Negociación

-Sí, estoy celosa, pero no ha sido tan terrible-le digo, como si no me afectara el tema.- Podría ser peor ¿no? Podría ser que una chica babosa estuviese colgando de sus brazos y teniendo que estar abrazados... es solo Zendaya, que es preciosa y muy simpática, pero son amigos ¿no? Y solo han subido un video de ellos bailando, ni siquiera como juntos, si no en una coreografía. No han tenido que andar por ahí cariñosos en las calles. Así que si, es raro pero... estoy bien-digo.

-Así que... lo estas manejando de manera muy... decente-me dice Harrison. es de mañana por lo que mis padres no están, y he aprovechado de hacerle una video llamada a Tom, pero lamentablemente está grabando en estos momentos.

-No sé cómo manejar realmente la situación. No sé ni siquiera como seria manejarla mal, bueno en realidad si se pero estoy intentando evitarlo-le digo algo frustrada.

-Bueno aquí las cosas han estado algo raras también. Pero desde ayer, cuando le dijiste que irías a Londres, Tom ha estado muy feliz-me dice y me sonríe para darme ánimo.

-Sí, pero para eso queda harto tiempo-le digo haciendo una mueca, el bufa.

-Ya verás que pasara volando-me dice y le sonrío.

-¿Has sabido algo sobre el articulo?-le pregunto. Niega con la cabeza.

-Quedo enterrado con los mil y un artículos que hay de Tom y Zendaya-me dice. Aprieto mis labios hasta formar una línea y asiento con la cabeza.- ¿Estas bien?

-¿Quién? ¿Yo?-pregunto haciéndome la tonta. Harrison levanta una ceja.- Sinceramente, no lo sé-digo, negando con la cabeza.

-Agh-dice el haciendo una mueca de frustración.- Odio esta situación.

-Hazza...-comienzo, pero luego me arrepiento y me callo. El frunce el ceño.

-¿Qué?-pregunta.

-Nada-le digo negando con la cabeza, pero no me atrevo a mirar a la cámara ni a la pantalla de mi laptop.

-Vamos ______, escúpelo-me dice y comienza a levantar rápidamente las cejas. Suelto una risita. Me muerdo el labio y finalmente suspiro. Se valiente me digo a mi misma.

-Qué... crees que sería muy terrible si, bueno, se enteraran de que Tom y yo...

Y no sigo, porque "Tom y yo" no tienen etiqueta. Es decir, ¿estamos juntos? Yo siento que sí, y supongo que lo estamos pero... es todo muy extraño. Además, ¡dos semanas! Solo hemos estado juntos dos semanas. Y ni siquiera juntos, en realidad nos conocimos dos semanas. Está bien, quizás llevamos más de dos meses hablando y si, nos ponemos melosos a veces, y me encanta (pero a quien no le encantaría ver esa cara y su abdomen dios santo), pero... ugh, maldita sea la distancia. Y también mi cerebro, maldito y estúpido cerebro que le gusta complicar mi vida. Creo que Harrison entiende mi punto a pesar de lo vaga que fui, y también creo que puede ver mi debate interno. Es casi como que se pudiera ver a dos versiones de mí peleándose con espadas dentro de mi cabeza. Y no, no es un angelito y un demonio, más bien son dos demonios.

-Yo... no lo sé. Solo te puedo decir mi experiencia como amigo de Tom-dice haciendo hincapié en la palabra amigo. No estoy segura de que yo esté en la misma categoría.- Es cierto, es abrumador al principio. Pero tienes que entender que yo además estoy trabajando en una carrera como actor, y sé que la fama viene con ello si soy exitoso. Así que... no ha sido lo más terrible del mundo, pero yo también quiero desenvolverme en este mundo. En cambio tú...-se calla. Porque no tiene idea de si yo quiero estar en ese mundo. Y la verdad, yo tampoco.

-Yo quiero ser enfermera-digo en un susurro.

-No es como si las dos cosas fuesen incompatibles, digo, mira a George Clooney y su esposa, ella es abogada-me dice.

-Están casados-le digo levantando las cejas.

-Sí, ¿y?-pregunta sin entender.

-Ah creo que hay una gran diferencia entre lo que sea que Tom y yo tengamos, y un matrimonio-le digo sarcásticamente. Su boca se torna una O como si estuviera recién dándose cuenta. Dios dame paciencia me repito.

-Llego Tom-dice sin mirar a la cámara y mira hacia su izquierda.- Mira con quien estoy hablando-le dice, y Tom llega algo despeinado y con un traje gris con círculos blancos y rayas negras. Me rio un poco porque pensé que estaría con su traje de Spiderman.

-Gracias Hazza-dice mientras se sienta a su lado y Harrison le da una botella de agua.- Oh, ______, ¿Cómo estás? ¿No deberías estar estudiando para tu examen?-me pregunta con una sonrisa. Me muerdo el labio, es una ternura que se acuerde de mis exámenes.

