Capítulo II: ¿Me conoces?

—Gabriel, ¿Por qué no hablamos un segundo nosotros dos?—Pregunta mi madre acercándose a nosotros—Tienes muchas cosas que contarme, te fuiste sin decirle a nadie.

Gabriel ve a mi madre con una mirada fría, como si la odiara por algún motivo que desconozco.

— ¡No!—Grito con rabia, no pienso dejar que mi madre y mi hermano hablen una sola palabra a escondidas, no de nuevo. Tengo que pensar en una forma de mantener a mi hermano aquí, al menos hasta que me diga que está pasando—Gabriel acaba de llegar y.... Eh....

—Si me permiten la palabra—Interrumpe mi novia, Diana—Su hijo acaba de aparecer luego de tres años... Es decir, estábamos a punto de hacer la cena. ¿Por qué no comemos todos juntos como una familia normal? Digo, usted ya me dijo que soy de su familia y...

— ¡Es una gran idea!—Exclama Gabriel, viendo a mi novia de arriba a abajo—Me gusta tu actitud, ¿Eres la novia de Cristian?

—Sí, soy su novia. Y realmente quiero que MI NOVIO esté bien—Dice acercándose a pocos centímetros de su rostro, sintiendo una fuerte tensión, se nota que Diana no confía para nada en él.... De hecho, me da una sensación extraña... Como si ya se conocieran... Mis celos empiezan a incrementar y los separo con fuerza. Gabriel me arrebató muchas cosas, no dejaré que me quite a Diana, ella es mi novia y la protegeré de cualquier baboso, incluso de mi hermano si es necesario.«No quiero pensar mal de Diana»

***

Nos acercamos a la mesa para cenar, yo me senté junto a Diana y mi madre se sentó junto a Gabriel, en un principio solo existe el silencio, nadie dice nada, nadie comenta nada. Gabriel solo se concentra en el plato al igual que todos nosotros. Son macarrones con queso recién calentados, volteo a ver a Diana y ella no le quita los ojos a mi hermano, ¿Le gustará? Eso no puede ser, digo, somos gemelos... Me gustaría saber qué es lo que pasa por su cabeza en este momento....no puedo resistirlo más...

— ¿Qué tanto lo ves?—Pregunto rompiendo el silencio de la habitación.
—Es solo... Me es complicado ver a "otro tu" delante de nosotros, amor—Dice viéndome y viendo a Gabriel.

—Somos Gemelos, querida—Dice Gabriel— ¿Por qué crees que me teñí el cabello? Para que al menos puedan distinguirnos—Tiene sentido.

—Es como ver una versión de mi novio más engreída, si me lo preguntas... Te ves como un chico malo, diferente a...

—Tanto Gabriel como Cristian los he criado yo, pero en gustos son muy diferentes—Dice mi madre, mientras toma un sorbo de jugo—Desde pequeños estos siempre han competido.... Gabriel es fanático del fútbol, ¿Recuerdas que siempre te iba a ver a todos esos partidos?

— ¡Demonios, si! Era el capitán de mi equipo en el colegio—Dice mi hermano sonriendo y convencido—De hecho, nos inscribimos juntos, ¿No recuerdas Cristian?

—Si...—Lo recuerdo, solo que yo era el imbécil que no lograba dar ni una buena patada al balón—Yo era el arquero.

—No sabía que jugabas al fútbol—Dice Diana con expresión de duda— ¿No me dijiste que lo odiabas?

—Si... Lo odiaba, pero me inscribí para ver si podía ser bueno, al igual que Gabriel... La verdad.

—Es que ese era tu problema, hermano—Dice cruzando sus brazos y dando una pequeña sonrisa—Siempre intentaste hacer las mismas cosas que yo hacía, en lugar de ver lo que a ti te gusta... Eres como mi sombra—Aunque me duela, tiene razón, siempre le tuve envidia, muchos de sus talentos eran basándose en actividades físicas, en cambio los míos eran más de estar en mi cuarto, dibujando o cantando, algo que a la vista de mi madre no era digno de admiración...«A veces pienso que ella quiere más a Gabriel que a mí»

***

Terminamos la cena y mi madre decidió que lo mejor era que cada uno fuera a sus respectivos cuartos, hablaríamos con claridad las cosas a la mañana siguiente. Yo lo único que quería era amenazar a mi hermano a preguntas, pero si lo pienso bien, tal vez él solo está cansado, ya que tampoco explica bien de donde viene, pero tengo la esperanza de que a la mañana siguiente me aclarará todas mis dudas.

Vuelvo a mi cuarto con mi novia, ella prefiere quedarse conmigo luego de todo el caos que ocurrió. La amo, y me encanta que no me deje solo en un punto de mi vida tan complicado como este, nos acomodamos en la cama viendo el tejado.

— ¿Cómo te sientes?—Acaricia mi cabello con delicadeza.

—Confundido, creo.

