Este Sentimiento.

Narra Visión:

Una pregunta aparecía constantemente en mi cabeza ¿Dónde estará Wanda? ¿Estará bien? Continuaba preguntándome, sin respuesta.

Mi mente evolucionaba a cada momento ¿sería esto parte de mi crecimiento neuronal? ¿Pensar en alguien más era parte de evolucionar? ¿O era algo más, un sentimiento, quizás?

"¿Cómo estas Visión?" me saludó por segunda ocasión Tony Stark, tomándome por sorpresa.

"Te noto extraño amigo" comento, tratando de disimular su preocupación "supongo que es la carga de trabajo ¿Estoy en lo cierto? Verdad que sí" aseguro amablemente" tomate dos semanas Visión, descansa, haz lo que quieras... pero no te metas en problemas y no apagues tu localizador ¿Prometido?"

Asentí sin analizarlo demasiado, estas preguntas, y mi inesperada libertad me estaba tomando por sorpresa, tenía tiempo para mí, pero solo quería utilizarlo para alguien más, para verla a ella, quería verla, Wanda...

Deseaba saber cómo estaba, si se encontraba bien... solo eso me bastaría para sentirme tranquilo, solo eso.

Ese mismo día salí de la torre de los vengadores, que comenzaba a ser desmantelada y de la cual había estado encargado de cuidar y administrar los últimos días. El señor Stark me aseguro antes de salir que iba a hacerse cargo. No perdí tiempo en partir, estaba decidido a encontrar a Wanda.

No demore en darme cuenta qué las personas me reconocían en la calle, algunas me pedían fotos, otros me miraban con desconfianza, no era igual a ellos, después de un rato de andar entre calles, sin un rumbo fijo, busque un sitio donde no hubiera personas, uno que me brindará un poco de privacidad, el lugar más cercano fue un callejón, "Si podía manipular mi densidad a voluntad ¿Sería posible manipular mi apariencia? A ¿Una más natural? ¿Que pudiera pasar desapercibida de los civiles y de los demás vengadores?" me cuestioné a mí mismo.

Rubio, tez clara y misma complexión. Una apariencia de lo "más" común, lo había logrado, el disfraz perfecto.

Me miré satisfecho en el reflejo de una ventana cercana y nuevas preguntas vinieron a mi mente creciente ¿Qué pensaría Wanda al verme? ¿Qué era esto? Era... ¿Alegría, ilusión y.... anhelo?

Me tome un momento para analizar la posible ubicación de Wanda.

Tenía que ser en un país fuera de los acuerdos, algún país europeo o africano.

¿Se encontraría con el Capitán Rogers? A fin de cuentas, él la había liberado y se encontraba bajo su protección, aunque las probabilidades apuntaban a que sería prudente que todos estuvieran en diferentes puntos del globo, en ese momento ya que eran fugitivos.

Decidí comenzar mi búsqueda en Europa, un lugar más familiar para Wanda...

Pronto me encontré como uno más entre la multitud, era alguien con una historia, un pasado y con un futuro, alguien más humano, para cualquiera que me viera andar por la calle.

Y ahí la vi, una semana después de comenzar mi búsqueda, tratando de pasar desapercibida, entre la multitud de aquel boulevard en Escocia, hermosa e inconfundible, tan única, tan ella, su cabello acariciaba su espalda a cada paso que daba, ondeando con gracia ¡era ella! la seguí, no sé por cuanto tiempo, hasta estar lo suficientemente cerca.

"Buenos días" saludé sin pensar que decirle realmente, solo quería llamar su atención, y ella dio media vuelta mirándome ¡lo había logrado! note que me miró con atención, tome su mano deseando no soltarla, necesitaba saber que no era un sueño de mi imaginación, verla enfrente de mí, tan hermosa como siempre, incluso más.

"Yo..." traté de decir, cuando me paralizo con un movimiento de sus delicados dedos iluminados por una tenue luz escarlata.

"¿Quién eres? ¿Quién te envió? ¿Por qué me sigues?" me cuestiono con desconfianza, amenazando con atacarme en cualquier instante.

"Wanda..." dije tratando de que reconociera mi voz

"¿Viz?..." me contesto con duda, yo asentí con una sonrisa, me había reconocido.

