XLV.

Lee Hyukjae se encontraba echado sobre el sofá de su casa.

Aburrido.

Miraba el reloj mover lenta y escasamente sus manijas.

Maldecía en voz baja porque era sábado, solo sábado.

Un inofensivo día que en esos momentos era maldecido por no haber nacido siendo un día después y bautizado con el nombre de Domingo. Imponente y necesario.

En el control que se encontraba en su mano se presionaba constantemente el botón para cambiar de canal. Nada era entretenido.

Bufó.

 cambió de posición sobre el sofá.

Se echó del otro lado.

Se puso contra el estomago.

Contra la espalda.

De lado.

Se sentó bien.

Termino de cabeza contra el suelo.

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