Capítulo 16: "La entrevista"

—Eso debiste decírmelo desde un principio, Ethan—dijo algo molesta.

—Creo que sí, pero solo necesitaba tiempo para pensar, además, estaba molesto contigo, ya se me pasó—Hanny suspiró—. ¿Si estas fotos tienen algo que ver con las fotografías que escondió en Central Park? Debes aprovechar que te harás pasar por su novia para sacar información—dijo animado.

—Lo sé, también lo pensé. Yo haré mi parte, y tú ¿qué harás? ¿Pagarás? —Ethan se quedó en silencio.

Ya no tenía ánimos de nada, la foto ya no le producía la misma emoción de antes, aunque algo en ella, bien en el fondo, le decía que la segunda fotografía sería crucial, pero ya no tenía dinero para aportar. Ethan tendría que correr con todos los gastos. Su hermano le había congelado las tarjetas y estaba castigada hasta nuevo aviso.

Tuvo que disculparse con Don Milk y junto con Lizzy fueron castigadas después de clases, arreglando uno de los invernaderos. No estaba para nada feliz. Tenía que agradecer que Nicholas no le haya confiscado el teléfono, pero la tensión entre ambos se hacía cada vez más grande, cualquier cosa era tema para discutir, ya no soportaba eso.

Además, Richard la había llamado para que fuera al hotel con suma urgencia, ¿cómo le explicaría que no podía porque estaba castigada? Tendría que ser la última escapada y eso significaba otro regaño de su hermano y la excusa perfecta para enviarla a Florida por desobediente. La esperanza de que al cumplir dieciocho podría hacer lo que quisiera, se iban.

Hizo una mueca, el cumpleaños de Renee se acercaba. Sus cumpleaños estaban bien cerca uno del otro, por lo tanto siempre lo celebraban juntas, ahora estaría sola, sin ninguno de sus amigos.

—Pagaré, tengo un buen presentimiento—respondió finalmente—. Sé que estás mal, pero ya vamos a descubrir algo, Hanny, debes resistir. Solo ignora Nicholas.

—Y si mi hermano tiene razón, y si debo volver a Florida, ya no sé qué hacer.

—Yo sería el más feliz con tu regreso, pero no quiero que te sientas derrotada, no se vería bien en ti.

—Entonces, ¿qué piensas que debo hacer? No sé si ellos me están molestando o simplemente no saben nada, ya no sé qué hacer, y el castigo poco y nada ayuda, y las fotografías filtradas solo me ha traído problemas. Que desastre—suspiró—. Últimamente solo quiero dormir.

—Espero que no te enfermes, Hanny.

Ella esperaba lo mismo, pero simplemente había cosas que iban más allá de su control.

***

Se escapó por última vez, se lo juró a ella misma. Tenía que aclarar las cosas y no volverlos a ver, por lo menos hasta que su hermano sacara de su cabeza la absurda idea de devolverla a Florida. Lizzy, para variar, la había ayudado a escaparse de clases, esperando que su hermano no se diera cuenta, y llegar a una hora prudente a casa.

Era temprano, se sentía algo de frío, anunciando que el invierno se aproximaba, pero aún faltaba para eso.

Acordó llegar a esa hora, iba algo retrasada. Entró al hotel y subió a la suite. Aprovecharía ese día de hablar con Sheena y explicarle toda la situación, pero para Hanny no sería fácil.

Cuando llegó a la suite vio a los guardaespaldas vigilando la puerta, como siempre. Hanny se acercó a ellos y los saludó, como era de esperarse, ellos solo la miraron y no dijeron ninguna palabra. Golpeó la puerta y esperó.

En un instante la cabeza de Bernard se asomó, y al ver a Hanny sonrió.

—Hola—la saludó felizmente.

—Hola, Bernard.

—Llegas un poco—miró a los guardias— tarde...pasa —y abrió la puerta completamente para que ella entrara.

Lo primero que vio cuando entró fue a Richie practicando con su guitarra eléctrica, mientras Dylan comía de una forma no muy educada, cuando la vieron dentro de la suite sonrieron.

