Historia escrita por Darth Malleus y publicada un mes después del estreno de SW: The Force Awakens, disfrútenla

Descargo de responsabilidad: no soy dueño de ningún personaje de Star Wars visto, mencionado o usado en esta historia

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El sol estaba saliendo.

Rey lo observó desde lo alto de las escaleras. Ante ella estaba el antiguo Camino Procesional, un largo bulevar que conducía desde una gran plataforma de aterrizaje para visitantes, ahora una ruina humeante, y que conducía a los escalones del templo. Entre la plataforma y los escalones aún se podían ver las cicatrices de la batalla con cráteres, marcas de puntuación y varios montones de cadáveres de droides esparcidos aquí y allá.

En la distancia, solo podía distinguir el Senado, innumerables rastros de humo que se elevaban desde la estructura en forma de hongo. Los brotes de llamas y las explosiones apagadas de la batalla se habían calmado desde entonces. Les había llegado la noticia de que el Senado había sido retomado, y pronto llegaron noticias similares de otras áreas, incluidos los Tribunales Superiores de la República, el Cuartel General de las Fuerzas de Defensa Planetaria y del Sistema, el centro de las defensas orbitales de la capital y las viviendas senatoriales de 500 República.

Los droides habían sido derrotados.

Sin embargo, las celebraciones duraron poco cuando se filtró el costo de esa victoria. El gobierno central fue destruido por la batalla, con innumerables senadores y sus séquitos masacrados en los pasillos y salas de estado. La Guardia del Senado había sido diezmada, las fuerzas del Poder Judicial y las PDF habían sido tomadas por sorpresa y habían sufrido grandes pérdidas. Las pérdidas de los Jedi fueron aproximadamente más de doscientas, y se esperaba que el número aumentara. Las bajas civiles aún se desconocían, pero incontables miles habían muerto en el fuego cruzado.

Una sombra cayó sobre ella. No podía ser Obi-Wan o Aayla, todos los Jedi que no habían resultado heridos en la lucha habían sido asignados para proteger el Templo o poner orden en los distritos circundantes. Foe y Finn habían sido medio arrastrados por los soldados del Poder Judicial con los que habían llegado para ayudar a mantener el orden en las calles en ruinas.

Miró hacia arriba para ver a su padre mirándola con ojos en conflicto, ojos que se posaron en la forma metálica de su nueva mano. Dudó, sin saber qué hacer antes de sentarse a su lado. Durante un largo momento no hubo conversación, solo ellos sentados en el último escalón, observando cómo el sol se elevaba lentamente sobre los picos irregulares de los imponentes rascacielos.

"¿Qué sucedió?" Sus palabras fueron suaves. Había llegado a aceptar su tono de voz.

"Nos encontramos con un Lord Sith en los niveles inferiores del templo". Respondió Rey, mirando su mano cibernética y sonriendo triunfante cuando sus dedos se flexionaron por orden. Sin embargo, fue de corta duración, ya que levantó la vista para ver un ceño fruncido de preocupación. "Ese ataque terrorista en el Templo hace una semana y media. Fue una distracción para que el aprendiz de Sidious pudiera infiltrarse en el templo y destruir una nave que Poe y Finn habían... bueno, adquirido de ellos".

"La Cimitarra ".

Rey parpadeó. "¿Cómo supiste su nombre?"

"He leído los mismos archivos de historial que tienes, y reconozco a un infiltrado Sith cuando lo veo". Luke vaciló por un momento, pensando. "Yo también lo vi. Poe lo estaba piloteando cuando me encontraron, y de nuevo en el camino de regreso aquí".

"Ya veo." Rey respondió, colocando su brazo cibernético en su regazo

"Será más fácil" Luke dijo mientras colocaba una mano sobre su hombro, su propia mano cibernética que ella vio. Su sonrisa tenía un dejo de picardía cuando ella se dio cuenta. "Sé por experiencia personal."

Rey sonrió y sacudió la cabeza. "Sí, papá. Lo sé".

"Puedo ayudarte con la terapia". agregó.

"Me gustaría eso."

"Bueno, vamos a verlo entonces". Rey parpadeó al ver a Luke ofrecer una mano extendida y, después de un momento de vacilación, colocó su nueva extremidad cibernética sobre ella. Su padre observó la cibernética, el cableado y el marco con ojo crítico. "Es un buen trabajo. ¿Puedes flexionar los dedos para mí?"

