Capítulo 6

El despertador sonó anunciando un nuevo día en Sebél. Para Elisa, el primer día de clase había supuesto una gran revelación por lo que, con gran pesar, apagó el despertador y se dio media vuelta para dormir cinco minutos pero un ruido en el pasillo la hizo despertarse.

- Levántate o llegaras tarde – su padre se asomó por la puerta del dormitorio. Ya estaba vestido para ir al rancho

- No quiero ir – dijo Elisa dándose de nuevo la vuelta y dando la espalda a su padre.

Oyó como caminaba por la habitación y de repente, la estancia se llenó de luz haciendo que Elisa gruñera.

- Te has mudado no convertido en vampiro – Dijo su padre riendo ante la reacción de su hija

- ¿No puedo decir que me he quedado en casa porque no me he adaptado bien a mi nueva vida aquí?

- ¿Después de llevar aquí dos meses? No, será mejor que inventes otra excusa mejor mientras te viste

Después de arreglarse, bajó a la cocina donde se encontró a su madre y, al ver la hora que era, se preparó el desayuno rápidamente.

Unos minutos después se encontraba atravesando el camino que llevaba hasta la entrada principal y sorteando la multitud de estudiantes, para poder llegar hasta secretaría. Allí, Marisa ya tenía listos sus libros y, tras agradecérselo, Elisa caminó hasta su casillero donde cogió los libros de las primeras clases mientras observaba el horario. Cuando estaba a punto de cerrar el casillero, alguien colocó sus manos en sus hombros, lo que le hizo pegar un salto del susto.

- Buenos días

- Sophia – dijo Elisa llevándose una mano al pecho – Me has asustado

- ¿Lista para tu primera clase? – dijo ignorando a su amiga

- Claro – dijo cerrando el casillero y siguiendo a Sophia, la cual tenía la misma clase que ella.

Las dos jóvenes entraron en el aula. Era un espacio enorme y tenía una disposición inclinada. Elisa siguió a Sophia que decidió colocarse en el medio y le hizo una seña a Elisa para que la imitara. Los alumnos fueron llegando y Annya y Zachary caminaron hasta las chicas. Zachary se sentó al lado de Elisa y Annya al lado de Sophia.

Un hombre bajo con el pelo casi completamente blanco acompañado de una barba de varios días entró en el aula. Vestía formal, con su camisa a cuadros y su pantalón vaquero, un estilo diferente al de sus antiguos profesores que lucían un aire más despreocupado.

El profesor se colocó en el centro de la clase y pidió silencio a los estudiantes. Tras presentarse como el profesor Clarkson inició la primera clase del curso explicando el programa del semestre. Por suerte, no pidió ninguna presentación a los nuevos estudiantes, lo cual alivió a Elisa pues nunca le había gustado eso. Ser el centro de atención nunca había sido una de sus prioridades.

La clase de Ciencias pasó rápidamente y Elisa recogió sus cosas mientras el profesor hablaba:

— Eso es todo por hoy. Nos vemos de nuevo el jueves —dijo el profesor Clarkson dando por terminada la clase.

Los cuatro jóvenes salieron del aula y se dirigieron a clase de Lengua y Literatura.Esta vez, una mujer alta y delgada entró en el aula. Llevaba el pelo atado en una cola de caballo y venia cargada de libros.

Justo cuando iba a presentarse, un grupo de chicos entraron en el aula con bastante alboroto. La profesora tosió y los chicos se detuvieron cerca de la puerta.

- Llegan tarde – les reprendió

- Lo sentimos profesora – se disculpó un chico de pelo negro. A Elisa le pareció ver en sus ojos un brillo burlón.

La profesora se volvió hacia el escritorio para coger unos papeles y los chicos caminaron hacia la tercera fila, situándose delante de Elisa y los demás.

- Siempre tarde, ¿eh? – les dijo Sophia

Los cuatro chicos lucían un aire bastante despreocupado pero a Elisa le sorprendió reconocer una de esas caras. Sentado al lado del chico de pelo negro que se disculpó con la profesora, se encontraba el amigo de Sophia.

- Solo han sido unos minutos – dijo el chico a Sophia y su mirada se posó en Elisa durante unos segundos. – Tu debes ser Elisa – dijo sin dejar de mirarla.

- Sí – contestó nerviosa. Los otros tres chicos, incluido el amigo de Sophia, se giraron para mirarla.

