Moe y los parroquianos del bar

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A diferencia de otras veces en que vio su negocio irse al tacho, la pandemia será una curiosa oportunidad de negocios para el cantinero. Cosas como el delivery, le facilitarán la vida, después de todo, Moe tiene el potencial para ser un empresario de éxito, sólo debe alejarse de su clientela, aunque eso suene contradictorio. Los envíos de bebida por internet, serán su fuerte.

Debido a lo anterior, Moe no se contagiará ya que guardará la distancia social requerida.

¿Y sus negocios ilegales? Bueno, todos sabemos que Moe no le hace ascos a cosas ilegales en su establecimiento, de hecho, al principio seguro pensó en vender bebidas de manera ilegal pese a las restricciones varias fruto de la cuarentena rígida, pero el hecho de que podía contagiarse y viendo que podría lucrar sin necesidad de romper la ley, le hizo optar por el delivery.

Una vez pasada la pandemia, no volverá al bar, alquilando su negocio a otra persona y que ella trate con los deprimentes beodos.

Verá el cielo abierto cuando se entere que Marge desea casarse de nuevo, y ni corto ni perezoso, le propondrá matrimonio.

Una vida más sana por alejarse del cuchitril de bar que tenía y una mejor situación económica, harán que Marge le acepte como esposo.

No tendrá ningún problema con los hijos de Homero y de seguro tendrá uno o dos hijos con Marge.

Una buena alimentación y cuidado en su salud, todo por obra de Marge, harán que Moe muera a una edad avanzada y con una sonrisa en los labios.

Ahora veamos el destino de los clientes del bar.

Sólo hay tres que me interesan: Barney, el amigo beodo de Homero; y los dos compañeros de trabajo del calvo gordo.

Comenzaré por estos últimos.

Intrascendentes para la serie, pese a que acompañaron a Homero en montón de aventuras (yo diría desventuras) tanto en su vida de adulto como de joven e incluso de niño, sin embargo, si los matan, nada cambiaría en la serie.

Como son igual de tarados que Homero, seguro se contagian de COVID, pero tienen una buena oportunidad de sobrevivir.

Otro cantar es con Barney, su sobrepeso y adicción al alcohol, no le dan ni un diez por ciento de oportunidades de sobrevivir la pandemia. En el remoto caso que viva para contarlo, seguro morirá por cirrosis o un ataque cardiaco producto del famoso Delírium Trémmens.