Capítulo IV: ¿Realidad o ficción?

Se abren las puertas del ascensor, al final todo fue un simple sueño, por lo que veo... El lugar debe tener una vibra, algún especie de aroma que me haya producido estás terribles ilusiones. Después de todo, si Gabriel está o no está muerto... Ese ya no es mi problema, tengo que vivir por mi mismo de una vez... Ya no puedo seguir siendo su sombra.

Salgo del laboratorio subiendo las escaleras, siento un fuerte alivio, como si me hubiera quitado una gran mochila de encima.

«Es momento de volver a casa y explicarle todo a mamá»Pienso.

Al llegar a casa me percato de que no tengo las llaves, que extraño... Seguramente se me habrán caído cuando salí corriendo, es lo normal. Toco el timbre y me pongo a esperar, luego de unos minutos, la puerta se abre dejando ver a mi hermosa madre, me observa de pies a cabeza, su rostro muestra preocupación, lo cual es normal pensando que me acabo de escapar sin decirle a nadie.

—Gabriel... ¿Por Dios, sabes dónde está Cristian?

—¿Gabriel? Mamá, soy yo... Cristian...

—No juegues conmigo, está bien que te hayas escapado y que de paso te haya dejado irte sin más... ¡Pero si tú volviste, no significa que tenga que desaparecer mi otro hijo!

—No lo entiendo... ¿Esto es una broma?

—¿No es por eso que te teñiste el cabello de color negro?—De su bolsillo saca su teléfono y coloca la cámara, dejando ver mi rostro. Es verdad, mi cabello ahora es de color negro— ¿¡Que está pasando, Gabriel!? ¡¿Dónde demonios está Cristian?!

—No lo entiendo... Mamá te digo la verdad... ¡Yo soy Cristian!—Estiro un mechón de mis cabellos para poder ver, es verdad, mi cabello es ahora de color negro... ¿¡Qué mierda está pasando!? «¿Me convertí en Gabriel?»

***

Despierto con fuerza, chocando con una cabeza.

—¡Dios!, ¡Casi destruyes mi hermoso rostro, idiota!

— ¿¡Que está...? ¡¿Dónde estoy!?—Observo en todas direcciones, estoy acostado en una cama, dentro de una habitación. Hay camas por todas partes, como si fuera una especie de orfanato, en frente de mi hay una mujer vestida con prendas blancas, cabello color rubio ceniza, un ojo color azul y otro ojo color verde, su piel es blanca como la leche—¿Quién eres tú?

—Me llamo Pamela, Pamela Millward. Y estás en el Orfanato de Kalastia, del año 2052... Y son exactamente las doce de la madrugada.

—¿Por qué específicas todo?

—Mi abuela dijo que eras un paciente perdido... De alguna manera llegaste aquí, ¿Vienes del pasado?—La chica párese más o menos de mi edad, ¿Será seguro confiar en ella?—Yo tengo una muy buena intuición, con solo verte a los ojos se que no eres una mala persona... Pero te mantendré vigilado.

—Esto es una locura... Yo eh... —Me levanto de la cama con velocidad, siento una brisa por todo mi cuerpo—Tengo que irme de aquí... Eh... Yo no soy de este mundo, ¿Dónde está la salida y...—Al tocar el suelo, me percato de que estoy descalzo... Espera... Observo todo mi cuerpo, estoy... Completamente desnudo.

Pamela se cubre los ojos y se ruboriza, luego comienza a reír.

—No... ¡No me veas y....!—utilizo mis manos para cubrir mis partes nobles—¡¿Dónde demonios está mi ropa!?

—Mi abuela tuvo que quitarte todo, para asegurarnos de que no eras algún infiltrado—Dice Pamela sin quitarse las manos de sus ojos—Hay algo de ropa en ese armario, vístete por favor... Esto... Volveré cuando estés listo—Se levanta rápido y sale de la gran habitación.

Está bien... Supongo que me desmayé en el momento en el que la anciana me contó toda la verdad... Por ahora seguiré la corriente de este mundo. Giro mi cuerpo y me dirijo al armario que está junto a mi cama, es grande y de un color marrón intenso, al parecer todo en este lugar es de un color llamativo, abro las puertas y en su interior hay prendas de color blanco, no parecen haber más colores. Elijo la ropa en relevancia a mi talla de vestir, me coloco unos zapatos del mismo color del estilo, al fin estoy vestido. Es momento de investigar... En donde estoy y no perder mi objetivo, el cual es... Rescatar a mi hermano. Lo complicado de todo esto es... Tal vez ese elevador en el que entré no sea un portal a un mundo virtual, ¿Y si era una especie de máquina del tiempo?

«Bueno... ¿Ni siquiera tienes educación? Es materia básica... En el mundo en el que estás, es el reconstruido luego de la famosa enfermedad... El coronavirus...» Eso es lo que dijo la anciana... Y si recuerdo bien, en mi mundo apareció esta enfermedad luego de todo el caos por las marchas... Las personas comenzaron a manifestarse por los malos tratos que daba el gobierno con nosotros, los altos precios, las torturas constantes... Luego de eso apareció esta enfermedad, el coronavirus, una enfermedad originada en China, aunque yo en lo personal, siempre pensé que era una estrategia para mantenernos controlados... Pero si este mundo es el resultado luego de todo el caos... Tengo que saber más, debe existir algún tipo de explicación.

