Capítulo VIII: La magia del amor.

"Cristian"

«—Camilo Enrique Castillo Deneguer...

—Genial, nuestros apellidos suenan bien juntos. Aunque el nombre "Enrique" no me gusta para nada, Diana...

—¿Y se te ocurre un nombre mejor? No le vamos a poner "Tomás"... Ese nombre no me gusta... Me recuerda a alguien...

—¿Qué? ¿Tienes un ex de ese mismo nombre?

—Es una historia pasada... Verás... Yo...»

***

«Félix Deneguer»Ese apellido... Sabía que no era la primera vez que lo escuchaba. ¿Tendrá algo que ver con Diana? No... Es imposible, pero ahora que lo pienso... Tal vez le estoy dando demasiadas vueltas, tengo que superarla... Pero creo que ya lo hice, o sea, Pamela... Cuando nos abrazamos sentí una conexión extraña, la misma que sentía cuando estaba con Diana... Pero... No debo dejarme llevar por mis impulsos, es decir, es la hija de Alexander Dankwort, quien tal vez sea la persona que tenga a Gabriel secuestrado, quizás que cosas le estará haciendo a mi hermano... Además, por ahora sé que este es el "futuro", pero Gabriel me dijo que es un mundo virtual, esa va a ser mi única percepción de este mundo, puede que Pamela no sea más que un montón de códigos y máquinas, tal vez no sea real... No puedo relacionarme con alguien que tal vez sea un simple "npc". Ahora que lo pienso, ¿Y si todo esto es parte de un plan más grande? Tal vez todo lo que estoy viviendo es solo una parte de algo, tal vez ese tal Alexander Dankwort tenga todo fríamente calculado, tengo que ser más inteligente que él... Por ahora seguiré su sucio juego, recolectaré todas las varitas, derrotaré a cada bruja de este maldito mundo, conseguiré el arma más poderosa y llevaré a Gabriel a casa. Y cuando lo tenga delante de mí, me contará todo, los secretos de nuestro padre... Todo saldrá a la luz y tendré la familia que siempre quise tener, mis "felices por siempre". Como final de película.

—¿Cristian? ¿De verdad sigues en el baño? ¿Estás bien?—Dice Pamela desde el otro lado de la puerta, su voz hace erizar todo mi cuerpo. Es hermosa, es atractiva... «Controlate, Cristian... Vamos... No engañaste a Diana por mucho tiempo, puedes aguantarte ahora» Aparte de que la acabo de conocer, ya parezco esos clichés de película.«Ya no estás con Diana, tienes la libertad de hacer lo que quieras. ¿No te parece que un polvo haría la diferencia? ¿No crees que lo necesitas?» No puedo acostarme con Pamela, maldición... Ni siquiera sé que edad tiene, ¿Y si es menor de edad? «Tienes quince años, maldita sea» Buen punto, pero... No... ¡No lo haré!—¡Gabriel voy a derribar la maldita puerta si no respondes!

—Estoy bien, maldita sea. ¡¿Qué acaso no puedo cagar tranquilo?!— «¿Enserio? Que mata pasiones, galán» No quiero conquistarla maldición... Ella no me gusta y punto.

—Oh... Vaya, bueno... Yo me iré a dormir, buenas noches. ¿Mañana iremos a ver al Alcalde, no?

—Sí, iremos. Descansa, Pamela.

Esto no me puede estar pasando, pero bueno... Si le veo el lado positivo, puedo utilizar a Pamela para superar a Diana, bueno... Eso no está bien, no debo utilizar a una mujer por despecho, eso es absurdo... "No hagas lo que no te gusta que te hagan" eso siempre decía mamá, pero soy joven, tengo derecho a equivocarme, ¿no?

Salgo de la habitación, me percato de que ella está dormida en la cama, está vestida igual pero sin zapatos. Observo su figura, es una mujer realmente exquisita, tobillos como dos sogas fuertes, cintura como una guitarra humana, cabello rubio ceniza y perfecto... Además de que tiene unos ojos de distinto color, que más perfecta que... AL MALDITO DEMONIO.

