Capítulo XXIX: Final parte 1.
Ya no hay vuelta atrás, hay que avanzar. Daré lo mejor de mí para llegar hasta el final.
—Es momento de que me demuestren quién es el mejor—León apunta con su varita a mi hermano Gabriel, este comienza a retorcerse en el suelo ¿Qué mierda le está haciendo?—Es hora de que marques tu legado, Gabriel Castillo.
—¿¡QUÉ MIERDA LE HACES A MI HERMANO?!—Grito de rabia.
—¡Maldito.... Desgraciado!—Grita Gabriel mientras cae al suelo.—¡NO QUIERO! No.... ¡NO VOY A LASTIMAR A CRISTIAN!
—¿Qué?—Digo con confusión. Doy la mirada a León con enojo.—¡Déjalo tranquilo!
—Disfrutaré ver esto—Dice León con una fuerte sonrisa, mientras comienza a caminar hacia atrás, atravesando la pared—Demuéstrenme su verdadero poder, los estaré observando.
—¡NOOO! Aggg ¡MIERDA!—Gabriel cae al suelo y comienza a abrazarse a sí mismo—Cristian, no me queda mucho tiempo... El hechizo está alterando mi mente... Tienes... ¡TIENES QUE MATARME!
—¡No voy a hacer eso! Te ayudaré a levantarte—Trato de levantarlo, pero él me da un empujón tan fuerte que hace que choque con la pared—¡Mierda!
—Estoy cambiando, estoy... Volviéndome alguien malvado... Me estoy... Transformando hermano... Antes de que me vaya... Tiene que saber que siempre te admiré y...—Cae al suelo y lleva las manos a su cabeza—¡NO QUIERO, NO QUIERO, MALDICIÓN!
—¡Tú eres más fuerte que eso, Gabriel!—Digo con lágrimas en mis ojos—No te dejes llevar por...
—Te odio, Cristian—Gabriel se levanta del suelo, se para recto. Sus ojos se tornan rojo, pone pose de pelea, como la de las caricaturas japonesas.— ¿Listo para pelear hermanito?
—Gabriel, no voy a pelear contigo. Sabe que no tengo buena agilidad en combate.
—Vamos, como en los viejos tiempo. Si logras vencerme... Te contaré un secreto, un secreto que cambiará la forma en la que me ves.
No puedo creer lo que está pasando en este momento, León Castillo ha hecho algo que ha logrado que se gane todo mi odio, me ha puesto en contra de mi hermano gemelo. El chico el cual vine a rescatar se ha convertido en el villano final de mi historia, ¿Tendré que matarlo? ¿Atacarlo? ¿Qué va a pasar su Gabriel muere? Es increíble, he pasado por tantas cosas para llegar a esto, entre a un mundo virtual, estuve encerrado en una iglesia con una lunática, atrapado en un motel con un loco, encerrado en una celda en la casa del Alcalde, derrotado a brujas, me enamoré de una, luego supe que era mi profesora y luego perdió la vida. Luché contra el abusador de mi hermano, la persona que abusó de su inocencia, ayude a un hombre a reunirse con su esposa para después, encontrarse con su hija, toda la familia en el más allá. Descubrí que mi padre era el culpable de todos los sucesos y el creador de El Otro Lado, todo por descifrar una investigación, saber los secretos de Gabriel, ¿Quién iba a decirlo? Su secreto, su mayor secreto, terminó siendo que un profesor abusó de él, otro secreto es que había descubierto to el nombre de nuestro padre, seguido saber que... No, sí, saber que nosotros somos fruto de algo asqueroso, somos producto de una violación. Fuimos parte de una venganza, los he rímanos Dankwort trataron de atentar contra nosotros para vengar el asesinato de sus padres, al final murieron ambos... Pensé en un momento que mi padre se había suicidado cuando en realidad siempre nos estuvo observando, Alexander y Pamela pensaron en destruir el sistema con ayuda del famoso coronavirus, y al final todo salió contraproducente. Llegué a pensar que estaba en un futuro post apocalíptico, pero nunca me cuestioné en encontrar mi versión futura, seguí la corriente, perdí a las personas que amo, todo para saber los secretos de Gabriel, todo para terminar alejándome de la vida que tenía, volver a hablar con mi madre. Siempre me dije que en algún momento saldría de aquí, con mi hermano obviamente, saldríamos al mundo real y volveríamos a casa, explicarle todo a mamá y de paso dar vuelta la pagina, y ahora estoy aquí, en un mundo virtual, luchando con mi hermano gemelo, a sangre fría... Pero bueno, este es mi destino al parecer... Ni siquiera sé qué va a pasar si logro derrotarlo, tal vez luche contra el "jefe final", derrotar a León Castillo parece imposible, aunque sí pienso bien y juego bien mi cartas, puedo salvar a Gabriel, derrotar a León Castillo e irnos de aquí, que todas las personas de este mundo tengan un funeral digno y desligarnos de toda esta locura, tengo que usar mi cerebro, demostrar mi verdadero potencial. Me cansé de fingir que soy un idiota, es momento de que utilice todo mi cerebro, ya que es mi mejor músculo y mejor talento. Es momento de dar pie a mi estrategia final.
