Capítulo XIII: ¿Por qué no te acuerdas?
[Años atrás]
Suena el despertador. Dios es mi primer día de escuela, espero hacer grandes amigos. Me levanto de la cama y veo a mi costado, parece que Gabriel no tiene ganas de despertar, pero no quiero que lleguemos tarde. Camino hasta su cama, duerme profundamente, de hecho su despertador suena, pero no parece escucharlo, tal vez suponía que tenía que ser yo el que lo despertara. Toco su cabeza un par de segundos.
—Dios... Déjame, no...¡No quiero!—Que extraño, ¿Tendrá una pesadilla?-Suéltame por favor, no quiero hacer esto...
—Eh, Gabriel. Despierta o llegaremos tarde a clases—Luego de dos movimientos, mi hermano abre sus ojos—Oye se que no hablamos como antes, pero tenemos que ir a clases y en lo personal... Tú conoces a todos, yo soy nuevo y me gustaría que me ayudes... Que me presentes con tus amigos.
—¿Por qué te cambiaste de escuela en primer lugar? Seguirías con tus amigos si no le hubieras insistido a nuestra madre...—Lo que Gabriel no sabe es que yo nunca hice amigos en esa escuela, siempre fui un chico solitario. Por eso preferí irme con Gabriel, tal vez me ayude a hacer nuevas amistades, quiero amigos... Además, desde que Gabriel ya no es el mismo, quiero alguien con quien conversar.
—Veras... Yo...
—No te preocupes hermanito, no me interesa. Solo vístete, yo cerraré los ojos un momento más.
—Esta bien, Gabriel—Me intriga preguntarle por su pesadilla, pero si es lo que es, tal vez no es bueno recordarle cosas. O tal vez sea la forma de que volvamos a ser cercanos—Oye, ¿Qué soñaste? Te veías asustado...
—Es... Eh... ¿Realmente te importa?— Arquea una ceja.
—Eres mi hermano gemelo, por favor... Quiero ayudarte, somos familia.
—Es...—Lleva las manos a su nuca, está incómodo por alguna razón, espero que no tenga nada que ver con el tema de nuestro padre— Verás... Estas noches he soñado con una figura... La de un viejo negro, que me secuestra y me tortura.
—¿De verdad?—Gabriel me asiente y se pone a temblar, se nota que habla enserio. Nunca lo había visto así—¿Y como es ese hombre?
—No lo sé... Me da rabia, cada vez que me pongo rudo y le pregunto quién es... Desaparece y despierto. Es una pesadilla constante, y siempre soy alguien débil en ella, hasta que me vuelvo valiente es donde es demasiado tarde...
—Bueno, son solo pesadillas. A veces los humanos tienden a...
—Por favor no con tus discursos de cerebrito... En clases tendrás para escupir todo ese conocimiento, te irá bien... Al menos seré conocido por tener un hermano super dotado.
—No juegues, tú también eres listo. O bueno... Lo tuyo son...
—Los deportes, pero créeme que me gustaría tener ese cerebro que tienes, aunque sea por un día... Subirían mis calificaciones de hecho.
—¡¡Gemelos Castillo, van a llegar tarde a su primer día!!
—Dios... Mamá nos va a matar, tenemos que irnos, Cristian
A pesar de lo que pasó hace tiempo, luego de que mi madre haya retado con firmeza a Gabriel por el tema de papá, preferí no seguir con lo mismo. Por el lado de Gabriel, él dijo que la única manera de tener una vida tranquila es simplemente dejar el tema atrás... Pero aún así, sigue siendo más pesado desde esa vez, extraño al viejo Gabriel. Pero bueno, es momento de tener nuevos amigos, es mi primer día de clases, y espero que Gabriel me ayude a hacer amigos.
