Lee Donghae se encontraba demasiado ansioso por la llegada del domingo, contaba días horas y minutos, lamentablemente aún era solo viernes, mucho para él.

Se encontraba recostado sobre su cama.

Suspiraba.

Miraba hacia todas partes inquieto.

Miró el calendario que colgaba de una de sus paredes. Viernes.

Le lanzó una almohada al calendario como si aquel montón de hojas tuviese la culpa.

Miró al reloj que en esos momentos hacía un ruido muy molesto. 17:21. 

Otra almohada voló por la habitación del adolescente y chocó contra el reloj.

Rodó por la cama haciendo ruidos con sus labios de sumo aburrimiento.

Revisó su celular... Nada.

El aparato de carcasa azul revotó contra la pared y el suelo.

Se estaba comportando como un bebe. Estaba armando un berrinche de los buenos y nadie se encontraba ahí para observarlo.

De tantas vueltas él también dio contra el suelo.

-Maldición... -se quejó sobando sus extremidades golpeadas.

-No podía ser hoy? -se preguntó haciendo un puchero de mala gana y se levantó.