Llegué a mi casa, mi madre estaba preparando el desayuno. Ella notó que había llegado y me dijo:

- ¡Oh! Llegaste hijo. ¿Cómo le fue ayer en la casa de Jeff?

Le contesté, mientras le brindaba una sonrisa de satisfacción:

- Bien Mamá, muy bien.

Ella dijo:

- ¡Qué bien! Vete a tu habitación, báñate y cámbiate de ropa. Tenemos que ir a hacer unas compras.

Le respondí con la cabeza haciendo movimientos hacia arriba y hacia abajo. Subí las escaleras y abrí la puerta de mi cuarto y solo dije:

- ¡Wow! El viaje me puso mi cuarto idéntico, no puedo negar que es mi mente.

Olvidé el comentario, me metí al baño y me quite el olor de la noche pasada. Salí y me cambie de vestimenta. Iba a salir del cuarto, pero me llegó una idea genial, todo lo que me pasaba en los viajes, porque esta no iba a ser el único porque son la ostia, todo lo que me pasará lo iba a escribir en hojas en un cuaderno viejo de la escuela.

Me puse a buscar debajo de la cama algún cuaderno viejo y encontré uno.

Y empecé:

#1

Este es mi primer comentario o mejor dicho, mi primera revelación de viajero. Aquí en este cuaderno olvidado por el tiempo, maltratado por el sucio y arrugado por el olvido, empezaré, empezaré contar cada una de las vivencias de transes de una o dos horas.

Transes, giras, viajes o alucinaciones que tarde o temprano te empiezan a gustar, pero que son sensaciones que no podrás olvidar.

Contaré todo, desde apariciones hasta sensaciones. Desde risas hasta sentimientos nostálgicos.

Por eso escribiré un poema de mi primera experiencia, porque describirla detalle por detalle sería imposible:

"Fue un día tranquilo,

El cielo estaba tranquilo.

Mi mente estaba tranquila.

Mi visión pérdida, pero tranquila.

Pero llegó una turbulencia

Que lleno mi vida de altos,

Pero también bajos.

Tan bajos como el fondo de tu alma

Que no olvide eso.

Apareció como una estrella fugaz

Pero se quedó y duró.

Duró como el paso de una tortuga

Colores vivos, piel tersa.

Todo es como quieras.

Si te gusta, ve.

Si te atrae, ve.

Pero si te gusta aquella turbulencia,

No la dejes ir.

Porque solo pasan una vez.

Y siempre la segunda vez duele"

Deje este poema, se que suena raro.

Pero salió de mi mente, no recuerdo nada malo de aquello, tal y como dije los viajes tarde o temprano te gustan y al parecer me gustan.

Atte.: Max Prome, el viajero en las mentes pérdidas.

Terminé de escribir lo que sería mi primera memoria después de los viajes, sé que esto no está bien, estoy coqueteando con drogas pero no importa. Estoy joven, apuesto que mi mamá las usó en los 60's seguro ella apoyo el movimiento Hippie.

Al terminar, bajé a desayunar claro está, era mi segundo desayuno. Cuando terminé mi madre y yo salimos de la casa en el mini bus con destino al supermercado que queda a unos dos o tres kilómetros y medio de la casa.

Será un viaje largo, ojala tuviera de aquel liquido.

...