Capítulo 8: "Trabajo"

Estaba algo cansada. Había pasado una semana desde que había entrado a trabajar y no había avanzado en nada, no los había visto y por lo que supo por Ethan, los chicos estaban trabajando en su álbum, algo que Tiara también le había advertido.

Las novedades eran pocas, Ethan estaba igual de atascado que ella y Nicholas no había sospechado nada. Los dos días libres que tenía los ocupó para pedirle a Sheena tomar turnos extras, ya que quería acostumbrarse de mejor manera a su trabajo, la mujer aceptó, pero solo sería esa semana una excepción.

El fin de semana se dedicó a estudiar y a pasar tiempo con su hermano, que le preguntaba sobre las actividades del taller, actividades que tuvo que inventar. Debía hablar con Lizzy y preguntarle exactamente qué es lo que hacían. Le mostró a su hermano algunos "trabajos" que habían hecho, paisajes y retratos, él quedó fascinado sin saber que esos Hanny los había dibujado hace mucho tiempo.

Se dedicó una horas en crear un boceto de su amiga, del recuerdo que ella había dejado, un retrato que expresara toda la pena que Renee había guardado en todo ese tiempo, trasmitía melancolía, pena. Dolía verlo.

En el desayuno del día lunes su hermano tocó el tema de Renee y preguntó cómo estaba ella con su partida.

—Más tranquila—mintió. Él esbozó una sonrisa.

—Eso es bueno, pero tómate tu tiempo. Deberíamos salir, hay una obra que quiero ir a ver el miércoles. Podríamos ir después de clases, le pediré permiso a tu profesor del taller para que te ausentes ese día, podemos luego ir a comer lo que quieras—la muchacha tomó un sorbo de su leche, disimulando sus ganas de gritar del pánico.

—No puedo, Nico. Sabes...lo responsable que soy, no quisiera faltar. Además, haremos una actividad muy entretenida y no quisiera perdérmela. ¿Por qué no invitas a alguien más? Deberías divertirte con personas de tu edad. Papá está preocupado que sigas soltero—rio de manera nerviosa—. Eres joven, no te preocupes por mí...

—¿Segura? —preguntó con duda.

—¡Sí! Hay muchas profesoras lindas en el colegio, ve con una de ellas. Si invitas a alguna no dudo que irían contigo, de hecho, a veces me preguntan por ti y cómo eres como hermano. Son muy insistentes.

Nicholas sonrió.

—Vámonos, llegaremos tarde—cambió de tema y se puso de pie. Hanny agradeció a Dios y buscó sus cosas para salir del departamento. Cuando iba a salir, su hermano la detuvo—. Se te queda tu cuaderno de dibujos—se lo entregó y Hanny lo guardó torpemente.

Suspiró por dentro, se había salvado.

***

Basthian o Bas para los amigos, la había ayudado mucho. Era un muchacho de veinticinco años, que había estudiado gastronomía y no le fue como él quería. Su sueño era trabajar en la cocina de un hotel cinco estrellas y su propósito era llegar a serlo en el hotel Reeds. Aunque tuviera que empezar desde abajo, sabía que algún día lo lograría.

Servir mesas no era difícil, se tenía que ser siempre amable y sonreír tontamente. De vez en cuando bromear si la situación lo ameritaba, si lo hacías bien, recibías buenas propinas. Hanny se sentía conforme, ya que al parecer caía bien a los clientes.

Bas la apodaba tiernamente "Florida", cada vez que necesitaba algo o le daba aviso que una de sus mesas necesitaba atención, la llamaba de esa manera.

El ambiente del restaurante era tranquilo, pero los viernes eran de locos, muchos bajaban o entraban a comer, los lunes parecían más calmados, o eso creía ella.

—¡Florida! —llegó Bas a su lado cuando estaba en el camarín, lista para un nuevo día de trabajo—Adivina quienes bajaron a comer—Hanny palideció, ya sabía quiénes.

—¿Ellos? —él asintió.

—Britney los está atendiendo—rio—. Las chicas se pelearon para ver quién iba, al final ganó ella. Llegaste tarde—se burló.

—Qué pena, esa si era una buena propina—se puso serio.

—Tienes razón, y yo burlándome de ellas cuando ellas se deben estar riendo de mí. Esa mesa era mía—Hanny rio—. No te burles. Hay mucho trabajo, al parecer a todos les dio por venir a comer. Suerte.

