XIII

Aquel día Soobin despertó inquieto, su niña había pateado esporádicamente en la madrugada pero cuándo lo hacía sentía cómo si se estuviera acomodando, el noveno y último mes lo estaba pisando aquel día, el día para conocer a su ángel estaba próximo y lo podía sentir, no quería que los nervios le jugaran una mala pasada pero a veces sus pensamientos lo atacaban con escenas dónde él no podría conocer a su bebita, existía la posibilidad y las hormonas no ayudaban ya que lo ponían sensible, sin embargo, tenía un salvavidas, uno que seguía acostado con él a sus espaldas y que por casualidad había pasado su mano posandola en su prominente barriguita en forma protectora, sin proponérselo le dió nuevamente seguridad a Soobin quien no se resistió a posar la suya sobre la mano. Yeonjun se acercó a la fuente de calor que era el pelinegro y se abrazo de él, Soobin estaba muy feliz de poseer su compañía en el último trecho de su embarazo y que siguiera prometiendo que estaría para su niña y él en el futuro, era un sueño vuelto realidad para Soobin.

—Buenos días —murmuró Yeonjun con voz ronca que hizo que Soobin sonriera.

—Buenos días, dormilón —respondió con una sonrisa el pelinegro.

—¿Cómo te sientes? —preguntó mientras se levantaba el rubio para observar a Soobin quién volteó su cabeza para verlo a éste, ya no podía recostarse boca arriba por el peso de su barriga.

—Bien, Seolmin está muy enérgica —dijo con una sonrisa que Yeonjun correspondió.

—Vamos a levantarte para asearte y devolverte a la cama, ¿Si?

Soobin asintió a la propuesta, ya no quería caminar para nada, todos aquellos meses dónde había caminado con su pequeño barriga sin importar nada le estaban pasando factura, la mayoría del tiempo tenía que pedir ayuda de Yeonjun para caminar sin quejarse del dolor en sus terminaciones nerviosas. Yeonjun lo llevó lentamente al baño y espero afuera en caso de que necesitará su ayuda, su llamado llegó cuándo Soobin necesito ayuda para colocarse su camisa dos tallas la suya, su cuerpo se cansaba mucho al ponerse la ropa por ende sólo se ponía su ropa interior y shores maternales para no pasar pena con el rubio, Yeonjun entró para encontrar a Soobin sentado en la silla que habían tenido que integrar al baño para adaptarlo al embarazado, con una sonrisa se acercó y le pidió levantar las manos para colocarse la camisa, dándole de paso unos pequeños masajes a sus costados y  espalda, Soobin no se quejaba mucho pero sabía que su espalda también sufría del peso los últimos meses al tener más peso que soportar, tip otorgado por su bella madre.

Una vez que el rubio terminó el masaje ayudo a ponerse de pie para ir otra vez a la cama dónde acomodó las almohadas para que semi acostarlo, fué un proceso ya que a pesar de que Soobin no se quejaba podía notar en su cara que no se encontraba del todo cómodo y por ello intentaba acomodar las almohadas, hasta que no notó comodidad en la cara de Soobin se fué, una vez su ojos se encontraban tranquilos se fué para asearse y hacer el desayuno, su mamá nuevamente había metido su maravillosa mano y le había pasado una lista de recetas que le podían caer bien a un embarazado y el rubio podía realizar sin esfuerzo, los platos y bebidas acomodadas en una bandeja los llevó a la habitación que compartía con el pelinegro quién ya había puesto la televisión y veía una película, Yeonjun se acercó y colocó la bandeja con patitas entre los dos, le puso a Soobin una servilleta grande en su barriguita que era dónde usualmente caían las burusas de comida y comieron mientras veían la película de acción cómica, su mañana transcurrió de forma tranquila, Soobin se acomodaba de vez en cuándo y a veces le pedía ayuda para ir al baño, su niña hacía que su vejiga aguantará poco o nada.

