La llamada

-Te advierto que muy probablemente me quede dormida-le digo a Tom, sentándome en la butaca del tren.

Ya ha oscurecido, y hemos pasado el resto de la tarde caminando como si no hubiese mañana. Oxford me ha fascinado, todo gira en torno a la universidad prácticamente, y debe ser maravilloso estudiar en un lugar tan hermoso, rodeado de un rio, edificios históricos... hasta ganas me han dado de estudiar allí.

-No hay problema, te llevare en brazos al auto cuando lleguemos-me dice. Frunzo el ceño y él se ríe.

-¿Haremos algo en la noche?-le pregunto. Se apoya en el respaldo de la butaca e inmediatamente apoyo mi cabeza en su hombro.

-¿Qué te parece un tour de noche por Londres? Hay muchas historias de terror, ya sabes, Jack el destripador por ejemplo...

-Sí, mil veces si-digo separándome y mirándolo con ansias. Él se ríe ante mi reacción.

-Iremos con mis hermanos y Hazza-me dice, asiento con la cabeza feliz.- De haber sabido que los asesinos en serie te entusiasmaban tanto, habríamos ido antes-me dice riendo. Ruedo los ojos pero continúo sonriendo de oreja a oreja.

-Me encanta morirme de miedo-le digo encogiéndome de hombros.

-Creo que después de tu broma Hazza me quedo más que claro-me dice. Me rio.

-He sido peor ¿sabes? En realidad lo de Hazza ha sido un nivel... tres, bueno cuatro quizás.

-¿Nivel cuatro? ¿Tus bromas tienen niveles?-me mira incrédulo. Asiento con la cabeza.- ¿Y cuál es el máximo?

-Nivel cinco-digo sonriendo. Tom asiente con la cabeza, divertido con mi "clasificación de bromas".

-¿Puedes contarme alguna nivel cinco?-me pregunta.

-Solo lo he hecho en dos ocasiones-le digo.- La primera fue cuando tenía dieciséis y un idiota no paraba de molestarme. Ya sabes, daba vuelta mi mochila, me escondía mi almuerzo, básicamente un niñato. Pero entonces intento besarme en una fiesta, y cuando le dije que no, invento rumores, y ya sabes cómo es para una chica, no importa si es verdad o no, la gente lo cree.

-¿Y qué le hiciste?-pregunta.

-Una semana después hizo una fiesta en su casa y nos invitó a todos, lleve a Martin para que me ayudara, siempre ha sido mi cómplice. Tenía otros amigos que también me ayudaron. Cuando eran alrededor de las una de la mañana, entre mis amigos apagamos las luces y la música, y Martin lo tomo por sorpresa por la espalda, le tapó la boca y le vendo los ojos. Mientras mis amigos se lo llevaban a una de las habitaciones de su casa, hice que todo el resto de los invitados gritara. Digamos que al final el único que no sabía de mi venganza era él. Entonces lo amarramos a una silla en una habitación, el intentaba gritar y soltarse pero no podía. Afuera, nosotros seguíamos gritando, pidiendo que no nos mataran hasta que nadie más grito. Yo creo que fue en ese momento se meo en los pantalones. Le quite la venda de la boca y me suplico que no lo matáramos. Finalmente le solté la venda de los ojos, encendimos la luz y todos estaban mirándolo y grabándolo. Nunca más me volvió a molestar, ni a hablar. Lo bueno es que reconoció que había inventado los rumores sobre mí.

Tom parpadea, me mira como si fuese una loca. Sonrío inocentemente.

-Yo te hubiese asesinado si me haces algo así-me dice. Me encojo de hombros.

-Se lo merecía.

-Si... aunque quizás te excediste un poco-me dice, haciendo señas con los dedos.

-Un poquito-le digo, y él se ríe.

-¿Y la segunda vez?-me pregunta.

-Bueno, esa fue bastante infantil. Una estúpida no dejaba de molestarme, salía con mi ex novio, cosa que no me podía importar menos, y cuando este termino con ella, me culpo a mí. La gota que rebalso el vaso fue cuando dejo mi casillero lleno de gusanos. Así que, como le gustaban tanto los gusanos, me cole a su fiesta de cumpleaños junto con mi ex novio y Martin, llenamos globos con gusanos y helio, los dejamos flotar por toda la fiesta y luego los comenzamos a reventar encima de la gente. Cuando salió corriendo del lugar, habíamos preparado una piscina pequeña con barro y más gusanos, y cayó en ella. Me acuso y me denuncio, pero nunca pudo probar que había sido yo.

-Eres terrible-me dice y me rio.

-Así que Hazza debería estar agradecido de mi autocontrol.

-Eh, querías fingir que lo secuestraban-me recuerda.

-Pero no lo hice-le digo.

-Porque te dijimos que era demasiado-me recuerda.

-Detalles-le digo y él se ríe.

Horas después, nos encontramos en su sillón viendo Rick & Morty, comiendo donuts. A las diez tenemos que juntarnos con un guía turístico en la plaza del parlamento, así que nos queda poco más de una hora antes de arreglarnos y salir.

-De verdad pensé que Mr. Poppybutthole era un parasito-me dice cuando termina el capítulo.

-Yo no puedo creer que no haya visto esta serie antes-le digo. Aprieta para ver el siguiente capítulo, pero entonces mi teléfono suena.- Espérame, deben ser mis padres.

-Mándales saludos de mi parte-me dice bromeando. Ruedo los ojos y me levanto para buscar mi teléfono, que está en la encimera de la cocina.

Cuando lo tomo y veo que la pantalla muestra el nombre de Zendaya frunzo el ceño, confundida.

-¿Zendaya?-pregunto.- ¿Va todo bien?

-Necesito tu ayuda-me dice con voz angustiada.

-¿Qué ha pasado?-pregunto preocupada.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top