Lo hizo, maravillándose de lo fácil que era desde que se lo injertaron por primera vez en la muñeca. "Los sanadores dijeron que se necesitarían meses de fisioterapia para que se moviera así".

"Así es, pero los eventos de alto estrés pueden impulsar el progreso. Depende del individuo y su voluntad en la mayoría de los casos, algo que tienes con creces". Luke respondió mientras estudiaba la cibernética con un ojo enfocado y conocedor. "No parece muy dañado, aparte de un pequeño rasguño. Bien. Parece que te han empezado con sensores desafilados, probablemente para que te acostumbres durante un período de tiempo".

"¿Sensores desafilados?" Rey preguntó.

"Es una técnica típica para que los pacientes se acostumbren a las nuevas extremidades cibernéticas. Apagarían los sensores y esperarían hasta que el paciente se acostumbre a las sensaciones, luego aumentarían el ritmo un nivel a la vez hasta que las sensaciones se vuelvan las mismas que las de un paciente real, ayuda a los pacientes a acostumbrarse a su nueva extremidad, de la misma manera que algunos artistas marciales usan ropa pesada para fortalecer sus músculos". Luke explicó mientras se ponía una bolsa en la cabeza y la colocaba en el suelo. Lo empujó para abrirlo y rebuscar en él. Todo mientras no suelta su mano de metal. "Hicieron lo mismo con mi mano cuando la obtuve por primera vez. Aunque nunca tuve que apresurarme a luchar durante mi recuperación. Fuiste imprudente".

No había advertencia en su voz, pero Rey tenía ganas de decir las siguientes palabras de todos modos. "Lo siento."

"No lo hagas". Luke respondió mientras continuaba buscando en su bolso. "Eres una cosita tonta, siempre propensa a meterte en problemas. Al igual que yo cuando tenía tu edad. A veces me aterra pensar en cómo habrían resultado algunas de mis desventuras si Han, Leia y Chewie no hubieran estado cerca. Hablando de eso, hola Chewie".

Un gruñido y un fuerte temblor indicaron la llegada del anciano wookiee cuando se sentó en el extremo opuesto de ella, mirándolos a los dos con ojos marchitos antes de emitir un gruñido bajo.

"Sí, yo también lo veo". Luke respondió mientras sacaba un destornillador de plasma de su mochila. "Mantén tu cabello puesto o la asustarás".

"¿Asustarme?" preguntó Rey, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda.

"Nada de que preocuparse." Luke murmuró, lanzando una media mirada en dirección a Chewie. "Es solo que la pelea por la que pasaste hizo un poco más de daño a tu cibernética de lo que originalmente pensabas".

Rey levantó una delicada pestaña. "Dijiste que estaba bien".

"Mentí. Ahora quédate quieta". Respondió con calma, colocando su mano en su regazo mientras tomaba el destornillador en la otra. "Ahora esto te va a doler un poco pero no te muevas".

Rey tragó saliva, pero asintió. "¿Qué ocurre?"

"Algunos de los tornillos y pernos se han aflojado". Lucas respondió. "Ves que la cibernética está hecha de manera diferente a la metalurgia habitual, por un lado, la fibra es un metal blando que permite un cierto nivel de flexibilidad. Se necesita tiempo para fortalecerse hasta el punto en que podrías mover la mano como una extremidad normal y con tu correteo los has aflojado. Por cierto, ¿cuál es tu color favorito?"

Rey frunció el ceño. "Sabes que es, ¡Aaahhhh, la Fuerza sea condenada!"

"Esa es una reacción normal". Luke murmuró mientras giraba el tornillo. "Chewie mantenla firme. Olvidé mencionar que se sentirá como si alguien estuviera clavando un cuchillo en tu mano. Ten paciencia".

Rey apretó los dientes, logrando tragar un gemido. "Si padre."

"De ahora en adelante vas a hacer exactamente lo que los Sanadores y los Doctores te digan que hagas". Luke respondió mientras continuaba trabajando en la prótesis. "Harás exactamente lo que te digan que hagas y nada más que eso. Sé que puedes salir adelante, eres mi hija después de todo, pero necesitarás lo que a los Skywalker nos falta, un poco de paciencia".

No podía hablar sin gritar, así que asintió.

