¿Que tu qué?

Llegamos a la casa de Tom al cabo de unos minutos. Nos quitamos los abrigos y dejamos nuestros regalos en la habitación de Tom. Me siento cansada, pero también contenta porque ha sido un día muy bonito. Me dirijo al baño a hacer mis necesidades. Cuando salgo, veo a Tom solo con los pantalones ya que ha decidido cambiarse la y ponerse una camiseta más cómoda. Me sonrojo y miro el suelo. El me mira y me sonríe. Agacho la cabeza y me acerco a la puerta para salir.

-¿Adónde vas?-dice poniendo su mano sobre la mía, que estaba por alcanzar el picaporte.

-Quiero agua-le digo sin mirarlo. Se ríe.

-¿Te da vergüenza verme as?-me pregunta burlón. Lo miro.

-No es exactamente eso-le digo, y no puedo evitar morderme el labio.

Es como si cada vez que tengo a Tom para mí solo se encendiera un fuego dentro de mí. Y creo que también dentro de él, porque acorrala contra la pared y comenzamos a besarnos. Y no, no es un beso lento, es un beso apasionado. Mis manos se colocan sobre su pecho desnudo, las suyas están en mi cintura. Nuestras lenguas se topan y es como si no se hubiesen conocido antes. Me muerde el labio, y suelto un gemido bajo. Su boca se aleja de la mía y comienza a asaltar mi cuello, mientras yo entrelazo mis dedos en su cabello. En mi conciencia una vocecita. Están todos afuera, no puedes hacer eso ahora. Alejo a Tom solo unos centímetros. La vocecita tiene razón.

-Tus hermanos-susurro. Su mirada es intensa, pero asiente con la cabeza y se aleja.

-No te salvaras más tarde-me susurra. Sonrío coqueta. No quiero salvarme.

Salgo antes de que mi conciencia se apague y me dirijo a la sala. Veo que Sam y Paddy están colocando Just Dance en la x-box. Camino hasta la cocina y saco un vaso de agua. La bebo al instante.

-Parece que alguien tiene calor-me dice Harrison burlándose. Me volteo y lo miro con el ceño fruncido.

-¿Acaso no tienes nada mejor que hacer que molestarme?-pregunto.

-Sí, pero digamos que este es mi pasatiempo favorito-dice apoyándose en la encimera junto a mí, ruedo los ojos.

-Sabes que me voy a vengar-le digo. Camino y me pongo frente a él, cruzándome de brazos.

-Si-dice sonriendo burlescamente.

-Y que no va a ser bonito-le digo levantando las cejas. Se ríe por lo bajo.

-Si-dice, y luego se yergue. Es más alto que yo, me gana por una cabeza.- Pero esta vez, yo también puedo actuar.

-¿A qué te refieres?-pregunto sin dejarme intimidar.

-Me voy a defender. Es más, creo que puedo hacer una contra venganza.

-Estoy bastante segura que no existe-le digo.

-Bueno, entonces una broma, como sea. Vas a tener que estar muy atenta-me dice entrecerrando los ojos, y luego hace el gesto de "te estaré vigilando" con su mano y se va.

Sonrío para mis adentros, quizás pueda usar eso en su contra. Martin llega a la cocina, le sonrío y me da un abrazo. Luego me suelta y se va al lavabo para servirse un vaso de agua.

-¿Qué tienes en mente?-me pregunta, hablamos en español ya que estamos solo los dos en la cocina. Lo miro sin entender. Al no responder, Martin prosigue.- Para tu venganza.

-Ah-digo, y hago una mueca.- Aun no lo sé.

-¿Tu, ______ ______, sin planes? Imposible-me dice. Me rio.

-Bien, quizás tenga una leve idea de lo que quiero-digo sonriendo con malicia. Martin se ríe.

-¿De qué se trataría? Tú sabes que yo te ayudo, siempre-me dice. Me acerco a él y le susurro a su oído.

-Vamos a hacer a Harrison gritar de terror.