—Intenta golpearme, Gabriel—Digo con confianza, activo todo mi potencial, mi instinto, mi ultra instinto. Hago un gesto de burla para tentarlo—Vamos, no tengo todo el día.
—Ese es el Cristian que quiero escuchar—Se acerca con velocidad con su puño, es tan ágil que logra darme un golpe en todo mi rostro, pierdo un poco el equilibrio, pero me mantengo de pie—Mierda, tu rostro es muy duro, hermanito.
Me duele el rostro como mil demonios, escupo un poco de sangre al costado. Limpio mi rostro y lo veo con tono desafiante.
—¿Crees que me dolió?—Me acercó con rapidez para dar un golpe, pero Gabriel lo escoba con destreza agachando su cuerpo, da un salto en el aire y vuelve a poner su pose de batalla.—Maldito hijo de puta.
—Me encanta que intentes golpearme y no puedas, se nota quien es el atlético entre los dos—Comienza a reír.—Bueno, sigamos, hermanito.
—¿Quién está golpeando? Esto es un plan, hermano—Veo a Gabriel de frente, tiene el rostro desprotegido, puedo dar un golpe directo en la nariz y dejarlo inmóvil por unos segundos, en el momento en el que tenga el enfoque en su rostro, puedo darle un golpe en la entre pierna, dar una vuelta y botarlo con la pierna izquierda, una vez en el suelo darle una patada en el estómago, con eso podría ganar la pelea fácilmente, pero... ¿Es realmente lo que quiero?—Intenta atacarme de nuevo.
—Realmente te gusta sufrir, idiota. No entiendo como es que eres el favorito de mamá—«¿El favorito de mamá?» Gabriel se acerca y rápidamente me da un golpe en el estómago, seguido en la espalda, caigo al suelo—Mamá siempre te prefirió a ti, solo a ti. Siempre decía que eras el hijo más brillante, no sabes cuanto disfruto hacer esta mierda... Me encanta vengarme al fin. El que León se haya metido con nosotros me ha dado el poder de vengarme por primer ve.
—Esto... no... es... verdad, Gabriel—Digo con pocas fuerzas, tratando de levantarme—Sabes... Mamá siempre decía... Que te fuéramos a ver... A todos los partidos, decía que algún día serías un gran... jugador de fútbol—Logró ponerme de pie, me cuesta respirar, pero creo que tengo el punto para poder cambiar de bando y traer a Gabriel a mi lado—Te admiro, hermano. Siempre dije.... Tu personalidad impulsiva te hace quien eres, gracias a eso has llegado a grandes cosas. Para ser el que menos piensa, fuiste el primero en saber el nombre de nuestro padre... Ni yo pude llegar a eso.
—¡Cállate!—Flexiona la pierna derecha y me da una patada en el estómago, haciendo que choque contra la pared.—Eso no es verdad, soy un inútil. Por mi culpa estamos peleando ahora... Querías rescatarme, mira cómo te tengo en este momento, Cristian... Si esto es un plan, va a terminar con uno de nosotros vivo...
—Nadie morirá, en el momento en el que estemos a punto de morir... Lograremos acabar juntos... Contra nuestro padre, hermano—Me levantó lentamente del suelo, veo a Gabriel con mirada desafiante—Yo no me rendiré, nunca me voy a rendir contigo—Corro con velocidad y le doy un fuerte golpe en el rostro, logrando que choque contra la pared—¡Toma, desgraciado!
Gabriel se acomoda la mandíbula, sale un poco de sangre y me ve con una mirada de felicidad, es obvio que no se esperaba que diera si quiera un golpe.
—¿De dónde vino eso? ¿Me golpeaste?—Ve su mano, unas manchas de sangre salen de su rostro.—Ahora si se puso interesante—Se acerca a mí con velocidad y yo empuño mis manos, ambos nos sostenemos nuestras manos, quedando frente a frente—Mierda, ere en fuerte... Cristian.
—No más que tú, Gabriel. Solo míranos, peleando por quién de los dos es el gemelo perfecto... De toda mi capacidad mental... Nunca imaginé que a acabaríamos peleando—Con fuerza comenzamos a dar vuelta por la habitación, chocamos con una pared al costado.
—¿Qué sigue en tu súper plan, Cristian?—Con su pierna izquierda me da un golpe en el estómago, da una vuelta y con su pierna derecha me da un golpe en la cabezada, haciendo que caiga al suelo. Sostiene mi mano izquierda, con su pierna derecha sujeta mi espalda y comienza a tirar, causando un grave dolor en todo mi cuerpo, casi pareciera que fuera real—¿Te duele, hermanito? ¿Sientes lo que es el verdadero dolor?