Me lanzo sobre la cama y le toco la espalda con delicadeza.

—¿Mmm?—Hasta su voz es sexy, esta mierda me está superando. Pamela se da vuelta y me deja ver ese hermoso y perfecto rostro—¿Qué pasa? ¿No ibas a dormir en el sofá?

«Mierda, parezco un perro tímido. Con Diana era más fácil» Maldición, ¡Tengo que dejar de pensar en ella!

—Esta bien, si... Es solo que... Yo... Eh—Busca una excusa, busca una excusa—Te quería decir que... Gracias por todo el apoyo que me has dado... De verdad, si no te hubiera conocido... Tal vez nunca habría sabido de las brujas y... Todo eso, la experiencia que tuvimos con la imagen de nuestros seres queridos, yo eh... Quiero terminar esta aventura contigo, no se que me sucede... Pero te prometo que no dejaré... Que nadie vuelva a lastimarte, ninguna bruja te va a lastimar... Te lo aseguro.

Pamela se me queda viendo unos segundos, sus ojos se cristalizan... De un momento a otro, ella se me acerca y me da un beso en los labios«Mierda, son muy suaves» pero en segundos se aleja.

—Perdoname... Yo eh... ¿¡No ibas a dormir en el sofá!? ¡Vete de una vez!—Está toda ruborizada...¿Será que yo también le gusto?

—Eh... Me besaste...

—Estoy... Yo... Eh...¡¿No puedo controlarme está bien?! Demasiadas cosas que procesar... Ya... ¡Déjame dormir!—Se hace a un rincón y finge roncar...Se ve tierna, pero mejor no me hago ilusiones.

—Esta bien... ¿Descansa, está bien?—Le digo acariciando su cabeza.

Fueron demasiadas emociones, yo también necesito dormir.

***

A la mañana siguiente desperté primero que Pamela, el solo verla dormida y tranquila me tranquiliza. Tal vez de hace cuánto tiempo no tenía un sueño como correspondía... Veo la hora en el reloj de la habitación, son exactamente las diez de la mañana, ella no merece todo esto, quizás deba buscar al Alcalde yo solo, sí, eso haré. Me levanto de la cama y me doy una ducha rápida, me doy cuenta de que he utilizado la misma ropa, ¿Habrá algo más que usar aquí? Busco en los armarios y me percato de que hay ropa, busco algo de mi talla... Quizás no sea lo más cómodo, pero puedo utilizarla mientras mi ropa se lava, me coloco unos pantalones azules y una camiseta blanca, es momento de partir. Tomo algo de dinero de Pamela, ella sabrá cuidarse bien... Digo...No creo que se escape, es decir...Soy todo lo que tiene. Dejo todo listo y me voy de la habitación, camino hasta llegar al mismo viejo de la entrada, le explico que vendré luego, y que de paso le diga a Pamela que no se preocupe por mí, luego le pregunto por las indicaciones del Alcalde, me dice que no está muy lejos de aquí, así que debo partir. Salgo del motel, sigo sin ver personas a mi alrededor, tal vez la gente no acostumbra a caminar por las calles.... Tengo que preguntar eso también, no puedo irme sin nada... Me devuelvo al motel.

—Anciano....

—Tengo nombre, hijo. Me llamo Andrés.

—Perdón... Es nuevo para mi todo esto, disculpe.

—Te dije que la residencia del Alcalde no está muy lejos de aquí... ¿Tienes algún otro problema? ¿Pasó algo con la varita? Ya te dije, si le doy la espalda a esa cosa no puede afectarme, no quiero que uses esa varita conmigo...

—No lo haré—De hecho eso tenía pensado, si puedo crear ilusiones a quien quiera...No... No debo dejarme manipular por la magia de esta mierda—Me preguntaba, ¿Por qué no hay personas allá afuera?, cuando llegué con Pamela no había gente por las calles, ¿Las personas donde están?

