La pregunta

Tom maneja despacio debido a que comienza a llover muy fuerte. Al cabo de unos minutos llegamos a un lindo y elegante restaurante, sus paredes son de ladrillo y tienen un poco de musgo. Nos bajamos corriendo hasta la entrada y ahí nos sacamos los abrigos, ya que están mojados. Adentro, el lugar huele delicioso y es cálido. El piso es una alfombra roja oscura, y las paredes son paneles de madera oscura. Tom habla con el anfitrión, y rápidamente nos lleva por una mampara a la derecha, allí hay mucha gente comiendo, pero, nos encamina entre las mesas hasta llegar a una parte más privada, separada por un panel, dejando que así nadie nos pueda ver. La luz es tenue, perfecta para un día lluvioso. Nos sentamos, uno al lado del otro, y miramos por la ventana, que esta polarizada, dejándonos ver el campo que hay del otro lado de la carretera. El mesero llega, nos da la bienvenida y nos entrega una copa de vino blanco a cada uno, para luego entregarnos la carta.

-Stonehenge es maravilloso ¿Cómo será con nieve?-pregunto mientras miro la carta. Me hubiese gustado que la nieve se hubiese asentado, pero no hace suficiente frio para eso.

-No lo sé, pero me imagino que muy bonito-me dice Tom sonriendo. Se quita la bufanda pero se deja las gafas, se ve adorable.

-¿Puedo sacarte una foto así?-le pregunto, él se ríe.

-Claro, pero después nos sacamos una juntos-me responde. Ruedo los ojos y asiento con la cabeza.

Le saco una foto con sus gafas, y luego él toma su teléfono, se acerca a mí y sonreímos a la cámara.

-Estas muy guapa, como siempre-me dice, me sonrojo y miro la carta.

-Y tú, como siempre, pareces un modelo-le digo, él se ríe.

-¿Qué te apetece?-me pregunta, me encojo de hombros.

-¿Hay algún plato especial inglés?-pregunto, el bufa, lo miro.

-Si consideras pescado y papas fritas un plato especial, si-me dice, y los dos soltamos unas risitas.- En realidad no hay nada autóctono de acá, en lo referido a comida.

-¿En serio? Eso es terrible-le digo bromeando.- ¿Qué me recomiendas tú?

Luego de repasar la carta unas cien veces, porque somos muy indecisos, pedimos de entrada la sopa del día, Tom se pide pavo asado con papas sazonadas en mantequilla y pimienta, mientras que yo me decido por salmón con ensalada. Para beber, pido jugo de frambuesa y Tom una coca cola. Me tomo mi copa de vino y Tom me entrega la suya.

-Estoy manejando-me dice, encogiéndose de hombros. Tomo su mano por debajo de la mesa.

-Me gusta que seas así de responsable-le digo sonriendo, mientras bebo un sorbo de su copa. Se ríe.

-Hasta ahora ¿Cuál ha sido tu sorpresa favorita?-me pregunta. Me muerdo el labio.

-No puedo elegir una Tom. Me ha encantado ir a patinar, me ha encantado el acuario, me encanta ir a los museos y lugares históricos, y no me hagas empezar con los estudios de Harry Potter-le digo, nos reímos.- Aun sigo esperando mi carta de Hogwarts.

-Sí, yo también-me dice, y nos reímos.- ¿Te gustaría ir a un lugar en concreto? Para ver si lo tengo o no incluido en mi lista de sorpresas-me dice. Aprieto mis labios y me pongo a pensar.

-El palacio de Buckingham, aunque no sé qué tan bueno sea entrar, me imagino que es caro-le digo, él se encoje de hombros- el museo de historia natural, quiero ver las momias egipcias.

-¿Te gustan las momias?-pregunta.

-He soñado con ir a ese museo desde que vi esa película, La Momia regresa.

-¿Acaso también quieres ir a Egipto?-pregunta bromeando. Lo miro seria.

-Por supuesto-le digo, él se ríe.- Nada sería más entretenido que encontrar una momia.