"Bien" Luke asintió y volvió a concentrarse en la prótesis. "Ahora céntrate... respira... eso es todo"

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"¿Qué tan malo es?"

El Senador Iblis suspiró, colocando un cigarrillo entre sus dientes mientras buscaba un encendedor con manos ligeramente temblorosas. No habían parado desde que terminó la lucha, como si la adrenalina se negara a desaparecer. "Es malo. No podemos identificar los cadáveres del Canciller Supremo, ni del Vicecanciller de los restos de su transporte, ni siquiera por sus registros dentales. Solo quedan unos pocos cientos de senadores vivos, incluidos nosotros, de casi diez mil. así que no hay suficientes para formar ni siquiera un gobierno de transición".

Una mano delgada le entregó un encendedor, que Iblis tomó y usó para encender su cigarrillo. Dio una calada larga, dejándolo permanecer en sus pulmones por un largo momento antes de exhalarlo. Dio las gracias a la senadora, una mujer de mediana edad a la que no reconoció, y se volvió hacia la mesa.

"Eso lo resuelve entonces." El senador Bail Antilles de Alderaan suspiró, apoyándose pesadamente en la mesa redonda. "El Senado será disuelto".

"Eso es absurdo". Aks Moe de Malastare respondió, el Gran Senador golpeó su puño contra la mesa. "Todavía estamos aquí, y somos los funcionarios electos de la República Galáctica".

"Ya no, me temo, Senador". Respondió Tendau Bendon, el imponente ithoriano tomó aliento antes de continuar. "La Constitución Galáctica establece que en un momento en el que estalla una crisis y el gobierno se vuelve inoperante, todos los poderes y privilegios pasan a la Orden Jedi hasta que se completen nuevas elecciones y asuma el cargo un nuevo Senado".

"El Senado necesita al menos un tercio de su número para operar con éxito, por lo que ahora estamos obsoletos". añadió Antilles, dirigiendo una mirada torva hacia Moe. "Pensé que memorizar la Constitución se consideraba lectura adquirida, Senador".

"Entiendo completamente la constitución, Antilles". El Gran respondió enojado. "Pero esto no tiene precedentes. ¡No ha habido un incidente como este en más de mil años, no desde antes de la Reforma de Ruusan! Mucho ha cambiado desde entonces. La República se ha vuelto considerablemente más descentralizada, los gobiernos de Sector y Sistema tienen más decir en tales cosas. ¡Nunca aceptarían que funcionarios no elegidos le quiten poderes al Senado!

"Pueden y lo harán". Iblis frunció el ceño. "Este es uno de los principales deberes de los Jedi como guardianes y protectores de la República Galáctica. Es ley y parte de uno de los documentos originales más confiables que une todo esto".

"Y los Jedi siempre han actuado en el mejor interés de la República, ya sea a favor o en contra de la opinión pública". Habló la mujer de antes, la senadora Lotti Velandro de Pamarthe. "Si hay una organización en la que se confía para mantener su mandato por encima de todas las demás, son ellos"

"No tiene sentido debatir esto. La constitución es clara en este asunto". Antilles dijo con firmeza. "El Senado está disuelto. Lo mejor que podemos hacer es permanecer como asesores hasta que los Jedi se recuperen y asegurarnos de que cumplan con su mandato supervisando nuevas elecciones para el gobierno".

"Acordado." Bendon asintió con su gran cabeza.

"Puedes quedarte aquí si lo deseas". Moe dijo con desdén mientras se giraba, alejándose de la cámara y de las pocas docenas de senadores. "Regresaré a Malastare y me prepararé para esta elección. No me quedaré aquí y permitiré que otro tome mi asiento".

Una burla de Polo Se'lab, Senador de Bothawai. "¿Corriendo con la cola metida entre las piernas, Moe?"

"Déjalo ir." Iblis suspiró, viendo como el Gran salía de la cámara con los miembros supervivientes de su séquito a su paso. "Simplemente está asustado, como todos los demás".

"Entonces estamos de acuerdo?" preguntó la Senadora Deliah Zorel de Zeltros. "Tenemos hasta el final del día para confirmar a los Jedi que pueden asumir el cargo".