— ¡Hanny, llegaste! — gritó Dylan emocionado.

—Dylan por favor, traga antes de hablar —le advirtió Bernard un poco asqueado al ver que Dylan mostraba todo lo que tenía dentro de la boca, Richie rio. Éste comenzó a tocar una canción en su guitarra eléctrica. Hanny lo quedó mirando impresionada.

— BYOB de System of a Down—afirmó la muchacha. Richie dejó de tocar y asintió con una sonrisa en su cara.

— ¿Te gustan? —preguntó.

—Amo a System, con mi vida.

—Si quieres te enseño a tocarla en guitarra—le ofreció, Hanny rio.

—Sería un milagro si yo aprendiera a tocar esa cosa—se quedó en silencio—. La que era buena con la guitarra era mi amiga Renee, tenía un don con los instrumento—dijo viendo la reacción de ellos.

—Cualquiera puede tocar la guitarra, mira—Richie comenzó a reír y se levantó del sofá dejando su guitarra ahí. Fue donde Hanny y la tomó de la mano y la sentó en el sofá. Le pasó la guitarra—. No seas tonta, que no es tan difícil—dijo poniéndose detrás del sofá y tomando las manos por detrás de Hanny. Se puso un poco nerviosa. Esa no era la reacción que esperaba de ellos. Richie comenzó a indicarle donde tenía que tocar. Hanny trataba pero parecía que en cualquier momento las cuerdas se cortaban o sus dedos, que con la presión a las cuerdas le dolían —. Bien, creo que no es tan fácil—bromeó divertido, viendo la concentración de la muchacha y el resultado deplorable de tocar.

Hanny se sonrojó por hacer ese espectáculo con la guitarra. Bernard y Dylan los miraban divertidos, les pareció lindo ver a esa chica sonrojarse cada vez que Richie le tocaba la mano. Escucharon la puerta abrirse y todos vieron como Gael y Luke entraron.

—Llegaste—dijo Gael sin ánimos. Se dio cuenta como Richie tenía tomada las manos de Hanny y esbozó una sonrisa. —Oh, ya entiendo, eres bastante práctica—Richie la soltó y se hizo el desentendido.

—Gael está celoso—canturreó Dylan.

—No te preocupes, cariño. No te quitaré el amor de Richie—dijo Hanny para molestarlo, miró a Richie—. ¿No es así?

—Mi corazón te pertenece—le siguió el juego, Gael puso los ojos en blanco.

Ambos empezaron a discutir, haciendo que Richie corriera y saltara a la espalda de Gael exigiendo un beso, mientras él se quejaba y trataba de zafarse de su agarre, parecían dos niños pequeños, pero Hanny notó que Gael reía con eso, parecía divertirse. Richie insistía en besarlo, llegó un punto que le mordió la oreja y ambos cayeron al sofá, continuando con la pelea.

En verdad parecía una escena de los fanfics que le había recomendado a Richie. Estaba algo fascinada con la vista, hasta que Luke le ofreció helado, ella no pudo negarse. Se sentó en uno de los taburetes, al lado de Dylan y en frente de Bernard y Luke. Dylan parecía divertirse con la pelea, mientras los otros dos no los tomaban en cuenta.

—¿Hoy tienes escuela? —preguntó Bernard mientras le daba un poco de helado en un pocillo. Ella asintió.

—Me escapé. Se supone que estoy castigada, así que después que me vaya se puede decir que será la última vez que me vean—probó el helado, y se sintió de mejor ánimo, al parecer necesitaba una dosis de azúcar en su vida.

—¿Cómo? ¿No podrás venir más? —dijo Richie soltando a Gael, poniéndose de pie, mientras que su amigo a duras penas se pudo sentar para mirarla. Estaba agitado.

—Así que tu hermano se salió con la suya—afirmó jadeante. Hanny asintió.

—¿Tu hermano te castigó? ¿Por qué? —continuó Dylan.

