- ¡Anda mamá cuéntame! -le dije a madre mientras esta se daba un sorbo de café.

Ella guardó su termo en la porta vasos y prosiguió:

- Como te decía, el verano del amor no fue nada más y nada menos que un hecho historia que marcó la cultura de este gran país. Sucedió en el 67, en San Francisco.

Ir a San Francisco a principios de aquellos momentos era fantástico, todos se que querían, se adoraban, incluso a sus propios enemigos. Recuerdo que todos aquellos hippies, la mayoría jóvenes, vivían drogados por algo llamado LSD. Recuerdo que uno de ellos se acercó a mí, una vez que fui de vacaciones con la Tía Martha ¿Te acuerdas de la Tía Martha?

Yo estaba visualizando todo también que no presté atención a la cuestión presente y sólo dije entre los dientes:

- Si Claro.

Entonces ella continúo:

- Como decía, aquel joven se me acercó, por supuesto debe tener mi edad. Aquel joven tenía una cabellera larga, como la de George Harrison, la tenía cubierta de flores y una ropa totalmente fuera de temporada y me dijo:

¿Ves esa...no ahora es una mano gigante volando? Una mano gigante que cambia de colores, coge la onda hermana.

Yo solo seguí mi camino como si nada estuviera pasando, por favor estaba en San Francisco en el año 1967 en pleno Verano del amor cosas como estas eran muy normales aquí, pero también ya en otros lugares era normal porque todos seguían la "onda".

Recuerdo que la Tía Martha y yo nos fuimos al concierto de Woodstock. Eran simplemente un paraíso. Todos estaban en armonía, recuerdo perfectamente que Hendrix tocó de maravilla pero todos los presentes, excepto la Martha y yo, estaban en otra dimensión, en la dimensión del amor como les decían las personas mayores que aquella época.

No prestaban atención a nada.

Ya Martha estaba un poco cansada y decidimos sentarnos un rato en el pasto. Y adivina que paso.

Yo la miré detenidamente y le interrogué:

- ¿Qué paso?

Ella dio una gran carcajada:

- Un joven hippie se tiró frente a nosotros.

Estaba diciendo cosas muy fueras de contexto, se veía que había tomado mucho alcohol se había dopado demasiado.

Escuché cosa como que, un avión gigante, enorme estaba pasando por el cielo que estaba lleno de colores que había una banda tocando dentro de aquel avión. Luego dio un sobre salto y dijo que justo frente a nosotros había un lago bastante grande, tan grande como el Central Park y que el lago estaba lleno de peces morados y amarillos que le decía que se lanzará y que tratase de atrapar uno.

¿Y luego mamá?- le dije mientras me reía un poco, pero siempre prestando atención.

Nada, nos paramos y nos fuimos a comer algo.

- Vaya anécdota mamá -le dije mientras me acomodaba en el asiento.

Ella me miró y suspiró:

- Ah, pero son tiempos pasados. Luego la policía empezó el caos y todo eso.

Mi madre detuvo el mini bus y fue hasta un restaurante que había en la avenida, necesita usar un a baño y también flexionar las piernas un poco.

Yo me quedé pensando en todo lo que mi madre me contó y solo escupí esta frase:

"Los mejores momentos o no lo pudimos vivir o todavía están por llegar, solo tú sabes en cual opción estas."

...