Los senadores se miraron entre ellos, asintiendo con la cabeza. Iblis finalmente habló, adivinando incómodamente que de todos ellos probablemente se convertirá en la voz de este cuerpo muy disminuido. "Muy bien. Nos reuniremos con el Alto Consejo Jedi y confirmaremos que tienen permiso para formar un gobierno de transición. Destacaremos la necesidad de celebrar elecciones lo antes posible"

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"¿Alguna vez te has detenido a considerarlo todo?"

Poe se detuvo por un breve momento, mirando a su hermano de armas antes de tomar un largo trago de agua de su cantimplora. "¿Considerar qué?"

"Ya sabes, lo locas que son algunas de estas cosas". Finn respondió mientras se recostaba sobre sus codos, mirando desde su posición a la plaza en ruinas. "¿Qué convenció a alguien de escribir un programa para hacer que un ejército de droides se volviera loco en primer lugar?"

El área había sido limpiada de los Droides de Batalla, actualmente se estaban construyendo en una gran pila de apéndices metálicos y escombros en la esquina. Los oficiales judiciales, los soldados de las Fuerzas de Defensa Planetarias y algunos Jedi se movían, convenciendo a los civiles de que era seguro salir de los antiguos refugios y búnkeres subterráneos debajo de los viejos edificios al aire libre, para ser trasladados lejos de la lucha a lugares más seguros.

"Un loco no hay duda". Poe respondió, colocando su cantimplora medio vacía en el suelo a su lado. "Pierden su oportunidad de gloria y deciden arruinar el día de todos los demás".

"Supongo." Finn respondió. "Entonces, ¿qué vas a hacer ahora? Los Sith están prácticamente acabados".

"No estoy seguro de lo que voy a hacer. Probablemente trataré de convencer a los Jedi para que reconstruyan sus Antarian Rangers, si eso no funciona, iré y construiré una fuerza por mi cuenta". Poe respondió.

"¿Construir una fuerza por tu cuenta?" preguntó Finn, sorprendido por las motivaciones de su viejo amigo.

"Es una galaxia completamente nuevo allá afuera, Finn, y si el ejército de droides y la armada de la Federación de Comercio se han visto afectados por esto, entonces la República necesitará toda la ayuda que pueda obtener". Poe se quedó en silencio por un momento. "No me gusta mucho la idea, pero si mis pensamientos son correctos, entonces una guerra es inevitable y es mejor prepararse y terminar esta pelea lo antes posible".

"Estás planeando darle a los Jedi los diseños, ¿no es así? Para cazas y bombarderos como los cazas alados y la serie TIE". preguntó Finn. No había duda de que en esta era cualquiera que tuviera esos diseños y lograra comenzar una fabricación importante tendría una ventaja increíble sobre sus oponentes. La tecnología estaba allí aunque no la fuerza de voluntad. "Si deciden usarlo, aumentarán su tecnología de armas en al menos treinta años".

"Exactamente, e imagina si el ejército central de la República o los Jedi logran conseguirlo". Poe sonrió, metiendo la mano en su bolsillo para sacar uno de los datpads. "Podrían construir las naves que necesitan y acabar con estos droides en un tiempo récord".

"O si los Separatistas lo consiguen, entonces podrían conquistar mundos inconmensurables antes de que la República esté en condiciones de detenerlos". advirtió Finn.

"Lo cual es poco probable en esta etapa". se lamentó Poe. "Piénsalo. Los Sith que diseñaron todo están muertos, y uno de los principales benefactores de la Alianza en la Federación de Comercio está en el camino rápido hacia la insolvencia con su ejército y armada volviéndose contra ellos en un alboroto asesino".

"Hay otros benefactores, como la Tecno Unión, el Clan Bancario InterGaláctico. Ya usaron sentimientos y agendas que ya estaban allí. Simplemente aceleraron los resultados". Finn señaló sombríamente. "Luego estaba el hecho de que en el momento del estallido de las Guerras Clon, la Federación de Comercio era el contribuyente más débil a la Alianza Separatista. Esto solo elimina un fácil montaje de liderazgo y no elimina la idea original".

"Estaremos bien." Poe respondió. "Este evento servirá como una llamada de atención para la galaxia. Si no pueden unirse en esto, entonces están condenados. Ya lo verán".

"Espero que tengas razón". Finn permitió mientras destapaba el corcho y tomaba un largo trago de su cantimplora

"Yo también." Poe estuvo de acuerdo, observando la carnicería.

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