***
Llegamos a la Escuela, es momento de elegir un asiento. Veo a Gabriel, pero este se aleja de mí «¿Dónde va? ¿?Me va a dejar solo?!»Justo como pensé, Gabriel se fue con un grupo de amigos al costado, no tiene intenciones de volver a hablarme, soy un tonto, espero no sufrir bullying como en la escuela anterior. Esta bien, tranquilo Cristian... Solo escoge un asiento y ve con cuidado. Camino hasta un puesto alejado, a mi alrededor hay muchos niños conversando entre ellos, unas niñas me observan y hablan entre ellas, ¿Pensaran que soy guapo? Olvídalo... Seguramente se ríen o quizá...
—Dios... ¡De verdad son idénticos!—Dice una de las chicas al costado—Eres como Gabriel, pero... Más enclenque...
—No lo molestes, Andrea—Le dice mi hermano con rudeza, luego se acerca hasta el grupo de las chicas—Escuchen bien, el es mi hermano gemelo, es idéntico a mí, pero en formas de pensar somos muy diferentes. Pero sepan algo, si le tocan un pelo es mejor que preparen sus lindos rostros porque mi puño será parte de su esencia... ¿Les quedó claro?—Gabriel me dirige la mirada y me da una sonrisa, al menos me siento más seguro. Las chicas ven a Gabriel con temor, deben de respetarlo bastante... Es decir, nunca las vi a ellas por la casa, ya que a Gabriel no le gustaba invitar a sus amigos, solo él era el que salía para todas partes. Gabriel se me acerca y apega su cabeza—Eso es por escuchar mi pesadilla, tranquilo, pase lo que pase, somos familia. Pero no esperes que me siente contigo, tienes que hacer tus propios amigos—Tiene razón... No puedo estar dependiendo de él siempre.
Suena la campana, camino con fuerza a un asiento vacío del salón, acomodo mi mochila y pongo un cuaderno sobre la mesa y tomo asiento«Tranquilo Cristian, todo va a estar bien»Un chico se sienta junto a mí de pronto, logrando que de un pequeño salto.
—Per... Perdón por asustarte—Es un chico con cabello rizado y rojo. Por su vestimenta diría que también es nuevo—¿Me puedo sentar?
—Eh... Hazlo, tranquilo—El chico se sienta junto a mí y saca un cuaderno—Me llamo Cristian Castillo, es un placer... Eh... Perdón soy nuevo en esto de socializar...
—Tranquilo, yo también... Eh... Pero... Mejor no... Eh...—El chico actúa de forma extraña, ¿tendrá alguna discapacidad mental? Dios... Mi cerebro no deja de sacar conclusiones apresuradas, si sigo así acabaré por asustarlo, debo estar tranquilo... Cálmate... Cristian—Me llamo Ruben Stone, perdón... Mi cabeza es un disturbio a la hora de hablar con alguien... Si me cambié de escuela es porque quiero una vida nueva y...
—¡Silencio por favor!—Una voz grave y fuerte hace que todo el ruido desaparezca, un señor grande cabello negro y con bata blanca está delante de nosotros, me llama la atención en color de sus ojos, uno verde y el otro azul... Heterocromía.... Debe ser—Mi nombre es Alexander Dankwort, soy su profesor jefe, como todos ustedes saben. Otro año más con ustedes, otro año más soportando sus mierdas—Todos los alumnos ríen, seguramente esté profe ha estado años con ellos... Pero algo llama mi atención. Veo a mi costado para ver a Gabriel, este lo ve como si hubiera visto al mismo diablo, está pálido por alguna razón, me gustaría hablarle pero estamos muy lejos, le preguntaré cuando toque el recreo.
—¿Qué extraño el profesor verdad?—Pregunta Ruben a su izquierda, pero ahí no hay nadie. ¿Estará loco?
—Eh... ¿Con quién hablas?—Digo en voz baja para no interrumpir.
—Eh... Contigo mismo, es solo...—Se inclina rápido y saca un estuche—Estaba sacando mis lápices, es todo—«Que chico más raro»Bueno no es muy diferente a mí...
