Te descubrí
Te descubrí entre la nostalgia de el silencio y entre la penumbra las estelas de tus caricias que se fueron marchitando, tu recuerdo, tus besos, tus risas ¡maldita sea! recuerdo el perfume de tu cuerpo bañado entre sudor y nervios, ni dulce, ni simple, aroma a un alma joven, de mirada de fuego, de mejillas de algodón y vientre sabor a mar, donde rugió un día la más sublime tormenta de pasión que no podía ser dominada por nadie, solo por mis manos, con las cuales me abrí paso al paraíso entre tus piernas, donde nadie pudo antes llegar, donde se encontraba la locura misma, dibujar marcas de dientes entre tus labios, fue, mi especialidad causar el desenfreno el correr de tus venas, lograr el estruendoso despertar entre la adrenalina la vergüenza y el placer, las voces apagadas entre besos dulces y apasionados, fugaces y eternos, las cadenas que impidieron el alejarnos tus brazos y los míos, nos sujetamos tan fuerte, mientras se construía un universo nuevo donde se perdía la inocencia y descubrimos la entrega total, las piezas encajaron como encaja la brisa fresca en tarde calurosa ¿dónde perdimos eso? ¿dónde se acabo la tormenta y vino la CALMA? ¿dónde la aventura se convirtió en rutina? ¿Quién cambió? ¿No fuiste tú? ¿No fui yo? Entonces fue el silencio, fue que la pintura se terminó y el lienzo se quedó en la espera de nuevos colores, fue que se llegó al final de el capítulo y tuvimos miedo de el nuevo libro, fue la ausencia de palabras, fue que nos teníamos y sabíamos que no nos podíamos perder, ahora sin saber que nos perdíamos poco a poco, que nos perdimos teniéndonos.