Entre películas, comidas ligeras y de vez en cuándo idas al baño transcurrió su tarde, a veces Soobin dormitaba para compensar la falta que sueño que tuvo por sentir a su bebé moverse en periodos largo en la madrugada, Yeonjun aprovechaba esos lapsus para recostar un poquito su cabeza a la barriguita y hablar con la bebé, le recordaba lo mucho que esperaban para darle amor y le llegó a susurrar que no le iba a importar en lo absoluto si lo llamaba "papá", su idea era ser aquella figura paterna que la niña no podría tener, incluso llegó a besar la barriga para calmar un poco a la bebita. Su noche llegó de forma temprana, no eran las ocho de la noche cuando ambos cayeron rendidos ante el sueño, Yeonjun aprovechaba para descansar de los años de trabajar arduamente sin casi poder dormir, ya había renunciado y le habían enviando su liquidación con la que tenía planeado comprar un carro, no existían arrepentimientos para el rubio y todavía no buscaba trabajo ya que todavía tenía cómo mantenerlos con sus ahorros, cuándo la bebé tuviera más meses empezaría a buscar opciones.

Los sueños de ambos fueron tranquilos hasta que algo despertó a Soobin, lo despertó en su totalidad sin rastro de sueño, cómo si se estuviera perdiendo de algo, luego fue que le llegó la sensación de humedad entre sus piernas, quiso maldecir al pensar que se había orinado excepto que no lo había hecho, palpo bien para notar que no era orine, su cuerpo se puso nervioso y ahí notó la molestia, no sabía bien en dónde pero sentía una molestia y con mucho miedo empezó a llamar al el rubio a su lado.

—¡¡Yeon, despierta!! —lo agitaba —¡¡Yeonjun despierta!!

El rubio salió de su bruma de sueño y con ojitos somnolientos contestó con un sonido nasal.

—¡¡L-la b-bebé...

Yeonjun no escuchó más para ponerse alerta y notar la mirada de pánico de Soobin, su pie notó la humedad y sin saber muy bien cómo se paró con velocidad y sin rastro de sueño al cuarto de la bebé para ir por su maleta lista, con dedos prestos había agarrado su celular y marcaba cualquier línea de taxi disponible para su dirección, volvió dónde Soobin para encontrarlo agarrando su vientre  y casi se parte a llorar al notar que el pelinegro tenía un mueca de gran dolor, llegó a su lado para acariciar su vientre y su cara, repartió besos por su frente mientras le murmuraba que todo iba a salir bien, corrió por la habitación para buscar un bolso para Soobin y un cambio de ropa para él en el hospital, le llegó un mensaje que le indicaba que ya el taxi estaba frente a su casa, a estás alturas ya Soobin lloraba y gemía del dolor, Yeonjun estaba a nada de entrar en pánico que no lo demostraba, agarró con fuerza a Soobin y lo cargo hacía la salida de la casa que fué un reto abrir y el taxista se había bajado al notar la situación para ayudar a cerrar y abrirles la puerta del carro, Soobin con voz rota le indicó que lo llevará al banco de esperma, lo demás fué un borrón para los seres en el carro, eran pasadas las doce de la medianoche y no había casi carros recorriendo la ciudad, la llegada al banco fué rápida y Yeonjun salió a prisa para llamar a una enfermera para indicarle que Soobin estaba en trabajo de parto.

Una jóven enfermera salió con una silla de ruedas para llevar a Soobin con rapidez para prepararlo, ya habían llamado al Doctor a cargo de Soobin para realizar la operación, Soobin miraba con nervio a Yeonjun, ambos sudaban de los nervios, el pelinegro no quería soltar a Yeonjun pero al llegar al área del quirófano les pidieron separarse, Soobin lloraba a lágrima viva mientras Yeonjun lo limpiaba y le pedía que fuera fuerte, él no se iba a ir del hospital sin su bebé ni Soobin, el pelinegro lloró por captar cierta posesión al mencionar a su niña, lo adentraron al pabellón y a Yeonjun le quitaron la bolsa de las cositas de la niña, su vista no se apartó hasta notar que no podía ver a Soobin y sin embargo sus ojos seguían clavados en la puerta de madera, en su cuello notó una humedad que resbala y apenas notaba que estaba llorando, sus manos temblaban y con mucho esfuerzo marcó a su mamá al otro lado del mundo, necesitaba consuelo ya que no se sentía bien al dejar ir sólo a Soobin.

