Capitulo XXVIII: ¿La familia perfecta?

"Cristian"

Suena el despertador, marcando las once de la mañana. Abro mis ojos, veo el tejado de mi casa... Todo es extraño. Me levanto con rapidez y veo a mi alrededor, al costado hay otra cama, Gabriel estay en ella, duerme profundamente. Me bajo de la cama con rapidez, siento que debería estar preocupado por algo. La puerta se abre con fuerza, entra mi madre con una bandeja en sus manos, me ve sorprendida.

—Dios, despertaste, Cristian—Dice de una forma dulce y cariñosa.—¡Gabriel, el desayuno!

—Dios mío, solo cinco minutitos...—Dice Gabriel estirándose y abriendo los ojos.—Gracias mamá.

—Aquí te dejo el desayuno, enseguida traigo el tuyo, cariño—Dice mamá, seguido sale del cuarto.

—¿Qué está pasando?

—Ya acuéstate hermano, hasta en vacaciones tienes que levantarte temprano.

—¿Está... Bien?—Vuelvo a acostarme en la cama.—Acabo de tener un sueño raro.

—¿Un sueño húmedo con Diana? Me da risa que no quieras admitirlo.

—¿Sueño húmedo? Mierda, no. Estaba en un mundo extraño... Parecía algo así como...

—Aquí viene súper mamá—Dice mamá entrando con otra bandeja.—Un rico desayuno para el pequeño profesor—Me da un beso en la frente, se siente... tan cálido.—Los gemelos Castillo, al terminar sus desayunos deben ambos lavar sus trastos. Para el almuerzo prepararé algo especial, su padre ha sido promovido, así que quiero planearle una sorpresa, ¿Qué les parece?

—¿¡Papá?!—Me atoro con la comida y luego vuelvo a tragar—¿Esta es una especie de broma?

—Creo que el capitán Cristian tuvo un sueño bastante fuerte, mamá.

—Siento que esta no es mi verdadera realidad.

—No empieces con tus conspiraciones, Cristian. Ya regreso, mamá también tiene que desayunar—Dice saliendo de la habitación, seguido de cerrar la puerta.

—¿Qué te pasa, hermano? Despertaste paranoico.... Solo come tu desayuno y cuenta hasta diez, sabes que papá odia cuando te pones así.

—¿Papá vive con nosotros? ¿Desde cuando?

—Ehh... ¿Desde siempre? ¿Qué mierda, Cristian? No te entiendo.

¿Todo fue un sueño? No puede ser, no puede estar pasando realmente, yo recuerdo perfectamente que estaba con Diana en el otro lado, estaba metido en un mundo virtual y murieron un montón de personas, torturaron a Gabriel... Mi padre violó a mi madre, no puede haber sido el sueño de una noche, si no... ¿Cómo es que no recuerdo nada de esta vida? Tiene que haber una explicación lógica, solo debo mantener la calma y seguir la corriente, hasta que pueda descubrir que está pasando realmente, disfrutaré de esta falsa "familia perfecta"

***

La hora pasa y me doy una ducha para estar vestido, veo a Gabriel jugando fútbol en el patio, todo parece normal, como si no hubiera ningún problema... Todo esto es tan raro, tan extraño que escapa de mis sentidos.

—¿Hijo?—Me doy la vuelta, mi madre me ve y lleva puesto un delantal colorido.—Oye, ¿Me ayudas a preparar la mesa? Tu padre viene en camino—Tal vez logré entender mejor las cosas si veo a mi padre... O tal vez tenga que simplemente buscar respuestas.

—Mamá, ¿Tú sabes algo de El Otro Lado? ¿Te suena el nombre de "Alexander Dankwort"?—El rostro de mi mamá cambia a de uno confundido, lleva la mano a su boca, tratando de pensar una respuesta—No tienes que responder, es solo que, todo es tan raro...

—Ah sí, Alexander Dankwort... Su profesor jefe, ¿Pasa algo con él? Hace poco tuvimos una charla...

—¿¡De qué hablaron?!—Digo tirando de su delantal.