Elisa se sintió observada y el chico sentando delante de ella la miró con una sonrisa.

- Yo soy Justin – se presentó

El chico tenía el cabello castaño y ojos verdes. Llevaba puesta una chaqueta deportiva y su rostro mostraba una sonrisa perfecta.

- Este es Leonard – dijo haciendo un gesto hacia el chico de cabello castaño oscuro y tez pálida. El chico le dedicó a Elisa una tímida sonrisa. – Aquel fenómeno es James. Y...

- Ya nos hemos presentado – dijo el amigo de Sophia volviendo su atención a la profesora que regañaba a dos alumnos por llegar tarde.

El hecho de que el amigo de Sophia interrumpiera a Justin le había impedido recordar su nombre. Annya, que estaba a su lado, le sonrió con dulzura mientras los chicos sentados delante, volvieron a lo suyo.

Elisa pronto se dio cuenta de que la profesora Agatha era una fanática de los libros y estuvo mitad de la clase recomendando novelas que podrían interesarles.

- Para este semestre, tenéis una lectura obligatoria – varios alumnos protestaron mientras ella escribía el título y el autor en la pizarra, ignorando las quejas – El libro se llama "El hijo de la noche" de Laurent Gallego. Una buena lectura para los amantes de las novelas de amor y misterio.

Elisa pensó que el género del libro venia acorde con la ciudad.

Después de clase, Elisa decidió ir a la biblioteca de la ciudad a buscar el libro que necesitaba para clase. Se despidió de Sophia y antes de que le diera tiempo a reaccionar, una joven de caderas anchas, la abordó en el pasillo.

- ¿Un donativo? Es para recaudar fondos para el festival de otoño

- ¿Festival de otoño? – dijo confundida

- Sí, queremos atraer a la mayor cantidad posible de gente

- Paso – dijo Elisa intentando zafarse de la castaña

- ¿Tu eres la nueva, verdad? – le dijo. Elisa se giró y la miró fijamente – Deja que me presente. Soy Anna. – dijo tendiendo su mano

- Elisa – aceptó el saludo

- ¿Qué tal si dejas de molestar a la nueva y te vas a incordiar a otros? – Una chica de pelo rubio y tez clara.

- Kayla – dijo con voz poco amistosa

- Anna. – dijo Kayla usando el mismo tono – Cada verano que pasa, tienes un tono de piel más quemado. Cualquier día te confundirán con una tostada que estuvo demasiado tiempo al calor – dijo mientras caminaba hacia Elisa - Elisa, ¿verdad? Te acompañaré a tu próxima clase – dijo agarrándola del brazo y llevándosela con ella

Elisa miró hacia atrás y vio como Anna se iba en dirección contraria.

- Gracias

- No hay de qué – dijo sin soltarla - ¿Sabes que clase tienes?

- Dibujo – contestó Elisa

- Bien, la clase de periodismo está al lado de la de dibujo así que puedo acompañarte– dijo tirando de ella para darse prisa.

Caminaron durante un rato hasta las últimas aulas del pasillo. Desde donde se encontraban, ya podían escuchar las voces de los demás alumnos. Kayla se detuvo ante la puerta y miró a Elisa.

- Aquí es

- Gracias por lo de antes – le dijo Elisa

- No ha sido nada. Créeme, Anna no es de lo peor de por aquí. Nos vemos – Kayla se despidió y Elisa entró en el aula

La clase de dibujo fue mejor de lo que Elisa esperaba. La única persona que conocía en esa clase era Justin y este le consiguió un sitio a su lado. Cuando terminó la clase y todos salieron fuera, Elisa se dio cuenta de que era la hora del descanso y antes de que Justin se marchara, le preguntó:

- ¿Sabes dónde puedo encontrar a Sophia?

- Suele sentarse fuera cerca de aquella puerta – dijo señalando una de las numerosas puertas que llevaban a la parte de atrás del edificio - Si no las encuentras, puedes unirte a nosotros. Estaremos en el campo de fútbol

- Gracias – Elisa se despidió de Justin

Decidió no pasar por el casillero y dirigirse directamente al lugar que Justin le había indicado. Abrió la puerta y un fuerte viento la golpeó. Como pudo, intentó bajar el vuelo del vestido que se le había levantado. Avanzó por el césped recién cortado y no tardó en divisar a Sophia a lo lejos. La acompañaba Annya y Zachary. Cuando estaba casi a su altura, otra ráfaga de viento le levantó de nuevo el vestido.