—Veo que ya estás vestido, jovencito—Me volteo y me percato de que es la anciana junto a Pamela.

—Es usted... ¿Cómo llegué aquí exactamente?

—Luego de lo que te conté te desmayaste, no podía dejarte tirado—La anciana me ve de arriba a abajo—Te pareces demasiado a un joven que vino hace mucho tiempo, solo por eso te ayudé. Me llamo Esmeralda, y soy la dueña del Orfanato de Kalastia... Que es por cierto, la cabaña a la que intentaste entrar a la fuerza.

Ya veo, todo comienza a tener sentido. Pero... ¿A qué se refiere con que "me parezco a un joven"?

—¿A quién me parezco exactamente?

— ¿No te suena el nombre: Gabriel?— ¡¿Mi hermano estuvo aquí?!

—Es... Mi Hermano Gemelo.

Esmeralda y Pamela se quedan viendo con expresión de duda, luego voltean a verme... ¿Estarán desconfiando de mí?

—Mira... Preparé el desayuno, ven a comer con nosotras. Pamela te explicará cómo funcionan las cosas aquí, y te orientará para que no estés perdido en este mundo.

—Ven conmigo—Me toma de la mano con fuerza y me saca de la habitación.

***

—¿Gabriel?

—¡¿Qué está pasando?!—Giro a mi alrededor, me encuentro en una cama de hospital, amarrado con correas... Mi madre se encuentra a mi lado.

—Gabriel... Empezaste a actuar muy extraño, no me dices dónde está Cristian... El doctor me dice que tienes principio de esquizofrenia—Empiezan a caer lágrimas de sus ojos.

Ahora entiendo... Estoy en el cuerpo del virus, como yo y mi hermano somos gemelos... En este momento estoy conectado a un ser que debería estar en este mundo...¿Cómo se lo digo a mi madre?

—Mamá... Tienes que creerme, yo soy Cristian, de verdad... Yo...

—¡Tú no eres Cristian!—Dice mi madre golpeando la cama, noto una pequeña vena junto a su cabeza, esto no puede ser... ¿Por qué me pasa esto a mí? O tal vez... De verdad me volví loco... No... ¡Esto no!

***

— ¿Cristian? ¿Estás bien?—Abro mis ojos, estoy en un casino junto a Pamela, esta me ve con una expresión de miedo. Alrededor mío hay muchos niños... Volví al Orfanato al parecer... Pero no recuerdo el trayecto desde la habitación hasta aquí...

—Estoy aquí ahora... No sé si seguir la corriente o no...

—Actúas igual que Gabriel, él tenía los mismos gestos que tú.

—No soy él, soy Cristian... Pero... Ahora no se si este mundo sea real, o solo es producto de mi imaginación...

—Bueno... Si yo soy producto de tu imaginación... Esto me recuerda a Alicia en el país de las maravillas, de hecho...

—No... Este es el mundo real... ¿Estoy en Kalastia verdad?

—En el Orfanato de Kalastia, de hecho.

—Necesito algo de información, Esmeralda me dijo que este lugar existe luego de la plaga...

—El coronavirus, sí, es una larga historia...

—Exacto... Es lo único que tiene sentido aquí... De donde yo vengo el coronavirus se le llama también...

— ¿COVID-19?

—Exacto, pero de donde yo vengo ese virus dejó de ser un problema en los próximos tres años, luego de que mi hermano se fuera... De hecho... Se encontró la cura en el 2021...

—Bueno, si quieres algo de cultura—Pamela se levanta de la mesa y camina hasta un estante de libros que se encuentra junto a la entrada de la habitación, este libro se le ve muy sucio, como si no se utilizara de hace mucho tiempo—Mira, este libro fue escrito luego de que la tierra haya sido reconstruida, aquí lo tienes—Pamela me entrega el libro.

Tomo el libro y lo primero que me llama la atención es el nombre del autor: Alexander Dankwort. «Mira... Lamento contarte esto así de esta manera, pero... No podrás regresar al mundo real. Estás atrapado en un mundo virtual creado por un tal Alexander Dankwort.» Es lo mismo que me dijo Gabriel, si este mundo es el futuro o un mundo virtual, significa que no estoy tan loco como parezco, llegare a fondo de esta mierda...

—¿Pamela, a ti te suena el nombre de "Alexander Dankwort"?—Un silencio llena la habitación, los niños que comen junto a mi se quedan igual de petrificados...¿Será alguna palabra prohibida?—¿Sucede algo?

—Eh... No es nada—Mira en todas direcciones—Alexander Dankwort...No escuchaba ese nombre desde que se fundó Kalastia, de hecho... Él es el alcalde de esta ciudad.

—¿El Alcalde?

—Bueno... Digamos que fue el Alcalde, fue sugerido por el pueblo. En ese entonces estaban yendo bien las votaciones, hasta que él se retiró del cargo por alguna razón. Nuestro Alcalde actual se llama...