Me alejo, Martin me mira y pone la misma sonrisa malvada que tengo yo. Nos reímos. Harrison va a llegar a rezarle a la virgen con lo que estoy pensando.

-¿Qué están haciendo ustedes dos?-pregunta Zendaya con los ojos entrecerrados. Con Martin nos miramos y nos volvemos a reír.

-Ven-le digo. Se acerca y coloco mi brazo sobre sus hombros.- Le contaba a Martin de mi venganza contra Harrison.

-Oh, definitivamente cuenta conmigo-dice ella, y nos reímos.

-¿Alguien pedirá algo para comer?-pregunta Paddy desde la sala.

-¿Qué tal pizza?-pregunta Harrison.

-Si-le decimos todos.

Luego de hablar un poco de mi plan, que decidimos dejar para mañana, nos vamos a la sala. Me siento en el sillón junto a Paddy. Sam y Harry están compitiendo en Just Dance, Martin y Zendaya están buscando que canción quieren poner para competir entre ellos después.

-¿Te gusta Just Dance?-me pregunta Paddy. Lo miro y le sonrío.

-Mucho, pero no soy buena-le digo negando con la cabeza.

-¿Quieres competir conmigo?-me pregunta emocionado.

-Claro, pero vas a tener que darme algo de ventaja-le digo, él se ríe.

-¿Así que ahora estas con mi hermano?-me pregunta de la nada. Mi cara se va al suelo. Harrison, de pie contra la pared mirando a los chicos bailar comienza a morir de la risa. Martin y Zendaya me miran de reojo.

-Eh...-no sé qué demonios decir. Harrison sigue riéndose.

-¿Te gusta?-me pregunta Paddy, insistentemente. Abro la boca y estoy segura de que mi cara esta desconfigurada, como si mi cerebro hubiese echo cortocircuito.

-¿Alguien quiere papitas? Creo que sobraron de ayer-dice Zendaya intentando salvarme.

-Paddy, tu hermano y ______ se llevan muy bien. Pero MUY bien. Deberías haber escuchado anoche-dice Harrison. Lo matare, lo juro que lo matare.

-Paddy ¿quieres nachos con queso?-pregunta Martin intentando distraerlo. El. Mejor. Amigo. Del. Mundo. Nada más que decir.

-No gracias-dice Paddy sin despegar sus ojos de mí. Lamentablemente la maniobra de Martin no sirve.

-¿De que hablaban anoche?-me pregunta Paddy. Yo estoy mirando asesinamente a Harrison. Tom llega y le pega en la cabeza.

-¿De verdad?-le pregunta Tom a Harrison. Él sonríe avergonzado. Tom se acerca a nosotros.

-Tom, le preguntaba a ______ si estaban juntos. ¿Se besaron verdad?-pregunta Paddy.

Los gemelos han dejado de bailar, Sam ha ganado. Y nos miran atentos, divertidos con la situación. Que me caiga un rayo, o que me trague la tierra.

-Paddy, ¿porque no conversamos por allá?-le dice Tom señalándole la cocina. Paddy se levanta y se va con su hermano a la cocina.

-Harrison, voy a matarte-le digo, todos se ríen, menos él que me sonríe con malicia, rueda los ojos.

-¿Qué tal si mejor te pateo el trasero en Just Dance?-me pregunta. Sonrío de lado.

-Créeme, yo te pateare el trasero-le digo, los gemelos comienzan a gritar "uh", yo me levanto y comienzo a elegir la canción.

-Esto va a estar bueno-dice Martin, le guiño un ojo.

-¿De qué hablas?-pregunta Zendaya.

-Salsa-decimos Martin y yo al mismo tiempo.

Coloco la canción que me sé de memoria en Just Dance, no es propiamente salsa pero si tiene ritmo similar. La canción comienza, Harrison está a mi lado, y comienza la canción. Estoy anotando casi todos los puntos, Harrison es bueno pero yo se me esto de memoria, no hay forma de que me gane. Martin y Zendaya hacen barra por mí, mientras los gemelos le hacen burla a Harrison. Cuando finalmente termina la canción, salto. Le he ganado, y por una gran diferencia.