—Te entiendo, tu hermano ha vuelto y solo quieres saber respuestas—Se abalanza sobre mí y comienza a hacerme cariño en el rostro—Tal vez sea mejor que no te preocupes tanto, ya mañana se podrá aclarar todo.

—Estoy seguro de que mi madre algo sabe, y no quiere decirme... Es solo.... Yo...

—Shh...—Se acerca a mis labios y me da un profundo beso—Ahora solo pensemos en el presente... ¿Estamos nosotros juntos, verdad?

Nos quitamos la ropa y complementamos nuestros cuerpos en solo uno, solo tenía que preocuparme de hacer las cosas bien, y sé que junto a Diana...nada ni nadie podrá detenerme... Nadie...

***

Despierto, observo a mi alrededor y me percato de que estoy solo en mi cuarto, ¿Dónde está Diana? ¿Habrá ido al baño? Veo la hora en mi teléfono; las cuatro de la madrugada, demonios, es obvio que me va a costar dormir luego de la llegada de Gabriel.

—Te dije que no puedes estar aquí, Cristian podría sospechar de nosotros—¿Qué yo qué? Esa es la voz de Gabriel, proviene desde su cuarto.

Me levanto de la cama y camino tratando de no hacer ruido, me acerco hasta la habitación de Gabriel, sale una luz desde su cuarto, me acerco y veo entre medio de la puerta. Gabriel está muy apegado a Diana, aunque ella se encuentra vestida. No hay razón para pensar lo impensable... No puede estar pasando esto... ¡No sucede nada que no quiero que suceda! Mierda... Estoy entrando en pánico.

—Tienes que contarle la verdad, Gabriel. Cristian no puede seguir viviendo una mentira tan grande como esta, quiero vivir mi vida. ¿Me entiendes?

— ¿Te estás quejando?—Dice Gabriel cruzando sus brazos—Te estoy pagando, Diana. ¡Un trabajo tan simple como es el cuidar a mi hermano!

No puede ser... Esto tiene que ser una maldita broma, enserio...

—Ya estoy harta de tus juegos, Gabriel... Si es que ese es tu verdadero nombre... Ya no puedo más—Diana saca de su bolsillo una pistola y la apunta en su cabeza, esto cambia todo. Mierda, ¿¡Que tengo que hacer!?

— ¿De veras lo harás? ¿Después de todo lo que pasamos juntos?—Dice Gabriel con una sonrisa, se le ve muy confiado—Esta mentira pronto estallara, conmigo vivo o muerto, Diana. Y no lo harás... Te conozco más de lo que tú te conoces... Te conozco entera, querida.

Diana empieza a temblar, posa su dedo en el gatillo pero no se ve segura si hacerlo o no. ¿Tengo que intervenir? ¡Mi novia está a punto de matar a mi hermano, tengo que hacerlo, maldita sea! Abro la puerta con fuerza.

— ¡Diana no lo hagas!—Tanto Diana cómo Gabriel me ven con rostros pálidos, no se esperaban que yo apareciera—¡QUÉ MIERDA SIGNIFICA TODO ESTO! ¿¡ALGUNA VEZ ME AMASTE DE VERDAD!?

—Se lo dices tú, o se lo digo yo. Querida—Dice Gabriel tratando de retomar la compostura—Cristian te juro que yo...Eh... Se que esto se ve mal pero...

Gabriel es interrumpido por una bala justo en su cabeza. Diana le acaba de disparar a mi hermano... Esto no puede estar pasando... No puede ser...

— ¡QUÉ MIERDA HICISTE, MALDITA LOCA! —Me acerco hasta ella y la sujetó con mis brazos, no puedo dejar de llorar. Diana solo me ve con una mirada fría.

—Lo siento, Cristian. Créeme que era la que menos quería que sucedieran las cosas como las ves—De su bolsillo saca un pañuelo y lo pone en mi boca con fuerza, siento una especie de líquido recorriendo mi cuerpo, ¿Por qué Diana me hace esto? ¿Por qué?—¿Me conoces? No... Solo viste un papel, Cristian. Esta no soy la verdadera yo, solo soy un peón en todo esto....Realmente lo siento, pero no tuve otra alternativa.

—Eres... Una puta zorra, asesina—Trato de continuar, pero mi cuerpo se siente cansado. Siento que pierdo las fuerzas y caigo al suelo. Veo a lo que creí en un momento, era mi mayor confidente— Eso... Significa... ¿Te perdí?

Ella se inclina para hablarme al oído.

—Tú nunca me has tenido, Cristian. Era solo una ficción... Ahora duerme... Solo descansa.

—No... No... No...quiero...—Todo se me va a negro.

Diana... ¿Por qué, tú?

***

«Me encuentro perdido»

«Ya no tengo novia y tampoco a mi hermano»

«Aún recuerdo... Cuando la conocí»

«Hace algunos años... ¿Fue real?»