—Chicos, como verán. Aquí tenemos a dos nuevos alumnos, ¿Pero hay uno que les llama la atención o no?—Todos los alumnos voltean a verme, mi rostro se ruboriza... Seguramente ya todos se deben dar cuenta de lo obvio—¡Tenemos a Gabriel número dos!—Todos los alumnos ríen y me ven con asombro,«Genial, seré conocido como la sombra de Gabriel... Tal vez no fue buena idea venirme a la misma escuela... Bueno... Mejor esto a que me den golpes, la verdad»—Levántese, Cristian Castillo. Venga a presentarse con sus compañeros.
Asiento y bajo de mi asiento, siento todas las miradas y mi estómago se retuerce«No te caigas Cristian, o lo arruinarás todo»Logro llegar delante de todos los alumnos, al menos no hice ninguna estupidez.
—Perdoname por la broma, amiguito. ¡Pero tenemos que romper el hielo!—Dice el profesor Alexander viéndome directo a los ojos, me siento incómodo. Pero tengo que ganarme su respeto, si no me estresará todo el año. El profesor le dirige la mirada a los alumnos—Chicos, Cristian no es para nada como Gabriel... Este chico tiene las mejores calificaciones, es un maldito genio... Sabe mucho más que ustedes de hecho—Mierda, genial... Ahora seré el chico con el que se sentarán a la hora de los exámenes—Este chico ayudará a subir el promedio de este curso, así que le merecen respeto... ¿Algo que decir, Cristian?
Todos me están mirando, veo a Gabriel viendo hacia la ventana, ¿En qué estará pensado? Tal vez el venir aquí sea malo para Gabriel... Mejor me concentro más en mí, mi hermano sabe cuidarse solo.
—Me llamo Cristian Castillo, de verdad espero llevarme bien con ustedes—Todos los chicos aplauden, menos mi hermano. Esta bien... Debo dar lo mejor de mí.
La clase sigue normal, vuelvo a mi asiento y el profesor nos explica las cosas básicas de un primer día de clases, nada más allá que los horarios. Solo me concentro en lo técnico hasta que tocan el timbre de recreo, llegó la hora de la verdad. Veo mi asiento y me percato de que Ruben salió con prisa, supongo que no será mi primer amigo después de todo. Camino hasta el patio, es lindo, solo espero no llamar mucho la atención. Veo que el profesor sale con prisa, ¿A dónde irá? Bueno, no es mi problema... Seguramente asuntos de profesores, pero veo que olvida algo, una foto. Hay una foto sobre su escritorio, me acerco para verla con precisión... No, esto no puede ser. En la foto sale el profesor Alexander junto a un hombre de cabello negro, ojos azules... Es el mismo hombre que vi en el teléfono futurista extraño, ¿¡Este hombre conoce a papá!?
—Oye, Cristian—Una voz distrae mis pensamientos, observo al frente y veo que es Gabriel—¿Oye estás bien? ¿Qué tienes ahí?
—Eh...—guardo la foto en mi bolsillo con rapidez, no pienso mostrársela... Al fin se están arreglando las cosas, no lo haré—¡No es nada! Es... Algo que se le calló al profesor, iré a dejársela.
—Dios, ¿Cómo te calló? ¿Es genial o no?—Ahora recuerdo, Gabriel estaba viéndolo con miedo, ¿Por qué ese cambio de opinión?—Es realmente genial, tiene una voz hipnotizante y fuerte.... Es...
—Yo te vi, hermano. Lo veías con miedo... ¿Hay algo que quieras decirme?
Gabriel me ve y cambia su expresión, me ve con enojo, ¿Qué hice?
—Oye es el profesor jefe... Lo admito, es todo.... ¿Qué? ¿Qué pasa por esa cabeza?
—Nada... Tal vez... Eh... Olvídalo.
—¡Dime lo que piensas o...!
—Amor, ¿Está todo bien?—Dice la misma chica que me molestó hace rato, cabello largo y teñido de rosa, labios pintados de negro... Que chica más peculiar la verdad.