—Por mentirosa—agregó Gael, con una gran sonrisa—. Tu hermano es sabio.

—Perdón, olvidaba que señor perfección no miente.

—Claro que no miento.

—¿En serio? —dirigió su atención a los chicos—. Les contaré una historia muy graciosa que me pasó en Central Park...

—Tú ganas—respondió rápidamente, Hanny sonrió satisfecha.

—Estoy confundido, ¿qué tiene que ver central Park con tu castigo?

—Es una larga historia, pero en resumidas cuentas, le mentí a mi hermano, eso no le gustó y me castigó.

—No es bueno mentir—interrumpió Luke.

—No, no lo es. La mentira solo trae problemas.

Iba a decir algo más cuando la puerta se abrió. Richard había aparecido de la nada con una amplia sonrisa. Detrás de él venía una mujer afroamericana alta y curvilínea, usaba un traje ajustado negro, unos tacos aguja del mismo color, y una coleta perfectamente lisa. Todos se impresionaron al ver tal belleza.

—Bien aquí están los tórtolos, chicos ella en Natasha Correll. Les viene hacer una entrevista sobre la relación de Gael y Hanny—les informó a los seis.

—Mucho gusto, es un placer conocerlos en persona—dijo la periodista mostrando sus perfectos dientes con una sonrisa—. Y gracias por elegir nuestra revista para informar al mundo sobre esta relación, a todos nos ha tomado por sorpresa—miró a Gael—. Al fin Gael Stevens presume de una relación.

—Sí, sí, nosotros solo elegimos a lo más fiable. Por favor, pasemos al despacho—ordenó Richard indicándole el camino. Ambos entraron al despacho y la hizo sentar en un sofá negro de cuero. Ella le sonrió y dejo algunos papeles encima de la mesa y su cartera al lado de ella—. Bien prepararé a los muchachos, vuelvo en un momento.

—Tómese su tiempo—Richard cerró la puerta y se dirigió a Hanny y a Gael.

—¿Una entrevista? —preguntó Hanny sorprendida—Debió habérmelo advertido.

—Lo siento, pero ya está todo fríamente calculado, tengan—les pasó un papel a ambos—. Tómense cinco minutos para aprender esto, son las respuestas a las preguntas.

Hanny lo leyó de reojo, eran respuestas absurdas, no podía creer que esto estaba pasando. Gael estaba serio. Se levantó del sillón y se dirigió al lado de Hanny, tomó el papel que tenía entre sus manos y lo leyó, comparándolo con el suyo, esbozó una pequeña sonrisa y miró de reojo a Hanny.

—Esto es estúpido—susurró. Al fin ambos estaban de acuerdo en algo.

—Esto es importante, así que no lo arruines Gael—advirtió al muchacho, pero también de forma indirecta a Hanny—. Y ustedes —apuntó a los demás chicos—, no hagan nada estúpido.

—Esto me traerá muchos problemas—interrumpió Hanny. Richard la miró.

— ¿No lo harás? —le preguntó tristemente. Hanny miró a todos.

—No... no sé... yo.

— ¿Sabes que pasará si nos dejas así? La banda quedará en ridículo ante toda la nación, tal vez se acabe y dejarán a un sinfín de chicas tristes. Solo trato de hacer lo mejor para ellos, pero los conoces un poco, es imposible, siempre se meten en problemas o hacen lo que se les plazca, me desvivo por que la banda tenga una buena imagen, pero es imposible. Ellos... ellos no aprecian todo lo que hago, he llegado muy bajo—explicó cabizbajo—. Dejé todo por su carrera. Mi familia, mi casa, todo. ¿No puedes hacernos este favor? —la miró con ojos de gato.

Era un buen manipulador.

—No dije que no lo haré, sino que debió advertirme, estoy con mi uniforme, no puedo ser fotografiada con él.

—Eso no será problema, luego le enviaremos unas buenas fotos de ustedes—dijo sin más, mirando su reloj—. Prepárense, tienen cinco minutos. Y ustedes, también deben estar en la entrevista.