[Años atrás]

—Eh, ¿Qué haces?—Pregunta una chica extraña, esta se sienta junto a mí—Todos los días te veo aquí solo tomando un helado ¿Te sucede algo?

La veo de arriba a abajo. Cabello rojo rizado, ojos color miel y complexión un poco gruesa. Lleva una blusa color verde, jeans azules apretado y zapatos azules. Tiene un rostro hermoso, ¿Por qué una chica así de linda hablaría conmigo?

—Solo vengo aquí todos los días, ¿Qué quieres?—Pregunto confundido—¿Por qué me estás hablando?

—No sé... Me llamaste la atención, ¿Acaso eso es un crimen?

—Digo... Eres linda, es raro que chicas de tu calibre me estén hablando.

La chica se sonroja y luego comienza a reír.

—¿Qué? ¿Crees que es divertido?

—No... Es solo que me da risa que tengas tan baja autoestima, eres muy guapo, chico.

— ¿Guapo? ¿Yo?—No me cabe en la cabeza que una persona me considere así... Es decir, estoy delgado y desnutrido, más allá de mi color de ojos y esas cosas, no me considero para nada alguien "Guapo"—Yo creo que estás ciega querida, no pierdas tu tiempo hablando conmigo.

—Yo tampoco hablo con muchas personas, la verdad... Solo busco a alguien con quien conversar, es todo.

— ¿Y por qué crees que conmigo tendrás a alguien con quien hablar? Tu misma lo dijiste, siempre me ves solo... Soy una persona que no es para nada sociable, ¿me entiendes?

—Pero eso lo puedes escoger tú, dejarte abrir con más personas. Tú eres el que decide ser poco sociable.

—Buen punto, eres inteligente. Al menos me hiciste sentir mejor...

—Me llamo Diana, ¿Puedo saber tu nombre? o.... ¿Simplemente quieres que esto quede en el olvido?

«No parecía mala persona»

—Me llamo Cristian, es un placer.

[Actualidad]

«Todo fue una mentira?»

Despierto, todo en mi cabeza da vueltas, como si despertara luego de una fiesta al estilo proyecto x. Apenas logro recordar bien lo que sucedió, observo a mi alrededor para tratar de recordar bien las cosas, estoy solo acostado en mi cama. Estoy desnudo... «¡MIERDA, ES CIERTO! ¡DIANA, GABRIEL!» Me levanto rápidamente y voy con velocidad hasta la habitación de Gabriel, no hay nadie, no hay ni un charco de sangre... De haber sido real todo lo que vi, tendría que haber mínimo un cadáver... «¿Me estaré volviendo loco?» Bajo las escaleras hasta el cuarto de mi madre, ella se encuentra dormida. «Demonios... ¿Qué hora es?» Subo hasta mi cuarto con velocidad para tomar mi teléfono, son las diez de la madrugada. ¿Fue un sueño todo esto? ¿Y si mi hermano nunca regresó? Mierda no estoy entendiendo nada... Mierda... ¿Qué me sucede? ¿Toda la escena que vi de Diana y Gabriel fue real? Busco entre mis contactos el número de Diana, tengo que llamarla... Tengo que saber que sucedió.

— ¿Hola?—Se escucha desde la otra línea, ¡Es la voz de Diana!

— ¡¿Diana?! ¿¡Eres tú verdad!?— Pregunto asustado... Ya no sé si este es un sueño o es la vida real.

—¿Con quién hablo?—Esto tiene que ser una maldita broma.

—Soy yo, Cristian... Tu novio.

—Así que despertaste... ¿Cómo estás?

— ¿Cómo estoy? ¡¿CÓMO ESTOY?! Mataste a mi hermano... ¡¿Lo mataste de verdad?!

—Lo siento Cristian... Ya no podemos seguir juntos, olvídame. Yo no quise que las cosas fueran de esta manera.

—Estuviste jugando conmigo todo este tiempo... Nunca me amaste de verdad—Salen lágrimas de mis ojos... Me siento perdido, nadie es real a este punto... Todo por culpa de Gabriel, siempre fui el sujeto con el que él jugaba.

—No es así... Yo...

—Explícame... Te escucho.

—No tengo tiempo, tengo que irme... Pero te diré algo, te mandaré unas coordenadas desde este número y luego lo destruiré, te recomiendo que le inventes a tu madre que terminamos y no le digas nada de tu hermano... Tienes que llevar el teléfono viejo que tienes escondido desde tu infancia, lo necesitarás para el lugar al cual irás. Por favor...no cuentes nada más, es por tu propio bien.

— ¿Por mi propio bien?

—Adiós, Cristian—Corta la llamada.

Esto no me puede estar pasando, vuelve mi hermano y luego muere delante de mis ojos... Ya no sé que seguir, si seguir las coordenadas que mi supuesta novia me mandó, o tratar de fingir que aquí no ha pasado nada... Todo es complejo, todo es tan.... Complicado.

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