Parpadeo como veinte veces. Un nudo en mi garganta me impide emitir sonido alguno. Disimuladamente, me entierro las uñas en mi palma, para comprobar que estoy despierta. Duele, estoy despierta. Bien quizás este teniendo una alucinación. Puede que este teniendo un ataque de epilepsia, algunas epilepsias generan como ataques no convulsiones, sino alucinaciones. Incluso puede que una crisis epiléptica sea simplemente sentir un olor. Concéntrate me digo a mi misma. Bien, puede que no sea epilepsia, quizás simplemente tenga una hemorragia cerebral. O quizás simplemente me estoy volviendo loca. Pero cualquiera de esas razones es más lógica que, en realidad, Tom si este aquí, frente a mí, con Zendaya y Harrison. Es la menos lógica de todas, la menos probable... y sin embargo, se ve tan real. Me quedo mirando a Tom lo que parece una eternidad, bueno, quizás no es Tom. Mi ilusión de Tom, creo que eso es más acertado.

-Hola-dice Martin detrás de mí. Mierda, quizás ambos tengamos una ilusión colectiva, quizás fumamos algo me digo a mi misma. Quizás estemos en realidad hablándole a un arbusto.

-Hola, Martin-dice (la imaginaria) Zendaya, y comienza a caminar.

¿Qué demonios? Quizás la droga es muy potente pienso, mirando como ambos se abrazan. Alguien carraspea y vuelvo a mirar a Tom.

-______-dice (la ilusión) Harrison, que está detrás de (el imaginario) Tom.- Hola.

Me quedo boquiabierta mirándolos. Me debo estar muriendo de una gran hemorragia cerebral. O mi cerebro se está friendo con la peor crisis convulsiva de la historia. Tengo epilepsia, de eso estoy segura.

-Creo que... esta algo confundida-dice Martin a mis espaldas, en inglés.

Me giro y lo miro. No entiendo nada. ¿Confundida de qué?

-¿Ah?-le pregunto.

-Quería darte una sorpresa-me responde él en español, con una sonrisa tímida.

¿Una sorpresa con respecto a mi muerte o a que tengo epilepsia? Quizás recién vengo a caer en cuenta de que estoy enferma. Mis pobres padres.

-¿Estas bien?-me pregunta (la ilusión) de Zendaya.

La miro. Se ve tan real, con un sombrero grande que le tapa la cara lo justo para pasar desapercibida. Jamás creí que la mente, el cerebro, fuera capaz de crear algo tan real y vivido. Que impresionante es mi mente.

-Eh, creo que no-dice Martin. Él y "Zendaya" se separan para que se me acerque. Cuidadosamente me toca el brazo, yo lo miro.-¿______?

-Martin-le susurro. Miro a mi alrededor, a la falsa Zendaya, a el falso Harrison, y a el falso Tom.- Creo que estoy loca.

Martin se ríe por lo bajo. Me toma por los hombros y se acerca a mi oído.

-Están aquí, ______. Tom vino a verte-me susurra en español. Se aleja de mí para mirarme, y luego yo miro a los tres. No son falsos.

Oh por Dios me repito en mi cabeza. Primero, no voy a morir, y segundo, Tom. Vino. A. Verme. A. MI.

-¿Qué?-digo volviendo a vera Martin, sin poder creérmelo todavía. Y luego todo se va a negro.