—¡Mierda!—Puedo fingir estar inconsciente, hacerle creer que ganó. De alguna forma esto logrará que me suelte y podré levantarme, es difícil, casi no siento mi brazo, no puedo controlar mi propio cuerpo, es momento de usar las palabras... Las palabras hacen más daño que los golpes—Sabes... Si me matas ahora... Eso te convierte en... León Castillo... Me acabo de dar cuenta... Eres igual a papá, Gabriel.
—¿De qué putas hablas?—Me suelta y se aleja unos centímetros de mí, lo q he me da la oportunidad de levantarme y con velocidad darle un golpe en sus partes nobles.—¡Mierda!—Gabriel cae al suelo, donde pongo mi pierna sobre su espalda, luego la otra, poniendo todo mi peso sobre el suyo, doy un salto... Provocando que rompa sus costillas—¡¡¡AAAAAHHHHH!!! —Doy un salto y me alejo del cuerpo, casi pareciera estar muerto.
—Perdóname, Gabriel... Pero... Es solo material para entretener a León.—Miro hacia el techo y doy una sonrisa de confianza—¿Disfrutas el espectáculo, papá?
—¿De verdad ganaste, Cristian?—Se escucha desde el techo.—¡ROMPISTE SUS COSTILLAS!
—Así es, es momento de que me des la Varita Omega... Ya sé que la tienes... Dámela y me proclamaré el nuevo Rey de El Otro Lado.
—Esto es... imposible, no puedo creer que realmente lo hayas hecho, no me equivocaba contigo, Cristian—De la pared aparece el hombre que ha arruinado mi vida por completo, entra a la habitación el maldito León Castillo. Tengo que mantenerme firme o mi plan se irá al demonio—Sin duda te mereces el poder de la Varita Omega—Extiende la mano y me muestra la varita, tal como lo predice, son todas las varitas unidas en solo una.
—¿Con ella puedo volver al mundo real?
—Exacto, te lo has merecido—León apoya su mano sobre mi hombro y me entrega la varita, la observo con detenimiento—¿Qué pasará con Gabriel?
—Está muerto, al fin te libraste de él. Lo que es yo, me integraré otro mundo que he estado creando, un mundo donde torturar más personas... Tú eliges si me acompañas, o vuelves al aburrido mundo real, y por lo que sé, el gobierno y todo está de cabeza... Yo que tú, me quedaría en el mundo cibernético.
—Irme o quedarme, esa parece la única alternativa verdad...
—Exacto, hijo mío. Estoy orgulloso de ti, orgulloso de la persona en la que te has convertido...
—Gracias, papá—Camino lentamente y evito tocar el cuerpo de Gabriel, me doy vuelta y veo a León Castillo directo a los ojos—Es increíble, realmente lo logré... A pesar de que Gabriel esté muerto... Podré volver a casa con mi madre, explicarle todo... Y de alguna forma, podré decirle que te conocí... Conocí a mi padre, el hombre causante de todo.
—Será un placer que le hables a mi madre de ti, aunque sabes... No le gustara que hayas hablado conmigo, odiará que sepas de mi existencia, ¿Qué harás al salir?
—Algo no entiendo, ¿Qué pasará con mi cuerpo una vez vuelva al mundo real?
—Digamos que tienes que comer algo rápido, o te vas a desmayar... Tu cuerpo físico está con suero, pero debe estar desnutrido...
—¿Cuanto tiempo llevo aquí? Quiero decir, el mundo real...
—Aquí llevas cinco días, creo. En el mundo real han pasado cinco horas, tengo entendido.
—¿Por qué con Gabriel fueron tres años?
—Digamos que en esos tiempos aún estaba en construcción este mundo, todavía no podía alterar el tiempo... ¿Por qué preguntas tanto? Yo pensé que te querrías ir ahora.
—Es lo suficiente para tener toda la información, hijo de puta.
—¿De qué hablas?
—De... Esto... Imbécil—Dice Gabriel con pocas fuerzas, se levanta lentamente, dejando impactado a León Castillo.
—¿¡Qué?! ¡TÚ ESTÁS MUERTO!
—Ojalá, estuviera muerto—De su bolsillo saca la varita negra, y con fuerza la entierra en su estómago—Dulces sueños, perra.
—¡NO!—León cae al suelo, nos ve a ambos gemelos con el rostro pálido—No lo entiendo, ¿¡Cómo mierda me engañaste!?
Le doy un fuerte apretón de manos a mi hermano gemelo, lo hemos logrado.
—Aún no entiendo como es que resultó todo—Dice Gabriel viéndome a los ojos.—Me encanta que hayas entendido mi señal.
—Siempre, hermanito.
—¡NO LO ENTIENDO!—León Castillo trata de levantarse, y es ahí donde yo y Cristian le damos un golpe en el rostro, dejándolo caer al suelo—¡MOCOSOS DE MIERDA, SOY SU PADRE!
—Que decepción, papá. Ni siquiera pudiste descifrar mi truco, el truco de los gemelos Castillo. Admítelo, te vencimos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top