- Creo que no has elegido la vestimenta adecuada – se burló Sophia

- ¿No me digas? – dijo Elisa fulminándola con la mirada y apretando el vestido contra su cuerpo mientras caminaba con rapidez para sentarse en el banco de madera, al lado de Annya

- Se me olvidó decirte que cuando hace un día bueno en Sebél, el siguiente suele ser lo contrario – dijo mirando al cielo, que estaba casi cubierto de nubes.

Elisa deseaba que el día terminara y poder regresar al rancho. Aunque el viento soplaba fuerte durante algunos minutos, los estudiantes disfrutaban de su tiempo libre al aire libre o bien charlando o bien jugando a deportes que ofrecía el instituto. Por lo menos era algo que no habían eliminado.

Las siguientes horas de clase pasaron rápido para Elisa y caminó en dirección al coche para dirigirse cuanto antes a la biblioteca de Sebél y conseguir los libros que la profesora de Lengua, que tenía una mirada intimidante tras esa apariencia impecable y que parecía que en su vida había roto un plato.

A esa hora apenas había gente en la biblioteca por lo que no le costó encontrar sitio para aparcar. Tenía un hambre atroz así que se dio prisa para acabar rápido y poder ir directamente a casa.

Entró en el edificio y se acercó al bibliotecario. El hombre, vestido con una horrenda camisa a cuadros y cara redonda, leía el periódico a través de sus gafas. Cuando llegó al mostrador, el hombre levantó la cabeza y Elisa comprendió que le molestaba que hubiesen interrumpido su lectura.

- Buenas – dijo Elisa sin obtener respuesta del bibliotecario – Necesitaba un libro – el bibliotecario le indicó con la mirada que siguiera hablando- "El hijo de la noche" de Laurent Gallego

El bibliotecario desvió la mirada hacia el viejo ordenador. Con lentitud, escribió el nombre del libro y le dio a "buscar". Un minuto después, el bibliotecario volvió a prestarle atención.

- Has tenido suerte – dijo – Nos queda un ejemplar.

- ¿De cuántos ejemplares disponéis? – preguntó Elisa

- Seis

Elisa no se lo podía creer. Había sido casi la primera en salir del instituto para conseguir el libro antes que nadie y cinco de los seis libros ya habían sido cogidos.

- ¿Lo quieres o no? – preguntó el bibliotecario impaciente

Elisa asintió energéticamente. Diez minutos después, Elisa salía de la biblioteca, más hambrienta que antes y con el libro bajo el brazo.

Llegó a casa y el silencio que allí había le indicaba que no había nadie en casa. Una fiambrera con comida en la encimera indicaba que sus padres se habían acordado de que tenían una hija. De lo que se habían olvidado era que odiaba comer sola.

La primera semana de clases había pasado más rápido de lo que Elisa pudiera creer. Tenía la suerte de compartir clase con Angelina y esto ayudó a que rápidamente se llevaran bien.

Durante esta primera semana por desgracia, También había conocido a Ángela. Angelina se había olvidado la agenda en clase de Diseño así que Elisa la acompañó para recuperarla. Cuando entraron a la clase, descubrieron a Angela besándose con un chico de un curso menor.

- ¿Qué miráis? – dijo mirándonos con desdén mientras sujetaba al chico por el cuello de la camisa, como si se le fuera a escapar.

Angelina no le contestó y se dio prisa en coger su agenda y salir de allí. Mientras comentaban lo sucedido, Angelina la definió como la "harpía número 3". Elisa no quería conocer a las número dos y uno.

Por las tardes, se había dedicado a entrenar con Gaso y ayudar a su padre y a los trabajadores con la recogida del heno seco para alimentar a los caballos. El domingo estaba tan cansada que había declinado el ofrecimiento de Sophia de llevarla a conocer Sebél. A última hora del domingo, aún seguía quitándose trozos de heno de los calcetines.

Al día siguiente, Elisa intentó que la clase de Ciencias con el profesor Clarkson no acabase con ella. Justo detrás del profesor, entró en el aula una chica jadeando. Se abanicó la cara con la mano derecha y buscó con la mirada a alguien entre los estudiantes y lo encontró al lado de Elisa.