"Pero ¿cómo? ¿Te vez diferente? ¿Te envió Stark?" Pregunto con justa razón.

"No... nadie sabe que estoy aquí, ni que vine a verte, estoy de vacaciones, y quería verte Wanda, necesitaba verte..."

Me miro un momento con esos ojos verdes tan claros y de mirada tan pura, analizando lo que acababa de decirle, antes de que pudiera darme cuenta Wanda me había quitado el hechizo, tomándome de la mano me llevo hasta un edificio, donde ella vivía.

"Pasa Viz, pasa" dijo invitándome a pasar con una sonrisa de ensueño.

"¿Vives aquí con los demás? ¿Está el capitán Rogers contigo?" pregunte con un interés tal vez, más obvio del que hubiera querido admitir, ella negó con la cabeza.

"Solo yo vivo aquí, los demás están en otros lugares, nos comunicamos constantemente" contesto con sinceridad sin decirme mayor información.

La miré.

"Te extrañe" aprete suavemente su mano que no había soltado.

"Y yo a ti Viz" sonrió con algo que pude detectar como melancolía.

"Quería saber si estabas bien Wanda"

"Lo estoy, ahora lo estoy" aseguró

"Solo quería estar seguro, si tan solo hubiera podido protegerte de todo esto, lamento todo lo que sucedió, no tuve paz todo este tiempo y ahora que estoy aquí, contigo y veo que estas bien, tengo paz, ahora puedo regresar más tranquilo sabiendo que estas bien"

"Por favor no te vayas Viz, quédate conmigo... ¿cuánto tiempo te queda de vacaciones?"

"Una semana" conteste.

"Perfecto, pasa tus vacaciones conmigo"

Me sentí feliz, aunque nuestras manos habían dejado de tomarse, aun sentía la calidez de Wanda conmigo.

¿Qué era esto? Me pregunte en mis adentros.

Noté su mirada sobre mí, me sentí inquieto de repente.

"Me gusta tu apariencia Viz"

Me dijo y yo sonreí

"Me alegra que te gusté" contesté

Sin decirnos más, terminamos quedándonos en silencio compartiendo el sentimiento de estar a gusto solo con la presencia del otro.

Él día paso con Wanda mostrándome su casa, contándome sobre cómo se había adaptado a los cambios, a estar sola...

Me comento con alegría que cocinaría para festejar nuestro reencuentro, a pesar de que yo no podía ingerir alimentos, me ofrecí a ayudarla, esto me traía gratos recuerdos.

La cocina era pequeña y Wanda se movía con gracia en ella, a pesar de mi entusiasmo en ayudar solo pude limitarme a mirarla, encantado, en un momento de distracción su mano toco parte de un sartén caliente y grito de dolor.

"Oh Wanda déjame ayudarte" me acerque al instante, tomando su mano entre las mías, preocupado, afortunadamente su piel estaba bien solo había sido el leve toque con el calor.

En un impulso, besé su mano con la devoción y el cariño que le tenía, si... ¡La quería! y mis sentidos se detuvieron, si acaso eso era posible, pero lo era, ahora estaba tan claro como el agua, este sentimiento era real, era amor...

Casi podía escuchar el palpitar del corazón de Wanda y la miré, separando mis labios de su mano.

"Wanda... te quiero"

Su hermosa mirada estaba hundida en mí, con un brillo especial que nunca había visto antes.

Me había hechizado.

De pronto, eran sus labios los que estaban sobre los míos.

Mi mente estaba en blanco, en amarillo, en rojo, era tan emocionante y maravilloso que no podía ser real, pero lo era, la tome entre mis brazos correspondiendo aquel maravilloso beso.

Wanda se separó y hundió su rostro en mi pecho y me abrazo, nos abrazamos.

"¿Esta bien esto?" Pregunté, desconocía todo esto, era tan nuevo y tan especial que temí haber infringido algo, haber actuado muy rápido, temí perder esto tan diferente y único.

"Intentémoslo Viz, veamos si funciona ¿Estás de acuerdo?" propuso Wanda con alegría en esos bellos ojos verdes que me miraban como nadie nunca antes lo había hecho y tal vez nunca nadie más lo haría.

"Estoy de acuerdo" afirmé, sin pensarlo siquiera, me sentía infinitamente feliz de compartir este sentimiento con ella con Wanda. 

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