— ¿Qué, nosotros por qué? —cuestionó Dylan.

—Porque yo lo digo. ¡Todo saldrá perfecto!

—¿Por qué se ve tan feliz? —preguntó Dylan en un susurro hacia Richie, este se encogió de hombros sin entenderlo tampoco.

***

Gael y Hanny se sentaron juntos frente a la periodista. Los demás chicos estaban de pie detrás de ellos y Richard también de pie, pero al lado de Natasha. Hanny no quería estar allí, se había aprendido las respuestas, pero eran tan totas que quien la conociera no las creería, además, solo dejaba una buena imagen de Gael, eso no le gustaba. No quería parecer una damisela en apuros y Gael como un príncipe azul inalcanzable, porque por poco más en las respuestas salía que eso era el muchacho.

—Bien, ¿comencemos? —ambos asintieron—. Bueno la pregunta que todos hacen. ¿Cómo se conocieron? —preguntó mirándolos. Todos se quedaron en silencio.

—Eh...—comenzó Hanny, dudando si decirlo o no. No podía, era una oportunidad de vengarse de Gael. Él la había orillado a esto, ¿por qué debía ser considerada?—nos conocimos en un musical—dijo finalmente. La periodista levantó una ceja. Nadie de allí se esperaba esa respuesta. Richard la miró extrañado, sin entender nada.

— ¿Musical? —Hanny asintió feliz.

—Sí, un musical de Broadway, entré ahí y me sorprendió ver a Gael sentado atrás sin llamar la atención. Yo ya lo conocía, siempre pensé que era el típico chico malo pero al verlo llorar de emoción en ese musical, me cambió totalmente la imagen de él. No era una súper estrella, sino un ser humano, real. Creo que fue amor a primera vista—respondió con un poco de emoción. Los chicos estaban aguantando las ganas de reír. Gael la miró con una amplia sonrisa y le tomó la mano, dándole un dulce beso en ella.

Eso le erizó la piel, se iba a vengar.

—Qué lindo, hoy nos acabamos de enterar de algo nuevo sobre ti Gael. Pero, ¿qué te llamó la atención de Hanny? —siguió preguntando la periodista. Gael esbozó una sonrisa.

—Bueno claro ella es única. Pero lo que más me llamó la atención es como ella pelea. Una vez la vi golpeando a tres hombres que la triplicaban en tamaño, perecía un animal salvaje. Su cara—rio—, si hubiera visto su cara, era irreconocible. Salía fuego por sus ojos, no encontrarías alguien así de apasionada en estos días, alguien que no tema hacer el ridículo, Hanny, jamás se ha dejado llevar por el qué dirán, eso lo valoro mucho—contraatacó. La periodista anotaba todo en su libreta, además de haber puesto una grabadora sobre la mesa.

—Y tú Hanny, ¿qué es lo que más te gusta de Gael? —Hanny lo miró con una sonrisa.

—Me encanta cuando cocina. Sobre todo cuando hace esos pequeños panqués donde los decora con pequeños corazoncitos y se pasea con mi delantal de Hello Kitty o de Bob Esponja—hizo una mueca de dulzura—. Es como un niño pequeño cuando cocina, algo torpe, debo decir. Siempre se anda cortando y llora de una manera, siempre debo estar con el botiquín al lado por cualquier emergencia, le encanta que le cante para que sus heridas se curen y no duelan, ¿no es así cariño?

—Claro que sí. Aunque ella no sea afinada, reconforta—Hanny asintió, dándole falsamente la razón. La periodista siguió anotando.

—Continuando contigo Hanny, ¿cómo tomó tu familia la relación que tienes con Gael? ¿Tu madre que opina de esto? —Hanny sonrió nerviosamente.

—Bueno... mi madre ya no está conmigo—dijo agachando la mirada. Todos se quedaron en silencio, un poco tensos.

—Oh, lo siento—se disculpó la periodista. Hanny negó con la cabeza.