—¡Dios, cálmate!—Dice sosteniendo mis manos—Me dijo que está orgulloso de tus capacidades en la escuela, de hecho le gusta esa idea de que seas Presidente del centro de alumnos y...

—¿¡Presidente!?

—¡He llegado!—Se escucha de abajo, una voz ronca.

—¡Dios, llegó! ¡Ve a buscar a Gabriel, tendremos un almuerzo familiar perfecto!—Dice y baja con mucha velocidad, alcanzo a escuchar un poco desde mi cuarto—¿Cómo está el hombre más guapo?

—¡Que alguien llame a la policía porque hay una súper modelo en mi casa!—Escucho seguido de unos besos.

«Todo esto es muy raro»Bajo rápidamente las escaleras, evitando que me vean mis padres, salgo al patio con velocidad. Gabriel está haciendo unas dominadas con el balón, es extraño, todo parece tan... Perfecto, demasiado en realidad, no creo que hayan problemas, es sin duda, la familia que siempre quise pero... Algo no me cuadra. Me acerco a Gabriel y este tira el balón a un costado.

—¿Qué sucede, hermanito? Has estado muy raro hoy.

—¿No tienes algún secreto? ¿Algo que tengas que decirme?

—¿Secretos?—Gabriel mira hacia el cielo y pone expresión confundida, lleva la mano a su boca unos segundos, luego me da una mirada desafiante—Hablas como si esta no fuera tu realidad, ¿Tengo que hablar con mamá? ¿Necesitas terapia otra vez?

—¿Terapia?

—¿Estas jugando conmigo? Has tenido ataques de pánico, Cristian. Tienes colapsos, pensando en que todos están en contra de ti y no es así—Gabriel se acerca a mi y me sostiene con las manos en mis hombros.— Para de inventarte mundos en la cabeza y despierta, no te quiero perder de nuevo hermano. Quiero que seas feliz por al menos una vez, ¿Entiendes?

¿Todo fue un sueño? ¿Nada de lo que viví fue real? Todo lo que viví en El Otro Lado no fue más que un colapso. Es difícil de creer, no me cabe en la cabeza, no entiendo como pude imaginar un mundo de tal magnitud, es extraño, difícil de entender, eso quiere decir... ¿Mi padre nunca estuvo desaparecido? Todo es demasiado perfecto, hasta el punto que me da miedo buscar algún problema, tal vez, Gabriel tiene razón.... Tal vez solo tengo que relajarme y disfrutar de la vida que tengo, es lo más sensato... Lo más.... Normal.

—Llegó papá, tenemos que ir a almorzar.

—Esa es la actitud, hermanito—Gabriel me da un fuerte abrazo, realmente me siento estupendo.—Entremos.

***

—¿Me pasas la ensalada, Cristian?—Escucho de mi padre, el cual se encuentra en la cabecera de la mesa, deteniendo mi alimentación.—¿Cristian?

—Hijo, tu padre te está hablando—Escucho de mamá.

—Ah, si. Claro... Este... Yo...—Gabriel toma el plato de ensalada y se lo acerca a mi padre, interrumpiendo mi habla.

—Aquí tienes papá, disculpa a Cristian. Despertó muy raro esta mañana.

Veo a mi padre con detenimiento, León Castillo. Un adulto de ojos azules, cabello negro, lleva una camiseta blanca y sin corbata, come y tiene la mano de mi madre sobre la suya. Mamá no deja de mirarlo, se le ve profundamente enamorada, Gabriel ve a mi padre con total admiración. Me siento como encerrado en una burbuja, tal vez mi mente colapsó de tantos problemas, he escuchado que cuando un ser humano tiene muchos traumas, sufre una enfermedad que se manifiesta en forma de alucinación, "Nostalgia" le dicen algunos, una enfermedad que hace que el cerebro vaya a su lugar feliz, alejándose de los problemas, puede que esté sufriendo sistemas de esa enfermedad, tal vez todos en esta mesa están pasando por lo mismo, ignorando la verdadera realidad... Tengo que encontrar una forma de despertarlos, una estrategia para volver al verdadero mundo. Papá toma una copa y con una cuchara hace sonar un tintinar, llamando la atención de todos.