—No es nada, Andrea... ¿Nos vamos?—Gabriel toma de la mano a la chica y salen de la sala de clases, genial... Bueno, iré a dejarle la foto al maestro y luego vuelvo a mi vida escolar.
Salgo de la sala de clases y veo en todas direcciones«Puedes preguntarle por tu padre, digo, si quieres hacerlo»Bueno... Si, no voy a negar que me llama la curiosidad preguntarle a este maestro, es lo mejor que puedo hacer, si averiguo algo pensaré en contarle a Gabriel o no... Digo, ¿Para qué arruinarlo todo?
Camino y llego hasta la sala de profesores, abro la puerta y hay cinco maestros, pero no me fijo en su apariencia, observo al profesor Alexander y este me ve con expresión de sorpresa, seguramente porque soy el alumno nuevo.
—Miren a quién tenemos aquí, si es ¡Cristian Castillo!—Dice y los maestros al alrededor me ven con asombro, no le veo ese fanatismo por verme, no por ser inteligente tengo que ser venerado... Bueno, para que pensar más allá—¿Qué te trae por aquí, jovencito?
—Es... Es esto, profesor—Saco la foto y la observo con detenimiento—Esta foto se le calló y...
—Dios, ¡Mierda!—El profesor me la quita con prisa—Dios... Tu... Eh... ¿¡La viste!?
—Alexander, calmate—Dice una de las maestras, una mujer con el cabello dorado, con ojos dorados. Una mujer muy llamativa la verdad—Solo borra su memoria y fin del problema.
—¿Borrarme que?—¿De qué están hablando?—No lo entiendo... ¿¡Usted conoce a papá!? ¡¿Qué tiene que ver con él!?—Debo sacar coraje.
—Solo hazlo, Alexander—Dice un maestro con cabello rojo y ojos marrones—Si no lo haces el plan se irá a la basura.
—Mierda está bien—Alexander se inclina y me ve a los ojos—Tranquilo, Cristian... Todo va a estar bien—De su bolsillo saca una especie de teléfono extraño, igual al que encontré con Gabriel hace tiempo—Solo mira la pantalla y vuelve a clases.
—¿Por qué?—Me reuso a hacer cualquier cosa, tengo miedo. Corro mi cabeza pero el profesor toma mi cabeza, y la presiona contra la pantalla—¡Suélteme, esto es ilegal!
—¡Mira la pantalla maldito mocoso!—No me puedo resistir y termino viendo la pantalla, solo veo un montón de códigos... Pero... Son... Hermosos... Son hipnotizantes... Eh...¿Por qué me negué a ver esto? Es... Es increíble.... Es perfecto... Es...
[Actualidad]
—Dios, ¿¡Que fue eso?!—Veo en todas direcciones, estoy en la habitación con Félix. Jasper me ve con una sonrisa... Debe saber lo que pasó— ¿¡Que me hiciste!? ¡¿Qué fue todo lo que viví?!
—Ya tienes dos varitas, cada una somos nosotros en la vida real... ¿No te acuerdas, Cristian?
—Yo... Ustedes.... ¡Tu y Félix! ¡Eran mis maestros en la escuela!
—¿¡Que!? Eso no tiene sentido... ¡Yo soy el Alcalde de Kalastia! Esto no puede seguir así, amor...
Jasper toca las mejillas de Félix, este comienza a llorar.
—Todo fue idea de Alexander Dankwort.... Este mundo, es falso... Tanto tú como yo, pertenecemos al mundo real, solo estamos siendo manipulados por él. Alexander domina este mundo, y ha dominado nuestros cerebros...