—No, está bien, pero si estuviera viva de seguro me apoyaría, mientras esté con quien me haga feliz, ella estará de mi parte. En tanto mi papá y mi hermano, jamás se esperaron esto, creo que aún es difícil para ellos asimilar que estemos saliendo, más que nada porque Gael es mi primer novio y que novio, uno nunca se imagina que estas cosas lleguen a pasar, pero nos pasó. Nos estamos tratando de acostumbrarnos a esto—le respondió con una sonrisa. Natasha asintió satisfecha.

—Así que ambos han pasado por el mismo dolor de perder una madre, ¿esto los ha unido? —prosiguió la periodista. Hanny miró a Gael y este se tensó por completo, incluso los demás chicos y Richard.

—Es un tema delicado para nosotros, y le agradecería que nos enfocáramos en la relación de los dos—respondió Hanny con seriedad. Natasha asintió.

—Bien, lo siento.

Después de la entrevista, Richard fue a dejar al lobby a Natasha dejando solos a los chicos con Hanny, después de esa pregunta incómoda los dos comenzaron a responder fuera de broma o molestarse entre sí, ya que Gael cambió su estado de ánimo drásticamente.

—Fue una buena entrevista—anunció Bernard, para subir los ánimos. Hanny miró a Gael, esperando un reclamo, pero este nunca llegó.

—Deberíamos celebrar—propuso Dylan—¿qué te parece? —se acercó a Hanny, ella miró la hora en su teléfono y negó con la cabeza, aún tenía que hablar con Sheena.

—Debo irme, como dije me escapé, si mi hermano se entera lo más probable es que me compre el primer vuelo a Florida que encuentre—bromeó sabiendo que él era capaz de hacer eso.

—¿Qué cosa tan mala hiciste para qué él haga algo tan drástico? —preguntó el muchacho, que aun parecía con dudas.

—Son cosas de ella, déjala en paz—reclamó Gael.

Hanny y Dylan se quedaron mirando, ella solo le dio una sonrisa para reconfortarlo, mientras él se encogió de hombros sin entender mucho la actitud de su amigo.

La muchacha tomó sus cosas y se despidió de cada uno de ellos, incluyendo a Gael, que para su sorpresa, se despidió.

Una vez afuera suspiró. Qué día más loco.

***

Encontrar a Sheena no fue la parte difícil, sino de buscar las palabras adecuadas para explicarle todo. La mujer parecía ser de fiar, pero aun así tenía sus dudas. Sheena se había comportado muy bien con ella, siempre amable, preocupada, era casi como una relación de hermana mayor con su hermana menor, así era con todos, por eso todos la amaban, no era cualquier jefa, era la mejor.

Sheena esperaba una explicación y Hanny lo sabía, cuando se saludaron lo primero que hizo la mujer fue decirle sus preocupaciones y recordar la situación tan tensa que había vivido con su hermano.

La mujer la invitó a su oficina para poder conversar de mejor manera, cuando entraron Hanny quedó maravillada. Era realmente grande, tenía una vista privilegiada de la ciudad y un librero gigantesco. Sillones de cuero con una mesa de vidrio pequeña en el centro, un escritorio también de vidrio y sillas de cuero negro, era elegante y sofisticado. Sheena la hizo sentar en unos de los sofás. Ambas quedaron cara a cara.

—Te debo una disculpa muy grande, Sheena. Te mentí. —Sheena asintió.

—Eso lo dejó bien en claro tu hermano

—Lo sé, y creo que él se pasó un poco.

— ¿Me dirás cuál fue la gran razón para mentirnos? —Hanny suspiró.

—Es complicado de explicar sin que creas que soy una adolescente imprudente y loca. Se trata de Black Mist—confesó. Sheena se movió incómoda en su asiento.

—Así que si eras una fan.