Del otro lado de la puerta no era mejor, Soobin temblaba del dolor y de sus horribles pensamientos, de sólo no sentir a Yeonjun a su lado, su llanto no podía ser calmado por más que lo intentaban las enfermeras, cuándo el doctor Lee llegó y notó los nervios del embarazado se preocupó por la bebé y que si seguía así no podrían inyectar el sedante ya que su tensión estaba alta, todo se estaba tornando peligroso, él también intentó calmar al embarazado pero él sólo pedía la presencia del rubio, el doctor notaba con nervio los números en la pantalla y les dijo a las enfermeras que trajeran de quién hablaba Soobin, él correría con las consecuencias ante la directiva ya que ni siquiera tenía algo que perder.

Yeonjun, quién hablaba llorando con su mamá que lo intentaba consolar, se desahogó y le pidió inclusive que rezará porque deseaba más tiempo con Soobin y su hija, la enfermera notó el gran amor que profesaba el rubio y lo supuso la pareja y padre del bebé del paciente, con cuidado lo llamó y le explicó sin mucho detalle que iba poder estar presente en el parto, Yeonjun le colgó a su mamá y siguió a la enfermera que le pasó las ropas obligatorias para entrar al quirófano, Yeonjun se calmó para poder caminar con la enfermera que lo guiaba a la sala de parto, al entrar lo único que notó fue a Soobin y sus ojitos hinchados, con suma rapidez paso a la enfermera y se dedicó a calmar a Soobin, no tenían que decirle que hacer, él ya lo sabía.

—¡Hey! Pequeño, ya vamos a conocer a nuestra niña —a pesar de tener sus ojos rojos ya no lloraba, miraba con una sonrisa tranquilizadora a Soobin que lo miraba fascinado —Nuestra Seolmin ya nos quiere conocer.

—Nuestra... Nuestra bebé —repitió con mucha emoción Soobin que empezaba a dejar de llorar y intentaba llamar a su calma interior.

—¡Si pequeño! —Yeonjun acariciaba la cabeza de Soobin.

El doctor miraba el intercambio entre ambos y los números en la pantalla, el tiempo pasaba y éstos bajaban para volver a ser normales, con un asentamiento dió inició a la operación, le aviso a los jóvenes que todo a iniciar y medida que el tiempo transcurría empezó a abrir a Soobin que ya no sentía nada de la cintura para abajo. Yeonjun y Soobin hablaban de cómo iba a ser vida de ahora en adelante, con su niña riendo en cada parte de la casa, cuándo la llevaran a jugar con sus amigos, Soobin prometiendo que él lo iba a presentar al grupo de los suyos y más cosas que enternecian a las enfermeras presentes, tanto así que se decidieron tácitamente a hacerse cargo de la reprimenda junto con el doctor, amaban esos momentos en pareja.

Luego de un tiempos en la habitación se escuchó un estruendoso llanto que devolvió las lágrimas a Soobin y Yeonjun, pero eran de alegría, su niña, su niña preciosa ya había llegado al mundo. Las enfermeras habían arropado a la niña y el doctor Lee le pregunto a Yeonjun si quería cortar el cordón, Soobin le asintió con emoción mientras observaba por encima de la tela que separaba la mitad de su cuerpo de dónde estaba su barriga, ahí estaba alzada su niña llorando y con su cuerpo rojito, el rubio se levantó rápido, siguiendo las indicaciones del doctor corto el cordón y la enfermera le pasó a la niña, también le explicaron cómo cargar a la bebé mientras el doctor se abocaba a cerrar la herida de Soobin.

El rubio caminó hacía Soobin sin apartar la mirada de la carita de la niña se sentó en un banquito que le habían puesto las enfermeras, con mucha delicadeza colocó a la bebé en el pecho de Soobin que estaba tan feliz de sentir el peso de su bebé.

—Mírala, es tan hermosa —Soobin susurraba porque había notado que su nena había dejado de llorar para verse somnolienta, se estaba muriendo de ternura y Yeonjun no se quedaba atrás, sus labios no dejaba de besar la frente de Soobin y decirle lo bien que lo había hecho, estaba tan orgulloso.