—Antes que nada, tengo que decir que esta comida está más que deliciosa, mis felicitaciones a esta súper mujer que tienen como madre—Roba rápidamente un beso a mi madre—Además de sentirme orgulloso de que ambos los hemos creado a ustedes, Gabriel y Cristian Castillo, mis hermosos y perfectos hijos favoritos.

—¡Yo quiero decir algo antes de iniciar el brindis!—Acota Gabriel—A pesar de los altos y bajos que hemos tenido como familia, los ataques de Cristian... Su ruptura y luego reencuentro, me siento orgulloso de pertenecer a esta familia. Me encanta la personalidad de mi madre y la fuerza de mi padre, admiro la inteligencia de Cristian. Solo espero que nos podamos quedar así, por siempre y para siempre...

Mamá comienza a botar unas lágrimas, apoya su cabeza en el hombro de mi padre, se le ve muy emocionada. Mi padre le da un beso en la frente, luego todos me dirigen la mirada, ¿Tendré que decir algo?

—¿Qué sucede, por qué me están mirando?

—¿No dirás algo, cariño?—Dice mi madre viéndome con los ojos cristalinos—Eres el único que falta de los hombres de la casa.

—Yo... Eh...—¿Qué se supone que tengo que decir? Al momento de despertar me di cuenta de que estoy en un mundo de fantasía, tendré que decir algo positivo, es lo único que se me ocurre hasta ahora—Me alegra tener una familia perfecta, feliz y sin secretos...—En la mesa todos se ponen a aplaudir, me ven con rostros emocionados.

—Ese es mi hijo, ¡brindemos por nuestra familia perfecta!—Todos unidos nuestras copas, luego volvemos a comer—Ahora rápido que el pavo se enfría.

Una vez terminamos de comer, suena el timbre, parando las antenas de todos. ¿Quién puede ser? ¿Qué persona se presentará en este universo? Gabriel se levanta y va directo a abrir la puerta.

—¡Cristian, no te imaginas quien vino a verte!—Entra Gabriel con... Diana Deneguer, es ahí donde me tornó pálido—Saluda a tu novia, hermanito.

—Hola, cariño—Su cabello rojo precioso, ojos marrones y piel perfecta. Es imposible, no puede estar pasando esto, no puede ser real—¿Te sucede algo?—Se acerca a mi y me rodea el cuello con sus manos.

—Hijo de tigre—Dice mi padre apoyando su mano en mi espalda.

—Cariño, deja a nuestro hijo tranquilo.

—Acompáñame a mi cuarto, ahora.

—¡Puertas abiertas, Cristian!

***

Nos acomidamos en mi cama, abrazados y viendo al techo. Diana me ve y comienza a hacerme cariño en el cabello. No puedo creer que esté nuevamente aquí, en el mundo que siempre quise estar, apena volver a la realidad, decirle adiós a este mundo de plástico. Tengo que calmarme y mantenerme firme, debo hacerlo por todos.

—¿Por qué tan vallado?

—Es solo que... ¿De verdad no entiendes que está pasando? ¿Cómo están tus padres?

—¿Mis... padres? Están en casa... ¿Verdad?—Diana se sienta en la cama y lleva las manos a sus ojos, comienza a llorar—No lo entiendo, ¿También lo sientes, verdad?

—Sabía que este mundo no era real—Me siento junto a ella y rodeo mi mano con su cintura—Parece un lindo mundo, créeme que me gustaría tener esta realidad, pero no lo es, Diana. ¿Como llegamos aquí?

—Es complicado, mi cabeza es un lago de pensamientos. Siento que estamos atrapados en alguna parte, pero no sé como...

La puerta de mi cuarto se abre, entra Gabriel. Nos ve con expresión confundida.

—¿Qué le sucede a la pareja de tórtolos?

—Este mundo no es real, Gabriel. Estamos atrapados en un mundo ficticio.

—¿Otra vez con eso? Diana, ¿No me digas que crees las patrañas de este sujeto...

