casi pedante.
- Quédate a hacer la cena, quédate a dormir. Yo te acompaño por todo.
Aunque quisiera, no podía negarse, no importa cuanto tiempo pasará sabía que cuando Kenma no se sentía bien y se ponía caprichoso le era imposible decirle que no. Y aunque antes le diera una razón para sus actitudes asi no le molestaba cumplir lo pedido ahora sin saber de donde provenía.
Luego de que Kuroo se tomará el tiempo de hablar con Bokuto y explicarle que saldrían a comprar para la cena, recibió un pedido de compras de los mismos y volvió a la sala, donde Kenma seguía en el sofá a su espera.
- Toma, así no nos molestan. - le extendió una gorra negra y un tapabocas igual. - Espero que no te moleste tener que esconderte.
- ¿No recuerdas tu primer año? Era lo más divertido tener que disfrazarnos para salir.
- Salir a la calle disfrazado de Drácula en pleno julio no era un buen escondite, idiota. Te descubrieron a los minutos, y tuvimos que correr durante seis cuadras.
- ¿Tú correr? Que yo recuerde te cargué en mis espaldas hasta los dormitorios, más de una vez. - rapidamente una pequeña mano lo empujó del hombro.
- Callate idiota. - Y como si fuera poco recibir el contacto, una risa escapó de los labios de Kenma, haciendole notar a Kuroo que tal vez todo esto no sería tan malo al fin de cuentas.
En menos de una hora pasaron por un mercado donde compraron lo necesario para la cena y algun almuerzo rápido antes del viaje, algunas botanas para el mismo y los objetos de cuidado de bebés para sus amigos, para luego pasar por el departamento de Kuroo para armar un pequeño bolso con el traje y ropa deportiva, como también una muda de su ropa casual para el tiempo restante.
¿No estas harto de dormir solo?
La cena pasó y por suerte no fue tan incómoda como Keiji esperaba, agradecía que el hombre a su lado se dispuso a lo largo de esta evitar los temas sensibles al menos hasta la sobremesa y no paró de hablar de sus hijos y lo divertido que había sido la tarde en el parque como también todos los bonitos comentarios que recibía en sus redes sociales gracias a ellos.
Y como un as de luz, el menor con los dos niños en brazos y los platos ya limpios se despidió de sus amigos obligando a su novio a seguirlo al cuarto, dejando al pendiente en la sala la conversación tan importante que prefería no presenciar.
- Debo preparar mi equipaje, puedes usar el mismo cuarto que ayer.
- ¿Puedo hacerte compañía? Aún no quiero dormir. - Mejor dicho, no puedo. Pensó.
Con un movimiento de cabeza dió el positivo y ambos desaparecieron de la sala por la puerta, ya en la pieza Kenma sacó una valija pequeña y abrió de par en par las puertas del clóset, comenzando a sacar las perchas cubiertas donde de seguro se encontraban sus trajes de vestir.
- ¿Debería usar el negro o el gris? - dijo levantando ambos sin sus cubiertas, ganando la atención de Kuroo, quien se encontraba sobre la cama con el gato entre sus manos.
- Cualquiera de los dos te quedaría perfecto.
- Ugh. Llevaré el negro. - guardo lo sobrante dentro y comenzó a sacar más perchas. - Ni te preguntaré por las camisas.
- La roja, siempre te ha quedado bien y podremos combinar, sería temático.
- ¿Por qué lo dices?
- Porque también he traído mi camisa roja, y Tora es nuestro compañero del Nekoma, era nuestro color.
- Vale, sólo para que parezca que lo escogimos juntos.
Se dió vuelta y comenzó a sacar más cosas, un conjunto deportivo, dos mudas de ropa, los cargadores necesarios para consolas, teléfono y cámara, ya que pensaba armar algún especial del casamiento luego de sus vacaciones, y lo más importante de todo, los medicamentos necesarios para atravesar el calvario público.
Mientras tanto, observando como la ropa caía frente a él, decidió doblarla y guardarla de forma más ordenada dentro de la valija, mientras sus pensamientos seguían analizando lo dicho.
- ¿Debemos aparentar frente a los chicos?
- No es por ellos, pienso decirle la verdad a Lev y Shōyo, podemos decirle a todos, pero mucha gente irá y por más de seguro algo se filtrara. Por la noche puedes hacer lo que tu quieras, solo no quiero que los medios hablen de como soy un sufrido.
- Ya te he dicho la noche anterior cómo te veo.
- Eso no cambia de que quieras estar con otras personas, ya lo has hecho.
- Pero en esos momentos pensaba que yo no te interesaba, de ahora en adelante te esperaré.
- Como tu quieras, pero...
- Claro que habrá reglas, ya te conozco Ken-chan, ¿Qué te piensas?
- Idiota.
- No tomaré tu mano excepto para las fotos, igual con abrazos, no alardeare y no te besaré... ¿Qué más? Ya las tenía por seguro a todas estas cosas.
- No puedes beber. - Sentenció ganándose una mirada de rechazó del mayor. - Al menos no en cantidad.