—No, no lo soy, hay razones más importantes, aunque fuera fan de algo, jamás haría lo que hice para acercarme a ellos—respondió afligida—. Yo... yo tenía una amiga, ella murió... la chica del retrato, ¿la recuerdas? —Sheena asintió—. Bueno, ella se suicidó unas semanas antes que llegara a Nueva York. Fue algo que nos golpeó mucho, a mí y sobre todo a Ethan. Nadie se lo esperaba, nadie lo vio venir. Ella dejó una carta pidiéndonos disculpas por lo que había hecho, y si quería saber la causa de su suicidio... la respuesta estaba en Black Mist—miró a Sheena seriamente.

—¿Qué tienen que ver ellos con tu amiga?

—Renee estaba embarazada—Sheena se quedó en silencio, frunciendo el ceño.

—Em-embarazada...se suicidó embarazada—susurró impactada. Hanny se extrañó, no era una reacción que esperaba.

—Por eso dejé todo en Florida, por eso Ethan me ayudó, porque quería saber cuál era el gran secreto de Renee, y si ellos tienen algo que ver con ella. No me detendré, no ahora que hice cosas que nunca en mi vida había hecho. Sheena, por favor, no le digas esto al señor Reeds, la verdadera razón de porque pedí trabajo. De seguro matará a Ethan. Te lo digo porque algo en mi me dice que confié en ti, por favor—le pidió realmente afligida.

—Ay, Hanny. No te preocupes, no diré nada. Gracias, gracias por confiarme algo tan importante. Entonces, ¿uno de esos chicos dejo embarazada a tu amiga?

—Es lo que sospechamos. Pero cada día que pasé con ellos, hablé con ellos, me alejan de mis sospechas, pero luego hacen algo y todo vuelve a renacer. Estoy atascada y ahora, con mi hermano encima de mí, se me hará imposible seguir—suspiró—. No me rendiré, ya lo dije, pero deberé buscar otra forma

—¿De quiénes sospechas?

—Gael, Gael es mi principal sospechoso—la mujer asintió.

—Hanny...no has pensado que tal vez sea otra cosa, algo que Renee sabía y que involucra a Black Mist. No necesariamente tendría que ser uno de ellos quien la embarazó—aclaró Sheena totalmente seria.

— ¿Otra cosa? ¿Pero qué? O sea, no... yo...

—Hanny, tal vez tengas la verdad al frente de tus ojos y no te das cuenta, amplía tus posibilidades, no te estanques en una sola suposición. Eres inteligente, sé que lo lograrás—de pronto se escuchó un golpe en la oficina. Sheena se puso de pie y abrió la puerta para ver a uno de sus empleados. Se quedaron ahí por un segundo y Sheena volvió donde Hanny—. El señor Reeds me llama.

—¿El señor Reeds está aquí?

—Llegó esta mañana—Hanny la miró preocupada—. No te preocupes, mantendré tu secreto, pero Hanny, no lo vuelvas hacer, nada sale bien de las mentiras. Piensa en lo que te dije. Hablamos mañana, si quieres te quedas aquí un rato para que medites

—Sheena—la detuvo antes que se fuera—. ¿Por qué presiento que sabes más de lo que dices?

Sheena se tensó, sonrió con cariño.

—Hanny, hay cosas que no se pueden explicar con palabras. Siéntete cómoda. Nos vemos—salió de la oficina dejando sola a la muchacha, con más dudas que antes.

Se tiró en el sillón, Sheena la había dejado sin palabras ¿otro motivo? ¿Pero cuál? Estaba confusa, tal vez si no hubiera hablado con Sheena aun estaría caminando en círculos y no estaba bien eso. Ya llevaba el tiempo suficiente como para saber algo y lo único que tenía es el extraño comportamiento Gael y la sobreprotección que tenían los chicos de la banda con él. Suspiró.

"¿Por qué no me dijiste bien las cosas Renee?", pensó exhausta.

Se levantó del sofá y caminó a la puerta, en verdad que todo se había complicado.

***

Caminó por el lobby y de lejos vio a Alphonse sentado leyendo un libro. Hanny miró por todas partes y aparte de él, no había nadie más conocido. Se acercó y al mirarse ambos se sonrieron, no pudo evitar suspirar.