-¿No crees que es un poco... macabro?-pregunta. Lo miro sin entender- eran personas.

-Están muertas-le digo, encogiéndome de hombros.- Todo el proceso lo hacían después de muertos, bueno excepto quizás a algunos que enterraban vivos en castigo-le digo encogiéndome de hombros. Pone cara de sorpresa.- Créeme que si de culturas macabras queremos hablar, en América Latina es peor. No recuerdo bien si eran los Mayas o los Aztecas que le sacaban el corazón a la persona como sacrificio. Y los incas, mandaban a niños a subir cerros y morir en las alturas, como ofrenda a los dioses.

-Creo que no tengo hambre-me dice, me rio.- ¿Por qué sabes tanto?- me encojo de hombros.

-Curiosidad morbosa-le digo.- ¿Sabes cómo era el proceso e momificación de los egipcios? Le sacaban los órganos y los dejaban en vasijas junto al sarcófago. El cerebro lo sacaban metiendo un gancho por la nariz y...

-Mira, llego la sopa-me interrumpe aliviado, suelto una risita, se estaba poniendo verde. El mesero nos deja la sopa y nos desea buen provecho.

-Si no tienes estomago para eso, ¿Cómo esperas que te cuente de lo que veo durante mis prácticas en el hospital?-le pregunto.

-¿Puedes hacerlo cuando no estemos comiendo?-pregunta. Me rio.

-Está bien-le digo, y comienzo a beber la sopa, que es reconfortante con el frio que hace afuera, aunque aquí se está muy bien.

Después de atiborrarnos de comida, porque los platos son gigantescos, apoyo mi cabeza en su hombro y miramos por la ventana. Aún queda parte del día, pero hasta ahora me parece perfecto. Todos los días han sido perfectos, bueno, quizás no tanto cuando tuve esa conversación incomoda con Harrison, pero definitivamente el resto ha ido increíble.

-Mañana es año nuevo-me susurra.

-Si-le digo.- ¿Qué vamos a hacer?

-¿Te molesta si lo pasamos con mi familia?-pregunta. Elevo mi cabeza para mirarlo.

-Claro que no-le digo sonriendo.

Su mano se posa en mi mejilla, y me besa lentamente. Espero que el tiempo no se me pase rápido, porque quiero aprovechar cada minuto con él, antes de volver a mi realidad. Se separa de mí y me mira intensamente a los ojos.

-¿Estamos juntos, verdad?-me pregunta. Parpadeo, no entiendo muy bien.

Si, bueno, creo que si ¿no?-digo, no muy segura.

-Me refiero a si te sientes... te sientes como si fueses mi novia-me pregunta. Me sonrojo y siento que mi pulso se acelera.

-No sé, es decir, si, me siento así, pero tampoco... hemos... formalizado, lo que sea que tenemos-digo en voz baja, intento desviar la mirada, pero el agarra mi barbilla con su mano, impidiéndomelo.

-¿Quieres serlo?-pregunta.

-¿El qué?-pregunto, sonríe y rueda los ojos.

-Mi novia.

El mundo desaparece a mi alrededor. Miles de pensamientos se cruzan en mi mente, una lista de pros y contra, un diablito que me dice que me lo lleve a los baños y tengamos sexo, un angelito que me dice que esto sería solo una complicación más a mi vida. No escucho a ninguno de ellos, porque la verdad es que, por más argumentos que me dé a mí misma, estoy perdida. Lo amo, e increíblemente, él me ama a mí. Me importa un carajo los por menores (que no son por menores en realidad), la logística, el cómo le contare a mis padres, como lo tomaran, etc. Nada, absolutamente nada. Me dejo llevar, tengo que vivir, porque nada va a suceder si estoy siempre restringiéndome mi felicidad. Si sufro por él, sufriré, pero valdrá la pena (o eso espero).

-Sí.

__________________________________________

¿Felices? Como siempre, cualquier preguntita, la respondo en el próximo capitulo, las leo queridas lectoras <3

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top