- Tengo 24 años, ya puedo controlar mi actitud borracho, no te haré pasar vergüenza. - Aclaró, no esperaba que Kenma optará por tal condición.
- Es por mi... No me gusta estar cerca tuyo así, aún...
- Aún te asusta, lo entiendo. No beberé más de lo necesario, ¿Algo más?
Negó con la cabeza aún dandole la espalda, terminando de meter el último par de medias en la valija para luego cerrarla y dejarla a un lado de la cama.
- Yo iré a dormirme, ¿Necesitas algo? - Kuroo ya se había adelantado a la puerta.
- Un té.
Sin decir palabra alguna marchó a la cocina dónde comenzó a prepararlo, sorprendido de que el único que había edemas de té negro, fuese de valeriana, mientras que Kenma se ponía un pijama y se acomodaba entre sus sabanas, prendiendo la televisión en el capítulo que la noche anterior había dejado a mitad. Pero poca atención le prestó los minutos que pasaron, ya que su cabeza tenía toda la atención en el aroma que se encontraba ahora en su almohada y mantas, haciéndolo consternar.
No importa cuanto intentará hacer como si nada, que eran amigos que se hacían un favor para evitar mala prensa y problemas en el trabajo, la situación lo sobrepasaba, no había pasado ni un día donde volcó sus confusos sentimientos, dando paso a un acercamiento del mayor, derrumbando un poco los muros que había levantado a la espera de que su corazón no volviera a romperse, pero aquí estaba, con las lágrimas a punto de salir y la nariz hundida en la almohada imaginando como todo esta extraña situación podía devolverle su vida adolescente romántica. El calor al costado de su cama, el desayuno sin esfuerzo alguno, las caricias reconfortantes y una compañía demasiado anhelada, que ya no tuviera miedo cuando la ansiedad aparecía y que dormir de noche no fuese imposible sin medicamentos que llenarán el vacío.
- Aquí es... ¿Kenma que ocurré? - Kuroo dejó rápidamente el té en la mesa de luz y se sentó a su lado, apoyando su palma en la espalda del menor.
- ¿No estás harto de dormir solo Tersurō? - descubrió su cabeza, mirándolo serio, pero no enojado, Kuroo sabía que ese era su rostro de cuando estaba reprimiendo algo.
- Desde la primer noche que supe que no volverías. ¿Y tú?
- Quédate a dormir aquí, por favor.
Y no le tomó ni un segundo desprender su calzado de entre casa de sus pies para meterse entre las sábanas y estirar su brazo al lado contrario, Kenma se hundió en su pecho sollozando los sentimientos reprimidos y el como si nada ocurriera, como si fuese un día mas de 2014 dónde el joven iba a su primer departamento, lo abrazó con fuerza, acariciando su cabello hasta que logrará conectar el sueño, permitiéndole hacer lo mismo a él.
Había sido una de las primeras noches en años que Kuroo podía dormir más de cinco horas sin levantarse con pesadillas que sabía muy bien eran ajenas, como también Kenma olvidándose de su medicación, del té y de la puerta que permaneció abierta durante toda la noche, dejando que los amigos de ambos armaran una silenciosa fiesta.
Fue el suertudo de Bokuto a quién a las cuatro de la mañana le tocó ir a por dos biberones a la cocina, pero volvió al cuarto dando saltos y despertando a su pareja para comenzar a hablarle en susurros pero como si estuviese gritando.
- ¡Akaashi, no creerás lo que vi!
- Bokuto-san, déjeme dormir. - lo apartó como pudo de encima suyo. - Por favor.
- Debes venir a ver esto o mejor, ¡Sacaré una foto!
Volvió a desaparecer por unos segundos, volviendo con la pantalla de su teléfono en dirección a los ojos azules que husmeaban por sobre las mantas, que apenas vieron la foto se paró sin miramientos y en el mayor silencio se dirigió al cuarto principal, siendo rápidamente rodeado por los brazos de su pareja.
- Creo que ya no necesitaremos ningún plan Bokuto-san. - dijo para comenzar a volver al cuarto.
- Es muy loco Akaashi, es como si fuese imposible no terminar junto a la persona que uno ama, pensé que solo eramos nosotros, pero mi Bro y Kenma viven lo mismo.
- Es el destino, - dijo desplomandose en la cama. - Y... ¿Ya te he dicho que amo cuando haces comentarios tan profundos?
Backseat Serenade - All Time Low
Y bueno, este capítulo es más corto porque se viene el casamiento y es algo medio largo y no podía hacer un capítulo de un millón de palabras y no quería dividirlo a la mitad.
La última semana mucha gente nueva apareció por esta historia así que HolAAAAAAAAA, soy Lua o Gin, un gusto.
Tengo dos ideas para el casamiento, alv todo y bien dramáticamente caótico como me gusta o todo perfecto todo bonis bonis y super reencuentro nekoma y muchos personajes más y meter dramas en parejas secundarias y no nuestros bbs, escucho sus opiniones.
Me voy a tomar unos días más de lo normal para la próxima actualización porque tengo muy abandonado mi shinkami, que aunque no lee casi nadie, amo escribirlo. Les invito a pasarse si les gusta uwu.
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