—En Kalastia las personas no caminan por las calles, ¿No vienen en un auto?

—No... Verá... Yo no soy de esta tierra y...

—Es extraño, ¿Cómo es que estás vivo? El mundo afuera está infectado por el coronavirus, no deberías ni poder caminar por las calles... A menos que...

—¿Qué cosa?

—Es la varita, debe tener algún campo de protección. Investigue bien luego de todo lo que pasó ayer... Esa varita funciona como protección y protege a la gente que tú quieres... Tenerla te hace inmune al virus a ti y a tus seres queridos.

—Esta... bien, es bueno saberlo. Eso significa que no me enfermaré mientras tenga esta cosa—Extiendo la varita y la veo por unos segundos, ¿Qué más cosas puedo hacer contigo?

—Eh... Bueno—Dice Andrés rompiendo mis pensamientos—Vi que con la chica tenían algo de dinero, pide un taxi y ve a ver al alcalde y luego váyanse... No quiero tener nada que ver con las brujas... Te dije que mi única preocupación es ver a mi esposa.

—Tranquilo Andrés, me iré antes de que se de cuenta... ¿Solo tengo que pedir un taxi? ¿Cómo hago eso?

—Sales del lugar y levantas la mano, aparecerá un taxi, dependiendo del viaje te pedirá una cantidad de monedas... Creo que son... Doce monedas.

—Genial, tengo esa cantidad... ¡Nos vemos Don Andrés!

Salgo del motel, levanto la mano izquierda haciendo un gesto al azar, ¿De verdad aparecerá un taxi así como así? La mantengo levantada por segundos, cada segundo se hace más eterno... Bueno, es como la vida real... En instantes aparece un taxi delante de mí, es parecido al de mi mundo, solo que estos no tienen ruedas, abro la puerta y me siento.

—Voy a la residencial del Alcalde, por favor—El interior es como un auto normal, y delante de mí veo una cabellera, más allá de eso no logro distinguir al chófer.

—Son doce monedas—Extiende la mano sin siquiera verme, el espejo que se supone debería dar la vista atrás no está... Todo esto es muy raro, pero lo ignoro y le doy las monedas—Muchas gracias por viajar en Taxis Kalastia.

La puerta se cierra y siento como mi estómago comienza a revolverse, está sensación... ¡Es la misma que sentí en el ascensor!«¿¡Este taxi va a la velocidad de la puta luz?!»En cuestión de segundos estaba enfrente de lo que parece ser una mansión, la casa de Félix Deneguer.

—Hemos llegado, ¡muchas gracias!—La puerta se abre y mi cuerpo flota con velocidad hasta afuera, el taxi desaparece dejándome en la calle. Kalastia de verdad es una ciudad muy extraña... Aunque me apena pensar que esto es realmente el futuro, si en lo que me vine es una máquina del tiempo, no, es imposible... En el futuro no pueden haber brujas, aunque bueno, mejor dejo de pensar en donde mierda estoy y solo sigo la corriente de estos habitantes, mi hermano es el objetivo de todo esto.

Esta bien, estoy afuera de lo que parece ser, el hogar de Félix Deneguer... Quizá me explique cómo funciona el mundo, averiguaré lo pueda, bien... Aquí vamos. Toco el timbre y suena una melodía robótica, parecido a ese tono que tienen los teléfonos de juguete que tienen las niñas, todo parece un simple chiste de mal gusto.

—Buenos Días, ¿Con quién tengo el gusto?—Es una voz femenina, extrañamente sensual y... Familiar.

—Disculpe, estoy buscando a Félix Deneguer— Digo con el tono más amigable que puedo.

—Es mi padre, él no está en este momento... Salió a hacer una diligencia, si quiere dígame su nombre y le diré que vino—Esto tiene que ser una broma, ¿Qué mas puedo hacer?