Luego de un pequeño tiempo le pidieron a la niña para hacerle las pruebas preliminares y a Yeonjun salir del quirófano, a pesar de que ambos no querían por lo menos estaban más calmados así que acataron las órdenes. Al salir del quirófano Yeonjun llamó otra vez a su mamá para infórmale de las buenas noticias, está se emocionó tanto que le explicó a su hijo que había asustado a su esposo y que esté le mandaba las felicitaciones por la bebé, le prometió que le iba a mandar fotos de la niña a penas pudiera verla otra vez.

Cuándo le informaron que ya podía pasar a ver a Soobin ya había podido hablar con su mamá y la había dejado para notar que ya casi iban a ser las cinco de la mañana, caminó hacía el cuarto que le había indicado la enfermera y ahí vió a su pequeño pelinegro mirando hacia la ventana, sin su barriguita se veía extraño pero sabía que en el algún futuro la volvería a tener. Cuándo entró al cuarto Soobin trasladó su mirada hacía él, con una sonrisa lo invitó a acercarse, Yeonjun con ojitos aguados lo abrazo delicadamente, había sido una madrugada de tantas emociones encontradas y ya por fin podía sentir que respiraba, se separaron al sentir unos golpecitos en la puerta, Yeonjun fué a abrir y ya quería llorar otra vez al ver que era la enfermera del quirófano trayendo a la bebé a la cunita del hospital, Soobin también se puso emocional.

La enfermera agarró a la bebé y le explicó a Soobin cómo cargarla y demás cositas, ni Soobin ni Yeonjun le dejaron de hacer preguntas haciéndolos ver cómo unos padres primerizos muy preocupados por los siguientes pasos de sus vidas, la enfermera respondió todo encantada y com una última sonrisa les deseó mucha suerte, una vez se fué Yeonjun se dedicó a la bella imagen frente a si: Soobin con la niña entre sus brazos, la habían vestido con una enterito rosado, guantes blanquitos con listones rosaditos y un gorrito que tenía forma de las orejitas de un osito y también rosado, su dedo no pudo controlar la cantidad de fotos que sacaba con su camara, tanto a la bebé como a Soobin y a ambos.

—Hyung...

—Dime —le respondió Yeonjun aún embelesado por la princesa.

—¿Podrías llamar a Seokjin hyung? —Yeonjun notó que lágrimas nuevamente querían correr por las mejillas de Soobin —Me gustaría que estuviera aquí.

—Claro que si, pequeño —se acercó para acariciar sus infladitos cachetes —A primera hora de la mañan lo haré.

Soobin le sonrió y le agradeció para volver a mirar a su niña, tan blanquita cómo la porcelana y suave, tan tranquila entre sus brazos que se le hacía una imagen surreal, era tan hermosa, Yeonjun también la miraba con amor aunque a veces se desviaba hacía Soobin. Cuándo los primeros rayos del sol anunciaron la mañana Yeonjun salió para realizar la llamada que le había prometido a Soobin y habló con Seokjin por teléfono explicándole la situación, él le prometió estar rápidamente ahí, le colgó y acordándose a su mamá le envío las fotos de la niña, le envío casi un álbum de fotos, su mamá estaba que deliraba con los emojis de corazón, también ñe pedía que felicitara a Soobin de su parte y hablar por video llamada, y por último le envío un mensaje que lo dejó muy sentimental: "Felicidades mi niño, ahora sólo vendrán días de mucho amor para ti"

Yeonjun podría no ser el padre biológico de Seolmin, pero iba a trabajar para ser un padre para la niña.




Holaaaaa, disculpen la tardanza 🥺💜
¡¡SEOLMIN NACIÓ, BEBITA PRECIOSA NACIÓ BIEN!!
Hubo sustos pero ya nuestra niña está bien entre los brazos de sus papás 🤧💜
Por cierto, les quiero compartir mi felicidad al decirles que Los Trazos de su Vida ya cumplió su primer aniversario ayer primero de diciembre, esté capítulo era para ayer pero xd, soy la reina de la irresponsabilidad y me disculpo por ello.
Estoy muy orgullosa de la historia y siempre espero que cumpla las expectativas del lector y de unnie 💖
Gracias, mil gracias para todxs lxs que están leyendo la historia, gracias por darle la oportunidad al YeonBin y a Seolmin 🥺💜 brillitos para tí ✨✨✨
Lxs amito mucho y tomen agüita
Nos vemos en navidad 💜

Ate: una amorosa Hyejoon ❤️

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