Sorpresa n°9

-Tom-le digo en tono cansino.

-No-me dice. Me cruzo de brazos, exasperada de su actitud.

-Enserio, suficientes sorpresas. Solo dime a donde vamos-le digo enfurruñada. Me sonríe con satisfacción.

-No.

Gruño por lo bajo y miro por la ventana del auto. Su mano se cuela por mi cintura y me acerca a él. Deposita un beso en mi mejilla y se ríe. No puedo enojarme con el cuando hace eso. Lo miro y ruedo los ojos, para luego inclinarme y darle un corto beso. El auto se detiene unos minutos después. Busco mi bolso para bajar pero Tom pone su mano sobre la mía, impidiéndomelo.

-Hoy estaremos bastante tiempo en el auto-me dice. Frunzo el ceño, sin entender.

Nos bajamos del auto, solo con mi teléfono, y Tom me encamina a la acera que está a nuestra izquierda. Juro que aún no me acostumbro a que manejen al revés, por lo que cuando voy a cruzar la calle Tom me detiene y me señala un auto que viene en nuestra dirección.

-¿Qué harías si no estuviera aquí contigo para ayudarte a cruzar?-pregunta divertido.

-Morir atropellada, probablemente. Creo que tengo que mirar hasta el cielo antes de cruzar estas calles-le digo. Tom se ríe.

Lleva solo unas gafas de sol, pero las calles se ven bastante vacías. Caminamos cogidos de las manos por menos de una cuadra, cuando noto que la cantidad de gente en el lugar se acrecienta. Giramos a la derecha y quedamos frente a un gran muro de ladrillos, que por encima tiene un cerco eléctrico. En el centro, una puerta verde oscuro, con una inscripción que dice Garden Lodge. Abro los ojos como platos y miro a Tom.

-¿Enserio es...?

-¿La casa de Freddie Mercury? Si-me dice. Suelto un gritito y me abalanzo sobre el para abrazarlo.- Martin es un gran pajarito, en realidad creo que a él deberías darle las gracias.

-Ah, créeme, él me debe muchas-le digo. Coloca cara de pregunta pero niego con la cabeza.- Si quieres saber por qué, debes preguntarle a él, yo no soy chismosa.

-Eso es cuestionable-me dice. Le doy un manotazo en el brazo.- Auch.

-¿Me sacas una foto?-le pregunto, entregándole mi teléfono. Él se ríe y asiente con la cabeza.

Miles de fotografías después, estamos de nuevo en el auto. Martin me da una videollamada, por lo que le contesto.

-¡Hola!-dice Martin y Zendaya del otro lado. La recepción no es muy buena por lo que está desfasado el sonido de la imagen.

-¡Hola!-le respondemos Tom y yo.

-¿Cómo va todo por allá?-pregunta Zendaya.

-Todo bien-le digo.

-No me han molestado más de lo usual-dice Tom.

Para nuestra suerte, las fotografías de nosotros saliendo juntos de la opera se vieron opacadas por una foto de Kim Kardashian casi desnuda. Así que, lo que parecía un desastre total, finalmente fue evitado.

-Nosotros estamos viajando a Lyon, en unos tres días volvemos a Londres en tren-dice Martin.

-Excelente-digo, aunque por dentro me entristece un poco, ya que significa que el viaje está terminando.

-¿Cómo lo han pasado?-pregunta Tom.

-Increíble-dice Martin.

-Lo único malo es que un paparazzi me fotografió cuando comía, pero solo a mí-dice Zendaya. Observo a Martin. No sé si realmente ellos tendrán el mismo problema que yo tengo con Tom, pero definitivamente tengo que hablarlo con mi mejor amigo.

Seguimos hablando un poco de lo que hemos hecho estos días, hasta que el auto se detiene. Nos despedimos y bajamos nuevamente. Esta vez, Tom me hace llevar mi cartera, así que le hago caso. Cuando veo un monolito completamente rayado que dice Abbey Road me detengo y hago que Tom me mire.

-¿The Beatles?-pregunto. Tom sonríe y sacude la cabeza.

-¿Preparada para la foto?-me dice. pego un saltito y me encamino rápidamente. Tom coge mi mano y me hace retroceder, segundos después, un auto pasa rápidamente por la calle.- Tu tasa de sobrevivencia en Londres sin mi debe llegar al 1% con suerte.

-Ustedes son los que tienen todo al revés-le digo, encogiéndome de hombros. Tom suspira y camina junto a mí.

-Enserio, mejor no te alejes de mi lado si estamos en la calle. Dicen que la tercera es la vencida-me advierte.

Caminamos por el paso de cebra unas ochenta veces. Primero sola, luego los dos (el chofer se bajó a sacarnos las fotos) y finalmente convencí a Tom de que se sacara una. Caminamos hasta los estudios cerca de Abbey Road, saque unas cuantas fotos (mis padres son fanáticos de los Beatles), y luego volvimos caminando al auto.

-¿Y ahora?-pregunto entusiasmada.

-¿Qué te parece conocer el Londres alternativo?-pregunta.

-Mil veces si-le digo, haciéndolo reír.

-¿Qué tal este?-le pregunto, mostrándole otra argolla.

-Demasiado punk-me dice. Hago una mueca, porque tiene razón.