—¿No te parece que todo es demasiado perfecto? No tiene sentido esta realidad, Gabriel... Creo que estoy empezando a recordar... Yo y Cristian logramos llegar a la habitación donde estabas con León Castillo...

—Espera... Tiene algo de sentido—Interrumpo—Tus padres murieron, ¿Luego qué pasó...?

—León Castillo, nos apunto con una varita de mil colores... Luego... Luego...

—¿¡Paren de decir locuras, quieren!?—Dice Gabriel llevando las manos a su cabeza—Al fin tenemos lo que siempre quisimos... No quiero volver a sentirme mal, no me quiero torturar.

—Si no enfrentamos a nuestros demonios, ellos nos perseguirán por el resto de nuestras vidas. Tenemos que enfrentar el peligro, es la única forma de tener algún futuro más o menos bueno.

—Cristian, tiene razón. No sacamos nada con inventar una falsa realidad, tenemos que volver a la nuestra y luchar contra el Villano. Estoy cansada de esconder mis sentimientos...

—Mierda, odio que sean dos contra uno.

La puerta de mi habitación se abre, dejando ver a León Castillo, mi padre y el maldito que ha arruinado la vida de muchos, nos ve a los tres con una sonrisa perversa.

—¿Qué sucede aquí? ¿Hablan a mis espaldas?

—Ya está bien, León... No quiero este mundo, quiero volver al mío.

—¿De qué hablas? Tienes que tomarte tus pastillas, Cristian.

—¡NO!

***

[Horas antes]

—Si logras torturar a ese psicópata, te prometo que seré tuya hasta el día de mi muerte—Diana me entrega sus labios y yo le entrego los míos, con mis manos toco sus piernas y la tomo en brazos, mientras nuestras leguas terminan en un festín de saliva y romance.

Una puerta se abre ante nosotros, provocando que separemos nuestros cuerpos, aunque no suelto la cintura de mi novia, tras la puerta se encuentra Gabriel tirado en el suelo y en un charco de sangre. Sin pensarlo dos veces entro rápidamente a la habitación, Diana me sigue tras mi espalda.

—¿¡Gabriel!?—Toco su pulso, aún está vivo. Pero recibió fuertes golpes.—Despierta, hermano... Por favor... ¡No te mueras!

—Eh... ¿Cristian?

—Para de hablar y ayúdame a despertarlo.

—¡Cristian por el amor de Dios, date la vuelta!—Me volteó rápidamente, está Leon Castillo apuntándome con una varita de varios colores, ¿Son todas las varitas unidas?

—Al fin tengo a los tres delante de mí.

Gabriel despierta de a poco y comienza a toser.

—Mierda... No... debieron haber venido, ahora nos tiene a los tres.

—Me cansé de tu, hijo de puta—Le apunto con la varita, pero esta se vuelve polvo. Es oficial, Leónides Castillo nos tiene justo donde nos quiere—¿Qué harás con nosotros?

—¿Qué mierda quieres de nosotros?—Grita Diana con los ojos en lágrimas—Ya no tengo a mis padres, solo mátame y deja a estos chicos en paz... Yo ya... No puedo más...

—¡Diana no le des ideas a este lunático!—Digo apretando su mano pero la suelta con fuerza.

—Les mostrare a ustedes tres, trío de imbéciles lo que habría sido de sus vidas si yo nunca me hubiera marchado, les mostraré su futuro ideal para después matarlos... Ya me cansé de ustedes, estoy harto de toda esta mierda... Estoy harto—León Apunta con la varita y un rayo de colores nos llega a los tres juntos, todo se va a negro.

«¿Estoy muerto?»

***
[Actualidad]

—Ya está bien, León... Puedes mostrarnos el mundo como realmente es... Me alegra haberte conocido, pero esta vez somos tú y yo. Te reto a una pelea que no podrás rechazar...

—Me alegra, Cristian Castillo. Al fijo podemos vernos frente a frente—De su bolsillo saca la misma varita y comienza a agitarla, todo el mundo feliz desaparece ante nosotros, volviendo a encontrarnos en una habitación. Yo, Diana y Cristian... Estamos encadenados a un costado, delante de nosotros se encuentra... ¿Alexander Dankwort?