Si lo que viví fue un recuerdo, eso significa que conozco a Alexander Dankwort de mucho antes de que viniera a este mundo. ¡¿Pero por qué no logro acordarme?! Recuerdo que fui a la escuela, recuerdo que me fui con Gabriel para hacer amigos, eso lo recuerdo bien... Pero... El profesor jefe... No era... No... No puede ser Alexander.... Si no, ¿Por qué no lo recordé en el momento que escuché su nombre al entrar al ascensor?«Bienvenido, Alexander Dankwort—Dice una voz robótica femenina, una inteligencia artificial «¿Qué está sucediendo? ¿Quién es Alexander?» Las puertas se abren dejando ver una pequeña cabina. «¿Hacia dónde bajará este ascensor?» No pierdo el tiempo y decido entrar, tengo un mal presentimiento, pero es la única manera de descifrar todos los secretos que oculta mi hermano» Todo esto es muy raro, recuerdo que conocí a un chico... Ruben... Si era extraño, bueno... Él no tiene nada que ver en esto, lo importante es que Alexander fue mi maestro, espera... Fue el maestro de Gabriel primero, eso significa que el lo conocía... ¿Todo ese cuento de qué me va a ayudar a derrotarlo fue una mentira más? No puede ser... ¿¡Como mierda confiaré en Gabriel!? Ni siquiera sé todos sus malditos secretos, soy un maldito idiota, debí decirle a Gabriel que me contará todo lo que sabe... Tal vez en este momento está contándole todo a su maldito novio... Pero... Eso significa que... No... ¿El profesor abusó de mí hermano? Ahora que recuerdo, Gabriel lo miraba con miedo, no... Gabriel no sé dejaría llevar, esto no tiene ni pies ni cabeza, ¿Por qué no nos dijo nada? ¿Será acaso que lo disfrutó? Esto es demasiado, esto no es una mierda.
Las puertas se abren, dejando entrar a la verdadera Diana, acompañada de Pamela. Ambas están con los ojos en lágrimas.
—¿¡Que acaba de pasar!?—Dice Pamela acercándose a mí—¿¡Estás bien, Cristian!?—Observa a Félix—¿¡Qué mierda le hiciste!?
—¡Oye no le hables así a mi padre!—Dice Diana acercándose a Félix, pero este está igual de impactada que yo. Claro que Diana no tiene ni idea, no deja de mirarlo—¿Papá? ¿Qué sucede? ¿Está todo bien?
—Pasa que nuestra vida es una mentira hija, nosotros no pertenecemos a Kalastia...
—¿¡Qué!? Estar con Cristian te ha vuelto loco, papá tu eres el Alcalde...
—Félix dice la verdad, Diana. Este mundo es artificial, nadie de aquí pertenece realmente a este mundo... Alexander de alguna manera te hizo creer eso a ti... ¿No recuerdas cómo llegaste a este mundo?—Digo con firmeza.
—Deja de hablar tonterías, eres tú el que no es de esta dimensión... Tú... No debiste haber venido, Cristian... ¡Todo estaba bien hasta que el idiota de tu hermano vino a este lugar!
—Si Gabriel no hubiera venido, tal vez seguirías viviendo una fantasía Diana. Este no es el futuro, este mundo es ficticio... Tienes que recordar algo de tu vida pasada...
—¡No!—Diana me da una cachetada—¡Ustedes... No! ¡Ya no quiero más! —Diana voltea y ve a Jasper con duda—¿Quién es usted?
—Soy tu madre, hija. Me llamo Jasper... Es un gusto—Esto es demasiado, maldita sea no puedo más con esto.
—¿Estás diciendo que yo realmente no soy la hija de Alexander?—Volteo a ver a Pamela, esto se me acaba de ir de las manos, planeaba derrotar a Alexander Dankwort... Pero todo apunta que él está jugando con sus cerebros, una ves llegas aquí te vuelve uno de sus esclavos... Y creo... Que yo me estoy volviendo parte de este juego—¿Cristian? ¿Estás bien? ¿Quién es esta mujer?
—Yo eh... Lo siento, necesito estar solo un momento—Camino y hago a un lado todas las personas que impiden que salga de la habitación.
—¡Espera, Cristian!—Escucho de Félix mientras su hija lo tiene abrazado, Diana... Ella no entiende nada de lo que está pasando, Pamela solo me ve con la mirada perdida—¿A dónde vas?