— ¿Problemas? —preguntó Alphonse cerrando su libro.

—Algunos, nada fuera de lo común—respondió sin creérselo ni ella—. ¿Esperas a Sheena?

—Sí, iremos a almorzar juntos, así que la estoy esperando, al parecer tuvo algunos problemas.

—Creo que sé cuál es el problema que tuvo. Hans Reeds—Alphonse rio y asintió.

—Jefe es jefe, no hay que hacerlos esperar, pero al parecer ellos si te pueden hacer esperar a ti. No es justo.

—¿Qué es justo en esta vida? —preguntó nostálgica.

—A veces me pregunto lo mismo, ¿existirá la verdadera justicia? —dijo mirando a la entrada.

Hanny vio por el rabillo del ojo hacía esa dirección y se sorprendió al verlo, se enderezó. Alto, rubio, delgado y esbelto, con un traje impecable y a su lado su guarda espaldas, no cabía duda, el padre de Ethan donde iba destacaba. Un hombre de casi cincuenta años y que parecía de cuarenta. Hanny tenía mucho respeto por él. Se dirigió donde él.

Hans Reeds la vio y en un principio no la reconoció por el corte de cabello, pero luego de unos segundos se dio cuenta que realmente era ella.

— ¿Hanny? —le preguntó. Ella asintió.

—Hola, señor Reeds—lo saludó cordialmente.

—En verdad eres tú, ha pasado tiempo desde que te vi. Realmente estás linda—dijo sonriendo. Hanny se sonrojó por un momento.

—Gracias—respondió agachando la mirada.

—Vi las nuevas noticias—mostró su celular—. Perteneces a la farándula—Hanny rio incomoda, no era el primer tema que quería tratar con él—. Jamás imaginé que nuestra Hanny tuviera como novio a una estrella de la música. Siempre creí que te ibas a quedar con Ethan. Apostamos con Esther, creo que esa mujer perderá mucho—bromeó.

—Son cosas que pasan, supongo.

—Sí, tienes razón. Es una lástima al parecer Ethan no fue la persona que esperaras que fuera—Hanny negó con la cabeza.

—No señor, se equivoca, Ethan es el mejor chico que he conocido, y lo quiero mucho, él es mejor de lo que yo pudiera pensar o querer.

—Si es así entonces, ¿por qué no lo intentan? De seguro Ethan es mejor que...—se quedó en silencio buscando las palabras adecuadas—ese muchacho—dijo despectivamente—. Es mejor que te alejes de personas de esa clase. Dale una oportunidad a mi hijo.

—Eso lo veremos Ethan y yo. Nadie más. —le respondió seria. Él sonrió y asintió.

—Claro, espero que mi hijo no sea tan estúpido de dejarte ir. Me gustaría que él tuviera la mitad del carácter que tú tienes—miró su reloj. —Fue un gusto verte Hanny. Tengo a la señorita Park esperando de hace mucho rato—rio—. Cuando tengamos tiempo me gustaría cenar contigo y Ethan.

—Claro, señor—afirmó Hanny con una sonrisa.

—Bien... aléjate de los chicos malos Hanny, no te eches a perder—le advirtió con una sonrisa despidiéndose. Hanny asintió y se despidió con un gesto de mano. Nunca entendió a Hans Reeds, a veces podía ser muy amable y otras podía ser un ser petulante, ahora mezcló sus dos caras.

— ¿No da miedo? —preguntó de pronto Alphonse de la nada haciéndola saltar del susto—Oh, lo siento—se burló. Hanny suspiró.

—¿Quién da miedo? —preguntó después de unos segundos.

—Hans Reeds—respondió mirando a Hanny. Esta se encogió de hombros.

—Si no fuera así no tendría todo lo que tiene, ¿verdad? —Alphonse levantó una ceja y asintió.

—Tienes razón. Si no fuera así no tendría nada—Hanny lo miró extrañada. El hombre era raro y con eso lo comprobaba.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top