—Me llamo Cristian Castillo, por favor ¿Puedo esperarlo hasta que llegue? Vengo desde muy lejos, enserio...

—¿Dijiste Castillo? Espera.... ¿Cristian?—La voz se escucha nerviosa—Esperame ahí, por favor...

—Eh... Esta bien, supongo— Espero que no sea nada malo, al menos podré hablar con la mujer misteriosa... Me dejará pasar y esperaré a Félix, esto va bien«Tranquilo, Cristian. ¿Qué más puede salir mal?» Espero unos cuantos segundos y las puertas se abren, dejando ver una silueta, una mujer, esto no puede estar pasando... Estoy alucinando... No... Tienes que estar bromeando, ¡¿Esto es una maldita broma?!

—Dios... Cristian, no pensé que llegarías hasta aquí, pensé que no seguirías mis instrucciones.

—Diana...¿¡Tu eres la hija de Félix Deneguer!?—No puedo asimilar todo esto—Ahora que lo pienso... No... Yo he estado en tu casa, tu padre no puede ser, porque... No....

—Los adultos que viste no eran mis padres, eran actores Cristian... Este es mi verdadero mundo, eh... Pasa, puedo contarte todo si quieres, al menos todo lo que sé de Gabriel, te prometo ser honesta a partir de ahora, conocerás a la verdadera yo.

—¿Realmente te llamas Diana? ¿En algún momento me amaste de verdad? ¿¡Que fue todo eso de la muerte de mi hermano!? Esto es demasiado...

***

"Pamela"

Me encuentro pérdida, corriendo por un bosque, ¿Estoy soñando? ¿Dónde me encuentro? Veo en todas direcciones pero solo veo oscuridad, llevo un vestido blanco, y mis pies están cubiertos por un charco. Estoy perdida... Estoy sobre el mar.

—¿Pamela?—Una voz de un hombre llama mi atención, doy la vuelta. Un chico con los ojos iguales a los míos, piel blanca, chaqueta negra dejando ver sus pectorales, con unos pantalones largos y ajustados—Pamela, ¿Me escuchas?

—Te escucho y te veo, ¿quién eres tu? ¿Eres mi padre?

—Exacto, me estoy comunicando contigo a través de los sueños... Tengo ese poder.

—¿Cómo puedo saber que estás aquí y que esto no es producto de mi imaginación?

—Veamos.... Ya lo sé—Alexander extiende su mano—Mira, toca mi mano... Tranquila, te prometo que no te pasará nada.

—¿Cómo puedo confiar en ti?, después de todo lo que hiciste... ¡Tu creaste el coronavirus!

—Mira... Me equivoqué como lo hacen los seres humanos, pero esa es la cuestión... Todo lo hice por un solo propósito.

—¿¡Cual!?

—Hija mía... Tu eres una bruja.

—¿Qué?

—¿No lo entiendes? Tu no tienes recuerdos de tu madre porque tu madre está muerta. Yo me enamoré de tu madre sin saber que era una bruja, luego te tuvo a ti, con tu nacimiento tu madre murió... Tienes todos sus poderes, por eso podemos comunicarnos, ocupó la varita de tu madre, hija...

—¿Soy una bruja? No puede ser... Estuve todo este tiempo...

—Si llegaste hasta Esmeralda es porque tenía que ser así... ¿Por qué crees que no fui a buscarte? Esmeralda me dijo que te cuidaría como si fueras su nieta.

—Todo esto fue idea tuya, todo este tiempo he estado torturada por tus malditos planes... ¿Y por qué te ves de la misma edad que yo? ¿Qué edad tengo papá? ¡¿Quién soy?!

—Eres Pamela Dankwort, tienes dieciséis años... Y eres la heredera de las varitas mágicas amor, ¡Tienes un futuro por delante impresionante!

—Ahora lo entiendo, ¡Tú quieres usarme!