-Así es como se patea el trasero-le digo a Harrison, pone los ojos en blanco y los demás aplauden. Suena el timbre.

-Llego la pizza-dice Harrison y se va a la puerta. Me siento agotada en el sillón.

Harrison lleva las cinco pizzas que ha encargado hasta el comedor, y nos levantamos para ir a comer. Cenamos, muchos burlándose de Harrison, y este no emite ningún comentario acerca de Tom y yo, creo que ha sido suficiente humillación para él. Por hoy, mañana, la venganza.

-Nos vemos mañana-me dice Paddy abrazándome, ya son las diez de la noche y deben irse. Le sonrío.

-¿No puedes darme una pequeña pista de lo que haremos mañana?-le pregunto con voz baja. Me mira y niega con la cabeza.

-Pero te va a gustar, mucho-me dice, me rio.

-Voy a dejarlos y vuelvo-me dice Tom. Coloca una mano en mi mejilla y le sonrío.

-Te estaré esperando-le digo. Se acerca a besarme, pero sentimos la risita de Paddy. Me sonrojo y miro al suelo. Tom levanta mi barbilla, y me da un corto beso.

Sale por la puerta y se va a dejar a sus hermanos. Me volteo, Zendaya y Martin se han ido a la habitación de huéspedes. Decido ordenar un poco el desastre que hemos dejado en el comedor. En la cocina, veo que Harrison está limpiando los platos sucios. Me acerco a las cajas para doblarlas y ponerlas en el tarro de reciclaje, junto con las botellas de cerveza.

-¿Por qué no le respondiste a Paddy si te gustaba Tom?-me pregunta Harrison, me toma por sorpresa. Se ha volteado y está apoyado en la encimera. Me encojo de hombros.

-Supongo que me incomoda un poco hablar de mi vida personal-le digo, sacudo la cabeza. Camino y me coloco en la encimera frente a él.

-¿Pero si te gusta?-pregunta. Su semblante es serio. Asiento con la cabeza.

-Creo que es bastante obvio que si-le digo. el asiente con la cabeza.

-Voy a mi casa, dile a Tom que me disculpe, mañana estaré temprano acá para que vayamos todos-me dice, se levanta.

-¿Por qué te vas? No es como si necesitáramos la habitación. Estoy segura de que a Tom no le molesta que te quedes-le digo. No entiendo nada, podría haberse ido con Tom y sus hermanos, ya que viven cerca. Harrison me está dando la espalda, pero se voltea lentamente para mirarme.

-No quiero incomodar-dice sonriendo, pero la sonrisa no le llega a los ojos. Frunzo el ceño.

-¿Desde cuándo te ha importado incomodar? Por lo que recuerdo, te encanta ponerme incomoda y que me sonroje-le digo jugando, sin embargo él se queda serio. Me cruzo de brazos.

-Sí, me encanta incomodarte-me dice. Toma una gran bocanada de aire.- Pero...

No habla. Me acerco un poco ¿Es que acaso le caigo mal? ¿Hice algo que le sentó mal? Quizás yo le incómodo. Quizás le moleste que este absorbiendo a su amigo.

-¿Pasa algo Hazza?-pregunto preocupada.- Puedes decírmelo. ¿Te incomodo?

Me mira a la cara. Jamás lo había visto tan serio en mi vida. Veo que tiene un conflicto interno.

-No quiero perder la amistad de Tom-susurra. Abro la boca y luego sacudo la cabeza.

-Sé que estos días ha estado muy pendiente de mí, pero no quiero quitarte a tu amigo Hazza. Lo quiero, y lamento si te sientes abandonado por él. Puedo hablar con él. No quiero que sientas que quiero separarte de Tom-le digo, y coloco mi mano en su hombro. Frunce el ceño, y se aleja de mí.

-No es por eso-me dice.

-¿Entonces porque lo dices?-pregunto sin entender.

-Porque...-suspira. Frunce el ceño. Levanto las cejas, quiero entender qué demonios pasa.- Porque me gustas.
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No me maten u.u

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