Ella suspiró y salió hacia las mesas y comenzó su trabajo, mirando de reojo a los de la banda, quienes no se habían percatado de su presencia, se sintió algo aliviada, pero eso no era bueno.

Britney, su compañera, estaba muy feliz de tomar su orden, y cuando llegó donde sus demás colegas habló de lo amables que eran. Hanny trató de no distraerse y seguir con su trabajo. Atendió a dos mesas, de dos parejas distintas, ordenes simples. Antes de ir a la tercera, sintió miradas por detrás de su cabeza, no se volteó. Britney llegó a su lado.

—Te están mirando—le susurró. Hanny se cohibió—. Ayúdame a llevar esto—le pasó unos platos que Hanny no pudo rechazar, su compañera parecía divertirse—. Este es de Richie y Luke—le indicó para que no se perdiera y partieron a la mesa.

Britney sirvió los platos y Hanny hizo lo suyo, son una sonrisa falsa, demostrando no estar nerviosa.

—Disfruten su comida, estaré pendiente a lo que necesiten—dijo Britney, ellos agradecieron. Su compañera se alejó de la mesa y Hanny iba detrás de ella.

—Así que aquí trabajas—la detuvo Richie—. Apostamos con Dylan que mentías, pero—miró a Dylan—perdiste—él le sacó la lengua. Hanny sonrió.

—¿Por qué mentiría? —se quedaron en silencio. Cruzó miradas con Gael, que se veía más tranquilo, fue totalmente indiferente con ella—¿Disfrutan su estadía en el hotel? —preguntó tratando de sacar un tema de conversación, eso hizo que se relajaran un poco.

—Sí, aunque preferiría esta en mi casa—respondió Dylan fingiendo tristeza, miró a Richie—. Si no fuera por alguien aquí...

Richie se rio.

—Hanny, ¿verdad? —habló Luke de la nada, ella asintió—Me gusta tu nombre—ella sonrió, lo había dicho de manera sincera.

—Gracias, mi madre es la responsable. Si no necesitan nada más, me retiro.

—Espera—dijo Gael—. Esta ensalada tiene maní—hizo una pausa y la miró a los ojos—. Soy alérgico al maní. ¿Me quieren matar? —Hanny entre cerró los ojos.

—Cambiaré la ensalada.

—No, no hace falta, se me acabó el apetito—se puso de pie—. Que horrible servicio.

La muchacha apretó los nudillos, nunca había conocido a alguien tan desagradable. Miró al piso y recordó algo, frunció el ceño. Él la estaba provocando.

—Señor—lo llamó de manera amable—. Le llevaremos un postre de fresas por las molestias a su habitación, a menos que, también sea alérgico a ellas—sonrió. Gael pegó un bufido y salió del restaurante sin responder.

La ventaja de tener una amiga fanática, que ella sin querer se convirtió en una sabionda de la banda, sus gustos y lo que no les gusta, lo que le hace bien y mal, la certeza que tenía Hanny en ese momento es que la única alergia que tenía ese chico era a las fresas.

—No lo tomes en cuenta—le comentó Richie—. Te dejaremos una buena propina.

—No es mi mesa, pero si dejen una buena propina para mi compañera, no esperamos menos de ustedes—sonrieron—. Buen provecho—los chicos agradecieron y Hanny volvió a su trabajo.

Definitivamente Gael escondía algo.

***

El día martes se dedicó a estudiar, y el miércoles volvió a sus labores de trabajadora. Al llegar al hotel notó mucho ajetreo y a todos sus compañeros esperando en el lobby. Hanny se acercó a Bas.

—¿Qué pasó? —le preguntó preocupada.

—No tengo idea, pero al parecer hoy no se trabaja—explicó tranquilo. ¿Qué significaba eso?

—Chicos—los llamó Sheena—. Tenemos algunos inconvenientes, el restaurante se inundó y ahora mismo se está trabajando para arreglarlo, por hoy no podremos abrirlo. De todas formas se les pagará el día, quedan el libertad—todos asintieron sin decir mucho, pero se notaban felices.

—Genial, nos pagarán, ¿harás algo? —Hanny asintió.

—Necesito hablar con Sheena.

—Bien, entonces nos vemos el viernes—Hanny se despidió de él y se dirigió dónde Sheena. No tenía nada que hablar en particular, pero necesitaba quedarse más tiempo allí, aunque sea con una mentira.

—Sheena, ¿podemos hablar un momento?

—Claro, mi niña—antes de poder decir algo más, una de las trabajadoras la llamó—. ¿Me esperas?