—No... No lo digas así, soy tu padre... ¡Soy tu Padre y tienes que obedecerme!

—No lo haré... Estoy cansada de siempre tener a alguien que me diga que hacer, además conocí a alguien...

—¿Cristian Castillo? Puedo sentir que tu sientes algo por él... ¿Lo amas verdad? Puedo sentir cada uno de tus pensamientos, Pamela... Y se que vas a obedecerme... Entiende, en esta vida estás conmigo, o estás contra mí.

—Entonces estoy en contra tuya, porque no quiero conocerte, ¡Jamás!—Comienzo a llorar, es increíble... Mi padre es la peor persona que he conocido, es un hombre despreciable—¿Por qué haces todo esto?

—Quiero poder hija, puedes reinar conmigo... ¿Acaso no quieres ser la bruja más poderosa? Si me traes todas las varitas podrás hacerlo, ser alguien al fin... Te prometo que si haces lo que te pido, obtendrás poder y mucho más... ¿Acaso crees que Cristian se preocupará de ti una vez encuentre a Gabriel? Él no te merece, Pamela... Tu lugar está con tu familia.

—Tu no eres mi familia, eres un monstruo...

—No lo soy, soy un hombre que quiere lo mejor para su hija. Piénsalo... Si no me haces caso, Gabriel será historia... Cristian de alguna manera u otra vendrá hasta mí, tendré las varitas... Y el poder no lo voy a compartir contigo... Te doy veinticuatro horas para que lo pienses, es momento, hija mía. Si no Gabriel va a pagar el precio—Mi padre comienza a desaparecer...

***

Abro mis ojos y con el corazón palpitando a máxima velocidad, esto no puede ser... ¿Fue un sueño? No... Realmente hablé con mi padre, realmente hablé con Alexander Dankwort... Espera, ¿Amo a Cristian? Como me puedo enamorar de un chico que apenas conozco... Es decir, es guapo, delgado pero marcado«Es sexy»Mierda no... No puedo estar con Cristian... Si lo escojo mataran a su hermano y seguiré en esta aventura sabiendo que su hermano estará muerto, no puede ser... ¿¡Qué mierda hago!? Pensar que ayer le di un beso, esto es increíble de verdad me gusta... No quiero que sufra, el me salvó la vida... De alguna manera u otra siempre estaré unida al estúpido de mi padre... ¿Tendré que contarle lo que soñé? Pero... ¿Y si mi padre nos ha estado vigilando todo este tiempo? Mierda... Tal vez él sabe hasta lo que pienso en este momento, tal vez se está riendo de mí justo ahora... No puede ser... ¡VIEJO DE MIERDA!

***

"Gabriel"

—¿Qué estás haciendo?—Digo vistiéndome rápidamente, no puedo creer que me estoy haciendo parte de este juego—¿Hablabas con Pamela verdad? ¿Quién es?—Por último si realmente me gusta Alexander, eso no va a impedir que logre sacarle información, ha estado con esa varita y ojos cerrados todo el tiempo... Debe estarse comunicando con alguien, tengo que investigarlo—¿Qué es Pamela de parte de ti? ¿Es tu hermana? Dime, por favor—Le doy un abrazo fuerte y un beso profundo—Si me quieres contigo, tienes que ser honesto conmigo...

—Vaya...¿Y a ti que vicho te picó? Ya no es tan sexy cuando te haces el fácil, guapo.

—Creo que me está empezando a gustar esto... Tienes razón, me gustan los hombres... ¿Qué le voy a hacer, verdad? Me tienes para ti... Ahora dime, ¿Tu me amas?

Alexander me da un beso profundo, no puedo evitar sentir asco. Me he enamorado de el villano, pero si puedo sacarle información haré todo lo que esté a mi alcance, me cansé de ser la princesa encerrada, ahora es momento de que me ponga a actuar, te ayudaré Cristian... Juntos escaparemos de este mundo de mierda.

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