-Hola-le digo sonriendo.- Si, pero es en la tarde, así que me salte la clase de la mañana porque odio a ese profesor, y decidí desayunar tranquila y hablar contigo-le digo. Él sonríe.

-Y como tú no estabas, tuvo que conformarse conmigo-dice Harrison levantándose de la silla.- Los dejo, voy a ver a los demás-dice dándole unas palmadas en el hombro a Tom y guiñándome un ojo. Le sonrió en respuesta.

-¿Qué es ese traje tan raro?-le pregunto, y él se ríe por lo bajo.

-Ya verás cuando salga Infinity War. Estamos en los últimos días de grabación-me dice. Yo me rio, y él pone cara de no entender.-¿Qué es tan gracioso?

-Dudo que me dejes esperando a ver Infinity War-le digo y aprieto los labios intentando contener la sonrisa.

-¿Por qué?-pregunta sacudiendo la cabeza.

-Porque tú eres Spoilerman-le digo y me rio a carcajadas. El abre la boca y suelta una carcajada y niega con la cabeza.

-¿Tan poca fe tienes en mí?-me pregunta tocándose el pecho como haciéndose el ofendido.

-No lo digo yo, lo dice internet-le digo.- Además, antes de que saliera Homecoming creo que diste spoilers en mil entrevistas. De verdad dudo que siquiera puedas guardar un secreto.

-Yo no creo que haya sido tanto-me dice algo inseguro. Levanto las cejas.

-Yo creo que Marvel quería cocerte la boca para que no hablaras más, deberían tener un babysitter contigo en las próximas entrevistas-le digo y me rio nuevamente a carcajadas. Frunce el ceño y cruza los brazos como haciéndose el enojado.

-No le veo lo chistoso-me dice serio, pero sé que está fingiendo.

-Eso es porque no has visto tu cara-le digo y vuelvo a reirme. Se ríe y sacude la cabeza mordiéndose el labio.

-Eres mala-me dice, yo me encojo de hombros.

-A veces-le digo. Le sonrío.

-Cambiando de tema, ¿De que hablaban tu Hazza antes de que llegara?-pregunta mientras ladea su cabeza y mira la pantalla. Mi sonrisa se esfuma y comienzo a mirar mis manos en mi regazo mientras me muerdo el labio.

-De am... bueno, tenía algunas dudas-le digo evitando mirar la cámara. Tom se acerca a la pantalla.

-¿Sobre qué?-pregunta levantando una ceja.

-Yo... quería saber si... sería tan terrible, ya sabes... eso-le digo, mi voz cada vez siendo más baja. Frunce el ceño y sacude la cabeza.

-No entendí nada-me dice. Resoplo. Se valiente me repito.

-Que si sería terrible...-digo, y me interrumpo mordiendo el labio porque me he acobardado. Me mira como diciendo "continua". Suspiro y cierro los ojos.- Si sería terrible decirle al mundo que, tu y yo... ya sabes, eso.

Siento mi cara arder. Debo estar roja como un tomate. No, peor, como una frutilla/fresa. Espero que no se note con la resolución de mi webcam.

-Ah-dice, Tom se reclina en el respaldo de su silla. Al principio se ve serio y luego sonríe.- No sería muy fácil para ti-responde, y no toca el tema de que él y yo no sabemos que somos.- yo creo que depende de si tú quieres estar expuesta o no.

-¿Expuesta?-pregunto.

-Sí, sabes que la gente te podría seguir, podrían sacarte fotos, te pararían en la calle... no sé, ese tipo de cosas-dice encogiéndose de hombros.

-Si dices que depende de mí, quiere decir... que tu...-me callo. Para, para, para me repito. Tengo incontinencia verbal.

-¿Yo que?-pregunta y sonríe de lado.

-Nada, olvídalo-le digo.

-______-dice, miro a la pantalla lentamente.- Dímelo.

-Mira la hora que es-digo repentinamente, buscando una excusa para terminar esta conversación.- debo ir a arreglarme.

-Cómo puedes pretender escaparte y que yo no te diga nada-me dice incrédulo, y se ríe.

-Lo siento, tengo examen, ¡adiós!-le digo mientras muerdo mi labio.

-Te quiero-me suelta, cuando estaba a punto de cortar la llamada. Me paralizo. Es la tercera vez que lo escucho decirme eso. Antes, en el aeropuerto, cuando estaba demasiado en shock para actuar, luego cuando me llamo para decirme que había vuelto a Los Angeles, y ahora.

-Yo a ti-le respondo. Sacudo la cabeza.

-Hablamos después-me dice sonriendo divertido por mi expresión. Y corta la llamada.




-Gracias Tintin-le digo mientras le doy un beso en la mejilla. Me ha venido a buscar después de mi examen.

-¿Cómo te fue?-me pregunta mientras gira el volante y sale del estacionamiento de la universidad.

-Bien-le digo, y resoplo.

-¿Me vas a decir para que me llamaste?-pregunto sin despegar sus ojos de adelante.