—Claro, tómate el tiempo que necesites—Sheena le sonrió y se fue. Hanny suspiró y se sentó en uno de los sofás del lobby. Sacó de su mochila su cuaderno de dibujo, observó a su alrededor, ese hotel era magnifico, estaba inspirada. Buscó uno de sus lápices a carbón favorito y se puso a dibujar.

Lo único que la calmaba o la hacía centrarse era el dibujo, amaba hacerlo y lo disfrutaba. Ese era su talento, algo por lo que sabía debía esforzarse, su sueño y futuro, no se veía haciendo otra cosa, nadie la veía haciendo algo distinto. En la escuela se encargaba de las caricaturas que se debían poner en los carteles, en las festividades y actividades extracurriculares, todos conocían a Hanny por eso, por sus dibujos. Había retratado a muchos de sus compañeros y sabía que todos guardaban sus dibujos como un tesoro.

Estaba tan concentrada en lo que hacía, que no se había dado cuenta el tiempo que había pasado y que Sheena estaba sentada a su lado, apreciando su arte. Saltó en su asiento al darse cuenta de su presencia, la mujer rio.

—Lo siento no quise asustarte—dijo divertida.

—No, está bien, no te preocupes, debí estar más atenta— Sheena miró de reojo el dibujo que estaba haciendo.

— ¿Y eso? —preguntó, Hanny sonrió y le mostró el dibujo del lobby —. Oh, mi Dios Hanny, esto... esto es increíble, ¿tú lo hiciste? —preguntó impresionada.

—Sí, acabo de hacerlo, bueno, aún no está terminado—respondió tímidamente.

—La textura, los contrastes de luz, parece que tiene vida, nunca había visto algo igual. ¿Tienes más? —Hanny asintió y empezó a mostrarle todos los dibujos de su croquis. Desde la casa de sus padres, hasta el salón de clases—. Hanny tienes mucho talento, tus dibujos me conmovieron—dijo pasando a la siguiente hoja. De pronto Sheena vio un retrato. El primer retrato que había visto en todo el croquis de Hanny—. Que linda chica. ¿Quién es? —Hanny miró el retrato de Renee que había hecho hace unos días atrás, el de la mirada triste, esbozó una pequeña sonrisa melancólica.

—Es mi amiga—respondió sonriendo.

—Es hermosa —dijo felizmente.

—Sí, lo es...era...es— Sheena la miró sin entender—. Nunca se lo podré dar—continuó observando el retrato.

— ¿Por qué?

—Porque... murió—contestó con una sonrisa triste.

—Oh, Hanny lo siento—afirmó conmovida. Hanny le sonrió y negó con la cabeza.

—No te preocupes. En algún momento se lo daré— de pronto sintió como le arrebataban el croquis de sus manos. Y vio a Richie mirando el retrato—. ¡Oye! —advirtió poniéndose de pie.

—Es una lástima, era realmente linda—interrumpió seriamente. Dylan y Bernard se acercaron para ver el retrato. ¿De dónde habían salido? Bernard le sonrió a Hanny y Dylan comenzó a hacer gestos raros con su mano.

—En verdad tienes talento. ¿No me puedes retratar a mí? —preguntó emocionado. Tomó el croquis de las manos de Richie y se acercó a Hanny—. ¿Cómo sería mejor, de cuerpo entero o solo el rostro? Este quedó bastante bien—dijo mirándolo detalladamente. Comenzó a revisar los demás dibujos—. Mierda, sí que eres buena—los otros dos chicos se acercaron a mirar los dibujos y asintieron. Sheena observó a Hanny confusa. Hanny solo se encogió de hombros y no dijo nada.

— ¿Qué hacen? —preguntó de pronto Gael, que estaba con Luke. Dylan le mostró el retrato.

—Mira lo que puede hacer—Gael lo analizó, entrecerró los ojos y luego miró a Hanny. Sin decir nada.

—¿No la reconocen? —preguntó Hanny se manera seria. Los chicos guardaron silencio—. ¿Cómo es posible que no la conozcan? —sonrió con tristeza—Deberían poder hacerlo, ¿no creen?

—¿Quién es ella? —preguntó Luke confundido.

"Cálmate Hanny, cálmate" se dio ánimos.

—La mayor fan de Black Mist—expresó feliz—. Ella los amaba con locura, bueno, que chica de Florida no gusta de Black Mist—rio mirando Sheena, que sonrió con ese comentario—. Creo que somos muy pocas.