- Siempre tarde, eh Karla? – dijo Angelina burlándose de la recién llegada

- Cállate – dijo Karla que se sentó bruscamente en la silla – No me sonó el despertador – dijo malhumorada

- Sí y la semana pasada tu excusa fue que la tostadora quemó tus tostadas – se rio Angelina

Elisa no perdió detalle de la conversación hasta que la mirada de Karla se posó en la de ella.

- Hola, yo soy Karla – dijo extendiendo su mano

- Hola, soy Elisa – dijo aceptando el saludo

Elisa habría jurado que Karla era la más baja de las chicas sentadas en esa fila y, sin duda, Annya la más alta. Karla llevaba su pelo marrón oscuro hasta la cintura perfectamente ondulado a pesar de que entró sudando en el salón, posiblemente debido a la carrera desde el aparcamiento hasta el salón de clases.

Cuando el profesor había decidido comenzar la clase, la puerta se abrió de nuevo y James y Justin entraron en el aula. Su expresión reflejaba que debían de haber estado riendo un buen rato antes de entrar en clase pero, ante la mirada del profesor Clarkson decidieron contenerse.

- Espero que no les resulte tan gracioso ver en sus notas un deficiente

- No, señor – contestó James bajando la cabeza

El señor Clarkson comenzó a escribir en el encerado y Justin y James aprovecharon para dirigirse hacia sus respectivos sitios, al lado de Leonard, que los miraba con reprobación. Elisa los observó durante un rato y se dio cuenta de que el amigo de Sophia no se encontraba con ellos. Un golpe en su brazo la hizo volver a la realidad y Angelina le hizo una señal con la cabeza hacia el encerado. El profesor Clarkson había escrito casi toda la pizarra y estaba a punto de borrar todo. Elisa cogió rápidamente su bolígrafo y comenzó a escribir lo más rápido que pudo.

La hora del descanso había llegado y las chicas se dirigieron al exterior para disfrutar de su media hora de descanso. El cielo estaba despegado y el sol brillaba con fuerza sobre Sebél. Eligieron una de las pocas mesas que quedaban libres. Elisa y Angelina se sentaron en la mesa y Sophia y Annya en el asiento. Annya sacó de su bolso unas gafas de sol que se puso mientras bostezaba. Su cabello rojo lucía de un rojo más intenso cuando los rayos de sol impactaban contra él. Elisa tenía que conformarse con su cabellera castaña que, según el día, decidía ser un caballo domable o uno salvaje que no sabía si decantarse por un paseo en zigzag o recto.

Sophia, que había estado concentrada en sus pensamientos, fue la primera en darse cuenta de la presencia del misterioso individuo. Sentado no muy lejos de ellas se encontraba el amigo de Sophia, que leía muy concentrado un libro bastante grande.

- Vuelvo ahora – les indicó Sophia a las chicas

Sophia se acercó al chico que vio interrumpida su lectura por la chica de cabello oscuro y sonrisa radiante. Al chico no pareció molestarle la interrupción y, es más, parecía bastante alegre de ver a la chica.

- ¿Por qué no juega al fútbol con los otros chicos? – Elisa había pensado en alto y se sonrojó al darse cuenta de ello.

- ¿Te refieres a Ben? – Preguntó Annya sin girarse a mirarla

Ben, ese era el nombre que Elisa no lograba recordar.

Las chicas no habían contemplado el reencuentro entre los dos jóvenes, al contrario que Elisa, que aún no había apartado la mirada.

- No le gusta tanto el futbol – dijo Annya - Además, creo que están entrenando para los futuros partidos del equipo de instituto y, que yo sepa, Ben no es parte del equipo

Elisa quería seguir preguntando pero tenía miedo de que las chicas empezaran a hacerle preguntas de por qué tenía tanto interés en él y es que, aunque se lo preguntasen, Elisa no tenía respuesta. Sophia volvió junto las chicas cinco minutos antes de que tocara el timbre, dando el comienzo de las dos últimas horas del día.

El comportamiento de Ben hacia que Elisa lo encontrase entre intrigante y raro. Pero si Sophia lo consideraba su mejor amigo, entonces el chico no era el problema sino ella y sus prejuicios.


------------------------------------------------

Hola a todas.

Estos capítulos son más introductorios pero, a partir de ahora, intentaré que sean más entretenidos y misteriosos. 

Podéis dejarme vuestros comentarios sobre la historia y vuestras deducciones sobre Sebél. 

Nos vemos pronto 


Actualizado I: 23.02.20

Actualizado II: 02.02.21

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top