—No lo entiendo, ¡Creí que estabas muerto! ¡Pamela está muerta!

—Está jugando con nosotros—Dice Diana con lágrimas en sus ojos—Conocí al verdadero Alexander, él no es un loco como este sujeto.

—¿Qué mierda quieres de nosotros? ¿Por qué ocultar tu apariencia real?

Alexander comienza a reír, como si hubiéramos contado el mejor chiste del mundo.

—Quedaron muchas cosas pendientes con Alexander Dankwort, de hecho...—Agita la varita, comienzan a aparecer todas las personas que murieron en sus manos. Félix Deneguer, Ángela Jasper, Esmeralda Milward, Pamela Dankwort... No puede ser... Detrás de todos aparece un anciano con una sonrisa macabra.

—¡¿Usted es real?!

—Me conociste en el motel hijo, te dije que yo solo quería volver con mi Esposa, ¿Lo recuerdas?—El anciano revela su verdadera apariencia, el anciano Andrés... Es el verdadero León Castillo.

—Tiene que ser una broma, fuiste tú, ¡Contaste la leyenda de las brujas!

—¿Y me creíste? Cierto, creíste cada palabra que dije, mostré un falso padre a Pamela Dankwort... Mostré una imagen de tu hermano... Maté a todas estas personas—León chasquea los dedos y todas las personas se hacen polvo.—Ya me cansé de crear una falsa esperanza, quiero que peleemos. Hijos contra padres, quiero que me demuestren el verdadero poder de los gemelos Castillo.

—¿Y yo qué, psicópata?—Dice Diana con el rostro rojo.—¿¡Qué mierda harás conmigo?!

—Te llevaré con tus padres—Apunta con la varita en la frente de Diana, de esta sale un rayo potente que comienza a quemarla.

¡¡¡NOOOOOOOO!!!—Gritó a todo pulmón.—¡¡¡DIANAAAA!!!

¡¡AHHHH!!!—Grita de dolor, voltea a verme con su hermoso rostro—Nos vemos, Cristian. Quiero decirte... Desde que te conocí... Tengo que admitir que no te tenia fe, creía que no serías el novio ideal. Pero me siento afortunada de haberte conocido, eres una gran persona... Espero que la siguiente mujer que conozcas... Sea... Lo suficientemente digna de estar contigo... Quiero que seas feliz, ríete, quiero que te rías mucho... Quiero que nunca olvides algo, las mujeres somos valiosas, escúchalas, ámalas... Quiero que las cuides, igual como me cuidaste a mí...

—Diana, no te vayas... Por favor—No puedo parar de llorar.

—Se feliz, Cristian Castillo. Siempre te amaré. Siempre te estaré cuidando desde el cielo... ¡Adiós, amor de mi vida!

La mujer que amé se transforma en polvo delante de mis ojos, ahora solo estoy yo y Gabriel, Roa hermanos que quedaron traumados antes tantas cosas, tantos problemas... Tanto que pasé para al final quedemos ambos en frente de nuestro padre.

—Ahora sí, podemos decir que estamos padre e hijos—Dice León Castillo dando una sonrisa con malísima.—Ah, otra cosa—Apunta con la varita y nos libera de las cadenas—Haremos esto bien, si logran vencerme... Serán completamente libres.

—Eres un hijo... ¡ERES UN MALDITO BASTARDO!—Dice Gabriel poniéndose de pie, no me importa como lo haga... Pero juro que te voy a matar.

—Ambos lo haremos—Digo levantándome y secando mis lágrimas—Te juro por mi madre, tú de aquí no sales vivo.

—Al fin tendré la pelea que tanto he estado esperando.

Ya no hay reglas, ya no hay nada que pueda impedir que tengamos una batalla, es momento de la verdad... EL MOMENTO DE PONER FIN A ESTA HISTORIA DE MIERDA.

GEMELOS CASTILLO
vs
LEÓN CASTILLO

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top