Estamos en Camden Market, un lugar completamente alternativo, donde Amy Winehouse solía venir. El mercado tiene múltiples tiendas, todas con diferentes cosas, aunque con un predominio de lo gótico y punk. Estoy eligiendo una argolla para mi piercing en la oreja (he decidido hacerme uno), y ninguna me convence.

-Mira-me dice. Me acerco a él y me muestra un pequeño arete con forma de rosa negra. Es realmente bonito.

-Me encanta-le digo.

-Vamos, a perforarte la oreja-me ice. Muerdo mi labio, algo nerviosa.

-Ok-le digo, haciéndolo reír por mi expresión de terror.

-Si no quieres hacerlo, no tienes que hacerlo-me dice.

-Siempre he querido tener otro más-le digo.

-Entonces hazlo-me dice riendo.- Te sostendré la mano, ¿te parece?

-¿Por qué eres tan tierno?-le pregunto. Se ríe.

-Solo vamos-me dice.

Un pinchazo después, me encuentro en la caja intentando pagar por la perforación y el arete, pero Tom se me adelanta y no me deja. Enfurruñada, salgo del local y comenzamos a ver los otros pasillos y tiendas del lugar.

-No fue tan terrible-me dice.

-No debiste pagar-le digo. Rueda los ojos.

-Hicimos un trato-me recuerda. Suelto un bufido.

-Eso era porque no sabía que gastarías todo tu dinero en mi-le digo.

-Créeme que no ha sido nada-me dice.- Infinity War me ha dado una gran paga.

-Y deberías usarla para cosas buenas, no en mí.

-Ven-dice jalándome.- Vamos a cyberdog.

Cyberdog es un lugar completamente original, lleno de prendas fosforescentes, ropa realmente única, accesorios y maquillaje punk, juegos eróticos y extraños adornos. Cuando terminamos de recorrer el piso inferior, nos devolvemos por las escaleras mecánicas.

-Cuando decías alternativo, realmente te referías a alternativo-le digo. Tom se ríe.

-Si-dice.- ¿Te apetece comer? Nos juntaremos con mis hermanos y Hazza en un par de horas.

-Por favor, con el olor de comida que hay acá mi estómago está rugiendo-le digo.

Nos vamos a The Blues Kitchen, un lugar que tiene la misma vibra que todo el mercado y con música en vivo. Los asientos son de cuero rojo con mesas de madera oscura. La luz del lugar es tenue, y cada persona está concentrada en su asunto, por lo que no prestan atención a Tom. Nos acercamos a lo que era una antigua casa rodante, refaccionada con los mismos asientos dentro, más luminoso. Sospecho que Tom lo tenía reservado, porque cuando estamos frente a ella, un mesero se acerca y abre la puerta, dejándonos pasar. Nos sentamos y nos entregan la carta.

-¿Te gusta el lugar?-me pregunta Tom.

-Es realmente... impresionante-le digo, porque no sé como describir lo que Camden me causa.

-Las hamburguesas son realmente buenas y grandes, así que no te preocupes porque no quedaras con hambre. Lo único que te recomiendo es beber la Camden Show Off, es realmente buena-me dice Tom.

-Creo que pediré la hamburguesa vegana-le digo.

-¿Te gustan?-pregunta, un poco sorprendido.

-Si, además que las otras son con salsa BBQ, y no me gusta-le digo. Coloca una mano en su pecho y sobreactúa, como si lo que le hubiese dicho fuese lo peor del mundo.

-No puedo creer que no te guste la BBQ-me dice. Ruedo los ojos.

-Solo pidamos antes de que me coma las servilletas-le digo. Se ríe.

-¿Con que pedirás tu hamburguesa? No me digas ensalada-me dice. Ahora yo coloco mi mano en el pecho.

-Me ofendes. ¿Acaso no me conoces?-le pregunto.- Papas fritas, siempre papas fritas.

-Perdóneme señorita-me dice.

-Acepto sus disculpas-le digo. nos reímos.

Pedimos nuestra comida y esperamos pacientemente. Tom saca su teléfono y me pide que nos saquemos una foto. Se la envía a Zendaya. A los minutos, nos envían una foto en una rueda de la fortuna en Lyon.

Las hamburguesas eran deliciosas, y la cerveza también, muy refrescante. Tom no mentía cuando decía que la comida era abundante. No fuimos capaces de pedir postre. Salimos caminando lentamente para dirigirnos al auto. Nos subimos y apoyo mi cabeza en su hombro.

-¿Dónde iremos ahora?-le pregunto.

-Al verdadero centro de la ciudad-me dice Tom.

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¿Alguna vez los descubriran haciendo el amor? Maybe, esperemos que no porque seria bastante vergonzoso.

¿Claudio llegaria a volverse un problema al punto de hacer cosas locas por ______? Ya ha hecho cosas bastante locas por ella, y espero que esta vez realmente se haya rendido y no se incumba mas, pero ¿quien sabe? recordemos que su relacion esta por volverse publica...

¿Cual es su pesadilla o fobia? Para mi, las aguas profundas en que no puedes ver el fondo, les tengo terroooor, y es muy estupido lo se. Una vez nade en mar abierto (porque soy estupida y quise ser "cool") y cuando nadaba no paraba de iaginarme que salia un megalodon del agua y me comia, o un calamar gigante me agarraba la pierna y me hundia.

Las leo queridas lectoras <3

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