Epílogo.

Las lágrimas recorrían sus mejillas nuevamente. Otro día más de duelo. Otro día más viviendo un infierno. Otro día más sin él.

Lee Donghae... Demonios, extrañaba tanto a ese chico de cabellos castaños. Un sollozo escapó de sus labios y se abrazó a sus piernas en busca de consuelo.

Tomó su celular y desbloqueó la pantalla para presionar el icono de WhatsApp y leer aquellas conversaciones, otra vez. Era gracioso como nunca lograba llegar al inicio de todo aquello. Una sonrisa mezclada con dolor se formó en su rostro al leer todas aquellas discusiones, muestras de afecto, chistes malos, todo aquello... Cuantos recuerdos se acumulaban en una simple aplicación para el celular. Pero Hyukjae los atesoraba bien.

Habían pasado cinco meses desde aquello y el rubio aún no lograba asimilarlo. Solo sabía que aún amaba a su novio, porque ellos aún estaban juntos. Lee Hyukjae confiaba en ello. No abandonaba la idea de que su chico con personalidad de un pequeño bebé atravesaría aquellas puertas gritando su nombre con una estúpida sonrisa en su rostro y se abrazarían. Todo estaría bien.

-Hyuk... Debes comer algo, no es saludable solo consumir agua -habló Sungmin acercándole una cuchara con comida. Hyukjae lo miró de soslayo y tomó la cuchara con brusquedad para lanzarla al suelo.

-No entiendes... -sollozó el rubio.

-Tratamos de entender -habló Kyuhyun.

-No están tratando bien -gruñó frustrado.

-Todos estamos mal al respecto Hyuk, no eres el único que lo extraña -sollozó Sungmin, Kyuhyun lo abrazó.

-Todo es mi maldita culpa.

-No Hyukkie... No te culpes -lo acogió Kangin.

Todos se encontraban de duelo en la casa del rubio, tratando de darse apoyo mutuamente, el tiempo había pasado tan lento desde la desaparición de Lee Donghae.


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