—Demasiado por hoy, Pamela—Dice una voz grave que ya había escuchado antes, volteo mi cabeza y me percato de que es Esmeralda—El chiquillo tiene que irse a dormir, ha sido demasiado por hoy.

—Pero si...—Observo por la ventana y me percato de que se está haciendo de noche—¿Cuánto duran los días en este mundo?

—Veinticuatro horas, ¿Por qué?— Pregunta Pamela confundida.

—Ni siento que haya pasado tanto tiempo...

—Es común, te despertaste a las doce y tuviste varias recaídas... Es lógico que a tu percepción no hayas sentido las horas del transcurso de tu historia.

—Últimamente siento que muchas cosas no tienen sentido, solo sé que daré lo mejor de mí pero...—Mi visión se comienza a distorsionar, esto es nuevo... Siento que me voy a desmayar...—¿Qué...? ¿Qué me sucede ahora?

—Tienes que dormir, Cristian... Ahora eres mío—Dice Esmeralda con una sonrisa siniestra—Como ya no tienes control sobre tu cuerpo, para que seguir mintiéndote... Esto no es un Orfanato...

—¿¡Qué...?! Esto... Pero... Pamela...—Volteo a ver a Pamela, la cual me ve con un rostro entre lágrimas—Tu... ¿Me metiste también?

—Abuela... Él no es un mal chico, déjalo ir.

— ¡Jamás!, Gabriel se nos pudo escapar... Pero tenemos a su hermano Gemelo, ¡Es prácticamente lo mismo! Un cerebro jugoso...

—¿Ce...cerebro?—Tomo aire repetidas veces para no perder la conciencia.

—Veras, estoy planeando un ejército en contra del Alcalde de Kalastia, experimento con humanos y los vuelvo mis esclavos... Como ves aquí a Pamela, ella es la más fiel—Todos los niños voltean a verme, esto es una verdadera pesadilla de la cual me encantaría despertar—No debiste confiar en mí, querido... Pero te veías tan inocente...

—Yo... Toqué la puerta... Toqué la puerta de esta cabaña...

—Genial, eres inteligente... Pues sí, mi puerta y toda mi casa está rodeada por un líquido mágico, el mismo que está en tu alimento... Te hace crear alucinaciones... Pero de igual manera... Dentro de poco serás todo mío, y por cómo es tu cerebro, me encantará que seas el líder de mi ejército... Deberías sentirte orgulloso, Cristian. Gabriel logró burlar mi seguridad, pero se nota que no eres tan listo como él... Al menos tengo a su hermano, que es prácticamente lo mismo...

—Vieja de mierda—Alcanzo a decir, luego todo se me fue a negro.

Mierda... Esto es real o Ficción... Maldición.... Tengo que dejar de confiar en cualquier persona...

***

Vuelvo a despertar, esta vez estoy en la misma cama de cuando desperté... Esta vez no estoy desnudo, seguramente ese extraño líquido solo funcione por temporada... No puede mantenerme controlado todo el tiempo, tengo que buscar mis cosas e irme de aquí cuanto antes. Me levanto de la cama y me coloco los zapatos que Esmeralda me dejó, «Tengo que encontrar la forma de salir» Veo a los chicos a mi alrededor, todos duermen... Me da pena dejarlos abandonado, pero soy yo o ellos. Camino de puntillas para no hacer tanto ruido.

—¿A dónde vas?—Una voz femenina familiar... Me volteo con cuidado y me percato de que es Pamela, se encuentra tres camas a la izquierda de la mía—Tengo que decirle a mi abuela que despertaste... Entiende que no puedes irte de aquí...—Su rostro refleja pena, quizá cuanto tiempo lleva pasando por este mismo castigo—Eres de Esmeralda, Cristian. ¿No lo entiendes? En este mundo solo eres un esclavo, no sirves para nada.

—No...—Digo tratando de no hacer ruido—Me iré de aquí, tengo que rescatar a mi hermano, y nadie, mucho menos tú... Nadie me impedirá que cumpla mi objetivo, lo siento.

—Entonces... Llévame contigo.

—¿Qué?

—Estoy harta de esto, quiero ser libre... Ya no quiero ser una esclava de esta mierda... No quiero formar parte de este ejército.

— ¿Y por qué no te vas? Digo, ¿Qué tan controlada estás por esa vieja?

Pamela comienza a toser con fuerza, tanto que comienza a salir sangre de su boca... Me da asco y pena al verla.

—Demasiado—Mi cuerpo comienza a temblar, las palabras de Pamela suenan igual a las de Esmeralda— ¡CRISTIAN CASTILLO ESTÁ ESCAPANDO, ALERTA, ALERTA!

—¿¡Qué mierda!?—Todos los niños despiertan y me ven con unos ojos rojos, como si fueran un montón de robots. La puerta principal se abre dejando ver a la anciana más maquiavélica que haya conocido, vistiendo una túnica color magenta, con una corona color amarillo dorado y con un punto color turquesa,«¿Será esa su herramienta?» estoy muerto de miedo— Esto no puede ser...

—Sí que puede. Te lo dije, Cristian... Ahora eres mío.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top