—Iré a mi celda... No se si puedo confiar en ustedes, esto va más allá de mi cerebro... Les hablo cuando tenga algo—Veo en mis manos la varita turquesa y la amarilla, pero me percato de algo. La varita turquesa cambia a un tono azulado—¿Qué carajos?—Salgo de la habitación y camino hasta llegar a la celda donde estaba con Pamela, en este momento estoy siendo parte de un desfile de locura, un desfile creado por Alexander Dankwort... Un circo que el inventa para burlarse de mí... ¡¿Pero por qué?! ¿Que mierda le hice? Seguramente abusó de Gabriel, él planeó todo desde el inicio... Nunca le pude ganar, se integró a... , eso quiere decir que estuvo con Gabriel mucho antes de que pasara todo esto, ¿Él está en la vida de Gabriel desde que encontramos ese teléfono cuando éramos niños? ¿Quién no me dice que ha manipulado a Gabriel todo este tiempo? Alexander Dankwort.... Maldito psicópata... ¿Qué tiene que ver en todo esto? ¿Qué planeas hacer conmigo?
—Yo lo sé—Una voz me desconcierta, es Jasper.
—Vete de aquí, dije que quería estar solo.
—Alexander se quiere vengar de tu padre, Cristian.
—¿¡Qué!? ¿Qué tiene que ver papá en todo esto? Ni siquiera sé quién es...
—Yo tampoco lo conozco, a lo más sé que se llama León... Bueno, supongo que ya sabes eso—le asiento—Bueno, lo que recuerdo es que Alexander siempre le tuvo odio a tu padre, no se realmente bien si lo que te digo es un recuerdo, pero quiero ayudarte, Cristian... Quiero volver al mundo real.
—¿Cómo puedo confiar en ti, Jasper?
—Porque Alexander confía en mí... El me contó casi todo, te daré información... Si lo que me dice Alexander es cierto, significa que tampoco se puede relajar tanto contigo.
—¿Qué dices? Prácticamente está jugando conmigo, lo logró... Me está volviendo parte de este mundo al igual que ustedes, estoy malditamente perdido buscando derrotar más brujas solo para que ese idiota obtenga mi cerebro, tal vez algo que tenga que ver con mi padre... ¿¡Qué tengo que ver con un señor que ni siquiera conozco?
—Con Gabriel son los gemelos Castillo, la viva imagen de su padre... Solo que tú conseguiste tener un coeficiente intelectual superior a Gabriel por alguna razón... Pero esto Alexander no lo sabe, él los quiere a ambos para obtener la "inteligencia absoluta" Solo te está probando, Cristian. Quiere saber si...
—¿Si soy digno de ser su esclavo? Esto es estúpido, no pienso seguir con su juego pero ¡Oh! ¡Estoy aquí haciendo exactamente lo que él quiere! ¿¡Que quieres que haga!? ¡¡LITERALMENTE VOY CAMINO A MI MUERTE!!—Comienzo a llorar de la desesperación, nunca había tenido tanto miedo en toda mi vida, Jasper me ve a los ojos con ternura.
—Se que puedes hacerlo, de lo poco que me acuerdo del mundo real... Tú eras el más listo, Cristian... Vamos... Se que puedes contra Alexander... Ya te di la información, síguele el juego... Entretenlo hasta estar delante de él... Dale lo que quiere, luego...
—¿Luego qué? ¿Morir?
—Derrótalo. Pero a tu manera, usa tus mejores cartas... Tienes un gran potencial y tú lo sabes, solo que no quieres admitirlo. Demuéstrale a Alexander... Que se metió con el chico equivocado.
Sin duda eran las palabras de aliento que necesitaba. Somos cadáveres bailando para un lunático, no... Somos personas que aún no se rendirán. Esta bien, Alexander... Se nota que te diviertes con mi cerebro. Seguramente en este momento escuchas cada uno de mis pensamientos, pero no estoy solo en esto... Usaste a Gabriel... Se muy bien que está harto de ti, de alguna forma u otra te voy a ganar... ¡Yo voy a ganar!
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