—¿Eres de Florida? —preguntó Gael sorprendido.

—Sí, lo soy...igual que ustedes, igual que ella.

—A mí me gusta, la chica del retrato es muy linda—dijo Luke tomando el croquis, apreciando el dibujo—. ¿Me lo das? —Hanny quedó sorprendida.

—¿Quieres el retrato de mi amiga? —asintió—¿Por qué?

—Para reconocerla cuando la vea, dijiste que era fan de nosotros—explicó tranquilo. La muchacha sacó el dibujo y se lo dio.

—Déjalo en un lugar que puedan ver todos los días, así no se olvidarán nunca de su rostro—propuso. Él asintió agradecido.

Todo se había tornado muy raro.

—¿Cuánto cobras? —preguntó Dylan emocionado. Hanny quedó pasmada.

— ¿Di-disculpa?

—Sí, por los retratos, ¿por qué no nos haces retratos de nosotros? —propuso.

—Dibujarlos, a todos—dijo tomando su croquis y mirando a los chicos.

—Oye, es una buena idea, sorprendente que venga de ti—interrumpió Richie, empujando a Dylan—. Quienes estén de acuerdo levanten la mano—dijo levantándola, Dylan y Luke la levantaron rápidamente. Los tres chicos se quedaron viendo a Gael y a Bernard, este último lentamente levantó la mano. Gael se mantuvo en silencio—. ¿Cómo lo hacemos?

—Yo no he aceptado, tengo trabajo, escuela—¿qué estaba diciendo? Era una buena oportunidad—. Y yo...no trabajo así, tengo que tener a la persona en frente, no-no me sirve una foto, así que sería mucho tiempo.

—Es eso o quemo el hotel—sentenció cruzándose de brazos. Sheena se levantó rápidamente del sofá.

—No es necesario llegar a esos extremos. Hanny lo hará, ¿verdad? —le rogó—Si es por tiempo, puedes tomarte los días que necesites del trabajo, sería un servicio del hotel. ¿Te parece? Lo hablaremos a mayor detalle después.

—Si no hay problema, está bien—miró a Gael—. Claro, solo si todos están de acuerdo—el chico sonrió.

—Quiero ser el primero—la desafió.

Ahí Hanny se dio cuenta que debía tener cuidado con él.

***

Ethan se encontraba junto con sus amigos cuando Mary apareció frente a él a una distancia prudente. Le hizo señas para que la siguiera, parecía preocupada.

Su relación de amistad con ella había avanzado, después de contarle lo sucedido con Renee se hicieron más cercanos, no tanto como para compartir todos los días dentro de la escuela, pero si en ocasiones donde nadie podría interrumpirlos.

Ella comenzó a animarlo y ayudarlo en la investigación. No se lo mencionó a Hanny, y cada vez que hablaba con su amiga por teléfono y quería contarle sobre Mary, pasaba algo que se lo impedía.

Se despidió de sus amigos y fue detrás de ella. Mary entró al gimnasio, que a esa hora estaba vacío y lo esperó. Cuando llegó Ethan a su lado se escondieron bajo las gradas.

—¿Qué pasa?

Parecía nerviosa.

—Hablé con mi hermana, y comencé a preguntarle cosas de la banda y no sé cómo pasamos al tema de lo difícil que es para ellos vivir lejos de donde se criaron y está su familia, porque para nosotras sería muy difícil, y que me iba a costar mucho acostumbrarme ir a la universidad sin poder verla a ella o a mis papás, ya sabes, la distancia y la universidad a la que quiero ir queda tan lejos que me aterra un poco, cuando ese día llegue...

—Mary, no seas dispersa, simplifica—la regañó.

—Mi boca, mi boca, mi boca—susurró dándose pequeños golpecitos en ella—. Vivir lejos. Le pregunté hace cuánto tiempo no venían a Florida, y me contó que no han venido en un año, pero que se rumorea que hace unos meses uno de ellos lo hizo—Ethan se acercó más a ella.

—¿Quién?

—Son rumores, es lo que anda en los foros.

—He revisado todos los días esos malditos foros y no he encontrado nada.

—Estos son distintos, son exclusivos para ciertas personas, no cualquiera puede entrar, son como foros VIP o algo así. Dicen que hay una foto, pero no la han querido compartir.

—¿Quién es el que vino a Florida?

Mary suspiró y miró a los ojos Ethan.

—Gael Stevens.

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