Se encontraban paseando mientras le daban provecho a un helado cada uno y conversaban trivialidades.

Cuando de pronto se les dio la curiosidad por ver la hora, ya era demasiado tarde.

Se pusieron de acuerdo en irse, por lo que ya se encontraban camino a la parada de autobuses.

Llegaron sanos y salvos a la parada y se sentaron en la banca.

Siguieron conversando otro poco.

-Y... Ahora qué? -preguntó el rubio para cortar un silencio que se había formado de la nada.

-Qué tal si nos besamos para romper la tensión? -medio bromeó, medio habló en serio el castaño con una pizca de picardía en su mirada y una pequeña sonrisa que se iba lentamente tornando en una mueca de nerviosismo.

-Qué tensión? -inquirió el rubio tratando de desviar el tema. Donghae se mordió el labio inferior en desilusión.

-Valía la pena intentarlo... -susurró el castaño, permitiéndole al mayor escuchar su murmuro. Hyukjae sonrió de medio lado por la ternura de chico que tenía frente a él.

-Sólo uno?... -se atrevió al fin, alzando el dedo indice. Donghae lo miró y se le iluminaron los ojos, asintió medio eufórico, medio nervioso.

Acercaron lentamente sus rostros.

Cerraron rápidamente sus ojos.

Sus narices chocaron, sonrieron nerviosos y ansiosos, girando levemente sus rostros al lado contrario del otro para no volver a chocarlas.

Unieron torpemente sus labios, el simple roce los hizo estremecer a ambos, una corriente eléctrica recorrió su columna.

Con cuidado, Hyukjae comenzó a mover sus labios sobre los del castaño, tomando primero el labio inferior entre los suyos para después tomar el labio superior.

Donghae se dejaba guiar gustoso y le seguía el lento ritmo y procedimiento.

Se acercaron un poco más para tener algo más de contacto, pero desistieron de la idea de intensificar más el beso, debido al lugar en donde se encontraban y el contexto en el que se lo habían dado.

Por lo que se separaron lentamente y se miraron, ambos colorados, se sonrieron como idiotas.

Llegó el autobús y se despidieron con un movimiento de manos nerviosas.