Al día siguiente, Beatriz se recuperó y decidió buscar un trabajo. Estaba demasiado ilusionada, pero la isla iba a traicionarla en cualquier momento.

Diana no estaba muy segura de qué iba a hacer, así que Ryan se ofreció para acogerlas en su casa a ella y a su hermana hasta que Diana se decida.

Sin dar más vueltas, Beatriz se fue.

— De todos modos, Beatriz, nunca viviremos bien en este mundo. — dijo Diana, aun que más bien para sí misma.

Había muchas amenazas para gente como ellas. No podían tener amigos o parejas, ya que eso era en contra de la ley. Los libros que incluían romance y/o amistad escritos en el pasado habían sido censurados. Y para que la humanidad no se extinga, creaban seres en los laboratorios o algunas personas se ofrecían para hacer el "sacrificio" o el "esfuerzo". El gobierno permitía que se hiciera eso pero dentro de un laboratorio y luego el niño debía ser entregado y las dos personas que hicieron eso no debían verse nunca más.

— Sobreviviremos. — dijo Ryan, que escuchó lo que dijo Diana. — Hay que resistir y hacer el "esfuerzo".

— Sí. — dijo Diana. 

Después de un rato, Diana frunció el ceño.

— ¿Cómo que hacer el "esfuerzo"? — dijo.

— Me refería a esforzarnos para sobrevivir... — tartamudeó Ryan, incómodo.