-Porque quiero estar con mi mejor amigo, y me gusta que me lleves a mi casa-le digo sonriendo como niña inocente.

-A mí no me engañas, ya dímelo-me dice sin creerme nada de lo que le digo. Suelto un bufido.

-Estaba pensando...

-Un milagro-dice el, lo golpeo en el hombro.- Auch.

-...que tan malo sería decirle a todo el mundo lo de Tom y yo-termino.

-No sería fácil-dice levantando las cejas y encogiéndose de hombros.- Pero supongo que, si él y tú lo quieren...

-Sí, ahí está el problema-le digo ladeándome para mirarlo, aunque él no pueda mirarme a mí. Me da un vistazo.- En primer lugar, ¿Qué demonios somos?

-No lo sé-me responde.

-Ni yo.

-Si te hace sentir mejor, con Zendaya estamos como igual, aunque bueno, creo que es algo peor que tu situación-me dice. Frunzo el ceño.

-¿Por qué?-pregunto sin entender.

-Porque no nos decimos te quiero, digo, me gusta, mucho. Pero vivimos demasiado lejos, y ninguno está seguro de si está dispuesto a una relación a distancia. Estábamos hablando que quizás nos equivocamos en acelerar las cosas. La pasamos bien, si, pero quizás... fue demasiado-me dice. mis ojos se abren demasiado y sé que el color ha abandonado mi rostro. Me mira de reojo y pone una mano en mi hombro para zarandearme un poco.- No es lo mismo que está pasando entre tú y Tom.

-Pero es que... dos semanas Tintin, solo dos malditas semanas-le digo y sacudo mi cabeza.- Como puedo estar así, ¿quiero estar con Tom?-me pregunto.- olvida eso, obviamente sí. La mejor pregunta sería si en realidad podríamos estar juntos.

-Pero están juntos-me dice, suelta su agarre y coloca la mano al volante.

-Sí, supongo...-digo, y resoplo frustrada.

-Olvida lo que dije-me dice.- Vamos a hablarlo en año nuevo.

-¿Zendaya va estar en Londres en año nuevo?-pregunto.

-No. Y de hecho... yo tampoco. Bueno si, voy a pasar unos días contigo allá, y luego me voy a Paris, allí nos juntaremos y hablaremos de todo esto-me dice, tiene todo un bendito plan trazado.

-A Paris-le digo, el asiente.- La ciudad del amor-le digo levantando las cejas.

-De las luces-me dice encogiéndose de hombros.

-¿Y no te apetece además un viajecito a Roma?-le pregunto con sarcasmo.

-No, pero si iremos a otros lugares de Francia. ¿Conoces Mont Saint Michel?-pregunta algo emocionado.

-NO-le grito.-Tú te vas a ir de luna de miel a Francia-le digo incrédula.

-Vamos a definir lo que haremos-me dice levantando la mano como si fuese algo obvio.

-En Paris, la ciudad del amor, y después viajando por Francia. Si, nada romántico-le digo entrecerrando los ojos.

-Podemos ser amigos-me dice.

-No cinco segundos después de terminar. Es imposible que no vayas a tener un romance en Paris.

-He ido antes-me dice con voz cansina.

-Con tus padres, no con tu no-se-que-es-pero-me-gusta-mucho-le digo. Suspiro.

-Sí, bueno, detalles-me dice. Suelto un bufido.- Volviendo con tu dilema...

-¿Qué tan terrible seria?-pregunto, más a mí misma que a él.

-Si te lo estas cuestionando... crees quizás que estarías dispuesta a soportarlo ¿o no?-me dice pausadamente. Frunzo el ceño.

-No lo sé, no lo había pensado-digo mientras pongo mis dedos en mi mentón.- Quizás no sea lo peor del mundo.

-Quizás...-dice Martin.

-¿Qué?-pregunto mirándolo fijamente.

-Nada-dice, pero sé que oculta algo, entrecierro los ojos. Me mira y suspira.- ¿Por qué antes te negabas rotundamente a ello?-pregunta. Parpadeo varias veces y miro a mí alrededor, evitando mirarlo.

-No lo sé... supongo que todo esto me ha hecho verlo desde una perspectiva diferente-le digo y me encojo de hombros.

-Estas negociando con tu cerebro y tu corazón-me dice melosamente.

-Sabes perfectamente que los sentimientos están también en el cerebro-le digo. Me mira con cara de pocos amigos y ruedo los ojos.- Bien si, entre mi cerebro y mi corazón.

-¿Y qué harás?-me pregunta.

-No tengo idea.

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Hola! Este capitulo es bien largo, estos últimos lo han sido, porque me he inspirado muchísimo haciéndolos jaja.

Quería proponerles que me hicieran algunas preguntas sobre la historia, y responderlas en el próximo capitulo. Ademas quería agradecerles porque he sentido muchísimo apoyo y la verdad es que después de tanto tiempo, me sorprende.

Las leo!

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